5/5/17

ELOGIO DE LA TELERREALIDAD


La telerrealidad es estupenda. Es maravilloso que la tele pueda documentar situaciones sin guion y vivencias actuales a las que asistir sin movernos del sofá. Es extraordinario que sentarnos ante la pantalla mientras se nos presentan casos, vivencias o situaciones personales que, de otra manera, desconoceríamos. Es una gran suerte que nos haya tocado vivir en la época en que este género televisivo nos abre tantas puertas.

El último bombazo que pudimos ver estallar con nuestros propios ojos fue esta misma semana. Fue en el confesionario, ese lugar en el que la telerrealidad permite a los participantes hablar a solas con nosotros con el corazón en la mano. Ocurrió en EE.UU., pero la confesión de Jimmy Kimmel fue tan impresionante que dio la vuelta al mundo.

Kimmel había dejado de aparecer en pantalla y el programa mismo había desaparecido de la parrilla la semana anterior sin dar explicaciones. Cuando el lunes “Jimmy Kimmel Live!” volvió a emitirse, Kimmel fue directamente al confesionario, miró a cámara, y nos habló de un nuevo personaje que hasta ahora no había salido en el ‘show’: su hijo recién nacido.

Kimmel contó cómo, tras un parto normal, se descubrió que el bebé sufría un grave problema cardíaco que exigía una urgente operación a corazón abierto. Esto fue posible, dijo emocionado, gracias al actual sistema de salud de EE.UU., conocido como Obamacare, que salvó la vida a su hijo y le brindó la atención que necesitaba. También pidió que Donald Trump, que actualmente goza de inmunidad en la gran casa en la que se desarrolla el ‘reality’ en que vivimos, deje de nominar al Obamacare: “Ningún padre debería tener que decidir si puede asumir el costo de salvarle la vida a su bebé”.

Naturalmente, las redes reaccionaron ante este imprevisto giro de los acontecimientos (“Bien dicho, Jimmy”, tuiteó el usuario Barack Obama). Y, por supuesto, el vídeo cuenta con millones de visitas. Qué buena es la telerrealidad cuando de verdad carece de guionistas, cuando de verdad trata de asuntos que nos afectan, cuando de verdad es telerrealidad.

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