30/9/11

TU PROGRAMA ME SUENA

Antena 3 estrenó el miércoles por la noche “Tu cara me suena”, un concurso que nada más verlo ya dice uno: “me suena”. Y suena a una mezcla de “Lluvia de estrellas” con “¡Mira quién baila!”. Unos ciudadanos compiten a ver quién es el mejor disfrazándose e imitando a cantantes famosos como en “Lluvia de estrellas”. Pero como en “¡Mira quién baila!” se trata de ciudadanos que ya son famosos, así que no concursan para promocionarse ni por ganar dinero, qué va, seguro que no cobran ni un euro. Y si resultan ganadores del premio lo donan desinteresadamente a una ONG y así, de carambola, la declaración de la renta del año que viene sale a devolver.


La fiebre famosizadora, que elimina a los vulgares mortales de los programas de televisión para sustituirlos por famosos, da un paso más. Pero no nos quejemos demasiado, es peor cuando los famosos pueblan los realities, como ocurre en “Supervivientes”. De hecho, el inicio de “Tu cara me suena” fue realmente prometedor. Con agilidad, sin dar demasiadas explicaciones, el presentador Manel Fuentes fue dando paso a los miembros del jurado que, sin identificarse previamente y en algunos casos irreconocibles, ocupaban el plató imitando a grandes figuras de la canción. Fueron diez minutos de buena televisión en horario de máxima audiencia. Luego, ya con la llegada de los concursantes, el programa se puso pelota e insufrible (como hacía “Menudas estrellas”) y empezó a lastrar las imitaciones con espesos minirreportajes y entrevistas más aburridas y pesadas que la lista de los concursantes de “Gran hermano” desde que empezó el invento.

Si el espacio funciona podemos prepararnos para “Tu carita me suena”, versión de “Menudas estrellas”, en la que concursarán famosos hijos de famosos famosos. Sus nerviosos padres, entre el público, seguirán la actuación vocalizando la canción que interpreten sus retoños. Andreíta, Eric, Sacha, Cristiano, Froilán, Leonor, Sofía, Alejandro, Rodrigo, Pelayo, Alonso. Ag, ag.

29/9/11

EL MALESTAR DE LOS CONSEJEROS

Ay, qué pena me da, qué pena me da que algunos miembros del Consejo de Administración de RTVE están dolidos y quejosos por lo malos que somos con ellos. Me da pena que estén así de dolidos y quejosos, que sufran como están sufriendo, que lo estén pasando así de mal cuando en justicia deberían estar mucho más dolidos y quejosos, deberían sufrir más de lo que están sufriendo, deberían estar pasándolo peor de lo que lo están pasando.

No todos, claro. De los once consejeros (representantes de organizaciones sindicales y de partidos políticos) dos pueden estar tranquilos: los representantes de UGT e IU votaron en contra de que se les permitiera el acceso al sistema informático iNews de trabajo y edición de los servicios informativos de RTVE. Pero los nueve restantes son responsables, o sea, culpables, de haber pretendido algo tan feo y antidemocrático como controlar los informativos. Los hay tibios (2 PSOE, 1 ERC, 1 CCOO) que dicen que ellos no fueron, que ellos se abstuvieron en la votación; pero son tan culpables por omisión como son culpables por acción quienes propusieron la medida (PP) y votaron a favor (4 PP, 1 CiU). Solo uno dimitió: el representante de CCOO. Enhorabuena. Los ocho restantes siguen atornillados al puesto.

Se puede acusar a estos ocho consejeros de agarrarse al sueldo, despacho, coche oficial, secretaria y asesor. Se puede acusar a los partidos de mantenerlos en su puesto porque si dimitieran no podrían sustituirlos y perderían esa cuota de poder. Eso puede discutirse. Pero en lo que estamos acuerdo es en que hay que reconocerles algo: si los ocho consejeros traidores disfrutaran del poder de control sobre iNews que pretendían no estarían como están ahora, expresando su “malestar” por el tratamiento que algunos programas de RTVE continúan haciendo de lo ocurrido. Podrían haber movido los hilos, tras ver esas molestas noticias gestándose en iNews, para que nunca salieran al aire.

28/9/11

ESPACIO: 1999

Un dato curioso: en el mes de febrero de 1999 no hubo luna llena. Pero la hubo menguante, nueva y creciente, que es lo importante. De hecho la Luna siguió en su sitio durante todo el año y aún sigue con nosotros. En aquel entonces todo parecía marchar mucho mejor de lo que había previsto en los años 70 la serie televisiva de ciencia ficción “Espacio: 1999”. En esta serie, la Tierra perdía la Luna porque la sacaba de su órbita la explosión de los residuos nucleares allí almacenados. La deriva del satélite hizo vivir muchas aventuras por el espacio interestelar a los hombres que vivían en la base lunar Alfa. Sin embargo en 1999 ocurrió otro hecho terrible, no previsto por ninguna serie futurista, que marcaría a la humanidad: José Luis Moreno estrenó en los sábados de TVE-1 “Noche de fiesta”.

Los años anteriores, TVE emitía “Risas y estrellas”, el primer programa con el que Moreno empezó a demostrar lo peligroso que puede ser un ventrílocuo con las dos manos libres. TVE lo retiró por rancio y casposo, pero Moreno les vendió otro peor: “Noche de fiesta”, en el que se incluían unas minicomedias casposas y rancias. El primer matrimonio, los Pinilla, desapareció, pero con el tiempo aquello se convirtió en las matrimoniadas. Lo de Pepa y Avelino y todo aquello. “Noche de fiesta” murió pero la versión zombi de las matrimoniadas emergió de su tumba vestida de “Escenas de matrimonio” para zamparse nuestros cerebros.

Anteayer por la noche Telecinco estrenó “Parejología 3x2” a la misma hora de “Escenas de matrimonio”. Nueva versión de lo mismo:
- Ayer no lo pudimos hacer.
- ¿Qué pasó?
- Que no se le puso gorda.

Habría sido mejor que en 1999 hubiera estallado la Luna y hubiéramos quedado atrapados en la base lunar Alfa recorriendo el espacio interestelar vestidos de mamarrachos en skijama.

27/9/11

COWBOYS & ALIENS & FRANK DE LA JUNGLA

No he conseguido convencer a nadie para que venga a ver conmigo “Cowboys & aliens”. No es que crea que es la película fundamental que haya que contemplar en este momento, pero me parece interesante la oferta. La principal objeción que pone la mayoría de la gente a la que se lo he propuesto no tiene que ver con que se trate de una película de vaqueros. Tampoco tiene que ver con que se trate de una película de extraterrestes. El problema insalvable, al parecer, radica en que se trata de una película de vaqueros y de extraterrestres. Ah, no. De ninguna de las maneras. ¿Que si voy a ver contigo... no sé... ”True grit”? Encantado. ¿Que si voy a ver contigo... no sé... “La guerra de los mundos”? Pues vale. ¿Que si voy a ver contigo “Cowboys & aliens”? Por supuesto que no. Hasta ahí podríamos llegar. ¿Qué somos, animales? A las personas no les gusta mezclar sabores alejados. A mí, por el contrario, me parece que la combinatoria es una de las ramas más fascinantes de la matemática.


No he conseguido convencer a nadie para que vea conmigo “Frank de la Jungla”. No es que crea que es el programa fundamental que haya que contemplar en este momento, pero su composición es tan curiosa que merece una prueba, sin compromiso para seguir consumiéndolo en el futuro. “¿Pero qué es?”, me preguntan, “¿un documental de animales rollo Attenborough?”. “¿Algo tipo ‘El último superviviente’?”. “¿Un ‘Al filo de lo imposible’ de bajura?”. Y yo niego con la cabeza en todos los casos. Al fin me animo a intentar definirlo: “Es como ‘Callejeros’ pero en la selva; ‘El hombre y la Tierra’ presentado por un Gregory House sin puñetera gracia, un hijo secreto parido tras la unión contranatura de los documentales de La 2 con ‘Acorralados’”. Y me miran como diciendo “ya estás tú”, y me recuerdan la vez que les propuse ir a ver “Cowboys & aliens”, y zapean a “El club de la comedia”, que es un sabor familiar y no una mezcla extravagante de programadores salidos de un cursillo de nueva cocina.

26/9/11

MEDIAS ROJAS DE CADIZ

¿Cuál es el verdadero motivo de que Telecinco emita la “Cheers” original norteamericana a través de su cadena Factoría de Ficción mientras está emitiendo y promocionando la nueva “Cheers” española a través de su cadena principal?
Opción a.- Telecinco en realidad es una cadena caritativa; bueno, vale, de acuerdo, emite productos tóxicos como “Enemigos íntimos” o “Acorralados”, pero en el fondo más profundo su corazón rebosa de buenos sentimientos, y quiere dar a sus espectadores la posibilidad de escapar de la birria de Antonio Resines para ver la gozada que en su día protagonizó Ted Danson.
Opción b.- Telecinco, a pesar de todo lo que decimos los malvados comentaristas televisivos, no se guía por otro criterio que no sea el de la calidad televisiva; y dado que durante las últimas semanas toda la crítica ha alabado unánimemente la calidad de la serie “Cheers” de la NBC, Telecinco no ha dudado un solo segundo en buscar como sea un hueco en sus cadenas para emitirla.
Opción c.- Telecinco se autoboicotea; por algún extraño motivo, Telecinco tiene un topo en su interior, -ya sabíamos que tenía ratas, ¿por qué no un topo?-, que ha programado malvadamente la comedia original en el mismo momento en el que se lanza la versión española para que así salte más a la vista la abismal diferencia de nivel entre ambas.

Envíen la respuesta que elijan a la dirección de correo electrónico de al lado y sortearemos entre todos los acertantes una colección completa de los dichos y desdichos con los que Resines reaccionó a las críticas recibidas por su nuevo trabajo. Y, sea cual sea la solución al enigma, no dejen de ver las dos versiones de las aventuras del entrañable bar de Boston una a continuación de la otra. Entenderán por qué no es lo mismo ser exjugador de los Medias Rojas de Boston que exjugador del Cádiz y por qué la psiquiatría española nunca podrá compararse a la norteamericana.

25/9/11

LA SUPERVISIÓN DE LOS SUPERVILLANOS

Lo ocurrido estos días con el Consejo de Administración de RTVE es muy feo. La presión ejercida sobre él por parte de profesionales de RTVE, organizaciones de periodistas, algunos representantes políticos y la sociedad en general ha provocado que este Consejo tuviera que renunciar a ejercer el control que pretendía sobre los servicios informativos de RTVE. Así que muy mal. Ejercer la censura previa sobre quien quiere ejercer la censura previa es censura previa al cuadrado. Bueno, no exactamente. En realidad el Consejo solo quería acceder al sistema informático iNews de trabajo y edición de los servicios informativos. Una medida muy higiénica. Supondrían que así no sería necesaria la censura previa porque los periodistas, sintiéndose vigilados, se aplicarían una autocensura previa que evitara la posterior censura previa. ¿Me s’entiende?


Lo ocurrido es muy feo porque la tradición establece que cuando un partido político quiere controlar los informativos de un canal de televisión debe usar el teléfono con discreción, no el sistema informático iNews a la vista de todo el mundo. Modernizarse está bien, pero este paso no era necesario. Si lo que quieren es supervisar los informativos, tienen que ser más ambiciosos y saltar de algo que no está mal, como poder supervisar, a algo más grande, a los superpoderes en general, que permiten supervisar y muchas cosas más. Semejantes supervillanos no deberían conformarse con menos.

Supermán viajaba al pasado moviéndose a una velocidad superior a la de la luz. Un supervillano que se precie debería estar a su altura disponiendo de sofisticados receptores de los neutrinos emitidos por los informativos. Como estos días los neutrinos son más veloces que la luz, los malos podrían ver en el presente las noticias del futuro y asesinar al padre del periodista desafecto para que este nunca llegara a nacer. Así no sería necesario censurar a nadie. Y la supervisión de los supervillanos sería, al fin, supervisión sin censura.

24/9/11

EL TAMAÑO SÍ IMPORTA

Wyoming se lo curra en “El intermedio” (laSexta), pero quien triunfa es Jesús Vázquez en “Allá tú” (Cuatro). Wyoming emite el reportaje de un pueblo en el que los vecinos quieren que la imagen de la Virgen vaya en procesión con peluca y el cura se opone. Resucita el viejo conflicto Iglesia-Estado: la alcaldesa lidera al pueblo, mientras el cura pone tierra de por medio y hace la procesión corriendo perseguido por el reportero Gonzo, que, sin aire, se rinde: su estado de forma no le permite entrevistar a un cura tan veloz. Pero es Vázquez quien toca el cielo: entra en el plató la imagen de una Virgen en apoyo a un concursante y nace un moderno conflicto Iglesia-Televisión que es noticia. Un regalo que se rentabilizará transformando la notoriedad en audiencia.


Cuando el Obispado de Málaga se enteró de que la Virgen de las Mercedes de El Tarajal apareció en “Allá tú” se hizo cruces. El sacerdote Francisco Aranda, delegado episcopal de Cofradías y Hermandades, repartió leña: “total repulsa”, “vergüenza ajena”, “hay que evitar estos espectáculos”, “estas bufonadas blasfemas no se pueden permitir”. Hombre, tal vez sí estaría bien eliminar los símbolos religiosos de la tele, pero desconcierta que lo diga un cura de almas y encima se ponga así.

En la tele, como en la calle, muchas personan portan y muestran imágenes religiosas. ¿son los crucifijos, los escapularios, las insignias y las medallas de la Virgen de “vergüenza ajena”? Es mucho decir. Ahora bien, ¿no lo son porque son imágenes pequeñas pero si fueran grandes provocarían “total repulsa”? La iconografía religiosa abarca todos los tamaños. El Papa viaja de explanada en explanada y le acompañan grandes imágenes. ¿“Hay que evitar estos espectáculos”? En las maravillosas exposiciones de “Las Edades del Hombre” se ven algunos objetos religiosos de grandes señores diseñados para acompañarlos en sus viajes: cruces, tallas, pinturas, bajorrelieves. ¿Los de mayor dimensión son “bufonadas blasfemas que no se pueden permitir”? ¿Tanto importa el tamaño en la iconografía católica?

23/9/11

EXTINCIÓN

Atentos, hoy, en Antena 3, muy de noche, para presenciar la extinción de una especie televisiva. Un astrónomo daría cualquier cosa por contemplar en directo la explosión final de una estrella. Un geólogo haría lo que fuera por asistir en tiempo real al hundimiento definitivo de una plataforma continental. Un zoólogo lloraría de emoción si muriera ante él el último ejemplar de una especie de mamífero. Pues hoy va a extinguirse en Antena 3, ante el que lo quiera ver, la paleotelebasura de presentador, seis polemistas dispuestos tres frente a tres e invitado. “DEC” termina, pero el fin concreto de “Donde estas corazon”, -tras ocho años de escribir su nombre así, sin signos de interrogación, sin comas, sin tildes, sinvergüenzas-, es completamente trivial. Cada día desaparecen programas. Sólo muy pocas veces desaparecen géneros. Va a ocurrir hoy, en A3.

El hombre de neandertal, -también llamado homo cantizanus-, paseaba tranquilamente, -y muerto de frío-, por las estepas europeas hasta que apareció por las cercanías otro mono casi idéntico a él. Tenía la frente vertical y carecía casi por completo de toro supraorbital. El homo sapiens o salvamiensis era sólo un poco más inteligente, un poco más miserable, podía tolerar niveles de podredumbre ligeramente mayores. Tan parecidos eran las dos especies que podían cruzarse, y Chelo García Cortés pudo combinar su fisiognomía neandertalensis con su aparato excretor salvamiensis. Ambas especies eran prácticamente iguales, pero las pequeñas diferencias fueron suficientes para que el homo cantizanus desapareciera de la faz de la Tierra. En algún momento, hace unos 30.000 años, en algún sitio, probablemente cerca de donde estamos usted y yo, murió el último cantizanus. ¿Era sólo un hombre más? No, era una especie la que moría. Hoy muere “DEC”. ¿Es sólo un programa más? No, es una forma de hacer telebasura la que desaparece.

Nunca más volveremos a ver ese formato. Mariñas y Patiño ya son sólo registro fósil. Un mono más pequeño, más agil, más agresivo, más maloliente, ha tomado las riendas de la evolución.

22/9/11

HIJOS DE PUTA



¿Soy yo, o es que de pronto en los últimos tiempos la televisión se ha llenado de hijos de puta? No me negarán que, como exagerada frase jocosa de arranque de una columna, ésta me ha quedado potente. Comenzó la nueva edición de “Pekín Express”, y vimos a algunos concursantes comportándose con otros de una forma tan mezquina, tan agresiva y resentida, que diez o doce veces me sorprendí mascullando en el sofá mi entrañable muletilla “¡qué hijos de puta!”. Los participantes hablan a la cámara y declaran orgullosos su voluntad brutalmente narcisista de ganar, haya que pisar la cabeza que haya que pisar, con un brillo de orgullo en la mirada y un leve e indiferente encogimiento de hombros que en el lenguaje internacional de signos significa “lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yoooo”. Vázquez sonríe. “Acorralados” es la gran apuesta del momento de Telecinco, un reality en donde la única variable tenida en cuenta para la selección de los concursantes y los invitados al plató es su profunda maldad personal. Vázquez sonríe. Incluso en espacios menores de entretenimiento blanco, como “Ahora caigo”, los participantes ya no se presentan con llaneza, -“llaneza, Sancho, llaneza, que toda afectación es mala”-, sino que se plantan arrogantes ante el adversario y afirman que le van a derrotar sin compasión. En parte lo dicen en broma; en parte, no. El mundo ha cambiado muy rápidamente y tenemos muy mala memoria; hace sólo diez años nada de esto hubiera sido posible.

El doctor Gregory House, protagonista de la serie más famosa en el planeta Tierra actual, no tiene una personalidad compleja y poliédrica: es un simple hijo de la gran puta con unos niveles de crueldad nunca vistos en las relaciones personales. Dexter es, obviamente, otro hijo de puta. La agencia publicitaria Sterling Cooper (“Mad men”) no es más que un montón de hijos de puta. En “The Office” no hay un personaje que no sea un hijo de puta. De “Los Soprano” a “Juego de Tronos”, algún error muy gordo hemos cometido entre todos en la televisión de estos últimos años.

Esperen a ver la generación que va a salir de aquí. Menuda panda de hijos de puta.

21/9/11

AGUIRRE, LA CÓLERA DE ESPE

Deberíamos celebrar alegres las constantes declaraciones de Esperanza Aguirre sobre educación. Algunos dirán que no, que con esta Dama de Hierro Colado la educación lleva las de perder, pero al menos reconocerán que, con unos cuantos políticos más como ella, reaparecería y volvería a ser rentable la edición de periódicos vespertinos que recogieran los añadidos de última hora a las matizaciones anteriores de unas declaraciones previas que, según los días, no se entendieron bien, se sacaron de contexto, no se habían expresado bien porque debían haber incluido la palabra “lectivas”, o, si no, solo querían abrir un debate sobre la obligatoriedad y la gratuidad de la enseñanza tirando la piedra y escondiendo la mano.

Sea como fuera, Espe tiene razón. No tienen sentido todas esas pataletas de las que hablan los informativos en defensa de la enseñanza pública, universal y gratuita: las concentraciones, asambleas, manifestaciones y huelgas de profesores, alumnos y padres no sirven para nada. No se enfaden conmigo: si queremos ahorrar, y las encuestas de intención de voto dicen que sí, hemos de reconocer que más barato que gratis no lo hay. Esto no es lucha de clases, amigos, esto son matemáticas. En España ya disponemos de un sistema educativo gratuito (no le cuesta nada al usuario), privado (no le cuesta nada al Estado), universal (puede acceder a él todo el mundo), constante (ocupa las 24 horas del día), indefinido (no termina nunca), integrador (trata a todos los ciudadanos por igual) y plural (brinda una variada oferta educativa). Se llama televisión. Y ya enseña todo lo que necesitamos saber y queremos aprender: nos ofrece, dice, lo que pedimos, así que ahí lo tenemos.

Cerremos el debate abierto por la cólera de Aguirre. Tras la voladura controlada del costosísimo sistema educativo, centrémonos este trimestre en cómo alcanzar el éxito social y económico partiendo de la más humilde de las granjas de cualquier pueblo español. Veamos “Acorralados” en Telecinco. Y aprendamos. Es gratis.

20/9/11

EL FILÓSOFO EN SU LABERINTO

No está muy claro si lo que quería decir el filósofo José Ortega y Gasset cuando afirmó que “la claridad es la cortesía del filósofo” es que todos los filósofos deben ser claros, que solo los filósofos corteses son los que deben ser claros, que suele ocurrir que los filósofos claros son corteses o que todos los filósofos corteses serán claros aunque no todos los filósofos claros tienen por qué corteses. Es broma, es que no sabía cómo decirles que el domingo por la noche La 2 estrenó “Pienso, luego existo”, un programa sobre filosofía (lo que para unos es un trabalenguas o un aburrimiento, y para otros un aburrido trabalenguas).

Toma claridad: todo alumno de bachillerato (a quien se obliga a estudiar filosofía) debería obligar a sus padres a ver “Pienso, luego existo” para que se mostraran generosos cuando llegaran las notas. Anteayer empezó por José Antonio Marina, que contó que buscaba en la filosofía lo mismo que en el baile: conseguir que el esfuerzo se transformara en gracia. Vuelta a lo mismo: ¿Se esforzó el programa lo suficiente como para tener gracia o solo fue un esforzado tostón? Primeros planos, lentos movimientos de cámara, frases largas, miradas profundas, poses y gestos con las manos, monólogo del autor interrumpido por sucesivos monólogos de escritores amigos, editores amigos, periodistas amigos. No parece un formato demasiado grácil.

Los padres que vean “Pienso, luego existo” con sus hijos bachilleres verán que los filósofos discuten mucho unos con otros. Marina no está de acuerdo con Hegel cuando este decía que la lechuza de la razón alza su vuelo al anochecer y siempre llega tarde. A Marina le parece filosofía en estado puro lo que hizo Descartes: encerrarse un una habitación con la estufa encendida y dedicarse a pensar en cómo librarse de todos los prejuicios que había aprendido, como hizo Descartes, es lo que le parece a Marina la filosofía. Bueno, pues tal vez también convenga salir de la habitación, dejar que corra el aire y ventilar un poco.

19/9/11

TELEBASURA EN LA 2

Enciendes la tele, pones La 2 confiado y das de bruces con un programa que rezuma telebasura por los cuatro costados. Una mierda, vamos. Tras los 15 minutos del mini informativo “La 2 noticias” de las ocho de la tarde, emiten, según el día de la semana, diferentes mini programas culturales de 15 minutos. Menos un día: el viernes emiten una porquería camuflada de programa cultural de 15 minutos que se llama “Zoom tendencias”. De lo peor.

“Zoom tendencias” va de turismo pijo, va de lugares pijos, va de vacaciones pijas, va de gente pija: va de respirar, vivir y caminar por el lado pijo de la vida. Una mierda, sí, pero es que el envoltorio no suena nada mal. Incluye reportajes sobre visitas que hay que realizar, platos que hay que probar, lugares que hay que visitar: lo que a cualquier persona de bien le gustaría ver. O sea, que “Zoom tendencias” es una mierda disfrazada y peligrosa.

El otro día emitieron un publirreportaje (TVE “sinpubli”, ¿se acuerdan?) del hotel Villa Padierna (para evitar líos, digamos “Villa Cisterna”), y venga a repetir el nombre de Villa Cisterna, sobreimpresionar cartelitos de Villa Cisterna y recordar que la señora se apellida Villacisterna. Y cuánta pijotería: seducir al cliente, aparatología estética, medical wellness (manda huevos), tratamientos para adelgazar con estudio genético, analítico y dieta personalizada, ultrasonidos, aromaterapia para limpiar la piel (mejor “manda cojones”), tratamiento linfoenergético exprés en el que se trabajan los meridianos con ventosas (sí: “manda cojones”). Todo un mundo de mentiras carísimas en el que el cliente se tumba, varios trabajan a su alrededor… ¡y el que está tumbado se cree que el que adelgaza es él!

Los dueños, forrados y felices, dialogan sobre cómo, de un pedregal, surgió “Villa Cisterna”:
Él: ¿Y tú qué ‘pensastes’?
Ella: “Bueno, pues nada, yo te inspiré en hacer una villa romana”.
Telebasura en estado puro.

18/9/11

LA PUPILA INSOMNE

Algunos programas de televisión favorecen el sueño nocturno. Otros lo imposibilitan. Por ejemplo, vi anteayer el arranque de la nueva temporada de “Conexión Samanta” dedicado a los concursos de belleza femenina infantiles y no pude pegar ojo en toda la noche. No soy un fulano con la lágrima fácil, de ésos que se quejan sólo por vicio. Recupero mis niveles normales después de una alteración emocional a una velocidad razonablemente media. He visto documentales de Jon Sistiaga y después me he ido a la cama sin más anomalía que una pequeña demora en el inicio del sueño y un ligero adelanto en el inicio de los sueños. Pero esto fue diferente. Esa niña de siete años que se lima las uñas hasta desgastarlas y colocar uñas postizas con pegamento. Esa emocionadísima madre que, desde el público, realiza el baile de Beyoncé que su hija de ocho años, con el pelo cardado, la cara completamente maquillada y vestido de noche con pedrería, está ejecutando en el escenario. Esos organizadores del evento de conciencia amputada.

El grandísimo Domingo Caballero me recuerda a Fátima Mernissi y su idea de que el Islam extremista encierra a las mujeres en el espacio, -en sus casas familiares o en esas casas ambulantes que llaman “burkas”-, mientras que el Occidente extremista encierra a las mujeres en el tiempo, -en la juventud, en esos años sexualizados e imprecisos tan atractivos para los hombres-. Tanto aquí como allá muchas mujeres aceptan encantadas el encierro, lo promueven activamente, es la parte de la socialización que con mayor primura e ilusión enseñan a sus hijas. Unas se meten bajo un niqab, otras se meten bajo su atractivo sexual e intentan no salir de ahí bajo ningún concepto. Por eso no pegué ojo anoche, igual que no lo hubiera pegado usted ante un documental centrado en un festival al que acuden felices familias venezolanas, portorriqueñas, costarricenses, para subir a un escenario a sus hijas de diez, ocho, ¡cinco años!, y colocarles un hábito que las cubrirá por completo para siempre.

“Oh, la pupila insomne y el párpado cerrado” escribió el poeta cubano Rubén Martínez Villena.

17/9/11

THE WALKING DEAD


Son zombies. No están muertos. No están vivos. La mayoría de ellos se encuentran enterrados. Otros se pudren lentamente en una cama de una casa abandonada. Los menos yacen tirados en un sótano lúgubre y se han confundido con el suelo hasta el punto de que las ratas corretean por encima de ellos de forma despreocupada y sólo las más despiertas les van comiendo lentamente el cuello, los pies, la cintura. Pero entonces Telecinco anuncia la realización de un nuevo reality. Se forma una niebla espesa sobre los cementerios. Las arañas huyen en todas direcciones sin motivo aparente. Se rajan los cristales de las casas vacías. El reality se llamará “Acorralados”, y transcurrirá en una finca asturiana con un viejo caserón y un establo. Aquí, un palmo de tierra comienza a removerse hasta que emerge de golpe la mano de una no-muerta acróbata vaginal en la que aún queda algo de carne en dos o tres dedos. Allá, el no-cadáver de la madre de Aída Nízar se incorpora lentamente; le falta un ojo y los gusanos le han ido devorando la parte derecha del cuello y el hombro. Más lejos, un antiguo guardia civil ha conseguido levantar el mármol de su tumba; es el que mejor aspecto tiene mientras camina automáticamente hacia Telecinco, pero al intentar ensayar una sonrisa su mandíbula se desencaja y se desploma hasta el suelo.

Jorge Javier Vázquez se siente particularmente excitado en su necrofagia. Tanta saliva alivia la viscosidad de su halitosis y hace que su voz suene pegajosa y acebollada. Raquel Sánchez Silva continúa recibiendo zombies en el establo. Una exactriz de exdestape. Una expresentadora de exprogramas exinfantiles; en un momento en el que está intentando hablar una cucaracha le sale por la boca, atraviesa rápidamente su mejilla izquierda y se oculta en una llaga que recorre el lugar donde tiempo atrás había una oreja. Un exactor que aún no ha actuado nunca. Durante sus cuatro horas de programa las demás cadenas continúan con su programación. En una de ellas se anuncia la inminente emisión de la segunda temporada de “The walking dead”.

16/9/11

SPARTACUS: ÁTOMOS Y VACÍO

Nadie sabe quién fue exactamente Espartaco, pero, según el historiador Floro, fue un soldado mercenario originario de Tracia (al Nordeste de Grecia) que desertó del ejército y se hizo bandido y gladiador. En el año 73 a.C. huyó de la escuela de Lentulo Batiato y tuvo en jaque a Roma liderando la Tercera Guerra Servil. Tres siglos antes había nacido, también en Tracia, otro señor que pasó también a la historia pero por otro motivo: Demócrito postuló que todo lo que existe está formado por átomos y vacío. No hay más, eso es todo: átomos y vacío, fin del listado.

A Demócrito no sabríamos ponerle cara. Como mucho la de una estatua de mármol blanco, si es del Pentélico, mejor. A Espartaco podemos ponerle dos caras. Desde que en 1960 Stanley Kubrick estrenó “Espartaco” le ponemos la de Kirk Douglas. Si en Semana Santa, alguna cadena repone esta peli fíjense en esta escena: su esposa Varinia (Jean Simmons) se le acerca cuando está moribundo en una cruz y le dice: “Este es tu hijo. Es libre, Espartaco, es libre. Él te recordará”. Y tal vez añada en inglés: “Please, die, my love, die”. Es una defensa de la eutanasia recuperada del original que en su día fue censurada por el nacional catolicismo para salvar nuestras almas. Douglas no hizo caso a Simmons y hoy es un viejito de 95 años.

Pero desde el año pasado habíamos empezado a ponerle al gladiador también la cara de Andy Whitfield gracias a “Spartacus: sangre y arena”. Ay, si los censores la pillaran se pondrían las botas. En un ejemplo de injusticia poética, Whitfield le hizo caso a Simmons: acaba de morir a los 39 años dejando la serie inconclusa. La muerte, con permiso de Lennon, también es algo que te sucede mientras te empeñas en hacer otros planes.“¿Y la vida? -se pregunta Diderot- Una serie de acciones y reacciones. Vivo, actúo y reacciono en masa... Muerto, actúo y reacciono en moléculas”. Moléculas: átomos y vacío. Eso es todo, tracio.

15/9/11

BARONESA SÍ, BARONESA NO

Una de dos. Una: Tita Cervera tiene un equipo de abogados de la bomba, de la hostia, de la de Dios; un equipo de abogados que lo flipas formado por más de dos millones y medio de letrados letrados, que ya son letrados. Dos: hay en España más de dos millones y medio de ciudadanos desafectos, malintencionados y traidores que, a pesar del disgusto que lleva encima la baronesa desde que hace un año Telecinco anunció que iba a preparar una teleserie “no autorizada” sobre ella, decidió regodearse en su propia crapulez viendo el martes por la noche el estreno de “Tita Cervera: La Baronesa”.

Puede que se trate de abogados: viendo que no podía evitar la preparación, la realización, ni, juez mediante, la emisión del biopic, Tita anunció hace semanas que su equipo de abogados iba a ver el estreno con una libretina en la mano para anotar cualquier tergiversación y acudir, después, a los tribunales contra Telecinco (pon tú, qué sé yo, que la actriz que la interprete sea demasiado guapa, excesivamente encantadora o la retrate como una mejor persona de lo que lo en realidad fue la baronesa en su juventud: pues a los tribunales a defender la verdad, que la defensa de la verdad es lo que tiene). Pero, llamadme mal bicho, yo me decanto más por la posibilidad de que quienes vieron “Tita Cervera: La Baronesa” no eran abogados sino traidores.

Sí, ya, pero, ¿el estreno estuvo bien o estuvo mal? Aquí quería llegar yo. Ni soy abogado ni soy un traidor, así que no pude verlo. Bien que lo siento. Cosa distinta sería que, por fin, Antena 3 se decidiera a hacer su propia teleserie con el visto bueno de la baronesa. Cuanto eso ocurra haré lo mismo que tantos y tantos millones de españoles; lo mismo que cualquier persona honrada, bienintencionada y leal; lo mismo que usted: pasar de ver semejante tostón.

14/9/11

+ GENTE, - FAMOSOS

Había una vez en La 1 un programa especializado en mezclar sin remilgo crónica rosa y negra llamado “Gente” que se emitía antes del “Telediario” de la noche. Hace de eso tanto tiempo que La 1 todavía se llamaba la Primera y era la primera. Pasaron los años y, aunque cambió la presentadora, el programa continuó con su repugnante mezcla rosinegra con el suficiente éxito de público como para que no importara la falta de éxito de crítica. Alguna vez sí se habló de que podría desaparecer, incluso parecía que el programa que durante los últimos años le precedió en la parrilla, “España directo”, acabaría por alargarse y zampárselo. Ocurrió justo lo contrario cuando “Gente” se transformó en “+ Gente”. El estreno fue anteayer.


Estará usted encantado con “+ Gente” si es un espectador al que ya le gustaba “Gente”; si le apetecía que, en vez de una hora, durara, con un par, dos; si le parece que es demasiado traumático que desaparezca un programa de solo 15 años sin dejar rastro; si echa de menos los contenidos habituales de “España directo” y no quiere tomarse la molestia de apretar el botón de laSexta para seguir viéndolos bajo el nombre de “Tarde directo”. Pero, mal rayo le parta, sobre todo estará encantado con “+ Gente” si le parece que “Gente” últimamente estaba descuidando los cotilleos. El lunes hizo un exhaustivo y, según usted, necesario análisis de los gustos culinarios de la Duquesa de Alba, esa mujer. Ya sabemos, al fin, cómo le gusta el pescado a la señora y será el postre de su postrera boda. Además estará usted feliz porque gracias a la noble colaboración de Ortega Cano, “+ Gente” puede hacer crónica negra y crónica rosa no de forma sucesiva como antes, sino simultánea, que es más divertido. Otros no estamos tan felices.

Resumiendo: “+ Gente” (y toda TVE) presume de tratar de forma respetuosa a los famosos. Pues que pase de ellos. Así también nos trataría de forma respetuosa a los demás.

13/9/11

EL MAPA Y EL TERRITORIO

Se estrenó el domingo la nueva comedia estrella de Telecinco: “Cheers”, la vieja comedia estrella de la NBC estrenada hace treinta años. Telecinco imita su canción, su cabecera, sus decorados, cada uno de sus personajes, sus planos de recurso, algunas de sus mejores líneas de guión, sus tramas. Y en la medida en que lo hace, la serie funciona y ofrece buenos momentos de comedia al espectador. Se lamenta, no obstante, que Telecinco no se haya atrevido a ir un poco más allá en su apuesta por la recreación de “Cheers”. La serie ganaría si se filmase con cámaras antiguas que dieran a la imagen la solera que tiene el original. Se podrían haber calcado los planos de cada capítulo del original, especialmente si se hubieran imitado en cada línea los textos del original. La serie habría mejorado si las imágenes hubieran sido tratadas con ordenador para colocar la cara de Ted Danson sobre la de Alberto San Juan, y la de Kelsey Grammer sobre la de Resines. O, ya puestos, el cuerpo entero de los actores originales sobre el cuerpo entero de los españoles. Si se trata de imitar “Cheers”, ¿por qué no imitarla del todo y emitir la original?

En un conocidísimo libro, Borges nos habla de un país cuyos esmerados cartógrafos consiguen realizar un mapa tan detallado que acaba coincidiendo en tamaño y localización con el territorio descrito. Tan ridículo mapa se ajusta con exactitud plena al territorio, pero no por ello consigue ser el mejor mapa jamás realizado, sino que, al contrario, pierde toda su funcionalidad, y termina sus días roto, sucio y arrugado por los rincones del país. El “Cheers” de Telecinco es un mapa, y sólo puede ser juzgado por su relación con el original. Cuando menos se parezca será más decepcionante, cuanto más se parezca será más ridículo. (Epílogo: El “Cheers” de la NBC fue inicialmente un fracaso. Obtuvo baja audiencia durante su primera temporada, pero la cadena norteamericana continuó apostando por él y le otorgó una segunda temporada en la que comenzó a triunfar. ¿Qué, Telecinco, hay huevos para imitar también eso?).

12/9/11

CARISMA

Se tiene o no se tiene. Si se tiene no se puede evitar tenerlo. Si no se tiene no hay nada que se pueda hacer por tenerlo. No depende de la presencia física, ni de la seguridad al hablar, ni del lenguaje corporal, aunque tiene que ver con esas tres cosas. Lo tuvo John Lennon y no lo tuvo Paul McCartney. Hay quien lo relaciona con la religión. Se puede ser un genio y no tenerlo. Se puede tenerlo y no ser en absoluto genial. Pero si se tiene aumenta mucho la probabilidad de ser considerado un genio y si no se tiene se dificulta mucho tal consideración. Hace que los demás quieran escuchar lo que la persona dice. En otras épocas históricas exigía carecer de sentido del humor y hoy en día exige tenerlo muy desarrollado. Nadie sabe en qué consiste o cómo alcanzarlo. No se puede tener a ratos: o se tiene las veinticuatro horas del día durante todos los días del año o no se tiene nunca. Lo tiene Obama. Lo tiene Buenafuente. Si se tiene hay que dedicarse a la política o al mundo del espectáculo.

Salvo Arguiñano, que se dedica a la cocina. Y eso vuelve todavía más fascinante al personaje. ¿Qué talento tiene más desarrollado? ¿El talento gastronómico o el talento televisivo? ¿Es Arguiñano un cocinero que presenta un programa de televisión o un presentador de televisión que cocina? No hay político que no vendiera su alma por parecerse un poco a él. No hay cantante, actor, humorista, que no hiciera lo mismo. Hoy Antena 3 estrena la nueva temporada de su programa. Esta vez se emitirá antes de la comida en vez de antes de la cena. Da igual. Arguiñano tendría el mismo éxito televisivo aunque su programa se emitiera justo después de la comida, a esa hora en la que los expertos recomiendan ir a hacer la compra ya que la atracción por la comida alcanza el mínimo a lo largo del día. Lleva veinte años haciendo lo mismo con el mismo éxito y seguirá haciéndolo hasta que él quiera. Hay otros cocineros tan buenos como él, pero no lo tienen. Hay otros que lo tienen, pero no cocinan. Se tiene o no se tiene.

11/9/11

CUÉNTAME EL 11-S

En TVE no lo dicen, pero llevan una semana poniéndonoslo ante las narices. Mientras día tras día se suceden las noticias sobre el décimo aniversario del atentado del 11-S, TVE anuncia el próximo inicio de la temporada 13 de “Cuéntame cómo pasó” exhibiendo orgullosa su décimo cumpleaños. En ambos casos pasaron 10 años, los mismos 10 años, pero parecen otros. Y se nos hace difícil, tan difícil como se le tiene que hacer a TVE, conjugar la conmemoración del terrible aniversario del mayor atentado de la historia con la celebración del alegre cumpleaños de “Cuéntame”.


Y da más vértigo pensar que el estreno de la serie fue el 13 de septiembre de 2001, solo dos días después del atentado de las Torres Gemelas. En un compartimento de nuestra memoria guardamos el recuerdo del Telediario en el que seguimos en directo lo que estaba pasando en Manhattan, y en otro, que creíamos muy lejano pero que está justo al lado, está almacenado el día que Carlitos Alcántara se perdió igual que Chencho en “La gran familia”. “Cuéntame” es una serie que juega con nuestro pasado colectivo y nos hace mirar tres décadas atrás en un ejercicio de memoria que nos invitaba a jugar con la posibilidad de que, cuando llegara la década de 2030, Carlitos, ya don Carlos, recordaría en TVE cómo había sido para él -y por tanto para nosotros- el año 2001. No hace falta esperar tanto para que se produzca esa sensación de bucle que mezcla pasado y presente.

El episodio del próximo jueves, inicio de la temporada 13, está ambientado en 1979. Tal vez señalen que ese año se cumplían 6 años del ataque de Pinochet al Palacio de la Moneda en Chile y la muerte de Allende el 11-S de 1973. Nosotros lo veremos sabiendo que esa fue la fecha del golpe de Estado de Chile durante 28 años, pero hace 10 años que dejó de serlo y quedó sepultada, como tantas otras cosas, entre los escombros de las Torres Gemelas.

10/9/11

LA VERDAD DE LA AUTÉNTICA VERDAD DE LA VERDAD VERDADERA

Otra farsa más. Estos días vimos en todos los informativos que la NASA había divulgado unas fotos sorprendentemente nítidas de la Luna en las que se ven los restos de las misiones Apolo enviadas por Estados Unidos hace ya unos cuantos años. A ver si creen que nos van a engañar con un truco tan burdo. No nos creemos la verdad oficial. No se la cree ninguna persona bien informada que conoce los secretos del universo, la vida y todo lo demás gracias a las revelaciones de investigadores como Íker Jiménez, al frente de espacios como “Cuarto milenio” (Cuatro) en los que se mira la verdad cara a cara sin prejuicios y lejos de las manipulaciones de la información oficial.

A principios de verano TVE reemitió un falso documental titulado “Operación Luna” que todo el mundo debería conocer. Técnicamente impecable y con la participación y los testimonios de grandes personalidades de la época, en “Operación Luna” ofrecen una explicación delirante para sostener la tesis de que el Apolo 11 no llegó a la Luna. Al final del reportaje se descubre que todo el documental es solo un montaje. Se creen en la NASA y en el Gobierno que, parodiando así a los serios investigadores que desconfían de la verdad oficial, nos vamos a creer que la verdad oficial es verdad y que se debe creer y confiar en quien no se puede creer y confiar.

Que quede claro. Todas las fotos de los alunizajes están manipuladas. Las de antes y las de ahora. Y todas las noticias sobre los alunizajes están manipuladas. Las que dicen la verdad y las que mienten. Todas. Si los estadounidenses no vuelven a la Luna es porque ocultan algo. Y si fueran sería para, una vez allí, ocultar algo. Hagan lo que hagan, mienten. Engañarán a todo el mundo, pero no a los seguidores de “Cuarto milenio”, que somos muy listos porque nos quedamos viendo la tele los domingos por la noche para saber la verdad de la auténtica verdad de la verdad verdadera.

9/9/11

FALLING VAQUERIZO

Escenario hipotético: el planeta ha sido invadido por una civilización alienígena compuesta por formas de vida grotescas y pegajosas. A pesar de su desarrollo tecnológico y la potencia de su fuerza bélica, los ocupantes se encuentran regidos por un dictador voluble y caprichoso. En un primer momento pretende establecer una relación cordial con los habitantes de la Tierra, pero por motivos desconocidos cambia súbitamente su actitud y decide exterminar toda forma de vida sobre nuestro planeta. Sólo yo puedo impedir la masacre. Debido a una mezcla de osadía, suerte y desesperación, he conseguido introducirme con éxito en el cuartel general de los extraterrestres. Oculto tras una puerta extraterrestre en primer lugar y bajo una mesa extraterrestre después, escucho una conversación entre el dictador extraterrestre y un subordinado, charla que comprendo a la perfección gracias a mi dominio del idioma extraterrestre. En ella el tirano comenta que ya está preparada en la sala de mandos la cuenta atrás para la explosión de la Bomba Total de Destruir Planetas. Incluso se ha colocado a un soldado extraterrestre delante de dicho sala para que nadie apriete el Botón de Desactivar la Bomba Total de Destruir Planetas.

Me acerco hasta la sala de mandos. Veo que el soldado está absorto viendo “El hormiguero” en un televisor. Podría pasar sigilosamente detrás de él aprovechando su distracción, apretar el botón salvador, huir por donde entré y librar a la humanidad de su terrible destino. Pero me acerco y compruebo que el guardián contempla la nueva sección de Mario Vaquerizo con Pablo Motos. Llegar hasta la sala de mandos me obligaría a aguantar a mí también esa sección durante unos segundos. Tendría que escuchar algunas frases de la conversación entre Motos y Vaquerizo. Controlando cada movimiento del extraterrestre, me sería inevitable ver, aunque fuera un instante de reojo, a Vaquerizo mover el cuello para dar un golpe de melena. Decido que paso. No soy capaz de tal sacrificio por la humanidad. Me voy a mi casa. Esa noche nuestro planeta desaparece.

8/9/11

BECAS DE INVESTIGACIÓN

Déjense de estudiar bobadas como la composición de las partículas subatómicas o la biología de los eucariotes, y vengan por favor a estudiar cómo es posible que “Ahora caigo” o “Atrapa un millón” tengan siempre la misma duración a pesar de que la duración de la participación de cada concursante es completamente variable e impredecible. Eso sí que es un misterio y no lo del bosón de Higgs. Les explico el enigma: los concursos citados tienen una dinámica sencilla en la que los participantes se enfrentan a una serie de preguntas. Según las acierten o no continúan en el juego, por lo que es posible que algunos concursantes queden rápidamente eliminados y otros por el contrario continúen durante muchísimo rato viéndoselas con Arturo Valls o Carlos Sobera. Los participantes no continúan de un día para otro si al término del programa aún no ha terminado su turno. Es el programa el que termina cuando terminan ellos. Es fácil entender que así la duración del programa debería ser variable. Si un concursante puede permanecer concursando cinco minutos o cincuenta, será imposible que cada día el espacio dure lo mismo.

Pero dura lo mismo. Una hora y cuarto cada uno. Los científicos estudian el genoma de la mosca del vinagre mientras Antena 3 viola de lunes a viernes las leyes elementales de la probabilidad sin que nadie haga nada. “¿Te plantas o sigues adelante?”, pregunta Valls cuando el reloj ya indica que quedan sólo tres minutos de programa. Y todos sabemos, obviamente, que la contable de Almuñécar se va a plantar. “Recibimos a unos nuevos concursantes”, anuncia Sobera entre aplausos a las nueve menos cuarto. Y todos sabemos que, a sólo quince minutos de que salga Matías Prats en pantalla, es seguro que la pareja de primos de Mataró perderá todo su dinero en la pregunta 3 o, como mucho, en la pregunta 4. Si consiguieron resolver el último teorema de Fermat, los matemáticos podrán resolver el misterio de los concursos de dinámica variable y duración fija. Antena 3 debería darnos alguna explicación o alguna beca para investigar.

7/9/11

ESTAMOS SALVADOS

Estamos salvados. Hemos sobrevivido a otro verano televisivo. Atrás dejamos la desesperante calma chicha de las aguas veraniegas y al fin llegamos a tierra. Hay quien se tira y nada hacia la orilla de cualquiera de los programas que va reapareciendo estos días: “Águila roja”, “Amar en tiempos revueltos”, “El hormiguero”… Y hay quienes nos lanzamos al agua buscando pisar la sólida y fiable tierra de “Salvados”, en laSexta, para sentirnos, en efecto, salvados.

Buenafuente nos dejó. Anuncia que está preparando proyectos nuevos, pero eso no sirve de mucho consuelo tras aguantar el sopor veraniego. Berto está desaparecido. Nos tiene abandonados. El único del equipo que podía venir a rescatarnos era Jordi Évole y lo ha hecho el domingo por la noche. El año pasado reapareció llevándonos a Nueva York para devolver la visita que nos había hecho Michelle Obama. Este lo hizo visitando Qatar para bajarse los pantalones descaradamente ante la Qatar Foundation pidiéndoles que patrocinaran el programa igual que patrocinan al Barça. Normalmente el Follonero daba caña a la peña yendo de uno en uno, pero esta vez disparó contra el mundo del fútbol mientras criticaba la falta de libertades y ausencia de transparencia en los ricos países árabes del Golfo Pérsico. Dos por uno.

Así que estamos salvados. Ya podemos enfrentarnos al nuevo curso pisando terreno firme en la programación de otoño. Les confieso el momento en el que pisé tierra más a gusto y volvía sentirme en casa. ¿Recuerdan cuando hace unos años en “La noche americana” del gran Juan Carlos Ortega, la señora Olivia se echó a llorar viendo lo estrecho que era el edificio Flatiron de Nueva York? Pues anteayer Évole rompió a llorar viendo la gran cantidad de grúas que están actualmente construyendo en Qatar: le traían tristes recuerdos de los viejos tiempos en los que España también estaba repleta de grúas construyendo los escombros entre los que vivimos hoy.

6/9/11

DEPRESIÓN POSTVACACIONAL COLECCIONABLE

En la tele vemos pocos anuncios. Quiero decir, vemos más anuncios de los que desearíamos, pero menos de los que quisieran los anunciantes. Es curioso: sabemos que las cadenas se financian consiguiendo audiencia para vendérsela a los anunciantes, pero cuando nos saltamos los anuncios en los programas que grabamos, cuando hacemos zapping en las pausas publicitarias o cuando vamos al baño como la tradición manda, no tenemos sensación de estar marchando sin pagar. Pensamos que no importa esquivar anuncios porque los publicistas, en sus sutiles estrategias comerciales, ya cuentan con que hacemos trampa. Si nos tragáramos los anuncios sin más, tan elaborados planes de marketing quedarían obsoletos, los pobres. Es un argumento que consideramos sólido e irrebatible porque sin duda lo es, aunque curiosamente no admitamos que es correcto robar en unos grandes almacenes porque en sus cuentas ya cuentan con un inevitable porcentaje de robos.

A lo que íbamos. El caso es que con la llegada de septiembre y el inicio del nuevo curso televisivo, estos días le dimos alguna oportunidad más a las pausas publicitarias para ver qué nuevas chifladuras en fascículos coleccionables empezaban a anunciarse esta temporada… ¡y no encontramos ninguna! El domingo por la noche ya me puse nervioso. En laSexta Eva Hache inició “El club de la comedia” hablando del síndrome postvacacional y me di cuenta de que sin los tradicionales anuncios de colecciones coleccionables nadie podría tener una depresión postvacacional como Dios manda.

Pues bien, puedo informales orgulloso de que ayer lunes vi por fin el anuncio de un coleccionable: una maqueta de un Citröen 2cv. No es gran cosa, pero es un inicio. Quien quiera ya puede ir comprando la primera entrega y disfrutando de esa depresión postvacacional a la que todo ciudadano occidental tiene derecho.

5/9/11

EL DESEMBARCO

Tras el aluvión promocional protagonizado por la serie “El barco” de Antena 3 en el FesTVal de Vitoria, algo sacamos en claro: vamos a pasar los próximos meses con los nervios nerviosos. Dicen los responsables de esta fantástica serie, quiero decir, de esta serie fantástica, que en la segunda temporada que está al caernos encima los espectadores estarán intranquilos. Ojalá fuera eso todo. Viendo lo que anuncian, más intranquilos estaremos los que no seremos espectadores de esta serie para adolescentes porque ya tuvimos bastante con la primera temporada de este sucedáneo acuático de “El internado”.

Pase que para mantener la atención de sus seguidores, además de mantener a la plantilla de actores permanentemente semivestida como hicieron hasta ahora, esta segunda temporada añada monstruos marinos prehistóricos (que, en buena lógica, dejarán de ser prehistóricos en el momento que aparezcan), mosquitos asesinos (redundante: el mosquito transmisor de la malaria ya es el animal que más seres humanos mata en el mundo) y “cataratas en el mar debido a las placas tectónicas” (desde la película “2012” no habíamos visto un pretexto de pseudociencia-ficción más disparatado). Lo que no tiene pase es que el director David Molina afirme ufano que, a diferencia de otras series, “El barco” logra en esta segunda temporada “su máxima eclosión”. Los misterios, intrigas y secretos del guión de “El barco” quedan en nada al lado de esta declaración (hasta ahora todas las series del mundo habían eclosionado en el primer episodio, como no podía ser de otra manera cuando nace algo: pues esta no).

Pero es que además anuncian que esta temporada tendrá más episodios que la primera, uno de los personajes principales morirá y encontrarán a cuatro náufragos que se incorporarán al reparto de la serie. Si marcha uno y llegan cuatro, en ese barco son cada vez más durante más tiempo. ¿Y si vuelven a eclosionar todos en una tercera temporada? Como para no estar intranquilos.

4/9/11

NO SON HORAS, FERRERAS

No son horas, Ferreras, no son horas. No me fastidies. ¿Cómo que “Al rojo vivo” va a comenzar a emitirse a las doce de la mañana a partir de mañana lunes? ¿Nos tomas el pelo? ¿A las doce de la mañana? ¿En laSexta? ¿Quieres decir que para ver el único debate de la televisión privada en el que todavía aparece gente de derechas discutiendo con gente de izquierdas va a haber que interrumpir el trabajo, o la búsqueda de trabajo, o el estudio, o la gestión de la vida doméstica, o las compras, o lo que sea que la totalidad de la población está haciendo a las 12 A.M.?

Los científicos saben que existen ciclos de veinticuatro horas a lo largo de los cuales oscilan una gran cantidad de parámetros psíquicos y biológicos. Los llaman “ritmos circadianos”. Se tiene más temperatura corporal al atardecer que al amanecer. El cortisol alcanza su nivel hormonal más alto a eso de las nueve de la mañana. Las condiciones que alteran estos ritmos, -como el trabajo nocturno o el jet lag de los viajes en avión-, pueden producir consecuencias indeseables para la salud. También en el mundo televisivo existen ritmos circadianos. La ingesta alimenticia de mitad del día predispone para la visión de telenovelas y culebrones. La hora de la cena es el momento de la jornada en donde se alcanza una mayor preferencia por los programas de humor. Y todos los especialistas saben que los debates políticos televisivos, -los de verdad, ni los de Telemadrid ni los que ocupan media hora como complemento final de un programa matinal de variedades-, han de programarse por la noche. Alterar estos ciclos en televisión puede provocar consecuencias muy peligrosas. “Después de desayunar, debates en la radio; después de cenar, debates en la televisión”, dice un refrán que se remonta a la Edad Media.

“Al rojo vivo” se reveló el año pasado como un oasis en el que refugiarse ante la expansión epidémica de los manicomios tedeteros. Ahora habrá que verlo de doblete o proponer a los invitados como tema de debate el traje de novia de la duquesa de Alba. No son horas, Ferreras.

3/9/11

DESTINOS EN LA BRISA

Ante Tom Hanks sólo caben tres posturas: o se le admira incondicionalmente como a uno de los mejores actores de la historia de Hollywood, o se le desprecia radicalmente por lo comercial y poco arriesgado de su trabajo, o se adopta cualquier otra posición intermedia entre las dos primeras. Ahora que lo pienso, cabe incluso una cuarta posición, consistente en admirarle incondicionalmente y despreciarle radicalmente a la vez. Creo que esa es justamente la mía.

Es cierto que su filmografía es particularmente conservadora; nunca ha cosechado ningún fracaso porque nunca ha apostado por nada que tuviera la menor posibilidad de fracasar. Pero también es cierto que todas sus películas tienen una calidad muy digna, sin que encontremos en la lista ninguna birria alimenticia y blockbustera como las que abundan en la obra de otros actores supuestamente progresistas y vanguardistas, -Dennis Hopper, Robert de Niro, incluso el semidios Jack Nicholson-. Es cierto que ha pronunciado la que probablemente es la frase más inteligente de la historia del cine poniéndola en boca de un tonto, -“Yo no sé si todos tenemos un destino o si estamos flotando casualmente como en una brisa. Pero yo creo que pueden ser ambas cosas, puede que ambas estén ocurriendo al mismo tiempo” (Forrest Gump)-. Pero también es cierto que durante las últimas décadas su trabajo en el cine ha sido más financiero que interpretativo, y el único papel que ha desempeñado de maravilla es el de figura amortizada del mundo del espectáculo a la que ya no le queda más tarea que engordar y llevar una vida demasiado tranquila.

Sea como fuera, el James Stewart de los últimos 30 años se merece un ciclo, y Canal Hollywood lo inició ayer y lo continuará durante cinco semanas emitiendo comedias juveniles, éxitos extraordinarios de taquilla y también “Philadelphia”. A lo mejor los contrarios no son contradictorios, sino complementarios. A lo mejor existe un destino y todo es casual al mismo tiempo. A lo mejor Tom Hanks es un gran actor y un pésimo artista.

2/9/11

CALENDARIOS SOLIDARIOS

Los calendarios solidarios han tocado techo. No lo ha descubierto ningún estudio sociológico de una universidad norteamericana. No lo ha publicado ninguna revista especializada en estudios sociológicos de universidades norteamericanas. No lo reseña ningún periódico haciéndose eco de lo publicado por revistas especializadas en estudios sociológicos de universidades norteamericanas. Pero da igual. Sabemos que han tocado techo los calendarios solidarios, esos en los que un colectivo de personas bienintencionadas pretende conciencias a la sociedad sobre un problema y recaudar fondos para su causa vendiendo calendarios ilustrados con fotos picardiosas de miembros de la asociación, agrupación o gremio en cuestión.

Lo sabemos porque en la televisión pública holandesa anuncian que estrenarán estos días un concurso televisivo que si funciona mandará a los calendarios solidarios a freír churros. En el concurso participarán cinco jóvenes entre 15 y 22 años que pronto serán expulsados del país porque a sus padres, solicitantes de asilo en su día, no les han concedido el permiso de residencia y ya han agotado todos los recursos legales para evitar la expulsión. Los jóvenes han pasado de hecho gran parte de su vida en Holanda y evidenciarán lo injusto que es tener que ser repatriados con sus padres demostrando en el concurso su conocimiento sobre la cultura general de Holanda: geografía, historia, política, arte y lenguaje. Como los calendarios solidarios, el show mezcla la frivolidad con lo serio para llamar la atención sobre un problema social. También pretende conseguir dinero para una buena causa entregando un premio de 4.000 euros al ganador para que le sea útil en su nueva vida una vez expulsado del país.

Piénsenlo ahora que saben, como sabemos aquí, qué reemplazará a los calendarios solidarios. ¿No les parece que esas fotos tan artísticas, esas poses tan medidas, esos calendarios tan inocentes, no estaban después de todo tan mal?

1/9/11

EL DÍA MÁS NORMAL DEL REY

Tras el éxito de “23-F. El día más difícil del rey”, debería llegar “23-S. El día más normal del rey”. La teleserie más vista en la historia de España, emitida en febrero de este año en La 1 en horario de máxima audiencia y reemitida estos días en La 1 en horario de máxima audiencia, debería tener por fin su continuación natural en “23-S. El día más normal del rey”. También en La 1 y en horario de máxima audiencia. Así todos sabríamos no solo cómo es la vida de un rey cuando las cosas se ponen difíciles, sino también cómo es cuando no.

Hay personas malintencionadas que reclaman –de forma tendenciosa y antidemocrática- que la continuación lógica, equilibrada y justa de “23-F. El día más difícil del rey” debería ser “23-A. El día más fácil del rey” (bueno, estas personas no piden esta fecha específicamente: les vale cualquiera de las muchísimas fechas en las que la vida del rey es requetefácil). Pero, en solidaridad con los pobres guionistas que tendrían que rellenar tres horas de televisión con lo que hace el rey en uno de esos días, pensando en que estos pobres trabajadores no merecen verse en semejante brete, no les hacemos ni caso.

“23-S. El día más normal del rey” sería una miniserie de dos episodios que retratase la vida, minuto a minuto, de un día cualquiera en la vida de Juan Carlos I. Llamadas de teléfono. Visitas. Revisiones médicas. Emoción. Intriga. Campechanía y rupturas del protocolo cada dos por tres. Y, si la cosa sale bien, podrían hacer la continuación de “23-S. El día más normal del rey” dedicando otra miniserie de dos episodios a la importante figura del príncipe, que el 31 de mayo en Pamplona ya empezó a defender su puesto rompiendo el protocolo con campechanía para enfrentarse a una malvada súbdita que reclamaba un referéndum para elegir entre monarquía o república: “31-M. El día más difícil del príncipe”. Qué emoción. Qué intriga.