12/8/17

CAFÉS Y CUCHARILLAS


Todos los que hemos seguido las aventuras cotidianas de los chicos de “Friends” a lo largo y ancho de los 236 capítulos de la serie nos hemos preguntado alguna vez por qué Chandler y compañía siempre consiguen sentarse en los mejores sitios del Central Perk, incluido ese sofá que casi llegó a formar parte de nuestro propio salón. Pero lo que nunca nos habíamos preguntado es cuántas tazas de café se tomaron Chandler, Rachel, Joey, Phoebe, Ross y Mónica en el Central Perk, en sus casas o en otros lugares. La escritora británica Kit Lovelace no sólo se ha hecho esta pregunta sino que ha tenido la paciencia y el método de ver todos los capítulos de “Friends” con la calculadora en la mano para concluir que Phoebe es quien más tazas consumió (227, casi una por capítulo) y Rachel la que menos (138). El estudio de Lovelace no ganará el Premio Nobel, pero sí hará que nos sentemos a ver las reposiciones de “Friends” con otros ojos.

Y no sólo “Friends”. ¿Cuántas cervezas bebe Homer Simpson en el bar de Moe? ¿Cuántas veces abre la nevera de su casa Tony Soprano? ¿Cuánta comida china consumen los chicos de “Big Bang”? ¿Cuántas veces Francis Underwood ha demostrado en “House of Cards” que la frontera de la hijoputez es elástica? ¿Cuántos colmillos salen en “Crónicas vampíricas” y cuántas pajaritas vemos en “Dowton Abbey”? ¿Cuántas veces hemos mirado bajo la cama antes de acostarnos por culpa de “American Horror Story”? ¿Cuántas veces hemos mandado a la mierda a Ted Mosby en “Cómo conocí a vuestra madre”? ¿Cuántas veces hemos entendido cómo funcionan las cosas gracias a “Crematorio”? ¿Cuántas hamburguesas comen las dos chicas Gilmore en el café de Luke? ¿Cuántas veces hemos querido dar nuestro voto al presidente Josiah Bartlet de “El ala oeste de la Casa Blanca”? ¿Cuántas veces hemos pensado mejor de nuestro jefe después de ver un capitulo de “The Office”? ¿Cuántas veces hemos entrado en un hotel deseando encontrarnos con Jessica Fletcher? Y así, hasta el infinito y más allá. Las tazas de café de Phoebe, las cervezas de Homer o las neveras de Tony Soprano son un buen entretenimiento para las tardes de verano, y funcionan tan bien como las cucharillas en la boca de una botella de vino espumoso para retener el gas. Una cucharilla en la botella retiene el gas muy bien, pero una botella sin cucharilla también lo hace porque el vino espumoso aguanta varias horas sin ayuda de cucharillas. O sea, que contar las tazas de café que bebe Phoebe sirve para retener el gas de “Friends”, pero “Friends” no necesita cucharillas para hacernos reír después de trece años.

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