31/10/16

RUFIANES Y RAJOYS Y VICEVERSA


El último debate de investidura dejó claro que la principal reforma que requiere el Parlamento español es la televisiva. Una intervención como la de Gabriel Rufián, -puritita televisión, un híbrido quimérico entre Aaron Sorkin y Jorge Javier Vázquez-, no puede retransmitirse con un único plano fijo, con una iluminación tan pobre y una realización tan estática. Se equivocan los analistas que entendieron que el parlamentario dirigió su intervención contra el PSOE: el PSOE sólo cumplió la función de ser un recurso escénico, el antagonista fuera de cuadro que da ocasión al actor para que seduzca con su chulería a los espectadores. Rufián no dirigió su intervención contra el PSOE sino hacia las cámaras de televisión.

Así que dotemos al Congreso de la infraestructura de un buen plató de televisión: potentes focos en el techo que resalten la figura del orador y no dejen zonas muertas entre los escaños, raíles en el suelo para que las cámaras hagan travelings mientras hablan, equipo de maquillaje que impida la aparición de brillos en la zona T. Y música de fondo, como la que utiliza sin complejos “Al rojo vivo” para dar un tono épico a las intervenciones de Ana Pastor. El enfado de Madina se habría visto mejor con un plano americano lateral. La sonrisa de Iglesias pedía un primer plano más sombrío. Cuánto hubiera ganado la retransmisión con un plano subjetivo desde los ojos de Antonio Hernando cuando Rajoy se le acercó para darle la mano tras la votación.

Gabriel Rufián -qué grande: un tío de un partido de izquierdas (ERC) que votó que sí en la investidura de un presidente de derechas (Puigdemont), llamando traidor a un partido de izquierdas (PSOE) por abstenerse en la investidura de un presidente de derechas (Rajoy)- inauguró anteayer la granhermanización de la legislatura. Tenemos por delante cuatro años -o tres, o dos, o uno- broncos, atascados, pero, sobre todo, muy televisivos. Ya lo verán. Nos vamos a divertir. Y si desde el parlamentarismo basura se nos va a ofrecer televisión basura, al menos que aprendan de Telecinco y lo hagan de forma impecable desde el punto de vista técnico.

30/10/16

SOMOS GILIPOLLAS

Les contaré un pequeño truco que a mí me suene funcionar de maravilla: cuando quieran insultar a alguien sin que esa persona pueda molestarse, inclúyanse ustedes también en el insulto. A todos nos parece mal cuando alguien nos dice “eres idiota”, pero el enfado no llega a activarse cuando lo que se nos suelta es “somos idiotas”, por más que en los dos casos se nos esté llamando idiota por igual. Hagan la prueba hoy mismo: encuéntrense con la persona a la que llevan décadas queriendo decirle que es gilipollas, esperen a que dicho sujeto comience a actuar de la forma que le hace merecedor de esa valoración y entonces díganle “¿pero cómo podemos ser tan gilipollas?” acompañando la pregunta con un guiño cómplice. ¿Ven? ¿A que no ha pasado nada? ¿A que incluso ese individuo se ha sentido reconfortado por su comentario?

Llevo años practicando esta estrategia, pero sólo recientemente le he puesto nombre: “hacer un Amy Schumer, en honor a la cómica estadounidense que protagoniza una de las series más bestias, más políticamente incorrectas y más corrosivas en su retrato de la guerra de sexos que puede verse en la programación actual. Centrándonos en su acidísimo retrato de las figuras femeninas, “Inside Amy Schumer” contiene una proporción de gags demoledores por minuto cuadrado que supera todas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Si los guiones de “Inside Amy Schumer” los viéramos en una sitcom firmada por Jerry Seinfeld, Louis C.K. o Ricky Gervais podríamos predecir con seguridad que la serie no filmaría su siguiente temporada. ¿Por qué se le permite entonces a Amy Schumer hacer esos chistes durísimos contra las mujeres, especialmente contra las mujeres que no se ajustan al ideal de belleza femenino actual? Pues porque Amy Schumer es una mujer que no se ajusta al ideal de belleza actual, y cada vez que llama gilipollas a sus personajes femeninos lo hace incluyéndose a ella misma en el insulto. “Somos gilipollas, feas y gordas”, y el público ríe encantado porque Amy Schumer es gilipollas, fea y gorda. Y muy muy muy inteligente.

29/10/16

ESCOTADIGRAFÍA

Las series habituales cuentan con especialistas en iluminación entre su personal técnico. “The night of” -la última maravilla de HBO- cuenta con especialistas en oscurecimiento. Normalmente buena parte de los esfuerzos técnicos de los responsables de las series se encamina a iluminar correctamente las escenas, a facilitar que las imágenes se vean lo más clara y expresivamente posible. Steven Zaillian y Richard Price trabajaron conjuntamente para oscurecer correctamente cada capítulo de “The night of” y así conseguir que la expresividad de las imágenes no dependiera de la luz sino de su falta. “Luz” -mediante el genitivo griego, “fotos”- da lugar a la palabra “fotografía”, y los técnicos en fotografía son imprescindibles en el cine y la televisión. He buscado cómo se dice “oscuridad” en griego. Es “skotadi”. Si os fijáis, veréis que en los títulos de crédito de “The night of” no aparecen técnicos en fotografía. Aparecen técnicos en escotadigrafía.

Decía Josep Pla que la vejez es ante todo un proceso de enfriamiento. No es la tesis que defiende la HBO en ninguna de sus series. La horrorosa historia que protagonizan Nasir Khan y John Stone -cualquier actor hubiera vendido su alma al mismísimo Donald Trump por hacerse con este papel, originalmente pensado para James Gandolfini; John Turturro sube directamente al cielo gracias a él- mantiene la hipótesis de que la maduración y el crecimiento es ante todo un proceso de oscurecimiento, de inevitable caída en un pozo de sombras del que nadie vuelve. Toda mejoría es una alucinación fugaz. Incluso el regreso aparente a la luz sólo sirve para apreciar más dramáticamente que la oscuridad se ha metido para siempre dentro de los huesos. Nos felicitamos los admiradores de la primera temporada de “True detective”, ya que “The night of” es por fin su auténtica segunda temporada. No aterra lo que ocurre en la noche de autos, sino su inevitabilidad. No aterra la oscuridad que los técnicos en escotadigrafía consiguen en cada plano, sino la precisa nitidez con la que el alma humana aparece escotadigrafiada en esa absoluta negrura.

28/10/16

LA AUTOLISIS DE TVE


Hoy es el cumpleaños de TVE. Hace 60 años que comenzó sus emisiones regulares con discursos oficiales y bailes regionales de la Sección Femenina. Eran formas de vida habituales en aquella antigua era televisiva del “Corosydanzazoico”, cuando los terribles formatos televisivos en blanco y negro dominaban la Tierra. La tele y el Régimen que la parió eran un ejercicio de añoranza hacia un pasado glorioso que nunca había existido. Pero aquel mundo arcaico estaba condenado a evolucionar porque ese lastre ideológico no podía recurrir al archivo de TVE para extraer imágenes con los que alimentar la nostalgia: el archivo estaba vacío. Había que llenarlo.

Ahora, por su cumple, TVE tiene el mejor y más grande archivo de imágenes e historias compartidas de los últimos 60 años de nuestras vidas. Hace ya muchos años que lo tiene. Por eso los programas que tiran de archivo son un género clásico de nostalgia televisiva tan habitual que TVE podría permitirse la pirueta de hacer nostálgicos programas de televisión hoy sobre los programas nostálgicos de televisión de ayer. Pepe Colubi dice que la protección, uso y disfrute del archivo de TVE es tan importante que debería estar recogido en la Constitución, y aquí no somos nadie para llevarle la contraria a un genio sobre todo cuando tiene razón.

“Ochéntame otra vez”, “Cachitos de hierro y cromo”, “Viaje al centro de la tele”, “Música ligerísima” o “Cómo nos reímos” están muy bien. Incluso “OT. El reencuentro” tiene la gran utilidad de permitir que un “Telediario” dedique más tiempo al abrazo entre Bisbal y Chenoa que a las últimas novedades del caso Gürtel y de las “Tarjetas Black” juntos. Pero TVE tiene otra responsabilidad con su archivo que no cumple: generar contenidos que en el futuro podamos recordar con añoranza y no con vergüenza. En lugar de esto, se seca y se muere. Nadie la mata, se muere ella sola de fuera hacia dentro. Las enzimas melancólicas disuelven su programación y TVE se muere por autolisis. Con solo 60 añitos y toda una vida por detrás, pero también toda una vida por delante.

27/10/16

AY, HORACIO, NO ME ODAS


Necesitamos que le eche huevos un editor de Wikipedia y complete la entrada dedicada a Horacio. Tiene que ser un editor valiente porque debe añadir el apartado “Influencia” del poeta latino a su más actual seguidor: Pocholo. Es lo que hay. Tras Petrarca, Garcilaso, Fray Luis de León o John Keats, hay que añadir un nuevo autor recientemente descubierto mientras participaba en “First dates”, ese programa de citas a ciegas de Cuatro presentado por Carlos Sobera en el que se comprueba que a Cuatro le sienta fatal el ‘telecincamiento’ por inmersión que padece, y que un mono loco dirige la carrera profesional de Sobera.

Pocholo es un noble (en el peor sentido de la palabra) personaje de la estirpe del Papa Luna con un desconcertante currículum televisivo. ¿Ana Obregón participó en un capítulo de “El equipo A”?, pues él lo hizo en dos de “Miami Vice”. Pero sobre todo se le recuerda por haber sido alma, corazón y vida en el “Hotel Glam” de Telecinco. Como todo puede empeorar, ahora volvió a la tele a ligar con una señora a la que dobla en edad en el restaurante de atrezo en el que se graba “First dates”. Cuando se levantó para ir al baño aprovechó la ocasión para hacerle a un tipo que estaba de extra en la mesa de al lado un Pocholo-resumen de uno de los tópicos que Horacio toca en sus “Odas”. La fugacidad del tiempo, la necesidad de aprovechar el momento, la brevedad de la vida, la evanescencia de la juventud, en fin, la urgencia del “Carpe diem” horaciano fue reformulada por Pocholo camino del mingitorio con esta contundencia: “¡Espabilaaa, espabila o se nos va la vida, se nos va la vida!”.

Horacio está bien: “Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso. Vive el día de hoy. Captúralo. No confíes en el incierto mañana”. Pero el “¡Espabilaaa, espabila o se nos va la vida, se nos va la vida!” de Pocholo es más actual. Hagámosle caso a este defensor del ‘tempus fugit’ y cuando cojamos el mando a distancia a la hora en que Cuatro emite “First dates” pensemos dos veces si realmente vale la pena tirar en ese vertedero nuestras horas, nuestro tiempo, nuestra vida.

26/10/16

PEOR, IMPOSIBLE


La serie documental “La evolución del mal” (La 2) es inquietante no sólo porque la lista de “malos oficiales” (Stalin, Papa Doc Duvalier, Hideki Tojo, Bin Laden, Muamar el Gadafi) deja fuera a tipos horribles cuya única virtud es haber conseguido quedarse fuera de esa lista (en esa no-lista estarían algún que otro papa, bastantes banqueros y muchos ejecutivos de farmacéuticas), sino porque el mismo título de la serie, que une las palabras “evolución” y “mal”, deja poco espacio a la esperanza. El mal, como los teléfonos móviles, el juego del Barça o el rostro de Mickey Rourke, evoluciona, se adapta, cambia, se transforma. Es fácil dedicar un capítulo de “La evolución del mal” a Hitler o a Kim Jong-il, como sería facilísimo llenar una segunda temporada de “La evolución del mal” con los nombres de Pol Pot, Pinochet o Mladic, pero haría falta mucha valentía para echar un vistazo al lado oculto de la historia y sacar a la luz nombres y apellidos que mostrarían hasta qué punto evoluciona el mal.

El único consuelo que se me ocurre ante la enorme capacidad del ser humano para hacer el mal no es pensar que también hay gente buena como Mary Beard, Iniesta o la pescadera de mi barrio que siempre me aconseja bien y con una sonrisa, sino entender que el filósofo Arthur Schopenhauer tenía razón cuando decía que no es posible un mundo peor porque un mundo un poquito peor que el nuestro (un mundo con más tiparracos como Trump, más guerras como la de Siria o más chorradas como el nacionalismo) ya no podría existir. Nuestro mundo, como las pausas publicitarias en una película emitida en Telecinco, está dispuesto con el grado exacto de mal o de anuncios que puede soportar. Vivimos, pues, en el peor de los mundos posibles, y eso es una buena noticia porque en un mundo peor ni siquiera podríamos vivir. Aceptado esto, y asumido que el mal es el precio de la libertad y que sin libertad viviríamos en un Edén, es decir, en un paraíso para animales, ha llegado el momento de dejar de ver documentales sobre Hitler y sobre el nazismo y dejar de usar la palabra “fascista” para todo y para casi todos. Un mundo en el que todos los que son acusados de fascistas (desde Felipe González a Pablo Iglesias pasando por Rajoy) fueran fascistas, sería un mundo peor y, por tanto, no existiría. Vivimos en el peor de los mundos posibles, no en el peor de los mundos imaginables. Es una buena noticia.

25/10/16

¡¡¡GOL EN FERRAZ!!!


A Antonio García Ferreras solo le faltó hacer la ronda pidiendo minuto y resultado. La mañana del domingo fue tan larga como largas eran aquellas tardes de domingo en que forofos e hinchas seguían por la radio todos los partidos de la jornada de la Liga (en los tiempos en que la Liga no era una mancha de aceite asfixiante que se desparramaba por todos los días de la semana como ahora, claro). El especial de “Al rojo vivo” que Ferreras dedicó a retransmitir y analizar en directo la reunión del Comité Federal del PSOE parecía un programa de televisión, pero no lo era. O sí lo era, pero a condición de que la tele fuera un gran transistor al que pegar la oreja para no perder detalle. Cada medio minuto, los comentaristas presentes en el plató eran interrumpidos por una de esas musiquitas con las que el móvil te avisa de que entra un mensaje. Era como oír aquellos pitidos que avisaban de un gol.

- Está claro que de lo que pase hoy depende qué será en los próximos años el Partido Socia…
- Pi-pi-pííí-pi-pi-píí-píííí.
- ¡¡¡Gol en Ferraz!!!
- ¡Sí, compañeros, minuto y resultado!
- Apenas ha comenzado a rodar el balón, y, gracias a una jugada ensayada y perfectamente ejecutada por el equipo atacante, José Blanco ya ha inaugurado el marcador presidiendo la Mesa del Comité Federal del PSOE sin que la defensa pudiera hacer nada para evitarlo. Partido Español, unooo; Socialista Obrerooo… ¡cero!
- Sabíamos que esto podía ocurrir, pero parece que la superioridad va a ser mayor de lo esperado. Esto puede acabar en goleada, amigos.

En el estudio de laSexta los comentaristas se afanaban en analizar las jugadas, pero la acción estaba fuera, en la calle, en la sede del PSOE, en los medios digitales que publicaban fotos escamoteadas desde un móvil, y sobre todo en las redes sociales, que en tiempo real iban informando de quién tenía la posesión de balón, quién atacaba y quién defendía, qué regates se hacían, quién metía gol.

- Pi-pi-pííí-pi-pi-píí-píííí.
- ¡¡¡Gol en Ferraz!!!
- Qué emocionante, compañeros. ¡Minuto y resultado!

24/10/16

'PROPAINFORMATIVO" BORBÓN


¿Recuerdan “Audiencia abierta”? Aunque apenas lo ve nadie, La 1 insiste en emitir cada sábado, poco después del mediodía, este programa destinado a ensalzar a nuestro maravilloso rey Borbón, a nuestra maravillosísima familia real Borbón, a nuestra  maravillosérrima monarquía Borbón. Se supone que “Audiencia abierta” es un informativo, pero igual que se acuñó la palabra ‘publirreportaje’ para dar cuenta de la existencia de reportajes cuya única razón de ser es hacer publicidad de algún producto, habría que acuñar la palabra ‘propainformativo’ para dar cuenta de la existencia de informativos cuya única razón de ser es hacer propaganda de alguna ideología.

Pues la vida te da sorpresas. La emisión del pasado sábado, dedicada a dar cuenta de la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, fue, como siempre, un ‘propainformativo’ de manual, pero se permitió el lujo de abandonar la ortodoxia durante medio minuto para dar cuenta de las manifestaciones, pancartas, protestas y reivindicaciones sociales que desde hace años se producen en la calle alrededor de los actos institucionales. La sorpresa es aun mayor cuando la consulta del archivo de anteriores emisiones en la web de TVE permite comprobar que hace ya varios años que “Audiencia abierta” concede medio minuto de atención a estas movilizaciones.

En la primera edición del “Telediario” del viernes (previa a la ceremonia de la entrega de premios), dijeron que los reyes habían recibido a los estudiantes con mejor expediente de la Universidad de Oviedo, “un encuentro que permite mantener un contacto directo con la sociedad asturiana”. No solo ocultaron que hay estudiantes que rechazaron públicamente asistir a este encuentro, sino que se permitieron añadir esta otra mentirijilla: “La ciudad entera sintoniza con la ceremonia”. Ya que, de seguir así, el “Telediario” pronto tendrá tan pocos telespectadores como tiene ahora “Audiencia abierta”, al menos podía aprender de los cortesanos oficiales cómo se hace un ‘propainformativo’ guay para que todo el mundo quede contento aunque no lo vea nadie.

23/10/16

EUFEMISMOS DE MIERDA


Pues mira, mucho quejarnos de Telecinco, pero deberíamos aprender de “Sálvame”. Por ejemplo a quejarnos de “Sálvame” y de Telecinco.

Como el programa tiene problemas con el horario de protección infantil (que se concretan en tirones de orejas que les dan igual y en multas que ya les fastidian más), recurren a argucias que sirven de parapeto. Como recurrir a los eufemismos para no ser multados mientras siguen hablando de la misma mierd… quiero decir, del mismo producto de variada textura y consistencia resultante de la expulsión por vía trasera de los restos de la digestión de los alimentos ingeridos una vez que han completado el tránsito intestinal. O sea, lo que viene siendo la misma eme.

El pasado viernes hablaban de la borrachera de uno de sus personajes habituales, un concursante de “Quién quiere casarse con mi hijo”, de “Supervivientes” o de cualquiera de esos programas de variada textura y consistencia resultante de la expulsión por vía trasera… A ver, que me pierdo. El caso es que hablar de alcohol les puede salir muy caro, así que la presentadora (ese día la mercenaria, Carlota Corredera) repetía sin parar que se trataba de beber “agua con misterio”, de botellas “de agua con misterio”, de estar bebido “de agua con misterio”. Lo que no decía es la graduación del agua, la hija… la picaruela.

Ya veis. Se habla con demasiada ligereza de este modelo de televisión de residuos sólidos urbanos hecho por personas con una catadura moral alternativa a la deseable y unos criterios profesionales con una diferente manera de evaluar su función social cuya conducta es explicada en muchos casos como consecuencia de que son unos patriotas de narices que lo hacen todo por la napia. Pero esto es inexacto. Lo cierto es que hay ocasiones, los días buenos, en que Telecinco nos enseña a hablar de una forma muy divertida y no se limita a producir unas irrefrenables ganas de arrojar violentamente por la boca lo contenido en el estómago llenándolo todo de una papilla pastosa, pegajosa y hedionda que queda preciosa junto a sus programas de eme.

22/10/16

FUNCIÓN DE ONDAS


Venga, Vicente Vallés, anímate. Seguro que acaban de darte el premio Ondas 2016 al mejor presentador de buen rollo y sin ganas de fastidiar. Hombre, si te dejas llevar por la primera impresión es cierto que parece pitorreo que te lo den justo al año siguiente de dárselo a Íker Jiménez. Ambos estáis en las antípodas de lo que es un presentador: el que informa frente al que desinforma, el que trata de arrojar luz sobre los asuntos que aborda y el que arroja confusión y ruido, el que pone su trabajo al servicio de los espectadores y el que los usa en su propio beneficio. Da igual, no te dejes llevar por esa primera impresión. Sigue haciendo tu trabajo en los informativos de Antena 3 y vete a recoger el galardón con la cabeza bien alta, que tú no tienes nada que ver con “Cuarto milenio”. Piensa que aunque el año pasado premiaron al milenarista tripulante de la nave del gatuperio, antes laurearon a gente honrada y tan diferente como Arturo Valls, Wyoming, Pedro Piqueras, Jordi Hurtado o Jordi Évole. Y hasta aquí puedo leer, porque si vamos más atrás llegamos a 2009 y ese año el Ondas fue, ay, para Jorge Javier Vázquez.

No pongas esa cara, Vallés, que ya lo sabías. Nadie olvida aquello. Fue entonces cuando empezaron los problemas de este premio. Ni siquiera Carles Francino, presentador de la gala, quiso entregar el galardón a Jorgeja (lo que este le agradeció después llamándole cobarde y pueril). Incluso la organización eliminó al año siguiente la deteriorada categoría de premio al mejor presentador fundiéndola con el de mejor presentadora que se llevó Susanna Griso. Pero da igual, Vallés, hay que darle un voto de confianza al Ondas con la esperanza de que pongan más cuidado con el palmarés de galardonados. Recoge el premio, disfrútalo y si en la ceremonia ves al genial Juan Carlos Ortega, flamante premio Ondas nacional a la trayectoria en Radio, recuérdale por favor que somos muchos los que además de seguirle en ese medio, notamos su ausencia en la tele y le echamos de menos, por ejemplo, en “La mitad invisible” de La 2.

21/10/16

LA ANGUSTIA GASEOSA

Tranquilos, tranquilos, ya pasó, ya pasó… Hala, tranquiiiilos… ¿Veis? Nos angustiamos mucho el domingo viendo el “Salvados” de Jordi Évole sobre la situación de los refugiados que intentan cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa. Se nos encogió a todos el alma. Que si el niño que compartía el chicle. Que si el mayor rescate que se ha producido jamás en esas aguas. Que si la mirada del chico que creía estar ya muy cerca de Grecia y no se había alejado más que unos pocos kilómetros de las costas de Libia. Pero ya os decía yo que no os preocupaseis. Que todo lo que fabrica la televisión es esencialmente pasajero. Como los sueños, que parece que nunca se nos irán de la cabeza cuando despertamos en medio de ellos, aunque pocos minutos después ya no los recordamos. No somos las personas las que estamos hechos de la misma materia que los sueños. Es la televisión. Todo se pasa. Tranquilos, ¿veis?, ya pasó. Estamos a viernes y ya nadie se acuerda del “Salvados” del Astral.

Eso no quiere decir que estemos libres de angustias. Cada angustia llega, crece, jura que se quedará para siempre, y según termina de jurarlo desaparece y da paso a la siguiente. Estuvimos unos días preocupados por el drama de los refugiados africanos. Vale. Dos, tres días con ese tema. Se va. Llega el cáncer de mama. Muy bien. Adelante. Mucho testimonio emocionante, mucho lazo rosa, mucho compromiso y compasión con el sufrimiento de las enfermas. Dos, tres días con ese tema. Hay que llenar horas de programación en los magacines. “Magacín” tiene la misma raíz etimológica que “almacén”. Hay que llenarlos. La angustia, como los gases, ocupa todo el espacio en donde se encuentra. No hay relleno mejor. Hay que seguir manteniendo ese pacto implícito: nosotros les damos de comer y ellos nos hacen sentirnos muy bien por sentirnos muy mal. Después se va el cáncer y vendrá la pobreza, el maltrato, hay tantos sufrimientos para escoger en este mundo creado por dioses maníacos y psicópatas… Dos, tres días con cada tema. Tranquilos, tranquilos, ¿veis? Ya pasó lo del cáncer también.

20/10/16

LA DIVERSIÓN DEL TRABAJADOR PÚBLICO

Trabajadores públicos, funcionarios, gente de empresas privadas subcontratadas por organismos públicos, aprended a sortear las críticas a vuestro trabajo como lo hace Javier Cárdenas. El presentador y director que perpetra cada día en nuestra televisión pública ese pastiche titulado “Hora punta” realiza también un programa diario de radio en donde recientemente cargó contra los críticos de su labor televisiva. Tras centrar casi todo su monólogo en el caso de dos comentaristas que le pusieron verde tras haberle pedido trabajar en su programa (¿?), Cárdenas resolvió finalmente el resto de las críticas con una sentencia incontestable: “A mí, plin, trabajo con la gente que quiero y hago un programa que me divierte un montón; que sigan creándose su bilis y su mundo de mierda desde la amargura”.

Aprendeos esta frase, trabajadores públicos. ¿Eres un médico de la Seguridad Social que recibe una queja por los inadecuados diagnósticos que realiza de sus pacientes? Basta con que digas “a mí, plin, trabajo con la gente que quiero y paso una consulta que me divierte un montón”. ¿Trabajas en la concesión del comedor de algún colegio público y te han llegado reclamaciones por la falta de calidad de las comidas que se sirven diariamente a los escolares en ese centro? Ponte muy serio y di “a mí, plin, trabajo con la gente que quiero y cocino unos platos que me divierten un montón”. ¿Eres un guardia de tráfico al que le discuten su estilo de imponer sanciones y quitar puntos en el carné de conducir de los conductores? “A mí, plin, trabajo con la gente que quiero y pongo unas multas que me divierten un montón; que sigan creándose su bilis y su mundo de mierda desde la amargura”.

Ésa es la clave. ¿Quién le puede discutir su práctica a un médico, a un cocinero o a un guardia de tráfico públicos si trabajan con la gente que quieren? ¿Qué más da que los espectadores nos quedemos dormidos ante el televisor si Javier Cárdenas, ese trabajador público, se divierte un montón haciendo su propio programa?

19/10/16

THE WALKING TRIUNFITOS


El éxito de “The walking dead” ha propiciado la aparición de una serie de spin-offs que pretenden aprovechar a su favor el tirón de la serie original. La propia cadena AMC produce desde hace un par de años “Fear the walking dead”, una precuela que narra los inicios del holocausto zombie que aterra a la humanidad. TVE no se ha querido quedar atrás y este domingo nos ofreció el primer capítulo de su propia serie sobre muertos vivientes: se llama “OT: El reencuentro”. La he visto y juro que da mucho más miedo que la original.

Año 2016. Han pasado quince años desde que una extraña mutación dio lugar a una serie de cantantes que acabaron para siempre con la canción melódica en el planeta. Aunque la epidemia duró varias temporadas televisivas, hace ya un tiempo que se dio por terminada, y la sociedad poco a poco ha ido volviendo a la normalidad. Sin embargo, cuando ya todos los daban por definitivamente desaparecidos, reaparecen súbitamente Manu Tenorio y Nuria Fergó, Chenoa y Gisela, Aléx Casademunt y Verónica, convertidos en muertos cantantes vivientes. Parece que siguen vivos, pero son zombies. Comienzan a hablar de amor, de energía, de lo importante que es la música para ellos con una cursilería mucho más aterradora que las pieles purulentas y las horribles mutilaciones de los auténticos walking deads. Por ahora están confinados en una casa, aunque probablemente a lo largo de la serie salgan al exterior y sigan sembrando de esa manera el horror entre la población. Llegan todos los demás: Bisbal, Bustamante, Rosa

Hay que evitar como sea que te lloren encima. O que te hablen de lo felices que fueron, de lo unidos que estaban y de cómo el programa les cambió la vida para siempre. Sobre todo, hay que evitar que te canten “Europe’s living a celebration” si no quieres convertirte en uno de ellos. La ciudadanía debe empezar a defenderse, a construir vallas y zonas de seguridad, a huir a tierras lejanas. Antes, cuando estaban vivos, era más fácil defenderse. Ahora, estando muertos, la única forma de acabar con ellos es cortarles la cabeza con un vinilo de algún premio Nobel de Literatura.

18/10/16

LOUIS C.K., NOBEL DE LITERATURA

El merecidísimo premio Nobel concedido a Bob Dylan tiene entre sus muchos efectos beneficiosos el reconocimiento de que la palabra se trabaja ética y estéticamente en ámbitos diferentes de los clásicamente considerados como “literatura”. Es cierto que la mayor parte de estas áreas periféricas solamente se han consolidado en los últimos cien años apoyadas en la explosión de los medios de comunicación durante el siglo XX -no así el teatro, arte oral y escénico por excelencia, palabras mezcladas con luces, decorados, expresión corporal, música, a pesar de lo cual nadie le niega su condición literaria a fuer de arte mestizo y multidisciplinar-. Creo que ya empiezan a intuir por dónde voy. El merecidísimo premio Nobel concedido a Bob Dylan tiene entre sus muchos efectos beneficiosos abrir la puerta a que algún año el galardón se conceda a autores que hayan elaborado su arte con palabras desde… chan, chan… ¡la televisión!

Con plenitud de derechos. Sin el menor complejo. Ésta es mi terna de nóbeles televisivos que ofrezco a la Academia Sueca para futuras ediciones. (1) Aaron Sorkin: guionista de series entre las que se destacarían “El ala oeste de la Casa Blanca” y “The newsroom”; dadle veinte años más y veremos si no termina construyendo un currículo comparable al de Harold Pinter. (2) John Cleese -o, si se quiere, por extensión, Monty Python-: cuando ya nadie se acuerde de Dario Fo, a todo el mundo se le seguirá reventando la cabeza con “Monty Python’s Flying Circus”; ¿es literatura? Sí, si lo es “Esperando a Godot” del premio Nobel Samuel Beckett. (3) Mi favorito: Louis C.K.: el único problema de darle el Nobel al autor de “Louie” y “Horace & Pete” es que la Academia no podría emitir el habitual comunicado explicando los motivos de la concesión, ya que no hay forma de describir esa afiladísima aunque borrosa puntería con la que escribe el único discípulo de Woody Allen que superará al maestro. Uno de estos tres escritores debería recibir el Nobel durante los próximos años. No sabemos cuál será. Sólo sabemos que -conociéndoles- con seguridad nombrará a Dylan en su discurso de agradecimiento. Y con razón.

17/10/16

LOS OJOS DE AMELIA



Del mismo modo que, si nos empeñamos, podemos atribuir poderes milagrosos a un cuadro en el que un rostro mira al espectador donde quiera que se sitúe, como si tuviera vida, también podemos encontrar plagios en una serie de televisión porque algunos aspectos de la trama o de los personajes parecen mirar a otras series anteriores. Pero la explicación de por qué una figura pintada en un cuadro parece que siempre nos mira estemos donde estemos no tiene nada que ver con los milagros, sino con algo tan sencillo como que, al ser una figura plana, es percibida con la misma perspectiva desde todos los ángulos. Así, puede que la explicación de por qué una serie parece que utiliza ideas de otras series anteriores no tenga nada que ver con el plagio, sino con algo tan sencillo como que, al ser ficción, es percibida por un espectador que ya ha visto infinidad de veces las finitas tramas argumentales que se repiten en series y películas. Jordi Balló y Xavier Pérez sostienen en su ensayo “La semilla inmortal” que en el cine hay veintiún argumentos que se repiten constantemente. Entonces, ¿”Timeless” es un plagio de “El ministerio del tiempo”? No necesariamente, puesto que es posible que la idea de la serie estadounidense, tan parecida a la serie española, y el personaje de Lucy, tan parecido al de Amelia Folch, sólo sean el resultado de mirar una figura plana pintada en un cuadro.

La principal razón por la que “Timeless” no es un plagio de “El ministerio del tiempo” es porque estoy seguro de que una legión (puede que dos) de abogados se habrá encargado de que sea imposible demostrar que los viajes en el tiempo de “Timeless” son un plagio de los viajes en el tiempo de “El ministerio del tiempo”, de la misma manera que cuando en un capítulo de “Los Simpson” Homer Simpson pregunta a Shary Bobbins si es Mary Poppins, la niñera responde que no, que es tan original como el pato Ronald y Ricky Mouse. Más allá de las descaradas similitudes entre “Timeless” y “El ministerio del tiempo” y de lo difícil que es a veces dar una vuelta de tuerca a los veintiún argumentos universales, la versión estadounidense de los viajes al pasado para salvar el presente tiene más presupuesto, más ruido y se puede permitir el lujo de hacer que el dirigible “Hindenburg” explote ante nuestras narices. Pero eso no es nada si lo comparamos con los ojos de Amelia Folch que, sí, siempre nos miran.

16/10/16

JESÚS VÁZQUEZ TE APOYA


Una de las peores cosas que puede pasarle a alguien es que todas las personas que le importan a su alrededor le apoyen en todo lo que piense, haga o se proponga. Sea lo que sea. Una de las mejores cosas que puede pasarle a los “talent shows”, esos programas de televisión que hacen espectáculo de las ilusiones de desconocidos que están convencidos de tener un talento especial que debería ser reconocido públicamente, es que haya por ahí sueltos miles de desconocidos que tengan la mala suerte de que su entorno les apoye en todo lo que piensen, hagan y se propongan. Sea lo que sea. De aquí obtienen los “talent shows” sus concursantes: los pescan en caladeros repletos de gente convencida de que tiene un talento especial que debería ser reconocido públicamente cuyo entorno les apoya diciendo que tienen un talento especial que debería ser reconocido públicamente. Y les dicen que escriban a la tele, que ellos les apoyan; que vayan a la tele, que ellos les apoyan; que los acompañan a la tele, que para eso les apoyan.

Jeffrey Pop estuvo esta semana en Telecinco con Jesús Vázquez concursando en “La Voz 4”. Hace pocos meses también estuvo en la misma cadena y con el mismo presentador, pero concursando en “Got talent”. En Telecinco están desconcertados porque Jeffrey Pop va a la tele solo. ¡Solo! No es fácil trabajar con un concursante así, porque cuando sale no se pueden poner imágenes de cómo le apoya su familia o sus amigos, no se puede añadir tensión con primeros planos de sus caras conteniendo el aliento, ni se puede montar con él una lacrimógena historia de superación familiar. Con Jeffrey Pop la cosa quedaba tan sosa que tuvo que salir Jesús Vázquez a salvar los muebles diciendo que, ante tan cruel falta de apoyo, allí estaba el equipo de “La Voz” para apoyarle. Mal precedente. El negocio peligra si la cosa va a más. Sería mejor dar otra vuelta de tuerca a esta sociedad infantil para que la familia de la familia y los amigos de los amigos apoyaran el apoyo de los amigos y la familia. Así también el apoyo tendría su apoyo y en la tele quedaría precioso.

15/10/16

EL PAÍS, CON LA CONSTITUCIÓN


¿Vieron la banderita que TVE puso en una esquina de la pantalla durante todo el día de la Fiesta Nacional? ¿No fue indignante? ¿No les llenó el corazón de santa ira tal falta de respeto a los símbolos del Estado y a las instituciones que representa? Cierto es que la banderita era roja, la banderita era gualda; llevaba sangre, llevaba oro, en el fondo de su alma, ¡pero no os dejéis engañar, que es España, coño!

Los que estamos con la Constitución sabemos que esta en su artículo 4.1 dice (¡todos en pie!): “La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas”. ¡Y TVE colocó una franja amarilla que no tenía ni de lejos doble anchura que cada una de las rojas! Esto es algo que no se debe hacer porque unos pocos no pueden decidir por todos los españoles porque por mucho que les pese a esos pocos, la decisión de si la bandera cambia o no cambia no es solo de ellos sino de todos. Algo en lo que María Dolores Cospedal y todos los partidos constitucionalistas estarán de acuerdo.

La vergüenza fue doble durante la retransmisión del desfile. Un grupo de radicales de la patrulla Águila ofendió al rey, autoridades presentes y telespectadores contaminando el cielo de Madrid con dos líneas rojas, tres (¡tres!) amarillas y dos rojas. Si es que no saben contar 2, 4 y 2 (o 1, 2 y 1), que los despidan. Si es que no respetan nuestros símbolos, al calabozo. Menos mal que Podemos y cinco presidentes autonómicos no asistieron a este aquelarre anticonstitucional. Y menos mal que justo ochenta años después de aquel 12 de octubre de 1936 en que Millán-Astray gritó “¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia!” en la Universidad de Salamanca, desfila la cabra de la Xª Bandera de la Legión Millán-Astray ante Felipe VI y en su lomo enseña una enseña hecha como la Ordenanza de Carlos III enseña: “dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la alta y la baja sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de en medio, amarilla”.

14/10/16

USAIN SIMPSON


El estudio de los récords deportivos del último siglo permite estimar con precisión cuáles son los límites infranqueables del rendimiento físico en la especie humana. Las velocidades a las que se corren las pruebas atléticas, por ejemplo, van aumentando en porcentajes cada vez más pequeños, describiendo una curva asintótica cuyo valor final podemos adelantar. Así, el Instituto del Deporte francés ha estimado que el récord máximo en los cien metros lisos se alcanzará en 2060 y estará establecido en 9,48, una décima de segundo menos que la marca actual de Usain Bolt. A partir de ahí será imposible cambiar el segundo decimal de la marca y el atletismo entrará en una grave crisis, ya que los corredores de los siglos venideros sólo podrán dedicar toda su vida a arañar milésimas a esa cifra. Es un límite del rendimiento físico humano, tan inamovible como la velocidad de la luz o el cero kelvin de temperatura.

¿Y el rendimiento psíquico? Más concretamente, ¿y el rendimiento televisivo? La FOX programará el mes que viene los 600 capítulos de “Los Simpsons” seguidos, a lo largo de unos doce días y pico ininterrumpidos. ¿Cuántos episodios sin pausa puede contemplar un ser humano antes de que se le reviente la cabeza, o sufra una crisis psicótico-convulsiva, o atraviese el cristal de una ventana cerrada sin importarle el piso en el que se encuentra? En anteriores maratones, algunos Usain Bolt del universo springfieldiano demostraron poder ver incluso 550 capítulos sin que sus constantes vitales fueran incompatibles con la vida. Pero en algún momento tendrá que llegar el límite. ¿600, 1000, 2000? En 2060 un atleta que aún no ha nacido establecerá un récord mundial eterno al correr cien metros en 9,48 segundos. Ese año la FOX estará emitiendo el capítulo 2800 de “Los Simpsons” y aprovechará para hacer un nuevo maratón, que esta vez durará dos meses, y que quizá también marque los límites de la resistencia humana a Homer y su familia nuclear. Usain Bolt y los frikis californianos que se van a meter los 600 capítulos seguidos el mes que viene despertarán entonces una ternura y una condescendencia infinitas.

13/10/16

CÁRDENAS, AGENTE TRIPLE


Venga, Motos, confiesa… ¿cuánto le estás pagando a Javier Cárdenas para que su nuevo programa en La 1 no le haga daño a “El hormiguero”? Wyoming, sí, tú, Wyoming, mucho hablar de la corrupción de los demás, pero ¿esperas que nos creamos que Cárdenas no recibe sobres vuestros en pago al horror televisivo que es “Hora punta”? Sobera, la franja de las diez de la noche ya está bastante concurrida; supongo que no os hizo gracia saber que otro programa de variedades iba a pelear por la audiencia… ¿seguro que entre tanta “primera cita” no se coló una cita secreta entre vuestro equipo y el de “Hora punta”? Sabemos que en la televisión pública los salarios son mucho más bajos que en las grandes cadenas generalistas privadas, y que la tentación de ganarse un sobresueldo siendo un agente triple de TVE, Atresmedia y Mediaset puede haber sido completamente irresistible para alguien como Javier Cárdenas. ¿Tengo alguna prueba de semejante acusación? Ni la menor. Pero Sherlock Holmes dejó dicho que una vez que se elimina lo imposible, el resto, por improbable que parezca, ha de ser necesariamente cierto. Y “Hora punta” es un programa imposiblemente malo. No hay otra explicación.

Anticuado, aburrido, dedicado a la autopromoción de la cadena, temblequeante, caótico, carente de gracia, ritmo e interés, incomprensible en su concepto y en la dicción de su presentador, soso, flojísimo de guion, propio de épocas en donde el espectador medio no tenía internet, rancio en su realización. Un programa tan malo no se hace sin querer. Un programa tan malo no se hace por mera incompetencia. Un programa tan malo no se hace sin esfuerzo. Un programa tan malo requiere planificación, propósito, un equipo persiguiendo conjuntamente un objetivo muy claro… y una dirección de una cadena también sospechosa de ser agente doble, triple o cuádruple y tener tanto o más interés que la competencia privada en dejar morir de apatía y de falta de calidad a la televisión que pagamos entre todos los españoles. “The Cardenas connection” ha llegado a TVE. Alguien debería poner a Paesa a trabajar en este asunto.

12/10/16

HITCHCOCK CONTRA LOS RAYOS DE AMOR


Hay simplificaciones geniales, como las preciosas figuras rupestres de unos arqueros en Morella la Vella (Castellón); y hay simplificaciones groseras, como los grimosos consejos que el psicólogo Rafael Santandréu lanza al mundo desde su púlpito en “A punto con La 2”. En una de sus intervenciones televisivas, Santandréu defiende que no hay nada imperdonable porque todo es perdonable, y aliña esta extravagante sentencia con el pesadísimo mantra neocínico que intenta convencernos de que la felicidad, esa cosa, es algo que todos tenemos al alcance de la mano porque en realidad necesitamos muy poco para ser felices. Ya. A Diógenes de Sínope, el tipo que se permitió poner en su sitio a Alejandro Magno y que sólo tenía un manto, un báculo, un zurrón y un cuenco (que tiró cuando vio a un niño beber agua que recogía en sus manos), le permitimos que nos hable así, pero con un psicólogo que escribe (y vende) libros sobre la felicidad, da conferencias y sale en la tele hay que ser un poquito más duros. De acuerdo, se puede ser comunista y amar la buena vida, pero es más difícil defender que se puede ser feliz con casi nada cuando los que no tienen casi nada no pueden renunciar a su aparato digestivo y prefieren una vida que sea algo más que simple supervivencia.

Para Santandréu no hay nada imperdonable y, sin embargo, el autor de “Las gafas de la felicidad” se ha sacado de su chistera unos pasos para el perdón que incluyen “lanzar rayos de amor”. Así, en palabras del mismísimo Santandréu, podríamos perdonar incluso a Hitler si pudiéramos lanzar al líder nazi esos “rayos de amor”. Contradicciones y simplezas disfrazadas de profundidad psicológica apta para todos los públicos. Qué diferencia entre soportar la cháchara de Santandréu sobre los “rayos de amor” y escuchar al gran Alfred Hitchcock hablar sobre la maldad, el orden, el suspense y el cine, es decir, la vida y sus alrededores en el documental “Alfred Hitchcock. La ficción sin límites” (M.Xtra). ¿No hay por ahí un Hitchcock de la psicología que pueda sustituir a Santandréu en “A punto con La 2”? ¿No hay un artista rupestre que pueda pintar la vida para nosotros con la misma gracia, sencillez y precisión que los hombres que pintaron los arqueros rojos de Castellón? Diógenes caminaba por las calles con una lámpara encendida buscando hombres, y ahora caminamos por las calles televisivas con un mando a distancia buscando Hitchcocks o artistas rupestres que no nos hablen de “rayos de amor” ni nos enseñen a perdonar a Hitler.

11/10/16

AY DEL PAQUIRRITÍN, PAQUIRRIQUITÍN


Estás jodido, Paquirrín. Quieres ser superior a ellos, pero no lo eres. Intentas rebasar su nivel de degradación moral viviendo del cuento igual que viven del cuento los otros, pero no puedes. Por no ser, ni siquiera eres igual a ellos. Podrás seguir siendo un vividor trampeando aquí y allá, pero no pretendas ser además aceptado por los vividores que se han hecho a sí mismos ganándose el puesto a pulso.

Paquirritín, estos días has estado entretenido con ese último negocio que has montado para ganar mucha pasta sin dar un palo al agua -la subasta y comercialización de tu boda a precio de exclusiva- y se ve que tanta tensión hizo que se te fuera la pinza. Un reportero de “Sálvame” intentó hacer su triste trabajo acudiendo a ti para interesarse por tu lamentable negocio, o sea, dio por supuesto que tu boda tiene algún interés, se creyó que tu vida tiene algún interés, aceptó que tú tienes algún interés. Qué cosas, supuso justo algo que te resulta imprescindible para que puedas seguir viviendo del cuento. Pero lo hizo mal. Se acercó a ti sin pasar por caja y te saltó la tecla: “A un día de mi boda estás molestando. No te conozco de nada ni quiero hacerlo. Tú no eres periodista… tú eres un muerto de hambre”.

Qué torpeza, Paquirriquitín. Llamar muerto de hambre a uno que, al fin y al cabo, es de los tuyos porque sirve en el mundo que te sostiene, permitió a la tropa de “Sálvame” marcar distancias: no es que ellos no sean como tú, es que tú ni siquiera eres como ellos. Ellos viven dentro de un pozo de cieno que han cavado con sus propias manos y han llenado con sus propias inmundicias. Les duele el desprecio porque tú no. Tú ya has nacido en una fosa hedionda que te encontraste hecha y perfectamente acondicionada. No deberías ponerte elitista con quienes han logrado con su esfuerzo lo que tú ya tienes sin hacer nada. Cuánta leña te dieron en “Sálvame” por tu desprecio y con cuánta razón. Y que te den en “Sálvame” y tengan razón es lo último. Por debajo ya no hay nada. Por debajo solo estás tú, ay, queridín, queridito del alma.

10/10/16

GESTIÓN CON MAYÚSCULA


TVE recibe muchas críticas por su falta de neutralidad política e incluso por su militancia descarada a favor del partido que la gestiona, que parece haber hecho de ella su órgano oficial de comunicación. Pero TVE no siempre se comporta así. Debemos felicitarla cuando esto ocurre porque eso abre una puerta a la esperanza en que la tele pública y la manipulación política pueden caminar por diferentes senderos, porque anima a profundizar en esta línea de gestión honrada y cabal, y porque es de justicia reconocer los pasos que TVE da en esa dirección cuando los da.

Ahí está el caso de Susana Burgos, periodista que trabajó en Intereconomía y ahora lo hace en los informativos de TVE. Hace dos semanas, tras conocerse el resultado de las elecciones autonómicas gallegas, tuiteó: “Enhorabuena a @FeijooGalicia, claro, pero felicidades también a los gallegos por votar Gestión y no otras cosas. Envidia sana de ellos”. No mejora el caso saber que se sumó a la felicitación Salvador Molina, nuevo máximo responsable del Consejo de administración de Telemadrid, pero centrémonos en TVE. Hasta su Consejo de Informativos, que había denunciado unos días antes una “purga” en TVE por el traslado forzoso de un redactor que se negó a firmar una información sobre los audios grabados al ministro Jorge Fernández Díaz por no estar conforme con ella, debe reconocer lo bien que se gestionó el caso de Susana Burgos.

En efecto, pasan los días, ¡y ningún trabajador de TVE ha sido castigado por no haber usado Twitter -como bien podía haber hecho imitando a Burgos- para felicitar a Feijóo y a los gallegos por votar Gestión con mayúscula y no otras cosas, y por no haber sentido envidia sana de ellos! Es más, TVE no tomó nota de lo ocurrido y encargó a un trabajador cualquiera realizar la cobertura y el seguimiento del comprometido caso de las “Tarjetas Black”, alguien que, mira qué tontería, cuando iba a cubrir la crisis griega decía: “Estoy por proponerle a @tsipras_eu que tuitee en griego en lugar de en inglés para que no nos enteremos de las tonterías que dice”. Le tocó a Susana Burgos y le tocó, ¿qué pasa?

9/10/16

¿"NO" ES "NO"?


¿Qué hacemos? ¿Apoyamos a “Tu cara me suena 5” o permitimos que “Sálvame Deluxe” siga gobernando la noche de los viernes? Ya sé que hasta ahora yo había defendido siempre una oposición inquebrantable al programa de entretenimiento de Antena 3. “No” es “no”, Manel Fuentes. Pero la realidad televisiva es tozuda, y una y otra vez las audiencias han colocado a nuestra postura en la oposición. Aceptémoslo. Con el número de espectadores que tienen las series de la HBO, los documentales de Mary Beard y el cine clásico no se puede formar gobierno en el prime time de los fines de semana. Los lectores de esta columna suelen escribir oponiéndose a prestar el mínimo apoyo a cualquier programa de variedades en el que aparezca Ángel Llácer, pero también es cierto que una posición demasiado rígida puede al final resultar contraproducente y perpetuar en el poder a Jorge Javier Vázquez y su séquito basura. No es el momento de obcecarse con la coherencia personal, sino de pensar en la televisión española por encima de cualquier otra consideración.

Así que quizá deberíamos empezar a plantearnos la abstención ante “Tu cara me suena”. Esto no quiere decir que vayamos a apoyar activamente al show de Atresmedia. “No” es “a medias”. Podemos permitir con nuestro voto en blanco que TCMS gobierne la noche de los viernes, impidiendo así que continúe el despropósito de “Sálvame”, pero, al mismo tiempo, supervisar escrupulosamente su contenido utilizando la herramienta de la moción de censura si fuera necesaria en el futuro. Ésta es la línea editorial que en este momento defiende la gestora que se ha hecho cargo recientemente de “625 Ranas” tras la fulminación de su anterior columnista. Pero queremos conocer la opinión de los lectores habituales y seguidores de esta columna: ¿“no” es “no”? ¿“no” es “a medias”? ¿“no” es “sí”? ¿Mantenemos un voto negativo a la investidura de “Tu cara me suena” como nuevo líder de la noche de los viernes? ¿Nos abstenemos? ¿O damos libertad de voto a los lectores y que cada uno vea lo que le dé por la real gana?

8/10/16

MODERN FAMILY EN EL CORTE INGLÉS

Venga, amigüitos de Hazte Oír, ¿por qué no iniciáis una campaña contra “Modern family”? La misma semana que habéis conseguido que a El Corte Inglés se le salga la caquita y retire de la televisión el anuncio en el que aparecía una pareja homosexual en un contexto de total normalidad, se estrena la nueva temporada de “Modern family” en donde aparece un niño transgénero jugando con Lily, la hija del matrimonio gay que forman Cameron y Mitchell. No se puede consentir. Qué va a ser esto. ¿Hay huevos para iniciar una recogida de firmas que se envíe al director de la cadena norteamericana ABC acusándole de intentar “quitar derechos a los niños”, tal y como se envió al presidente de El Corte Inglés? Tenéis que estar muy creciditos después del éxito que os ha supuesto protagonizar otro bochornoso momento de ésos que no creeremos reales dentro de menos años de los que parecen. No conviene subestimar nunca la sinergia entre las mentes deterioradas de unos y la cobardía avariciosa de otros. ¿Qué tal si vais ahora a por Mitch y Cam?

En las democracias capitalistas las tensiones sociales se resuelven sobre el mostrador de las tiendas. El Corte Inglés ha recibido las veinte mil firmas de Hazte Oír que les amenazaban con dejar de comprar en sus establecimientos y ha olvidado que los cincuenta millones de no firmantes también compramos y por tanto también podemos dejar de comprar en cadenas que se signifiquen por su simpatía con grupos ultra y en contra de los derechos civiles del conjunto de la población. Ellos sabrán lo que hacen; por mi parte, yo sé lo que voy a hacer. ¿En la ABC, -o en Atresmedia, que emite “Modern family” en España-, serán igual de cobardes que en El Corte Inglés? Venga, guardianes de la locura moral, ¡descubrámoslo! Acusad a la nueva temporada de la serie de… no sé… puestos a delirar... ¡potenciar el narcotráfico entre menores! y amenazad con sintonizar 13tv cada vez que alguna cadena se atreva a emitirla. A ver si esta vez os salís también con la vuestra -aunque algo me dice que eso sería tan improbable como ver a partir de hoy a Cameron y a Mitchell comprando en El Corte Inglés-.

7/10/16

"PICHU" KULESHOV


Es extraño lo que dice Mr. Google. Si buscas entre la información que la humanidad produjo la última semana, Mr. Google dice: “La búsqueda de ‘Pichu’ Kuleshov no obtuvo ningún resultado” y también “La búsqueda de Cuéllar Kuleshov no obtuvo ningún resultado”. ¿Ningún resultado?

Llevamos unos días en los que los informativos deportivos y no deportivos le dan vueltas a la rueda de prensa en la que el portero del Sporting de Gijón “Pichu” Cuéllar se enfada con un periodista en una rueda de prensa. El periodista había divulgado unas imágenes del futbolista mirando fijamente a la afición del equipo al que iba a enfrentarse. El mensaje era que el jugador desafiaba a la afición del Deportivo. Y era correcto. Ante las imágenes del futbolista bajando del autobús y deteniéndose unos segundos para mirar fijamente a la afición agolpada tras unas vallas, cualquiera podía ver con sus propios ojos cómo el futbolista lanzaba una mirada desafiante.

El enfado de “Pichu” no es por las imágenes ni por el mensaje, que están bien claros, sino por el montaje. El enfado es por el efecto Kuleshov. Wikipedia dice que el efecto Kuleshov es un fenómeno del montaje cinematográfico demostrado por el cineasta ruso Lev Kuleshov, pero va más allá e incluye cualquier montaje de imágenes (televisivo, periodístico…) y puede aplicarse también a la narración literaria. Este efecto explica que la interpretación de una imagen (de cualquier información) depende de su contexto. O sea, que si se muestra la misma escena anterior, pero se añade al médico que corre a asistir a un aficionado del ‘Dépor’ que sufre un ataque epiléptico tras las vallas, la mirada de “Pichu” cambia y es la de una persona preocupada por un enfermo que por un momento duda si puede ir a ayudar en algo. El enfado de “Pichu” es porque si un periodista no sabe esto, mal vamos.

Ya vimos las imágenes del enfado de “Pichu” en la rueda de prensa. ¿Se pasó? Para saberlo deberíamos ver un montaje completo de la escena completa en el que veamos si, durante la bronca, el periodista estaba avergonzado por su error o pasaba de “Pichu” porque un título universitario certifica que sabe más de periodismo que un portero.

6/10/16

¡¡¡EAEEEA!!!


No se me enamora el alma, no se me enamora, viendo “El amor está en el aire” (noche de los martes en Antena 3). Amor hubo. Al menos contaba entre sus ingredientes con colorante y saborizante de amor que daban el pego. Pero aunque habían anunciado que habría amor platónico, no fue así. Sobre rituales de cortejo y apareamiento ya nos mantienen informados los documentales de La 2 (si se trata de animales en general) y la monotemática programación de Telecinco (si se trata de humanos en particular). Pero el bueno de Platón hablaba de una forma de amor más sublime que iba más allá del amor a la belleza de los cuerpos y llegaba al conocimiento de las ideas y a la belleza en sí.

Si, con perdón, consideramos el amor como un género televisivo, “El amor está en el aire” mejora lo que hay. Solo con no llamarse “Love is in the air” supera las papanatas primeras citas de “First dates”, que con tan pretencioso nombre consigue que el programa en conjunto dé más vergüenza de la que ya da el contenido por sí solo. Frente a “Mujeres y hombres y viceversa” no solo supera el desfile de hormonas guionizado, también supera la sigla “MYHYV” con un “EAEEEA” que parece un inesperado homenaje al más famoso grito de la historia del cine, el grito Wilhelm.

Pues ni por esas. No se me enamora el alma, no se me enamora, viendo “El amor está en el aire”. Y no será porque en Antena 3 no se pusieron lo suficientemente pesaditos promocionándolo. Anteayer, día del estreno, la cadena entera parecía una rampa de lanzamiento. Pero anunciaban un programa en el que habría amor de todos los tipos y en todas las variantes (romántico, platónico, entre padres e hijos, abuelos y nietos, hermanos y amigos), y faltó justo el amor platónico, el amor al conocimiento, esa forma de amor que de haber estado presente habría evitado que “El amor está en el aire” fuera, otra vez, una vuelta de tuerca empalagosa, ñoña y tramposa al tramposo, ñoño y empalagoso “Sorpresa, ¡sorpresa!” de cuya sombra parece que no va a poder librarse jamás la televisión ñoña, tramposa y empalagosa.

5/10/16

EL NAZI Y LA LUNA


La película “The Eichmann Show” (DCine) es sobrecogedora porque la mezcla de imágenes reales del juicio en Jerusalén al nazi Adolf Eichmann, responsable de la llanada “solución final” al problema judío, con las tripas de la grabación de un juicio que se convirtió en un producto televisivo que tuvo que competir por la audiencia con el primer viaje espacial de Yuri Gagarin puede dejar mal cuerpo y un bonito lío en la cabeza. Leo Hurwitz, el director del “show”, está obsesionado con Eichmann porque el criminal nazi no se inmuta ante las terribles acusaciones que el fiscal desgrana contra él, y obliga a que las cámaras graben primeros planos de Eichmann porque espera que se derrumbe y, así, el mundo entenderá que todos somos capaces de hacer las cosas que hizo el teniente coronel de las SS, y resistiremos la tentación. La idea de Hurwitz es parecida a la tesis de la banalidad del mal que la filósofa Hannah Arendt desarrolló precisamente a partir del juicio de Eichmann, pero los seres humanos somos algo más que ejecutores en potencia de crímenes contra la humanidad. Somos astronautas en potencia, exploradores del universo, animales curiosos que se admiran ante el cosmos. Por eso está bien reflexionar acerca de la condición humana después de ver “The Eichmann Show”, siempre que no olvidemos que, si todos podemos ser Eichmann, todos querríamos ser Neil deGrasse Tyson.

La entrevista en “Cuando ya no esté” (#0) de Iñaki Gabilondo al gran astrofísico y divulgador científico heredero del inmortal Carl Sagan, mostró a un DeGrasse Tyson optimista, alegre, lúcido y, por supuesto, sabio. Tyson habló, como hace muchos siglos hizo Aristóteles, de la admiración ante las cosas del mundo como motor de la investigación científica, pero sin perder de vista la economía y los intereses políticos que contribuyeron, por ejemplo, a que los Estados Unidos pudieran enviar un hombre a la Luna en el plazo prometido por el presidente Kennedy. Mientras escuchaba a Tyson, pensé que Kennedy era como George Bailey regalando la Luna a Mary después de atraparla con un lazo en la maravillosa “¡Qué bello es vivir!”, pero no por amor sino por la carrera espacial con la Unión Soviética. Es importante no olvidar a Eichmann y todo el horror y maldad que produjo el nazismo, pero es más importante todavía escuchar a tipos como Tyson e irse a la cama no con el rictus de Eichmann en su juicio en Jerusalén, sino con la sonrisa de George atrapando la Luna con un lazo para regalársela a Mary, como hizo Neil Armstrong siete años después de que ahorcaran a Eichmann.

4/10/16

EL RELOJ DE CUCO DE ÍKER JIMÉNEZ

Es verdaderamente divertido que la discusión del otro día entre “Órbita Laika” y “Cuarto milenio” haya tenido lugar a través de Twitter. ¿El medio usado para la discusión no da la razón ya a una de las partes? Twitter es un espectacular avance científico de las últimas décadas, y es razonable que “Órbita Laika” lo utilice para expresarse. Pero, por identidad propia y por coherencia, se esperaría que un espacio irracionalista y parapsicológico como “Cuarto milenio” contestara a esos mensajes de forma telepática, mediante psicofonías o letras que aparecieran al lado de las caras de Bélmez. Para que Carmen Porter pueda enviar eficazmente un tuit han hecho falta las ecuaciones de Maxwell y la electrodinámica cuántica de Feinman. No parece que el equipo de Goyo Jiménez necesite ningún avance del ocultismo para expresar sus ideas. Que el detonante de la bronca haya sido un fragmento del programa de pseudociencias en el que se defendía el potencial dañino de la radiación inalámbrica, y que los fans de Íker Jiménez se hayan defendido escribiendo tuits desde sus teléfonos móviles, ya es puro sarcasmo.

En aquella inolvidable escena de “El tercer hombre”, Orson Welles recuerda que la Italia de los Borgia dio lugar a Miguel Ángel, mientras que cinco siglos en Suiza sólo habían producido el reloj de cuco. Bajo su retórica de vendedor de crecepelo, bajo su supuesta amplitud de ideas y valentía en la investigación, tras miles de años de desarrollo, la parapsicología no da dado lugar a un solo conocimiento mantenido en el tiempo, a un solo avance técnico que haya beneficiado una persona, a un solo fármaco que haya ayudado a un enfermo. Mientras que el mundo que nos ofrece “Cuarto milenio” sólo vale para ensimismar a ignorantes vanidosos, el mundo que nos ofrece “Órbita Laika” al menos ha construido los foros en donde discuten los propios enemigos de la ciencia. Ver a “Órbita Laika” y a “Cuarto milenio” discutir sobre los peligros de las redes wifi ¡en Twitter! demuestra que el único potencial dañino que tienen las tecnologías inalámbricas es que sirven para transmitir programas como “Cuarto milenio”.

3/10/16

NOS HEMOS VUELTO TODOS JODIDAMENTE LOCOS

No, Andrea, aún no pude ver la segunda temporada de “Mozart in the jungle”. Ya, ya sé que es excelente, pero quería ver antes la última de “Inside Amy Schumer” y ponerme al día con “Veep”, que le han dado muchos Emmys. Y no quería ponerme con “Veep” sin terminar “Narcos”. Las dos. Lo que pasa es que para zamparme “Narcos” enterita quería dejar ya terminada la cuarta temporada de “The Americans”, que llevo varios años diciendo que es la mejor serie de la década y nadie me hace caso, pero aún no tuve tiempo de ver con atención “The Americans” porque insistió mucho la gente en que me pusiera cuando antes a ver “Mr. Robot”. Yo les dije que sí, que la vería pronto, pero es que tengo aparcada desde antes del verano “Hap and Leonard”, que no quería verla sin haber visto antes “Derek”, de Ricky Gervais. No, ése no es Ricky Gervais; ése es Louis C.K. No, ésa no es “Hap and Leonard”, ésa es “Horace and Pete”. El caso es que decidí ponerme con la segunda de “The leftovers”, porque quería ver la última mitad de esta temporada de “Fear the walking dead” antes de que empezara la séptima de “The walking dead”. No olvides que en octubre empieza la tercera temporada de “Black mirror”. Pero, claro, como también tengo pendiente la segunda de “The Knick”…

Pero, vamos, que tú no te preocupes, que en cuanto vea la segunda de “The Knick” y “Fear the walking dead” me pongo rápidamente con “The leftovers” y, si me da tiempo antes de que estrenen “Black mirror”, veo también “Hap and Leonard”. No, ésa es otra, ésa es “Horace and Pete”. Y en cuanto termine la segunda temporada de “The leftovers” ya me veo de una sentada “Derek”. No, Louis C.K. no; es Ricky Gervais. Y en cuanto haya visto bien después “The Americans” ya me puedo poner de un tirón con “Narcos” y empalmo luego “Veep” con “Inside Amy Schumer”. Y entonces ya sí, entonces te prometo que me pongo con “Mozart in the jungle” y tomamos un café para comentarla... (¡Ostras, acabo de leer que ya puedes ver en Netflix toda la primera temporada de “Luke Cage”!).

2/10/16

"GRAN HERMANO", RUMBO A LAS MARIANAS


No me jorobar, amiguinos, cómo se os ocurre revolver las cosas justo ahora con lo bien de mal que va todo en “Gran hermano 17”. Pero bueno, ¿se puede saber qué es eso de lanzar en Twitter la etiqueta #JorgeJavierFueraDeGH? ¿Y cómo os da por repetirlo hasta convertirlo en trending topic? ¿Y a santo de qué cometéis encima la tontería de abrir una recogida de firmas para solicitar a Mediaset, la empresa del monstruo, y a Zeppelin, la productora del engendro, que reemplacen a Jorge Javier Vázquez de “GH”? ¿Y a quién se le va tanto la pinza que remata firmando para que la petición cobre fuerza? ¡Con lo bien que Jorgeja presenta mal el programa! ¿Quién podría hacerlo mejor mal que él? No digáis “cualquiera” tan alegremente. ¿Y si con tanto revuelo y tanta tontería lo cambian por cualquiera y resulta que cualquiera lo hace mal, pero no sabe darle ese punto al mal que le da Jorgeja tan bien, y de resultas “GH” mejora? Miedo da de solo pensarlo.

Aceptémoslo, Jorge Javier Vázquez es justo el presentador que necesita “GH” para que su trayectoria decline. Un presentador estrella estrellado es lo mejor que podía haberle pasado a “GH” una vez que nos libramos de Mercedes Milá, la culpable de que la nave se mantuviera a flote. Por eso es una suerte que una vez que “GH” quedó desmercedesmilado, decidieran jorgejaviervazquezarlo. Gracias a esta conjunción cósmica, la actual edición de “GH” no termina de arrancar, sus seguidores abandonan el barco, sus jefazos se desesperan y los que llevamos lustros aguantando el chaparrón vemos más cerca el día en que volverá a salir el sol.

Así que está de más esa discusión sobre si la bendición que vivimos es fruto de la marcha de Milá o de la llegada de Vázquez. Es obra de ambos. Ahora bien, si lo que queremos averiguar es quién de los dos pilota mejor la nave de “GH”, no hay duda: la pilota mejor Jorgeja porque la pilota peor. Esperemos que continúe al timón con pulso firme y sepa guiarla hasta que, navegando sobre la fosa de las Marianas, la hunda irremisiblemente de modo que no pueda reflotarla nadie nunca jamás.

1/10/16

EL PARTIDO, PARTIDO

Antena 3 abrió sus “Noticias 1” de anteayer con este titular: “El partido, partido”. Es brillante. Y valiente. El PSOE salta por los aires y los servicios informativos nos hacen el servicio de informarnos con un juego de palabras, con un malabarismo gramatical, con un chiste. Pero esto puede traer problemas. Por ejemplo, puede generar confusión porque en España “el partido” siempre fue el Partido Comunista (herencia de aquellos años en los que daba lo mismo lo de ultraderechísima que se fuera, que en España todo el mundo hacía como el Generalísimo y prefería no meterse en política… excepto los del PCE). Afortunadamente aquellos tiempos ya pasaron, así que el problema de verdad es otro: que habrá a quien el humor le ponga de mal humor y piense que es grave que un informativo no sea grave, que no es serio un informativo que no es serio.

Matías Prats ha conseguido dar un impulso nuevo a sus noticias en Antena 3 apostillándolas con bromas y comentarios jocosos, pero eso no le ha hecho perder credibilidad cuando nos vende un producto bancario o insiste en colocarnos un seguro. El humor incluso le sirvió para salir airoso cuando la lió con la pantalla táctil la noche de las elecciones vascas y gallegas (“Espérate, que voy a salir de esta. Como pueda”). Aunque no siempre es tan fácil. Su hijo, Matías Prats Jr. (“Informativos Telecinco”) triunfó hace unos meses imitando a su padre en una rueda de prensa de Vicente del Bosque (“Hola, soy Matías Prats, de Mediaset. Permíteme que insista...”), pero el otro día casi se lo comen en Twitter por hacer una bromita con el entrenador de un equipo de fútbol (“Prandelli vete ya”). Hubo forofos que se soliviantaron tanto como algunos devotos de la Virgen de la Macarena con quienes bromean con el trozo de madera policromada de pino y cedro que sirve para representarla ante el fervor popular.

“Una carcajada vale por diez mil silogismos”, dijo Henry Mencken y popularizó Martin Gardner. Probemos con esta: una carcajada vale por diez reportajes, mil noticias, diez mil analistas que hacen silogismos sobre el partido partido.