No sé... ¿no está muy raro Carlos Sobera en la nueva temporada de “Quién quiere ser millonario” que empezó a emitir laSexta esta semana? Le noto como cambiado... esos ojazos... ese tipazo... ese golpe de melena que da a veces cuando está a punto de desvelarse la respuesta correcta. Yo sé que en televisión la imagen es fundamental y que es necesario renovarse para no cansar a la audiencia, pero no estoy seguro de que el estilista de Sobera haya acertado con este nuevo aspecto. Recuerda mucho a gente como... pues, por ejemplo, Nuria Roca. Y no sólo es el aspecto; es que todo su estilo de presentación del concurso también ha cambiado: ya no hace juegos de palabras tontorrones y busca la complicidad de los espectadores con miradas furtivas a cámara, ya no hace esas subidas del tono de voz tan suyas para anunciar que el concursante acertó, ya no arquea una ceja, por dios, ya no arquea una ceja y la mantiene elevada segundos, minutos, horas, hasta que por fin queda marcada la respuesta a, b, c o d. Tan cambiado está Carlos Sobera en el nuevo “Quién quiere ser millonario” que a veces parece que ni siquiera es él el presentador.Y eso no. Eso de ninguna manera. Porque la presencia de Carlos como presentador en “Quién quiere ser millonario” es una regla del concurso tan esencial e inmutable como que sean cuatro las opciones de respuesta, el plató tenga tonos azulados o que el concursante se siente a la izquierda mientras el presentador lo hace a la derecha. Forma parte de las normas del programa desde el comienzo de los tiempos y lo seguirá siendo hasta que la raza humana se extinga y millones de años de evolución produzcan un “Quién quiere ser millonario” hecho por cucarachas para futuras especies de insectos pauroheterometábolos. No es este el momento para cambios radicales, y Sobera debe volver a su imagen de siempre en el nuevo concurso de sobremesa de laSexta. Y si no, si se empeña tercamente en mantener su nuevo aspecto, pues que le pongan a presentar otro concurso... yo qué sé... una nueva edición del “Waku Waku”, por ejemplo.
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