31/5/12

FOLLÓN MALABARISTA

No se pueden poner puertas al campo ni horarios a la programación televisiva. Antena 3 publicita que emite dos capítulos de “Los Simpsons” entre las 14:00 y las 15:00 horas, pero la realidad, como siempre, no puede ser atrapada por un esquema. Esta es la crónica desapasionada del follón malabarista que ocurre un día entre semana en Antena 3 entre las 2 y las 3 de la tarde:

14:00: Enciendo el televisor esperando encontrarme el comienzo de “Los Simpsons” pero me encuentro con Jorge Fernández presentando la parte final de “La ruleta de la suerte”. Espero. 14:07: Termina “La ruleta de la suerte”. Tras un par de anuncios promocionales de programas propios comienza “Los Simpsons”. 14:08: Falsa alarma. Tan sólo se ha emitido la cabecera de la serie de dibujos animados. Tras ese conocido minuto de presentación, una cortinilla nos adelanta seis minutos de publicidad. 14:14: En efecto, han sido seis minutos. Ahora sí comienza “Los Simpsons”. 14:25: Nueva interrupción publicitaria. Nueva cortinilla, prometiendo esta vez cinco minutos de anuncios. 14:30: Se reanuda el episodio. 14:39: Tiene lugar uno de los fenómenos más prodigiosos de la naturaleza. Antena 3 da por terminada la emisión de ese capítulo de “Los Simpsons” cortando a dolor sus imágenes finales, y empalma directamente con otro episodio de la misma serie al que se le ha quitado la cabecera y algunas imágenes de la secuencia inicial. 14:59: Tras veinte minutos de emisión ininterrumpida de la segunda entrega de las aventuras de la familia Simpson, Antena 3 saquea de nuevo las imágenes finales y da paso inmediatamente al informativo de sobremesa.

Los capítulos originales de “Los Simpsons” duran entre 22 y 23 minutos. Antena 3 consigue emitir cada día dos, de forma que el primero dura 32 minutos y el segundo dura 20 minutos. ¿Están hipoglucémicos porque aún no han comido?, ¿salen muy mareados de “La ruleta de la fortuna”?, ¿tenemos nuevas pìstas sobre el paradero del desaparecido Programador Loco?

30/5/12

HAY QUE PRACTICAR MÁS EL FRANCÉS


“No es que quiera ser prolijo, es que lo soy”, dice Gustavo Bueno para aclarar por qué son tan largas sus explicaciones. Bueno, pues, por lo mismo, no es que yo quiera ser pesado, es que lo soy: una vez más sostengo que los famosos no son personas intrínsecamente entretenidas, divertidas, interesantes, atractivas, maravillosas ni admirables. Solo son personas a las que, las más de las veces por alguna puñetera casualidad de las muchas que hay en la vida, son reconocidas por mucha gente si se las cruza por la calle y de las que, erróneamente, se cree que son intrínsecamente entretenidas, divertidas, interesantes, atractivas, maravillosas y admirables. Pesado, pesado.

Cuando en 2004 Julia Otero estrenó su penúltimo programa de entrevistas en la tele (“Las cerezas”) se enfrentó con el canoísta David Cal a un muro de monosílabos. Era famoso porque acababa de ganar dos medallas en las olimpiadas, pero no tenía nada que decir. El programa se salvó gracias a otros invitados más interesantes, no más famosos. El lunes por la noche Otero estrenó en La 1 “Entrevista a la carta”. Se supone que el interés estaba en que varios famosos hacían preguntas a Cayetano Rivera, famoso torero, famoso modelo, famoso hijo de padre famoso y madre famosa en una familia famosa. Más facilidad de palabra que Cal tuvo. Concretamente para las palabras “la verdad” y “la verdad es que”. Qué insistencia. Con perdón por tanto retruécano: qué torpe con las muletillas el diestro con la muleta. Pero tanta verdad, tan reiterada sinceridad, envolvía unas respuestas sositas que Otero trataba de animar con la profesionalidad que la caracteriza. Claro, que las preguntas tampoco eran para tirar cohetes: no sé quién quería saber si son más importantes los toros, los amigos o el amor y la duquesa de Alba quería saber si se iba a casar la criatura.

En tal desierto, lo mejor fue cuando Otero dijo: “Hay que practicar más el francés”. Y eso que, como en aquél chiste de Eugenio en el que una señora enseña el búlgaro, se refería a un idioma, tú.

29/5/12

PAPARAZZI


El domingo por la noche “Documentos TV” nos mostró al fotógrafo Jean Claude Elfassi yendo a su trabajo en coche. Mientras conduce con unos auriculares puestos, se afeita, consulta los mensajes de móvil, se refiere a sí mismo diciendo “El gran Elfassi no sale de casa por menos de 30.000 euros”, y se salta varios semáforos en rojo hasta que aparca en un lugar en el que no debería y empieza la acción.

Esa es la cara más simpática que nos ofreció de su mundo de mierda la reemisión del reportaje “Paparazzi, más allá de la ley”. Después, aprovechando la información obtenida sobornando a un trabajador del círculo más cercano a Bill Gates, fotografió a este con su familia en una comida privada hasta que fue descubierto y huyó. El cinismo y amoralidad de sus respuestas (“no me des lecciones”, “no es para tanto”, “está acostumbrado”, “solo es una comida”) son superadas por los responsables de las revistas que publican y las agencias que comercian con este tipo de noticias: “era consciente de que, si tenía aventuras, la prensa lo publicaría; era su responsabilidad”, dicen tras publicar un adulterio; “ni fomentamos ni tenemos constancia de esas prácticas”, dicen cuando se les informa de que hay constancia de que sus paparazzi roban y venden secretos profesionales, sobornan a funcionarios públicos (incluida la policía), a trabajadores de empresas aéreas para controlar los vuelos, a empleados de compañías telefónicas para controlar agendas, llamadas y mensajes; “procuro persuadirles de que se han equivocado y les ofrezco algo mejor”, dice un poderoso señor que controla este mercado de noticias cuando explica qué hace si se entera de que una revista va a publicar algo que no conviene sobre alguno de sus clientes “protegidos”.

Tienen dos semanas para ver este reportaje en rtve.es. Está hecho en Francia y se centra en los paparazzi franceses, británicos e italianos. España no sale porque, claro, aquí esas cosas no pasan.

28/5/12

TRES BORRADORES DE COLUMNAS SOBRE EUROVISIÓN

1. Los Festivales de Eurovisión son mensajes para los extraterrestres. Eso es seguro. Pero, ¿qué dicen? Las galas se retransmiten a toda Europa, más tarde las ondas salen de nuestra atmósfera y comienzan un viaje de eones a través del cosmos. ¿Qué es lo que intentamos comunicar a las exocivilizaciones? ¿“Disparen sobre nosotros, el enemigo está dentro”? ¿“Pueden venir a invadirnos si quieren, pero sepan con qué tipo de seres se van encontrar en este pequeño planeta”? ¿“¿Les apetece organizar la próxima edición del Festival? Ya ven que nosotros también somos marcianos”? Quizá las Galas de Eurovisión forman parte de la estrategia de los Men in Black para acabar con los alienígenas. Quizá las Galas de Eurovisión forman parte de la estrategia de los alienígenas para acabar con los Men in Black.

2. Cuenta Groucho Marx en su autobiografía que su hermano Chico tenía una afición desmesurada por apostar en las carreras de caballos. Chico apostaba a caballos muy diversos, pero todos ellos tenían una característica común: perdían. Televisión Española también tiene una afición desmesurada por apostar en los Festivales de Eurovisión, y envía cada año canciones muy diversas, pero todas ellas tienen una característica común: son espantosas, lo cual, oyendo la canción que ganó la edición de anteayer, tampoco parece que reduzca las posibilidades de ganar.

3. El ser humano comparte un 93% de sus genes con los cantantes y bailarines de Eurovisión. Científicos de la Universidad de Milwaukee acaban de secuenciar por completo el genoma de los participantes en los festivales de Eurovisión y se ha encontrado un importante parecido con el genoma humano, menor que el que tenemos con los lemures de cola anillada pero mayor que el que tenemos con la mosca del vinagre. Esto permitirá establecer teorías muy precisas acerca de nuestro emparentamiento evolutivo con los cantantes de Eurovisión y demuestra cómo pequeñas diferencias genéticas pueden dar lugar a especies animales completamente diferentes.

27/5/12

LÍO


Me lie. Me lie, no tengo excusa. Será la edad o que ando con una empanada cojonuda. No sé cómo pude meter la pata así. Nunca en mi vida hice tanto el ridículo. Yo... yo llevaba toda la semana oyendo hablar en todas partes de lo de la pitada al himno. Que si hay derecho. Que si es una ofensa. Que si en otros países... espera... claro, fue por lo de que en otros países... Porque también me pasé toda la semana con lo de Eurovisión. Que a lo mejor también fue por pasarme toda la semana con lo de Eurovisión. Que eso apijota y neurodegenera a cualquiera. Con las semifinales. Claro, las semifinales de Eurovisión y las semifinales de la Copa del Rey. Que si Rusia presenta a unas abuelas que cocinan unas magdalenas. Que si Suecia es la gran favorita. Que si le han dicho a Pastora Soler que cante mal para no ganar y no tener el gasto de organizar el festival del año que viene pero al final era una broma. Fútbol y Eurovisión. Vascos y catalanes independentistas y homófobos musulmanes azerbayanos... no son tan diferentes. El caso es que cuando salió Esperanza Aguirre en las noticias diciendo que habría que suspender el evento en caso de que se produjera una pitada contra el himno a mí se me fundieron los plomos de la corteza cerebral y vi el cielo abierto: saqué un billete en el primer avión que salía hacia Bakú dispuesto a unirme a todos los euroescépticos que sin duda abarrotarían el Baku Crystal Hall y acompañarles en la pitada que iban a hacer al himno de Europa, -ya saben, lo del ario Beethoven, chan chan chanchanchan chan chaaaaaan chanchán-. ¿No era Esperanza Aguirre la presidenta de Azerbaiyán? Si pitábamos fuerte seguro que suspendían Eurovisión y nos librábamos de las tres horas kitch-rancio-hortera-choni-casposas más horripilantes del año.

No tengo excusa. Me lie, me obcequé. Mezclé las dos cosas, no lo entiendo. Ni me dejaron entrar al Crystal Hall. Yo allí pitando solo... La policía de Bakú... joder, y luego nos quejamos de la de España. ¿Algún lector sabe azerbaiyanesio? No consigo explicar lo que pasó al comisario.

26/5/12

PLATÓN CON MANDO A DISTANCIA

Una cosa es querer construir una nueva sociedad y otra cosa es construirla. Propuestas de grandes proyectos de ingeniería social hubo muchos a lo largo de la historia. Por ejemplo, los estudiantes de 2º de bachillerato que estos días preparen la PAU estarán repasando el Estado ideal que diseñó Platón. Dedicó mucho tiempo a ajustar cada uno de los elementos que debería poseer esa nueva sociedad para que todo funcionara de maravilla, empezando por un nuevo hombre sabio y justo que la debía gobernar. Lo que pasa es que esa nueva sociedad nunca llegó a existir. Ahí está, en cambio, Eugene Polley (bueno, estaba, porque acaba de fallecer en Estados Unidos). No dedicó ni un minuto de su tiempo a diseñar una nueva sociedad, ni un segundo a elaborar un ajustadísimo plan de estudios con el que educar al nuevo hombre sabio y justo que la dirigiera. Polley solo era un ingeniero que hacía chismes. Uno de esos chismes fue el primer mando a distancia sin cables para el televisor. Usted, yo, su familia, la mía, nuestra sociedad entera, el mundo en que vivimos todos es como es hoy día como consecuencia de ese chisme.

“Sentó las bases del sedentarismo frente al televisor, las disputas familiares o de la reprogramación de la publicidad o las parrillas en competencia”, dicen las necrológicas de Polley. Se quedan cortas. Contribuyó en aumentar el índice de masa corporal en medio mundo, nos enseñó a ver mensajes de forma fragmentada, nos hizo rebajar el tiempo de atención, nos acostumbró a preferir la información breve y poco elaborada, nos hizo más impacientes y con menor tolerancia a la frustración, nos permitió desarrollar una posición de absoluta relajación y casi adormecimiento ante el  televisor mientras mantenemos una falsa percepción de dominio sobre él. Si los humanos no pensamos igual antes que después de que existiese la lectura, tampoco pensamos igual ahora que antes de que existiese el mando a distancia. Zap. El ratón del ordenador es su última manifestación. Clic. Polley fue un ingeniero social, pero él creía ser solo un ingeniero.

25/5/12

ESPAÑOLES EN PISOS PATERA


Si en cada entrega de “Españoles en el mundo” salen 6 españoles, y desde que empezó la crisis marcharon de España 300.000 españoles, harían falta 50.000 programas para enterarnos de cómo les van las cosas. Con una emisión semanal tendríamos para casi mil años. Como parece que la crisis durará, pero no tanto, corremos el riesgo de quedarnos solo medio informados, así que Adela Úcar se lió su programa “21 días” a la cabeza (noche de los miércoles en Cuatro) y se largó a buscar trabajo con otros compatriotas a uno de los destinos preferidos por quienes no tienen más remedio que preferir irse para sobrevivir: Oslo, capital de Suecia. (Antes emitieron “Perdidos en la tribu”, que es otra forma que tienen un puñado de compatriotas de ganarse los euros fuera de nuestras fronteras, pero que juegan en otra liga, tramposa y amañada).

¿Es usted de los que se queja de que todos los que salen en “Españoles en el mundo” son triunfadores a los que les van las cosas estupendamente, jóvenes que se lo pasan pipa de fiesta en fiesta o aventureros que llevan la vida que quieren sin compromisos ni ataduras? Pues tenía que haber visto “21 días buscando trabajo fuera de España”. Menudo bajón. Familias con el agua al cuello, situaciones límite, trabajos esporádicos y sin ninguna cualificación, personas dispuestas a agarrarse a un clavo ardiendo para evitar hundirse más en el pozo al que la vida les ha llevado. Y Úcar viviendo en carne propia lo fácil que es pasar de una situación apurada a la marginalidad. Lo extraño no es que “Españoles en el mundo” no muestre casos así, lo extraño es que haya personas en semejante situación dispuestas a enviar imágenes tan duras a su familia en España.

Faltó una cosa para hacer de esta entrega de “21 días” un programa redondo: imágenes de José Luis Feito (aquel miembro de la patronal que quería mandarnos a trabajar a Laponia) recogiendo basura en un descampado de Oslo por cuatro coronas suecas con las que pagarse una litera en un piso patera.

24/5/12

SABOR A PIES


El capítulo “En el que Ross se drogó” de “Friends”, Rachel prepara una tarta mezclando sin darse cuenta dos recetas diferentes: “Tiene un montón de capas. Primero hay una capa de lenguas de gato, luego una capa de mermelada, una de crema -que he hecho yo misma-, luego frambuesas, más lenguas de gato, ternera salteada con guisantes y cebolla, más crema, algunos plátanos y ¡sólo falta la nata batida!”. A nadie le gusta (“¡Sabe a pies!”, dice Ross), pero a Joey sí: “¿Cómo no iba a gustarme? La nata me gusta, la mermelada me gusta, la carne… ¡me encanta!”.

La 1 estrenó “Conectando España” el martes por la noche. La capa que tiene de documental me gusta, la capa de programa de viajes me gusta, la de ambiente rural me gusta y la de “Vivir cada día” de andar por casa que lo recubre todo también me gusta. Incluso me zampo con agrado esa capa de vertebración del territorio (sea eso lo que sea) y con disciplina la de ahorro que lleva a TVE a estrenar solo programas baratitos. Vale, pero, ¿alguien puede explicarme qué pinta en esta receta la capa que le plantaron en medio de nuevas tecnologías de la información y la comunicación?

Se pueden hacer muchos y muy buenos programas recorriendo España. “Conectando España” es un ejemplo. A esos programas se les puede añadir una exquisita capa (que sirva de pretexto en el recorrido) de gastronomía, fiestas, oficios, fauna, arquitectura, tradiciones, pueblos, comarcas o ríos. Vale casi cualquier cosa, pero no todo vale. El recorrido que hicimos anteayer primero por Feria (Badajoz) y después por Los Tojos (Cantabria) fue tan bueno como otros muchos recorridos que ya hicimos por España y otros muchos que haremos. Pero sobraba esa insistencia en contarnos que tienen conexión a Internet. Le confería un horrible sabor a pies. La innovación no siempre funciona. Las nuevas tecnologías forman parte de otra receta que no tiene nada que ver con esta.

23/5/12

MÁS ALLÁ DE LOS DISPAROS DE NIEVE


El mundo de los hombres es como el río Ameles, del que Platón dice que ningún recipiente puede retener el agua, así que es tan imposible meter a Tejas, Santorini o Mykonos en el recipiente de “Callejeros viajeros” (Cuatro) como meter todo el agua del mar en un pozo en la arena o intentar retener las aguas del río Ameles en una vasija. Sin embargo, “Callejeros viajeros” quiere encerrar a Tejas en el contenedor televisivo y llenar un agujero en la programación de Cuatro con la luz de las islas griegas. No puede ser. Pero es un buen intento.

Tejas es algo más que rodeos, baloncesto, recuerdos de la serie “Dallas”, cohetes y barbacoas; Santorini es mucho más que hermosas puestas de sol y calientes baños de barro; y Mykonos es muchísimo más que fiesta, fiesta y fiesta. Entiendo que, cuando nos lleva de paseo por el mundo, “Callejeros viajeros” se agarre a los tópicos con la misma fe con la que un niño lleva agua en sus manos desde la orilla del mar a un agujero en la arena, pero harían falta infinitos “Callejeros viajeros” para ir más allá de los rodeos, de las puestas de sol y de las fiestas en la playa. Hasta un niño se cansa de dar paseos hasta la orilla del mar, así que no es extraño que los chicos de “Callejeros viajeros” renuncien a la agotadora tarea de utilizar el tópico como punto de partida, y no como pista de aterrizaje. A pesar de todo, en “Callejeros viajeros” siempre es posible encontrar un detalle que, al contrario de un disparo de nieve, nos permita ver con claridad lo que pasa delante de nuestros ojos. En el caso del reportaje sobre Tejas, ese detalle fue un tejano de origen español que dijo que la libertad consiste en poder comprar todas las armas y municiones que quieras. Y en el caso de Santorini, el detalle salió de la boca de un viejo griego que alquila sus mulas a los turistas y que, con una sonrisa, recomendaba disfrutar de la vida porque cuando te mueres te vas solo. El tejano hablaba de la “filosofía de la bala”, y el griego de la filosofía de la vida.

Tejas es como el río Ameles para una vasija, y las islas griegas son como el mar para un agujero en la arena. Pero un par de destalles bastan para ir más allá de los disparos de nieve de los tópicos.

22/5/12

PENÉLOPE ES UNA METÁFORA DE LA AUDIENCIA




Penélope con su bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón y su vestido de domingo. Penélope se sienta en un banco en el andén y espera que llegue el primer tren meneando el abanico. Dicen en el pueblo que Penélope era una fan de Andréu Buenafuente, que veía sus late nights con frecuencia, siempre que no empezaba muy tarde, cuando no le vencía el sueño ni ponían alguna de sus películas favoritas en otras cadenas. Solía reírse con los monólogos, aburrirse un poco con las entrevistas y aullar de felicidad con aquellas conversaciones falsas en blanco y negro con personajes históricos que montaba Buenafuente con Berto. Por eso se entristeció cuando hace unos meses el humorista anunció el fin de su programa. “Adiós, amor mío, no me llores, volveré antes que de los sauces caigan las hojas. Piensa en mí, volveré a por ti...”. Y Penélope se consoló con esas palabras, y poco a poco fue recordando con más cariño al Andréu y deseando más intensamente su regreso.

Penélope, tristes a fuerza de esperar, sus ojos parecen brillar si un talk show silba a lo lejos. Penélope ve pasar a Wyoming, a Pablo Motos, mira sus caras, les oye hablar, para ella son muñecos. Dicen en el pueblo que algunos meses después Andréu Buenafuente volvió. Volvió igual que siempre, con monólogos brillantes, entrevistas tirando a sosas y excepcionales números de humor rodados con Berto y compañía. La periodicidad semanal permitía elevar el nivel medio del programa, y el nuevo horario hacía que ya no fuera un problema tener que madrugar al día siguiente. La llamó: “Penélope, mi amante fiel, mi paz, deja ya de tejer sueños en tu mente. Mírame, soy tu amor, regresé”. Penélope, -Penélope es una metáfora de la audiencia; espero que los lectores se estén dando cuenta, porque si no...-, le sonrío con los ojos llenitos de ayer. A fuerza de haberlo idealizado, el auténtico Buenafuente ya no era el Buenfuente auténtico, y dejó de ver su programa. “Buenas noches y Buenfuente” fue retirado de la programación y Penélope se quedó con el bolso de piel marrón y sus zapatitos de tacón sentada en la estación.

21/5/12

BOTELLÓN CONTRA EL 15-M


Resulta tranquilizador refugiarse en la normalidad y la rutina en estos tiempos de mudanza agitados por el confuso y enmarañado devenir del tráfago diario. Eh…, signifique eso lo que signifique, vamos a lo que vamos. Ya pasó la semana peligrosa en que se cumplía el aniversario del 15-M y parece que en Madrid ha sido conjurado el peligro de la ocupación de la plaza de Sol. Con lo mal que lo pasamos el año pasado viendo a todas horas por la tele que la ocupación duraba un día y otro y otro y otro y parecía que aquello no se iba a acabar nunca.

Al final, la Puerta del Sol se desalojó a tiempo, pero corríamos el peligro de que este año los indignados se empecinaran más aún y se quedaran allí meses. ¡Meses! Y qué nervios, entonces. Cuando se fuera acercando el 31 de diciembre, todas las cadenas empezarían a emitir los tradicionales reportajes sobre los tradicionales preparativos de la tradicional celebración de las tradicionales 12 campanadas con las que tomar las tradicionales 12 uvas con la que se inicia el tradicional festejo de la tradicional Nochevieja que la tradición nos manda. Y qué nervios entonces. ¿Accederían los indignados a desalojar la Puerta del Sol a tiempo para no deslucir la retransmisión en directo de las campanadas o forzarían a las fuerzas del orden a utilizar todas sus fuerzas para restablecer el orden?

Tenemos derecho a la normalidad. Sol no es de los miles de ciudadanos que libremente ocupan los lugares públicos para ejercer la libertad de expresión, ¿qué se habrán creído? Los españoles tenemos derecho a ver por la tele que en la Puerta del Sol, como el año que fue, otra vez el champagne y las uvas y el alquitrán, de alfombra están. Y en el reloj de antaño, como de año en año, cinco minutos ya para la cuenta atrás. Marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes, enormes, bajitos, entre gritos y pitos, los españolitos por una vez hacemos botellón en la calle todos a la vez. 

20/5/12

QUE SE PONGA


Para tirar cohetes, lo que se dice tirar cohetes, no estuvo la cosa, pero unos cuantos petardos sí que se pueden tirar. La gala “¡Arriba ese ánimo!” que el viernes por la noche emitió La 1 mezcló la nostalgia con lo decadente, planteando una vez más si puede buscarse la nostalgia sin decadencia como idea reguladora de la televisión práctica (que diría Kant) o si, en realidad, es inevitable que el olor a rancio inunde cualquier programa nostálgico, sea “Cine de barrio”, “¡Qué tiempo tan feliz!” o no lo sea.

“¡Arriba ese ánimo!” fue un homenaje del humor de ayer y hoy al maestro Miguel Gila, al que tanto debemos por lo que nos hizo y nos hace reír, porque nos propuso una manera reír y porque nos enseñó un nuevo camino para hacer reír. Por si alguien no notaba que la gala era la prolongación de aquel estupendo anuncio de Campofrío en el que varios humoristas visitaban la tumba de Gila, incrustaron en ella el logotipo de Campofrío, pero cambiando el nombre de la marca por una sonrisa. ¿Mal, muy mal? Tan bien o tan mal como incrustar marcas para patrocinar el olimpismo con bastante más descaro, y en este caso nadie dice nada. Además, si esta es la estrategia de la marca de embutidos para desvincular su imagen de “La noria” tras abandonar las pausas publicitarias de este programa, pues bienvenida sea al anverso luminoso de la fuerza.

Más petardos. Santiago Segura en un plató de televisión está en su salsa. Al despedirse apuntó que tal vez otro año podría repetirse la iniciativa. Vale, pero no hay por qué esperar tanto: disponemos de unos cuantos genios del humor desaparecidos a los que rendir homenaje y nos quedan unos cuantos humoristas vivos que este viernes no hicieron su sketch. Solo por ver más a menudo unos promos tan buenos como los que se hicieron para esta ocasión, vale la pena. Solo por ver que un programa así golea a “Sálvame deluxe” y consigue que la audiencia se divorcie del último divorcio de Belén Esteban, ya se paga la pólvora. ¿Es la telecaca? Que se ponga.

19/5/12

NO SE VIO A SHAKESPEARE


Presentación: El conocido Teorema de los Infinitos Monos viene a decir, más o menos, que si sentamos a infinitos monos delante de máquinas de escribir durante tiempo ilimitado llegará un momento en el que alguno de ellos escribiera las obras completas de William Shakespeare. Y las de Cervantes, Javier Sardá, las recetas de cocinas de Arguiñano. Los monólogos completos de Buenafuente. El guión del último capítulo de “House” y mil variantes coherentes con mil finales alternativos. La escaleta del “Informe Semanal” de dentro de un año. Esta misma columna que estoy escribiendo. No es broma: el Monkey Shakespeare Simulator es un programa informático que simula la situación de los monos en busca de las obras del bardo inglés. Empezó a funcionar en 2003, y en 2005 un mono virtual escribió 24 letras consecutivas de “Enrique VI”. Pocos meses después otro e-mono tecleó 30 caracteres de “Julio César” (“Flauius. Hence: home you idle ”).

Nudo: Ahora lo entiendo todo. En alguna mazmorra subterránea de Televisión Town se encuentran millones de monos encadenados a una máquina de escribir tecleando ideas para realities. Aún no ha aparecido ninguna, pero de vez en cuando un chimpancé exhausto escribe algo que tiene tanto que ver con la televisión como las 30 letras anteriores con “Julio César”. Y los ojeadores de las cadenas se aferran a ello. De ahí tuvo que salir “Perdidos en la tribu”, “¿Quién quiere casarse con mi hijo?”, “Famosos al volante”.

Desenlace: La Fábrica de la Tele, productora de excrementos como “Sálvame”, ha comenzado a rodar un nuevo reality, conducido por Tania Llasera, en donde chicos y chicas buenorros y buenorras se embarcarán en un crucero y deberán evitar intercambiar fluidos. Se llamará “El precio del deseo”. No es broma: en 2003 científicos de la Universidad de Plymouth introdujeron un teclado de ordenador durante un mes en una jaula con seis monos. Los animalitos se pasaron los treinta días haciendo pis y caca encima. No se vio a Shakespeare por ningún lado.

18/5/12

EL TELETEXTO ACECHA


Algún día el teletexto dominará el mundo. Quizá no mañana, quizá no el mes que viene, pero si algo ha demostrado el teletexto es su infinita paciencia, su capacidad de supervivencia con el único alimento de las escasísimas personas que aprietan el botón equivocado del mando y quedan unos segundos extrañados ante la antediluviana pantalla. Antediluviana, sí, como el magma de los volcanes que en el futuro arrasarán la Tierra, como los helechos que sobrevivirán a las angiospermas, como las cucarachas que gobernarán el planeta en cuanto Alaska y Vaquerizo graben un par de temporadas más de su reality. El teletexto celebra estos días su vigésimo cuarto aniversario. Mejor dicho, lo cumple pero no lo celebra. El teletexto nunca celebra nada. No se mueve. No cambia. Observa la fugacidad del mundo y sus afanes. Cuando nació, las redes eran instrumentos de pesca, los teléfonos estaban al lado del sofá y tenían seis dígitos. Con motivo de este aniversario, TVE ha decidido no hacer absolutamente nada. Bien, ésa es la actitud.

El teletexto espera su momento. Sabe que los ordenadores de sobremesa, los ordenadores portátiles, internet, facebook, twitter, los SMS, los smartphones, el whatsapp, el ipad y el ipod, no son más que modas pasajeras. Steve Jobs ha muerto, pero el teletexto continúa, convencido de que más temprano que tarde se abrirán de nuevo las grandes alamedas y los jóvenes renunciarán a tanta tecnología vacua volviendo a esa pantalla de cuatro colores, con píxeles de centímetro y medio de lado que intentan dibujos grotescos, en donde igual podemos consultar el resultado de un partido de segunda división o conseguir el número de un tarotista en Barcelona si sabemos esperar cuatro o cinco vueltas a su contador de 999 páginas.

“Cuando el teletexto despierte, el mundo temblará”, dejó dicho Marshall McLuhan. El servicio de telegramas de Correos y los contestadores automáticos de los teléfonos fijos aplaudieron encantados. El teletexto, como el hombre de Miguel Hernández, acecha.

17/5/12

RODRIGO RATO ENTERRADO



Las civilizaciones vienen y van, pero desde que existe Youtube nunca llegan a desaparecer del todo. Resurgen al poco de comenzar las excavaciones e intentan hacernos creer que se encuentran en la cima de su esplendor a pesar de que nosotros, en nuestra omnisciencia a posteriori, ya conocemos su triste final y la forma en como el viento se las llevó por delante. Encontrarse en internet con los spots publicitarios que promocionaron la formación de Bankia es como estar cavando en medio del desierto y escuchar el golpe metálico de tu pala contra algo duro y escondido. La estatua de un dios espera debajo de la arena y justamente su desenterramiento es la mayor prueba de su falsedad. Extraigamos esos anuncios con cuidado y aprendamos la lección de como el tiempo vuelve banal y venial lo que pretendía ser solemne y definitivo.

Es fácil hacerlo cuando conoces el futuro. No ve igual el capítulo sexto de “Homeland”, -lo está emitiendo estos días FOX-, aquél que sólo ha visto a Nicholas Brody los cinco primeros episodios que aquél que ya le ha visto también durante los seis restantes. En el capítulo 6 de “Homeland” hay escondidas muchas claves del capítulo 12, pero se hace necesario haber visto el capítulo 12 para descubrirlo. En el spot original de Bankia se decían frases como “si todos aportamos lo que tenemos, todos seremos titulares de lo que está por venir”, “y es que poniendo lo mejor de ti, haces posible un banco que quiere lo mismo que tú: que el futuro lo hagamos juntos”, “Bankia: todo un futuro juntos”, pero no significan lo mismo esas frases si las escuchas cuando ya has visto los capítulos de la temporada actual de “La crisis económica” que si todavía vas por la temporada pasada, justo cuando se creó el Banco Financiero y de Ahorros.

Youtube ha corroído la estatua enterrada de Rodrigo Rato. Se ha puesto verde y mohosa, unos topillos usan sus sobacos como madrigueras y huele que apesta. No saquen todavía conclusiones sobre Brody o acabarán peor que quienes creyeron que el eslogan de Bankia significaba lo que parecía.

16/5/12

PAQUIRRÍN SE AHOGA


No hay nada en el mundo que no tenga efectos secundarios porque no hay nada en el mundo que solo produzca un efecto. Por eso sabemos todos que la homeopatía y los “remedios naturales” mienten cuando dicen que no provocan efectos secundarios. Tomemos, por ejemplo, el agua a precio de oro con la que hacen los productos homeopáticos. Si la tomas por su capacidad curativa es un timo, pero además de conseguir el efecto primario de conseguir que los homeópatas vivan como reyes, produce el efecto secundario de quitar la sed (lo que nos lleva a un bonito problema lógico: ¿los homeópatas disuelven falta de agua infinitesimalmente en agua para curar la deshidratación gracias a que el agua conserva la memoria de la falta de agua?).

Como el agua, que puede enriquecerte, timarte, hidratarte o ahogarte, los aplausos también producen efectos variados. En la tele los usan mucho porque son baratos (no tanto como el agua), pero deberían mirar el prospecto con atención. Incluyen aplausos porque son decorativos, ambientan, emocionan, dan vida y calor, pero también pueden volver a la gente gilipollas.

“Mi hijo es mi vida y lo único que le digo es que se muestre tal como es” aconseja Isabel Pantoja a su hijo. En “Tú sí que vales”, ‘trabajaba’ mostrándose tal y como es. Cada vez que lo hacía, le aplaudían. “Yo te vi en televisión la primera vez que saliste y me flipó. Verte en directo me ha flipao aún más”. Aplausos. “Bueno a mí no me ha gustao mucho el vestuario, tío, la verdad, lo veo un poco, yo qué sé, lo veo un poco pobre”. Aplausos. “Me ha gustao mucho esa postura que has hecho de… to en… me he sentido como de nuevo en ‘Torrente 4’ porque estaba todo en 3D”. Aplausos. “No me ha gustao, no me ha gustao, tío, porque no me ha llenao, no me ha llenao”. Aplausos. “A mí me encantan los caballos, desde pequeñito siempre me he montado y la verdad es que es impresionante lo que haces, tío”. Aplausos. “Espérate que me agarre, mamón”. Aplausos, una inundación de aplausos.

15/5/12

NO TODOS PODEMOS SER XAVI


Seguro que para Sheldon Cooper, el físico teórico que mueve la serie “Big Bang” como Xavi mueve al Barça, todos los seres humanos tenemos la sensatez que le dio Dios a un saco de alubias (esta frase no es de la madre de Sheldon, sino de la película “El jinete pálido”). Con una excepción: Stephen Hawking. Por eso el capítulo de la quinta temporada de “Big Bang” (TNT) en el que aparece el gran físico británico en carne, hueso y silla de ruedas fue un divertidísimo homenaje a la física, a Hércules y a los sacos de alubias que admiramos a Hawking sin entender todo lo que dice.

Hércules se casó con Megara, hija de Creonte, el rey de Tebas, y de su unión nacieron tres hijos, que Hércules mató con sus propias manos en un momento de locura propiciado por Hera. Para expiar su terrible culpa, y por mandato del oráculo de Delfos, el héroe se puso al servicio de Euristeo, y tuvo que cumplir doce trabajos. Como Hércules, y en homenaje al héroe griego, Sheldon tuvo que ponerse al servicio de Howard Wolowitz y llevar a cabo una serie de penosos trabajos (limpiar la colección de hebillas salpicadas de orín de Howard, lavar sus calzoncillos, acompañar a su gritona madre a comprar un vestido) para expiar el pecado de colocar a la ingeniería sólo un peldaño por encima de las ciencias sociales y conseguir así que Howard entregara a Hawking uno de los estudios con los que Sheldon aspira a ganar el Premio Nobel. Que un físico sea la estrella invitada de una comedia seguida por miles de personas que conocen mejor los cómics de Spiderman o la física de “Star Trek” que “El gran diseño”, el ensayo en el que Hawking defiende que la filosofía ha muerto porque no se ha mantenido al corriente de los desarrollos modernos de la ciencia, es un hermoso homenaje a la física. Y que Penny sepa quién es Hawking y lo defina como “el inventor del tiempo” es un homenaje a todos los sacos de alubias que nos reímos con “Big Bang” sin entender las fórmulas que aparecen en las pizarras de Sheldon.

Stephen Hawking no es el inventor del tiempo, sino el autor de “Historia del tiempo”. La filosofía no ha muerto, como demuestran todos los intentos de enterrarla. La física mola, pero los cacharros de Howard también. Los trabajos de Sheldon hacen sonreír a Hércules. Y los sacos de alubias se lo perdonamos todo a Sheldon porque, en fin, no todos podemos ser Xavi.

14/5/12

TRAIDORES EN EL MUNDO


Hay programas que empiezan bien pero después degeneran. “Españoles en el mundo”, por ejemplo. Al principio molaba porque ofrecía una imagen de un mundo abierto en el que daba gusto vivir. Nueva York, Sidney, Venecia, Nairobi, Valparaíso. La Tierra es maravillosa y en todas partes hay españoles dispuestos a mostrarlo. Pero desde hace un mes el programa es una mierda.

Hace un mes que el presidente Mariano Rajoy, cumpliendo su deber de hacer lo contrario de lo que había dicho antes, avisó de que debemos gastar menos en educación. Hay que ahorrar porque estudiar sale carísimo. Y muchas veces para nada, porque cada abandono en la universidad, supone un “coste enorme al Estado”. El ministro Ignacio Wert dijo cuánto: “Estamos tirando unos 3.000 millones de euros por culpa de este abandono universitario”. Rajoy remata: “Es un dinero que le ha costado muchísimo al resto de los españoles”.

Ostras, si los que dejan de estudiar cuestan tanto, ¿qué pasa con los egoístas que, en vez de abandonar a tiempo sus gravosos estudios, tienen la cara de completarlos para después estar en paro sin cotizar un euro? ¿Y con los traidores a España que se van a trabajar al extranjero? ¿Cuánto nos cuestan esos desertores? ¿Por qué no quedan aquí como patriotas? ¡Y encima TVE les hace un programa para que se puedan reír de nosotros mostrando cómo trabajan y se integran en otro país que parasita “un dinero que le ha costado muchísimo al resto de los españoles”! ¡Y tienen la desfachatez de enviar saludos a su familia y amigos! Peor aún: se llevan puestas costosas vacunas y Rajoy tiene que recortar en sanidad cumpliendo de nuevo su deber de hacer lo contrario de lo que había dicho antes por la cuenta que nos trae.

¿”Españoles en el mundo”? ¡Si al menos tuvieran la decencia de irse solo los que nos salieron baratitos y nunca estudiaron ni estuvieron enfermos!

13/5/12

3,14159265358979323846264338327950288419716939937510582097494459230781640628620899862803482534211706798214808651328230664709384460955058223172535940812848111745028410270193852110555964462294895493038196...

“Quien busque el infinito, que cierre los ojos”. “Los seres humanos nos sentimos atraídos por la idea de las cosas sin terminar. Son cuestiones fundamentales en cuyo corazón late un concepto fascinante: el infinito”. “El infinito es la idea más extraña que los seres humanos hemos pensado alguna vez”. “El infinito es ubicuo: está en las melodías sin fin de grandes compositores como Steve Reich, o en las pinturas renacentistas de Filippo Brunelleschi o Piero della Francesca”. “Es un concepto que ha costado la vida, la carrera o la libertad a algunos de los que se atrevieron a hablar de él”. “Si dedicásemos toda nuestra vida a contar, el número más grande que llegaríamos a contar sería el 1.261.440.000”. “Podemos pensar en el llamado ‘número Leviatán’, que es 10 elevado a la 666 y todo ello factorial. El número Leviatán es tan grande que si pudiéramos escribirlo en un papel no cabría en el universo, y, sin embargo, este número no es nada en comparación con el infinito”. "Por mucho que avancemos en nuestro conocimiento, el infinito quedará siempre igual de lejos”. “Existe la misma cantidad de números naturales que de números naturales pares, porque en el infinito el todo puede ser tan grande como una de sus partes”. “Algunas culturas parecen tener miedo al infinito. Los griegos lo evitaron constantemente, y su sistema numérico sólo llegaba hasta el 10.000. El número más grande que jamás escribieron los romanos fue 3.000.000. A Buda se le atribuye mencionar un número con 421 cifras”. “El símbolo matemático del infinito parece un ocho tumbado, pero en realidad se corresponde con una figura llamada ‘lemiscata de Bernouilli’”.

Éstas y muchísimas otras maravillas que no caben en el finito espacio de esta entrada se pudieron escuchar en el “Tres 14” de La 2 del pasado domingo. ¿De verdad va a haber alguien que se pierda el “Tres 14” de La 2 de hoy?

12/5/12

EL PULSADOR


No, por favor, el pulsador no. Acepto cualquier cosa en un concurso. Paso por que haya decenas de focos móviles de luces azuladas que giran desincronizadamente dando la impresión de que has llegado al infierno. Trago con la presencia de azafatas, -masculinas y femeninas-, que se limitan a acompañar al concursante hasta su puesto en el plató o se pasan el concurso entero firmes al lado del dinero que espera al ganador. No me opongo a que los presentadores griten, griten constantemente, griten sin parar a pesar de que el estudio no está en llamas ni hay una urgencia médica a la que atender inmediatamente entre el público asistente. Pero el pulsador... el pulsador es la seña de identidad de los juegos sosos, la garantía de que estarías mejor viendo cualquier otra cadena, el test de ADN de que el creador del concurso había dormido mal la noche anterior. Aparece Ramón García en “¿Conoces España?” y dice: “En la siguiente prueba plantearemos a nuestros concursantes una pregunta, y ganará aquél que primero apriete el pulsador y dé la respuesta correcta. Comenzamos: ¿Quién escribió ‘El Quijote’?”. Y los dos concursantes aporrean a la vez el pulsador. Y resulta que gana uno de ellos, al tuntún.

Entiendo que vivimos en tiempos de recortes y que el programador de RTVE que fue a la concursería a comprar el nuevo concurso de media tarde de La 1 no paró de decirle al dependiente “¿y no tendrá usted algo más baratito?” cada vez que le enseñaba un modelo. Tras rechazar docenas de formatos, el encargado bajó al sótano de la concursería y sacó “¿Conoces España?” de una caja vieja que se encontraba al fondo de un armario que hacía veinte años que no se abría. De acuerdo, no nos vamos a poner en la televisión pública a producir ahora “¿Qué apostamos?” o “Un millón (de euros) para el mejor”. Pero, ¿ni siquiera tenemos fondos para emitir concursos sin pruebas en las que gane el concursante que apriete más rápidamente el pulsador después de escuchar la pregunta? La situación me empieza a dar miedo de verdad.

11/5/12

JULIO VERNE EN ELEFANTE


El escritor Julio Verne no llevó la vida monótona y aburrida del filósofo Lolo Kant, que nació, creció, vivió y murió en Königsberg sin sacar nunca los pies del tiesto en que el destino le plantó a priori. Verne se pegó algún que otro viaje, pero no llevó la vida de aventuras que le hubiera gustado. Esto tiene arreglo, pensó don Julio. Y lo arregló: “Si yo no soy lo que debería ser, mis personajes serán lo que yo querría ser”. Con ellos viajó al fondo del mar, dio la vuelta al mundo, visitó el centro de la Tierra y llegó a la Luna.

Hoy Verne está superado. Al parecer, para ser lo que querríamos ser solo necesitamos salir en la tele y ser famosos. Y si no lo somos, para eso están los hijos. ¿Para que ellos sean famosos por nosotros? No, por Dios, dónde quedó esa antigualla. Los hijos están para servirnos de trampolín que nos permita visitar platós y chupar cámara. Desde la madre Seisdedos de Tamara La Mala, pasando por la viperina madre superviviente de Aída La Engreída, hasta Toya Casinello, que partiendo de la nada de “¿Quién quiere casarse con mi hijo?”, y con el solo esfuerzo de un hijo en una situación humillante, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de miseria al fichar como colaboradora en “Sálvame”.

Dice Vicente Verdú en “El planeta americano”: “Ahora que ningún orden social ni político se opone a su modelo, abatido el comunismo, degenerado el socialismo, queda, sin embargo, algo por vindicar: no llegar a ser fatalmente una parodia del planeta americano”. Estamos aprendiendo. Divinity (“hermana” de Telecinco), emitió recientemente un reality norteamericano llamado “Mamá, quiero bailar” en el que varias madres se hacen famosas presionando a sus hijas, aún niñas, en una academia de baile para que ganen concursos horteras. A lo más que había llegado Verne fue a recorrer París subido a un elefante cuando, al revisar la canastilla que debía usar el personaje de Phileas Fogg en una representación teatral, el elefante se asustó y salió huyendo.

10/5/12

PORRÓN-CHIS-PLÓN


Aquel lunes 14 de mayo habría sido un tranquilo lunes de primavera en televisión, un lunes de primavera común y corriente, si no fuera que el 14 de mayo de 1962 se había casado Juan Carlos (nieto de un rey español que había abdicado y abandonado su país en 1931) con Sofía (hermana de un rey griego que fue depuesto y abandonó su país en 1973) y, en Grecia no, pero en España estábamos de nuevo viviendo en una monarquía.

No nos pongamos nerviosos. Este homenaje a Les Luthiers tiene, como su hermoso cuento sinfónico “Teresa y el oso”, un final feliz. Alegrémonos todos: los monarcas han tenido a bien comunicar a sus súbditos que ese día no van a celebrar las bodas de oro de su matrimonio. Pero esto no es todo, amigos. Es que ni siquiera van a celebrar que en 2012 se cumplen las bodas de plata de la celebración que sí hicieron por todo lo alto en 1987 de las bodas de plata del matrimonio que sí celebraron por lo católico por todo lo alto, por lo ortodoxo por todo lo alto y por lo civil por todo lo alto en 1962.

Tal vez haya quien no valore ese gesto, pero es necesario recordar que en un mercado pletórico de canales de televisión con un ingente número de horas que rellenar, los borbonólogos, monarcólogos y juancarlólogos acechaban para saltar sobre el acontecimiento y propinarnos una buena turra político-sentimental de ingrata ingestión y más difícil digestión (chim-pón). Demos, pues, las gracias a sus graciosas majestades porque con la bella acción que supone su omisión (poróm-pom-pón) el próximo lunes 14 de mayo será un tranquilo lunes de primavera, un lunes de primavera común y corriente que la televisión podrá dedicar a una tonta coincidencia: justo ese día, un mes antes, los españoles nos enteramos de que “Botsuana” no es el nombre de un personaje de “El rey León” (porropón-chis-plón).

9/5/12

GILDA EN LA NOCHE

Del mismo modo que en la película “Poltergeist” una niña descubre que es capaz de comunicarse con un ente sobrenatural a través de un canal vacío del televisor, hay niños y jóvenes que están descubriendo ahora que pueden comunicarse con un cine sobrenatural a través de canales que hasta entonces parecían casi vacíos. Resulta que TVE no es sólo el canal de “Cuéntame” y “Águila roja”, sino una forma de comunicarse todos los jueves con ese cine sobrenatural que no envejece ni pierde encanto. Resulta que laSexta 3 no es un canal lleno de tonterías de andar por casa ni un portavoz de la barbarie de ultraderecha, sino una forma de comunicarse con películas como “Gilda”. Rita Hayworth y Glenn Ford son actores sobrenaturales, pero su lugar no está en “Cuarto milenio”, sino en los viernes de laSexta 3 o los jueves de TVE. Esto sí es un verdadero “Poltergeist”.

En el documental “Mauthausen, una mirada española” (La 2), uno de los exprisioneros españoles en el horrible campo de concentración y exterminio nazi cuenta que, cuando el campo estaba a punto de ser liberado, tuvo la oportunidad de decirle a uno de sus verdugos que llegaba la noche para los nazis y el día para los prisioneros. No sé cuánto tiempo durará esta noche en la que nos han metido los mercados o como queramos llamar a los miserables de siempre, pero mientras llega el día de la liberación (una liberación que habrá que conquistar, porque ni los mercados ni los verdugos regalan nada) es agradable sentirse de vez en cuando como la niña de “Poltergeist” pero con “Gilda” en lugar de espíritus caseros. Puede que haya algunas cosas mejores que el sexo y algunas peores, pero ninguna exactamente igual, dijo con su insuperable gracia W.C. Fields. Puede que haya cosas mejores que ver a Rita Hayworth quitándose un guante en “Gilda” mientras canta “Put the Blame on Mame” y seguro que hay muchas peores, pero desde luego ninguna exactamente igual.

No sólo es de noche, sino que parece que el día está lejos. Pero hay que luchar para conquistar el día y, mientras tanto, disfrutar del sexo, de “Gilda” y del cine sobrenatural que ofrecen TVE y laSexta 3. Hay cosas mejores y peores, pero ninguna exactamente igual.

8/5/12

EXTREMA DERECHA Y EXTREMA UNCIÓN


Si una cadena de televisión ha llevado una vida llena de pecado y depravación, pero se arrepiente sinceramente y se confiesa en el momento de su muerte, ¿se salva y el Dios de las Televisiones la envía al Cielo de las cadenas de televisión? No es una pregunta tonta, ya que con las personas físicas el asunto sí funciona de esta manera. Según la doctrina católica, el ser más abominable de la historia salvará su alma si en su último segundo recibe contrito el sacramento de la penitencia, mientras que el fiel cristiano más virtuoso que jamás haya existido, impoluto cumplidor de cuantos preceptos la Santa Madre Iglesia disponga, arderá durante toda la eternidad en medio de sufrimientos sin cuento en caso de que la muerte le asalte ya anciano comenzando el primer pensamiento pecaminoso de toda su vida. Yendo al grano: durante la pasada semana malos augurios profetizaron la casi inmediata muerte y desaparición de Intereconomía; será difícil encontrar en la historia de la televisión nacional un canal tan profundamente malvado, mentiroso y alimentado de los más viles sentimientos que hozan en las charcas del alma humana. Si en el acto de cierre de la cadena su jefazo Julio Ariza comienza a darse golpes en el pecho y sinceramente lamenta la negrérrima página de la historia de los medios de comunicación que ha presidido, ¿alcanzará la salvación e Intereconomía acompañará a Documanía y laSexta2 en su serenísima estancia en el Paraíso de las cadenas de televisión?

¿O ni por ésas? A lo mejor el Ser Supremo Audiovisual tira más por el rollo veterotestamentario que por el puntito de los evangelios oficiales y no se deja ablandar ni aunque el toro de Wall Street en el logotipo comience a hablar y diga: “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir”. En cualquier caso, si yo fuera Ariza en estos momentos pediría un cura y pondría en orden mis asuntos con el Dios de las Televisiones. Y además lo haría delante de las cámaras, para que pareciera el primer capítulo de la segunda temporada de “Black Mirror”.

7/5/12

LA MISMA ASIA


En 1998 realicé un excepcional viaje desde Estambul hasta Yakarta. Una ruta como ésta, - 70.000 kilómetros que atravesaban de punta a punta decenas de países del continente asiático-, recomendaba rodearse de experta compañía, así que me apunté a un grupo que formaba Gerardo Olivares, seis inteligentes exploradores más y dos o tres cientos de miles de espectadores de La 2. En total, vinimos a ser unas 250.000 personas las que recorrimos juntas “La ruta de Samarkanda” bajo la permanente seducción a la que nos sometió Isfahan y Petra, Nueva Delhi, la alternancia sincopada de montañas y ruinas, de religión, zocos y albergues, exrepúblicas exsoviéticas y el Himalaya, Ankgor y el delta del Mekong. La serie documental, -no fue la primera serie documental de viajes que nos proponía La 2, pero sí fue la que mejor recuerdo ha dejado en la audiencia y aquélla cuyo éxito entre los espectadores está pendiente de ser superado-, reproducía la ruta que a comienzos del siglo XV realizó González de Clavijo cuando el rey castellano Enrique III el Doliente le envió hasta Samarkanda como embajador. Al llegar nosotros seiscientos años después a Uzbequistán nos miramos excitados y decidimos que aún nos quedaban capítulos suficientes como para alcanzar Indonesia.

Y ahora, catorce años más viejo y más tonto, he vuelto a apuntarme a hacer el mismo recorrido. La 2, -bendita sea-, vuelve a ofrecer “La ruta de Samarkanda” los domingos a las 8 de la mañana, y pocas cosas son mejores que madrugar los fines de semana de primavera para contemplar a los derviches giróvagos o atravesar el gran desierto sirio y llegar a Palmira. Somos muchos menos los espectadores que viajamos ahora en los inolvidables dos camiones de Gerardo Olivares. Y aunque las pecias y las peripecias vuelven a ser las mismas que hace década y media, todos lo estamos viviendo de forma distinta a aquella primera vez. Será que somos nosotros los que hemos cambiado. Nadie se baña dos veces en el mismo río ni recorre dos veces la misma Asia.

6/5/12

YOU SHOULD BE DANCING




Para Paz, a la que sí le gusta bailar en público

A las decisivas limitaciones en la vida social que padecemos las personas a las que no nos gusta bailar en público se suma desde hace pocos meses otro handicap que limita en mayor medida las exiguas posibilidades que tenemos de ser queridos por los demás: ya no podemos ser participantes en concursos de televisión. Hasta finales de 2011 la fórmula magistral de cualquier concurso era “presentador” +  “pruebas” + “concursante”. Desde comienzos de 2012 ha pasado a ser “presentador” + “pruebas” + “concursante que entra en el plató corriendo con los brazos en alto saludando frenéticamente al público y después baila exageradamente durante unos segundos la sintonía del espacio”. Ah, ¿sí? Pues que me olviden. A punto estaba de participar en “Uno para ganar” pero me he echado atrás. Casi me habían convencido de escribir a “Ahora caigo”, pero tararí. Es más probable que pase un camello por el ojo de una aguja que España entera me vea bailando la musiquita de “Avanti” cadera con cadera con Carlos Sobera.

En su distopía de 1978 “Tanzland”, el autor alemán Anton Reich describe un planeta en donde todo se realiza bailando, y es justamente la televisión la encargada de educar a la población en ese estilo de vida. No sólo lo hacen los concursantes: en Tanzland los cocineros televisivos bailan mientras cocinan, los presentadores de informativos bailan mientras desgranan los titulares del día. Incluso los candidatos a la presidencia de Tanzland entran al plató de los debates electorales moviéndose desinhibidamente al ritmo de algo parecido al “You should be dancing” de los Bee Gees, -recuérdese que es una obra de finales de los 70-. Sé que esto les puede parecer una exageración, pero hace cinco años nos hubiera parecido una exageración que una cadena de televisión respetable emitiera un reality acerca de cómo aprenden a conducir frikifamosos de tercera fila, -ah, se me olvidada, la columna de hoy va sobre “Famosos al volante”-. Si al menos Falete bailara mientras conduce...

5/5/12

CONTRA LAS PROGRAMACIONES


Propongo que no se emita regularmente una entrega de “Salvados” por semana, sino que laSexta nos ofrezca entregas de “Salvados” a medida que el equipo de Jordi Évole vaya encontrando temas y grabando programas interesantes. A veces pasará un mes entre espacio y espacio. A veces pasarán tres días. La idea es que en televisión la temporalidad se someta al contenido de los programas y no el contenido de los programas se someta a la temporalidad. Propongo que “El gran debate” se emita únicamente cuando haya temas sobre los que realizar un gran debate.

Propongo hacer lo que hizo “Colombo”. Sus primeras temporadas se ajustaban a un número fijo de episodios, pero a medida que la serie se fue convirtiendo en la mejor serie policíaca de la historia, sus productores tomaron la muy sabia decisión de rodar únicamente grandes guiones. Algunos años se rodaron tres capítulos; otros años, ninguno; otros años, cinco. Si se siguiera el ejemplo de “Colombo”, “House” no tendría por qué terminar; bastaría con liberarlo del yugo de los veinticuatro capítulos anuales y rodar sólo aquellos casos médicos verdaderamente buenos que se les ocurrieran a los guionistas. Los que fueran. ¿En serio necesitamos veinticuatro nuevos episodios de “Los Simpson” al año? Con todo el material que tenemos para reposiciones, ¿no sería mejor producir únicamente los ocho o nueve que realmente merezcan la pena?

Propongo que los telediarios tengan una duración variable. ¿Qué planeta tan extraño es éste que produce cuarenta minutos de noticias cada día? Habrá jornadas en que los telediarios deban durar diez minutos, y ampliarlos hasta cuarenta supone desquiciar las noticias o convertir trivialidades en acontecimientos. Habrá jornadas en que los telediarios deban durar tres horas, y reducirlas a cuarenta minutos supone negar a los sucesos la importancia que merecen. Propongo que “Sálvame” sólo se emita cuando cuente con contenidos de interés que comentar a la audiencia. Sería una maravillosa forma de librarnos para siempre de ese programa.

4/5/12

PERMESSO?


Si preguntaran “¿quién quiere que Carlos Sobera sea millonario?”, no levantaría la mano porque ya tenemos bastante con cargar con los millonarios que andan por ahí sueltos pidiendo y aplaudiendo los recortes. Tampoco levantaría la mano si preguntaran “¿quién quiere que Sobera atrape un millón o que un millón atrape a Sobera?”. Pero si preguntaran “¿quién quiere que triunfe el último concurso presentado por Sobera la noche de los viernes?”, diría “Avanti” y levantaría la mano sin dudarlo un instante.

Cuando en Antena 3 dieron el valiente paso de eliminar de la noche del viernes aquella caca llamada “DEC” y ocuparon su lugar con Sobera al frente del concurso “Atrapa un millón”, los hombres y mujeres de buena voluntad nos alegramos y les deseamos lo mejor. Nos pasamos. Tan bien les salió que convirtieron “Atrapa un millón” en concurso diario y terminaron por dejar desprotegido el peligroso frente del viernes por la noche, con “Sálvame deluxe” y el modelo de televisión que representa haciendo de las suyas.

El viernes pasado le volvió a tocar a Sobera plantarle cara a las huestes del mal. Ahora el programa se llama “Avanti” y tiene el inmenso mérito de ser uno de esos concursos del montón con preguntas y respuestas que no dan vergüenza ajena, de esos que te puedes perder y no pasa nada, pero que si quedas mirando te lo zampas enterito y al día siguiente lo puedes comentar tranquilamente con los amigos sin tener que mentir diciendo que viste un poco sin querer haciendo zapping al tuntún (¿no les sorprendió que dijeran que los lagos de Covadonga son tres cuando solo dos tienen siempre agua?). La semana pasada Telecinco contraatacó el estreno con la presencia de Belén Esteban, que al parecer justo ese día tenía la imperiosa necesidad de contar algo que no había podido decir hasta ahora, la pobre. Ganó “Avanti” por un punto y medio. Hoy, segundo asalto, deberían ser tres. ¡Avanti! 

3/5/12

IÑAKI EN "DE BUENA LEY"

Los rumores se suceden. Ahora resultaría que Iñaki Urdangarín habría retirado su propuesta de aceptar la culpabilidad y devolver el dinero. Tras largas reuniones con sus abogados, -y dada la particular trascendencia de su causa y popularidad entre la población española-, la nueva postura del duque de Palma solicitaría que su caso sea juzgado en el programa de Telecinco “De buena ley”. El conocido court show de las sobremesas alcanzó la semana pasada las 700 emisiones consolidándose definitivamente en la programación bajo la inteligente conducción de Sandra Barneda. A lo largo de estos meses el espacio ha recogido y resuelto conflictos de todos los temas imaginables, -familiares, laborales, vecinales-, entre los que con frecuencia han figurado asuntos de tipo económico. ¿Por qué no demostrar una vez más la profunda conexión entre la Casa Real y el pueblo español permitiendo que sea la letrada Paloma Zorrilla quien dicte la sentencia definitiva en las leves irregularidaditas en las que quizá haya incurrido el marido de la infanta?

Si ni siquiera es seguro este rumor, menos aun lo es la respuesta de Telecinco. Algunos señalan que ya se habría comenzado a guionizar el espacio, y los polemistas habituales estarían preparando sus alegatos habituales a favor o en contra del procesado. Otras fuentes más cercanas a Paolo Vasile aseguran que Mediaset, -como hiciera con el clan Pantoja-, quiere contar con toda la Familia Real en su programación, y se especula con un especial en el que Supernanny enseñaría a Froilán a no usar armas de fuego mediante un sistema de puntos que se van colocando en la nevera, o con la presencia ocasional del propio rey Juan Carlos I en el programa de citas “Mujeres y hombres y viceversa”, -dado su rango, su Alteza ocuparía en dicho espacio el puesto de “tronista”-. Entre tanto mentido y desmentido sólo una cosa parece clara: Antena 3 por si las moscas, para contraprogramar esta nueva jugada de Telecinco, ya estaría preparando un nuevo concurso familiar de media tarde presentado por Carlos Sobera.

2/5/12

MEDITACIONES DE TRONOS

Después del éxito de la película “Gladiador”, se reeditaron con gran éxito las “Meditaciones” que el emperador de Roma y filósofo Marco Aurelio escribió mientras luchaba contra los germanos. Como vivimos en los tiempos que vivimos, las “Meditaciones” de Marco Aurelio se presentan (se venden) como un libro de autoayuda aunque, si bien es cierto que el filósofo escribió ese libro para sí mismo, las palabras de Marco Aurelio tienen que ver más con las confesiones o las consolaciones filosóficas que con la autoayuda o la psicología aplicada. Pero no le demos más vueltas. Gracias al general-gladiador Máximo y a su sed de venganza contra el emperador Cómodo, las “Meditaciones” de Marco Aurelio comparten estantería con los libros de Punset. No está mal.

Aunque el éxito de “Juego de tronos” es anterior a su brillante adaptación televisiva (Canal+ emite los lunes la segunda temporada), es normal que muchos seguidores de la serie compren las novelas de George R.R. Martin para comprobar si el trono televisivo de los siete reinos está a la altura de la canción de hielo y fuego imaginada por el escritor estadounidense, y si las luchas por el poder y todos esos miserables sin escrúpulos que mueven las tramas de la serie han salido del papel o son un recurso televisivo. “Juego de tronos” es una excepcional serie televisiva que no traiciona ni el espíritu ni la letra de las novelas de George R. R. Martin, pero me pregunto si leer las novelas después de ver la serie hace que cometamos con “Juego de tronos” los mismos errores que es fácil cometer al leer las “Meditaciones” de Marco Aurelio después de ver a Richard Harris en “Gladiador”. “Juego de tronos” no es un libro de autoayuda, ni tampoco una consolación filosófica, ni un ejercicio de psicología aplicada, ni unos ejercicios espirituales que nos preparan para la llegada del invierno. Pero, si se trata de competir con Punset en las estanterías de las librerías, admitamos que “Juego de tronos” es todo eso y mucho más. Puede que “Nuestra es la furia”, “Un Lannister siempre paga sus deudas”, “Sangre y fuego” y “Se acerca el invierno”, lemas de las diferentes Casas de “Juego de tronos”, tengan más chicha filosófica y psicológica que “Viaje al optimismo”, “Viaje al poder de la mente” o “El alma está en el cerebro”, obras de Punset que no resistirían ni un asalto a Tyrion Lannister.

1/5/12

DE DIOSES Y HOMBRES

En la tele, pocos maestros poseen la Fuerza. Javier Sardá es uno de ellos. Tras visitar el reverso tenebroso y usar la fuerza para convertir Marte en la destructiva Estrella de la Muerte, ha regresado al anverso luminoso. El primer paso lo dio en Telecinco haciendo “Dutifrí”, un programa de viajes en compañía de amigos que daba tanto gusto verlo como parecía haberles gustado viajarlo. El último lo dio el domingo por la noche en Antena 3 con el estreno de “Usted perdone”.

Se trata de un programa de entrevistas en tono de confianza, compadreo y buen rollo que se abrió con Joan Manuel Serrat y funcionó a las mil maravillas. El viaje en el espacio de “Dutifrí” (Serrat había ido con Sardá a Buenos Aires) continuó con un viaje en el tiempo a la lejana infancia primero, y a los viejos amigos y compañeros de oficio después. Sardá tiene la Fuerza, pero mantener esa conexión que logró con Serrat con otros personajes a los que entrevistará las próximas semanas no parece fácil y el programa corre el riesgo de convertirse en una versión pobre del “¡Qué tiempo tan feliz!” de Teresa Campos.

Cuando entreviste a Elsa Pataky, ¿charlará sobre los achaques de la edad y contarán antiguas anécdotas como viejos amigos? Cuando le toque a Bustamante, ¿le acompañará a la escuela donde estudió hace cuatro días –que estará tal cual– y verán a su maestra –aún en activo– para que aproveche a quejarse de los recortes en educación? Cuando llegue Mario Casas, de 25 añitos, ¿hablarán de los viejos tiempos del año pasado y le sorprenderá con la visita de amigos veteranos que no ve desde que rodó con ellos una peli hace un mes? Aristóteles sabía que entre los dioses y los hombres no puede haber amor o amistad porque la diferencia y separación entre ambos es demasiado grande. Sardá, usted perdone, pero si en “Usted perdone” no rompe el corsé que en una entrevista supone decir “usted perdone”, “Usted perdone” dejará de funcionar.