El poeta, periodista y crítico de cine Edmundo Eichelbaum afirmaba que Gardel en realidad no existió, sino que fue un invento suyo y de unos amigos una tarde de domingo en que estaban tristes. Indiana tampoco existió, sino que fue un invento de Steven Spielberg, George Lucas y Lawrence Kasdan tras seis meses de trabajo e intercambio de ideas. Da igual si la tristeza de un domingo y el duro trabajo de escribir un guión están en el origen del mito de Gardel y de Indiana o no, porque lo importante son las canciones de Gardel y las películas de Indiana. Y Gardel cada día canta mejor y a Indiana cada día le sienta mejor el sombrero.Como buenos mitos, Gardel e Indiana beben de la tradición. Dice el famoso aforismo de Eugenio D´Ors, escrito en friso de uno de los muros del Casón del Buen Retiro en Madrid, que “todo lo que no es tradición es plagio”. Puede que la estética de Indiana Jones tenga su origen en la película “El tesoro de los incas”, protagonizada por Harry Steele (Charlton Heston), un aventurero que viste cazadora de cuero y un sombrero Fedora marrón oscuro y que busca un tesoro en el Machu Pichu, pero el verdadero origen de Indiana Jones está en la tradición del cine de aventuras. Rick O´Connell (Brendan Fraser), el encantador protagonista de “La Momia”, es un personaje en la tradición de Harry Steele y de Indiana Jones, porque de lo contrario sólo sería un plagio. Tradición, mito, triste tarde de domingo y largas tardes de escritura. Gardel cada día canta mejor e Indiana Jones cada día encuentra mejor el Arca perdida.
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