28/2/15

CONÓCETE A TI MISMA, SANDRA

En el frente del templo de Apolo en Delfos se podía leer la inscripción “conócete a ti mismo”. Se puede ser un magnífico jugador de fútbol y un pésimo jugador de baloncesto. Se puede ser un excelente profesor de matemáticas y un horroroso profesor de lengua. Se puede ser un gran actor y un mal cantante. No pongo en duda las mil virtudes profesionales que en otros ámbitos adornan a Sandra Barneda. Se puede ser una magnífica presentadora de programas de variedades y una pésima presentadora de programas de debate político. Y Sandra Barneda, que cumplió con solvencia trabajos previos en otro tipo de espacios, al frente de “Un tiempo nuevo” no lo puede hacer peor.

Está perdida desde el primer al último minuto. Reparte las palabras de forma completamente arbitraria. Interrumpe a los contertulios al tuntún. De pronto toma partido a favor o en contra de lo que alguien está diciendo e interviene en el debate como si fuera una tertuliana más. Es incapaz de manejar los momentos en donde los debates se salen de madre. Demuestra no tener un gran conocimiento de los asuntos que se discuten. Se enfada con los participantes de forma infantil y fuera de tono -lo que hizo el pasado sábado con un contertulio refiriéndose a él como el Gruñón de los Siete Enanitos fue simplemente surrealista-. Exalta más que modera. Cambia de opinión respecto a los turnos de palabra según cuánto le estén protestando los debatientes.

Es muy probable que la inscripción del templo de Apolo tuviera un significado concreto y pegado a la vida cotidiana, bastante alejado de las anacrónicas interpretaciones actuales esencialistas y profundas. Seguramente “conócete a ti mismo” sólo se refería a la conveniencia de tener una idea correcta de las propias aptitudes para saber qué trabajo o papel social desempeñar de forma más conveniente. No es lo mismo conducir un debate sobre el nudismo en “Hable con ellas” que un debate sobre Syriza en “Un tiempo nuevo”. Sandra Barneda en Delfos quizá hubiera recibido el consejo de conocerse a ella misma un poquito mejor.

27/2/15

EL INSPECTOR DE TRABAJO INFILTRADO


El fin de “El jefe infiltrado” (laSexta) debería ser el comienzo de “El inspector de trabajo infiltrado” (laSexta también, propongo). El formato de “El jefe infiltrado” es muy ingenioso: un alto cargo de alguna empresa se disfraza y finge ser un empleadillo raso que se mezcla con los demás trabajadores para descubrir qué tal funciona el personal en su trabajo cotidiano. Al término del juego, el jefe desvela su verdadera identidad, premia con ascensos o incentivos a aquéllos que en su opinión se lo merecen y castiga incluso con el despido a los otros empleados que no se comportan como el jefe cree que deberían hacer. El espacio terminó el pasado miércoles, pero ha sido muy divertido esto de convertir la vida laboral de los trabajadores en un reality show a sus espaldas, y filmar cómo son ascendidos, descendidos o expulsados con las dudosas artes de una política empresarial que incluye bigotes postizos, tintes para el pelo y cámaras ocultas.

Es por lo que propongo, insisto, que la cadena de Atresmedia nos ofrezca cuando antes “El inspector de trabajo infiltrado”. Lo que nos íbamos a reír. Un inspector de Trabajo y Seguridad Social se disfraza y finge ser un buscador de empleo en alguna empresa. Si le contratan se dedica a observar cómo es el trato del jefe hacia los empleados, si el horario de trabajo se cumple estrictamente o no, si se abonan correctamente las horas extras, si existe acoso sexual, si se hacen las inversiones en seguridad laboral que la ley exige, et muchos céteras. Al término del juego, el falso trabajador pide hablar con el jefe, le desvela su verdadera identidad y le felicita si la empresa ha superado correctamente la inspección de trabajo oculta o le mete una multa de agárrate y no te menees en caso de que haya observado irregularidades.

Primeros planos de la cara de los jefes al descubrir el engaño. Entrevistas después de que hayan sido multados. Lo mismo que se hacía hasta ahora con los trabajadores, pero con los altos cargos. Quedamos a la espera de que laSexta anuncie el estreno del nuevo formato. Quedamos a la espera sentados, eso sí.

26/2/15

NIÑOS EDUCANDO A NIÑOS


Es una alegría asistir a programas como “Levántate”, que contribuyen a reducir la barrera generacional que desde siempre ha separado a adultos y jóvenes. Como saben, “Levántate” es un talent show musical de Telecinco presentado por Jesús Vázquez en donde compiten parejas de cantantes formadas por un hijo y uno de sus padres. El formato es el habitual en este tipo de concursos, con sus entrevistas, sus jurados, sus imágenes sobre los ensayos, pero la peculiaridad de que los concursantes sean madres o padres y sus niños da un aire nuevo y fresco al programa que transmite la existencia cada vez más extendida de un nuevo tipo de relaciones familiares que supera viejas diferencias. Da gusto ver a padres tan inmaduros como sus hijos, a madres que rompen a llorar ante la menor tontería que no emociona ni siquiera a sus propias hijas. Es reconfortante comprobar como hoy en día un adulto de cuarenta años puede tener tantos pájaros en la cabeza como sus hijos de diez años. Pocas cosas tan gratificantes como asistir al espectáculo de dos generaciones unidas en su fascinación y su falta de espíritu crítico ante el aplauso hueco y la fama basura que Telecinco reparte con tanta frecuencia como generosidad.

Es hora de superar viejos esquemas familiares. Han quedado anticuados esos estilos de convivencia verticales y autoritarios en donde los padres demostraban tener más sensatez que sus hijos estudiantes de primaria, en donde las ideas irrealistas de los jóvenes eran moderadas por la madurez de sus padres. Superada la época en donde las generaciones mayores actuaban como modelo para las menores, en las familias actuales los adultos son tan ejemplo para los jóvenes como los jóvenes para los adultos. Las nuevas familias ya están aquí. “Levántate” es la prueba de que dentro de los hogares también se ha avanzado en los últimos años en la dirección del igualitarismo -del igualitarismo por abajo, que es igualitarismo al fin y al cabo-, la democracia interna y la irresponsabilidad compartida de padres e hijos ante los espectáculos bochornosos que buscan hacer negocio jugando con su vanidad y sus ilusiones.

25/2/15

DE GUINDOS EN SALAMINA

La película “300: el origen de un imperio” (Canal+) es a la vez una precuela, una secuela y una paralelacuela (me lo acabo de inventar) de “300”, pero no cuela ni como análisis de la batalla de Maratón (precuela), ni como narración de la batalla de Salamina (secuela) ni como relato de los acontecimientos que ocurrieron justo antes de la batalla de las Termópilas (paralelacuela). “300: el origen de un imperio” es tan increíblemente mala que un chimpancé golpeando al azar las teclas de un ordenador habría escrito un guion menos bochornoso, y ni siquiera Richard Nixon habría sido capaz de encajar tantas mentiras históricas en 102 miserables minutos. Pero lo peor no es el ridículo guion (¡Jerjes emergiendo del agua como rey-dios!), las barbaridades históricas (Temístocles mata a Darío I en la batalla de Maratón), el histérico caos narrativo, las absurdas y larguísimas peleas, un protagonista muy lejos de Gerard Butler y una Artemisia (Eva Green) que es a la Artemisia histórica lo que el surimi a la alta cocina. Lo peor es que, con todo, el sexo entre Temístocles y Artemisia le da cien mil vueltas a las chorradas de “50 sombras de Grey” y la frase con la que Artemisia despacha al general griego pasará a la historia del cine: “Luchas mejor que follas”.

Si, como decía Godard, la película “Todo va bien” no es más que “Love Story” con lucha de clases, puede que “300: el origen de un imperio” sólo sea un “Love Story” con lucha de civilizaciones. Temístocles contra Jerjes. Griegos contra persas. Temístocles contra Artemisia (aunque Artemisia era griega, no persa).  Sexo y guerra. Cuando Artemisia dice que Temístocles “lucha mejor que folla”, ¿está elogiando al líder del ejército enemigo, o quiere insultar al hombre griego? ¿Qué prefiere Temístocles, ser celebrado como guerrero o menospreciado como amante? Desde este punto de vista, “300: el origen de un imperio” gana mucho como película erótico-política y como alternativa ambientada en el mundo clásico a las dichosas sombras de Grey. Sólo faltaría que Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad y, para vergüenza de los españoles, azote del gobierno griego, interpretara a Jerjes. ¿Quién no iría al cine a ver a De Guindos recibiendo su merecido en la batalla de Salamina?

24/2/15

EL PROGRAMADOR LOCO DE ANTENA 3


Hoy por la noche usted no va a ver “En tierra hostil” en Antena 3. Que lo sepa. Y no porque no le guste “En tierra hostil”. A lo mejor esta serie de reportajes de periodismo de investigación le parece, como nos parece aquí, una de las apuestas más valientes y sólidas que hizo Antena 3 desde hace muchos años en horario de máxima audiencia, un programa que conseguía –él solito– marcar esa diferencia tan importante que hay entre Antena 3 y Telecinco (que, por otra parte, tanto se esfuerzan en señalar con promos tontorrones y banales). Hoy por la noche no va a ver usted –ni yo–, “En tierra hostil” porque aunque varios millones de espectadores hayamos aprendido en las últimos semanas que vale la pena reservar la noche de los martes para ver en Antena los estupendísimos reportajes de la serie, en Antena hay un programador loco que ha decidido retirarla de la programación para ya, si eso, continuar emitiéndola algún otro día por determinar, ya se verá cómo y en qué condiciones.

Pues muy mal. Una cadena siempre debe intentar respetar el día de emisión de sus programas para no despistar a la clientela, pero más cuando son espacios que se salen de lo habitual. Cambiar una serie por otra, un concurso por otro o un magacín por otro es una faena para los seguidores; pero lo que ya no tiene nombre (al menos, no uno bonito) es quitar un programa de periodismo de investigación para salir por peteneras emitiendo una serie como “Bajo sospecha”, y encima hacerlo a traición sin tener en cuenta que “En tierra hostil” estaba triunfando en audiencia y estaba dando un prestigio a la cadena que ya quisieran otras. Para más inri, su último reportaje emitido, dedicado a Corea del Norte, tuvo una gran repercusión mediática y propició que sus ecos llegaran a otros programas de Antena 3 como “Espejo público” y “El hormiguero”. O sea: un éxito en un cajón.

El programador loco de Antena 3 se ha salido con la suya, pero alguien debería señalarle el terreno que pisa y recordarle que arrieritos somos.

23/2/15

NI "MARUJOS" NI GILIPOLLAS


Los españoles no somos unos “marujos”. Al menos no todos. Ni siquiera la mayoría. Hay unos cuantos que, al parecer, lo son; pero eso es todo. Un tío como Frank de la Jungla, que está de tratar con animales y categorías taxonómicas, debería saber que no se puede caracterizar a toda una población por lo que hacen solo unos cuantos individuos. Frank puede decir, como dice, que él suele ver “Sálvame”. Peor para él. Y puede empeorar las cosas añadiendo que quien ve “Sálvame” es un “marujo”. Allá él. Pero a los demás que no nos meta diciendo que “Todos somos "marujos"”. Más de cuarenta millones de españoles no seguimos “Sálvame”. Algunos incluso preferimos cinco horas de programas de Frank de la Jungla a cinco minutos de “Sálvame”. Quien tenga mala conciencia por ver mala tele, que lo asuma, pero que no nos utilice a los demás para justificarse.

Por otra parte, tampoco todos los españoles somos gilipollas. A principios de mes, Mariló Montero recomendó en “Saber vivir” oler limón para prevenir el cáncer. Naturalmente, hubo quejas y la Organización Médica Colegial emitió un comunicado contundente: “No se puede frivolizar sobre un tema tan sensible como el cáncer y menos en la televisión pública que debe ser rigurosa en temas de salud y debe contar con opiniones fundamentadas por expertos sobre el tema en cuestión”. TVE también hace comunicados, pero le salen peor: “La dirección de TVE quiere dejar patente su total apoyo a Mariló Montero, a quien considera una excelente profesional, y zanjar de este modo cualquier polémica al respecto”. Zanjar una polémica con afirmaciones así es como apagar el fuego con gasolina: se aviva y quema a quien lo alimenta: ¿qué clase de profesionales son y cuánto cobran los directivos que afirman que Mariló, con el carrerón que lleva, es una “excelente profesional”? Ella es más lista y anda diciendo que las quejas deben dirigirse al programa, no a ella, que aquello no fue cosa suya, y que ella no dijo que el limón curara.

Como pasa con “Sálvame”, habrá quien se lo trague, pero ni todos somos “marujos” como dice Frank ni todos somos gilipollas como Mariló piensa.

22/2/15

ECUACIÓN DE SEGUNDO GRADO

Me gustaría vivir en un país en donde uno no tuviera que elegir entre un programa de televisión en donde se muestra a una mujer desnuda en contra de su voluntad y otro programa de televisión en donde se pide a una mujer que va a ser entrevistada que se cubra más de lo que es su voluntad. Los dos sucesos han coincidido recientemente y los dos dan un poquito de asquito. Por un lado, en el espacio matinal de La 1 “Amigas y conocidas” las contertulias debatieron sobre la intimidad de los políticos, y de forma gratuita, sin aportar nada al asunto comentado, se mostró repetidas veces una foto de Teresa Rodríguez -candidata de Podemos a la Junta de Andalucía- desnuda en una playa; de acuerdo, estaba pixelada; de acuerdo, al final ha resultado que ni siquiera la mujer de la foto era Teresa Rodríguez; pero esos dos elementos no son eximentes de una mala praxis periodística y una falta de respeto particularmente indignante cuando se practica en la televisión pública. Y, por otro lado, en una reciente edición del programa “La Tuerka”, que se emite por Público TV a través de internet, se pidió a la entrevistada Beatriz Talegón -secretaria general de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas, ella misma lo ha contado en su twitter- que se cubriera los brazos y redujera el escote dado el patrocinio iraní de dicho espacio y su relación con las extravagantes creencias religiosas que los ayatolás tienen respecto del cuerpo femenino.

¿Qué es más grave, mostrar a una mujer más desnuda de lo que ella quisiera ser vista o mostrarla más cubierta de lo que ella quisiera ser vista? Es una pregunta difícil que afortunadamente no necesita ser respondida, ya que ambas opciones son la misma: dos soluciones sólo diferentes en sus resultados pero a las que se llega aplicando la misma ecuación machista de segundo grado. Quiero verle el escote a Talegón si ella decide enseñarlo y no quiero verle las tetas a Rodríguez -tampoco a una pseudoRodríguez pixelada- si ella no quiere que las vea. Me gustaría vivir en un país en donde uno no tuviera que elegir entre el sensacionalismo irrespetuoso de “Amigas y conocidas” y los compromisos con las supercherías islámicas de “La Tuerka”.

21/2/15

SÍNDROME DE DESCOMPRESIÓN

En “Un tiempo nuevo” no han oído hablar de la descompresión. Se ve que de pequeños no veían películas de submarinos. Cuando uno se encuentra sumergido a gran profundidad y emerge rápidamente a la superficie puede sufrir un problema llamado “síndrome de descompresión” o “embolia gaseosa”. Tiene que ver con la solubilidad de los gases en la sangre; ésta desciende bruscamente y se forman burbujas en el torrente sanguíneo que pueden ser muy peligrosas. Cuando el sábado pasado Sandra Barneda cerró la mesa en la que se hablaba de las negociaciones entre Grecia y la troika y dio paso a la mesa en la que se iba a hablar de los últimos sucesos de GHVIP con una sola frase -algo así como “la tensión que se está viviendo estos días en la Unión Europea es parecida a la que existe en la casa de Gran Hermano entre Ylenia y Coman-, buena parte de los espectadores de Telecinco sufrieron el síndrome de descompresión. Parálisis, dolores, cuadros isquémicos, alteraciones renales. Se colapsaron los servicios de Urgencias.

No se puede pasar de Juncker a Kiko Rivera de golpe. No se puede pasar de la reestructuración de la deuda griega a la nominación de Fede sin pararse a respirar. La embolia gaseosa se previene cambiando la presión atmosférica muy lentamente, deteniéndose en momentos intermedios para que el organismo se pueda ir adaptando gradualmente al cambio. Hoy Telecinco nos ofrece un nuevo “Un tiempo nuevo”, y, como ha venido haciendo desde hace pocas semanas para paliar su escasita audiencia, tendremos una nueva mesa dedicada a Ángela Portero, las drogas y Belén Esteban, justo a continuación de un debate dedicado seguramente a los problemas del sumario de Bárcenas o a la desaparición del Partido Socialista Madrileño -digo, al revés-. Por favor, para evitar problemas de salud pública en sus espectadores dediquen un rato a un tema intermedio, algo de profundidad mediana que permita evitar cambios bruscos de presión atmosférica. Hablen, no sé, por ejemplo, de la rueda de prensa de Monedero o algo de ese tipo.

20/2/15

¡BANG!, AMÉN


Hacen falta más programas religiosos en la tele. Hasta ahora eran una rémora anacrónica difícil de justificar, un foco de creencias irracionales que habían encontrado su reservorio en La 2 permaneciendo inmunes a la crítica social y la separación Iglesia-Estado que tan bien se predica con aquello de a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César pero que tan poco se cumple cuando toca renunciar a un privilegio, a unos ingresos o a ambas cosas.

Como los actuales programas religiosos tienen un interés descaradamente proselitista, solo cuentan las maravillas y ventajas que, dicen, supone asumir sus creencias, pero, vaya por Dios, son tan breves que no les da tiempo a contar los inconvenientes. Así que hablan de cielos, pero no de infiernos; de premios, pero no de castigos; del amor, pero no del temor de Dios. Y los informativos están dejando claro que deberíamos conocer mejor las prohibiciones que los diferentes dioses dan a los hombres porque circula por ahí mucho intransigente armado obligando a que todos, creyentes o no, acatemos sus mandamientos por muy ridículos o ajenos que nos parezcan.

Así que “Islam hoy” debería explicar qué otras cosas no debemos hacer por nada del mundo además de no dibujar a Mahoma, no vaya a ser que nos disparen porque tampoco esté bien, qué sé yo, cantar en la ducha. “Shalom” debería explicar cómo cocinar al gusto de Jehová y, de paso, si ya podemos decir “Jehová” sin que nos lapiden. “Buenas noticias TV” debería aclarar cómo no ofender a ninguna de las miles de versiones protestantes que hay en el supermercado bíblico, especialmente es la sección de bufé libre “Interpreta la Biblia a tu bola, aleluya”. Los programas católicos podían empezar publicando el índice de libros prohibidos y continuar con una lista detallada de las conductas por las que podemos esperarnos un puñetazo de los de hoy o una hoguera de las de antes. Y las demás miles de religiones también deberían tener su propio programa en la tele para contarnos sus obsesiones y mandamientos, que armas por ahí hay muchas y no siempre las carga el diablo.

19/2/15

MUCHA, MUCHA POLICÍA


La última serie de Antena 3 para la noche de los martes es la bomba. “Bajo sospecha” es de tanto misterio, enigma y suspense que, como diría Miliki, se te ponen “los nervios nerviosos”. Hay alguna trama secundaria que puede resultar cansina, pero la principal es realmente innovadora, desconcertante y genial.

Al inicio de cada capítulo, “A dos metros bajo tierra” y “House” jugaban al despiste con el espectador. Mostraban una escena cotidiana en la que, inopinadamente, uno de los personajes moría (“A dos metros bajo tierra”) o caía gravemente enfermo (“House”). “Bajo sospecha” también juega al despiste. Al principio parece que asistimos a los protocolos habituales del género: una niña hace de Laura Palmer (pero en versión desparecida, no muerta como en “Twin Peaks”). La desaparición ocurre en la fiesta familiar de su primera comunión, así que no solo todos los miembros de la familia son sospechosos, sino que, además, van pareciéndolo. Naturalmente, una atípica pareja de policías tiene que ocuparse del caso y no se llevan bien. Además, sorpresa, son chico y chica, así que la inevitable tensión sexual no resuelta surge en el minuto uno. Y justo entonces, cuando nos vamos adormilando instalados en la rutina del género, cae la bomba y se nos ponen los nervios nerviosos.

Atención: la poli que se ocupa de investigar el caso es una joven inspectora de policía que recibe la orden de hacerse pasar por maestra y psicóloga para infiltrarse de incógnito en el cole donde estudiaba la niña desparecida. Pues bien, al día siguiente la poli llega al cole, dice hola y se pone a dar clase tras este simpático diálogo:
– “¿Quién me dice por qué página vais con doña Catalina?”.
– “Página 42, seño”.
Y ya está. A dar clase. Y luego convoca una reunión con los padres, que para eso es también psicóloga. Moraleja: cualquiera a nuestro alrededor puede ser un poli infiltrado. Lo tiene más fácil que el agente Smith en “Matrix”. Tal vez su abogado solo sea un poli en una misión. O su confesor. ¿Es su ginecólogo o su cirujano un poli infiltrado?  No nos perdamos “Bajo sospecha” hasta asegurarnos de que dejan este cabo suelto atado y bien atado.

18/2/15

MI GRAN HÉROE GRIEGO

De momento, somos libres de elegir a nuestros héroes televisivos. Mi héroe televisivo es Yanis Varoufakis, el nuevo ministro de Finanzas griego. Me gustan las camisas por fuera del pantalón de Varoufakis, me gustan sus abrigos, me gusta su calva, me gusta su sonrisa, me gusta su forma de saludar, me gusta su lenguaje corporal cuando tiene que enfrentarse a los bárbaros del norte y me gusta el nuevo estilo con el que Varoufakis y Tsipras, el primer ministro griego, crean inquietud en las moquetas del poder y en los telediarios del mundo. Las moquetas y los telediarios ya no son lo mismo desde que estos dos políticos griegos, por esas cosas de la democracia, tienen derecho a pisar moqueta y ocupar parte del tiempo que los telediarios hasta ahora empleaban en convencernos de que todo va bien en el reino de la austeridad. Las moquetas quieren presentarnos a Tsipras y Varoufakis como dos intrusos que no saben dónde se han metido, y los telediarios se fijan más en las camisas sin corbata de los políticos y en su falta de experiencia. Ja.

Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, dijo ante los diputados del Grupo Popular Europeo que Alexis Tsipras no sabe de lo que habla, y que es como un estudiante de medicina de primer año que ya quiere operar a corazón abierto. Supongo que Juncker preferiría discutir con expertos de la asquerosidad moral de Dominique Strauss-Kahn o Rodrigo Rato, gente listísima y preparadísima que ningún ciudadano decente querría tener sentada a su mesa en la cena de Nochebuena. En todo caso, es curioso que Juncker se atreva a decir esa majadería cuando la mismísima Angela Merkel puso a un ama de casa de Suabia como ejemplo para las economías estatales, puesto que nos diría que no se puede vivir por encima de nuestras posibilidades. ¿Por qué Angela Merkel no nombra a un ama de casa de Suabia ministra de Finanzas? ¿La sabiduría de un ama de casa alemana es más de fiar que la sabiduría de dos políticos griegos sin corbata? Me gustaría ver a un ama de casa de Suabia en los telediarios dando la mano a Juncker, pero de momento mi héroe es Varoufakis, ese tipo que obliga a Schäuble, ministro de Finanzas alemán, a esbozar una especie de sonrisa en el telediario mientras saluda a quien definió la política económica alemana como “mercantilismo provinciano”. Ni un ama de casa de Suabia lo habría dicho mejor.

17/2/15

LOS DIOSES EN LOS QUE CREO

Si el Dios de las Televisiones se me apareciera un día saliendo de mi pantalla envuelto en una nube de luz y me concediera el deseo de poder estar presente en un momento determinado de la historia de la televisión, yo, que soy de natural sencillo y poco puñetero, le suplicaría que me transportara a este domingo pasado, a la ciudad de Nueva York (Estados Unidos de América), a la altura de la calle 49 entre la Quinta y la Sexta Avenida, para poder acudir al estudio 8H de la NBC, en el 30 Rockefeller Plaza y asistir al increíble megaprogramazo de celebración de los cuarenta años de “Saturday Night Live”. Me sentaría en la primera fila del público y me sentiría parte del mejor show televisivo de la historia, aquél de donde han salido la mayor parte de los mejores humoristas norteamericanos de las últimas décadas - John Goodman ha aparecido trece veces-, el único en donde han tocado en directo todas las mejores bandas y solistas del siglo XX y XXI -Paul Simon ha aparecido cinco veces-, ése que, con sus altibajos, ha terminado por dejar de ser un simple programa de televisión para convertirse en un símbolo de Nueva York a la altura de los Yankees, los Knicks, Woody Allen, Jerry Seinfeld, los pretzels, Central Park o el Madison Square Garden. Recorrería con la mirada cada rincón del plató, más mitómano que nunca, buscando restos de Amy Pohler y Tina Fey, de Jimmy Fallon y Will Ferrer, me movería inquieto en la silla recordando que cuarenta años antes, en ese mismo escenario, empezó un programa de humor y música -“¡en directo desde Nueva York!”-, que contaba en su reparto con John Belushi, Chevy Chase y Bill Murray.

Pero como el Dios de las Televisiones no se me va a aparecer ningún día saliendo de mi pantalla envuelto en una nube de luz, no me va a quedar más remedio que recurrir a Canal+, que para este tipo de milagros tiene una eficacia cercana a la de la divinidad. El sábado 28 a las 16:40 el canal de pago emitirá este superespecial y hará el prodigio de convertir cualquier edificio de España en el 30 Rockefeller Plaza de Nueva York. Será el momento de disfrutar de los únicos dioses en los que creo.

16/2/15

CUÉNTAME


-Abuelito, cuéntame más, ¿de verdad que al principio de la televisión los programas se echaban por la tele un día a una hora y todo el mundo los veía al mismo tiempo? No lo entiendo.

- Claro, hasta bien entrado el siglo XXI se hacía así. Las cadenas tenían lo que de aquéllas se llamaba “programación”, y tú la mirabas... No sé... Los miércoles a tal hora echaban tal serie, o un concurso, o un partido de fútbol.

- Lo del partido de fútbol lo entiendo, porque se juega a una hora. Pero lo de las series... Es como si una editorial de libros sacara un libro un día a una hora y todo el mundo lo tuviera que leer en ese momento. Qué televisión tan rara teníais. ¿Y es verdad que las cadenas sólo producían veinticuatro horas de televisión al día? No tiene sentido.

- Es que las cosas no eran como ahora, que cada día te llegan al televisor trescientos o cuatrocientos programas de cada cadena para que tú elijas cuáles quieres ver y en qué momento. Las imágenes se emitían por ondas y no se almacenaban. O algo así. Los programas no empezaban cuando encendías la tele. Podías encenderla y que ya hubieran empezado...

- ¿Cómo iban a haber empezado antes de que encendieras la tele? Seguro que esa televisión no la veía nadie. Al menos hasta que llegó... ¿cómo se llamaba? ¿Youtube?

- Sí, Youtube. En 2005. Qué recuerdos. Me acuerdo cuando en febrero de 2015 escribí una columna sobre el décimo aniversario de Youtube...

- ¿Esa columna diaria que llevas haciendo setenta años, abuelito?

- Sí... Por aquéllas, a los diez años de empezar Youtube, ya tenía más de mil millones de usuarios. Algunos de sus vídeos se habían visto más de dos mil doscientas millones de veces. Y cada minuto, cada minuto, eh, se subían trescientas horas de vídeo a esa plataforma. Ahora esos datos nos parecen muy poca cosa, pero entonces era la leche. De hecho, doce o catorce años después desaparecieron todas las cadenas de televisión antiguas.

- ¿Pero eso no fue porque las cerró ese partido bolivarista iraní que llegó al poder?

- Anda, ya te lo cuento otro día, que tengo que ponerme a escribir la columna de mañana.

- ¿Y el blog? ¿Por qué tiene ese nombre tan raro? ¿Qué significa "625 ranas"?

15/2/15

¡PAREN LAS ROTATIVAS!


¡Noticia noticiosa con sorpresa sorprendente! ¡Kiko eldegranhermano ha hecho algo! No es que, como hasta ahora, haya dicho, murmurado, preguntado, contestado o gritado algo; no: ¡es que ha hecho algo! Sé que es difícil de creer, pero deben confiar en mí: ¡ha hecho algo, ay, qué nervios, con las manos! ¡Con sus propias manos suyas de él mismo! ¡En su jornada laboral! Resulta increíble porque no lo ha hecho con las manos de otros como podía esperarse de este personaje y del tipo de trabajo con el que se gana la vidorra, pero anteayer por la noche movió una silla en “Sálvame deluxe”. En directo. Sin trampa ni cartón. Al principio la silla ocupaba un lugar en el universo a un lado del plató, y tras su acción pasó a ocupar otro lugar en el universo a otro lado del plató.

Es cierto que la silla en cuestión no era especialmente pesada, y que antes de este esfuerzo físico Kiko Eldegranhermano estaba cómodamente sentado en ella y tras esos pocos segundos de leve esfuerzo físico volvió a sentarse nuevamente, pero, sin duda, se trata de un precedente que puede suponer un cambio en la televisión de este país. El hito se produjo cuando el famoso colaborador de Telecinco estaba sentado en la ahora famosa silla junto a otros famosos colaboradores de Telecinco que también estaban sentados en sus respectivas sillas (no tan famosas pero que pronto lo serán según se vaya descubriendo la relación que mantienen con la silla famosa del principio) mientras hablaban acerca de lo que hablaban otros famosos colaboradores de Telecinco que se sientan en sofás en vez de en sillas porque Telecinco manda que sea así para que la gente no se líe y distinga “Sálvame deluxe” (donde los colaboradores se sientan en sillas) y “Gran hermano VIP” (donde los colaboradores se sientan en sofás).

El caso es que Kiko quiso escenificar su posicionamiento en el asunto sobre el que hablaban de lo que otros hablaban, cuando se levantó y desplazó su silla de un sitio para otro. ¡De un sitio para otro! ¡Con sus propias manos suyas de él mismo mismamente! ¡Qué tío! ¡Paren las rotativas!

14/2/15

HABLAR ES COSA DE MUJERES


Las mujeres no son simples cosas, son cosas que de vez en cuando hablan. Al menos en “Hable con ellas”. Lo dijo Rocío Carrasco, una de “ellas”, en la segunda repentina y arbitraria despedida del programa: “Nos vuelven a guardar”. Pues hala, señoras, a un cajón calladitas hasta nueva orden. Se ve que quien manda las saca del cajón de vez en cuando para que hablen un poco y entretengan a la peña, o las guarda para que callen y esperen pacientemente el momento en que resulten útiles y rentables.

¿Y quién manda? ¿Quién decide que ellas, obedientes, hablen, o que ellas, sumisas, callen?  Busquemos nombres. “Hable con ellas” se emite en Telecinco, cadena de Mediaset controlado por el grupo Fininvest, propiedad de Silvio Berlusconi. En su organigrama figuran Alejandro Echevarría como presidente ejecutivo, Paolo Vasile como consejero delegado de contenidos, Massimo Musolino como director general,  Manuel Villanueva como director general de contenidos, Giuseppe Tringali como presidente de Publiespaña, Fedele Confalonieri y Manuel Polanco como vicepresidentes y Marco Seniga como consejero delegado. Ya en el plató, David Valldeperas es quien se encarga de dirigir “Hable con ellas” para La Fábrica de la Tele, productora de Óscar Cornejo y Adrián Madrid.

Si algún día lo tienen a bien, estos señores que dice la Wikipedia pueden decidir abrir nuevamente el cajón y volver a sacar de allí a las señoras de “Hable con ellas” para que parloteen otro poco. O a otras que se le parezcan. Y si sigue viniendo bien a sus intereses promocionales, volverán a anunciar el espacio como un programa feminista y transgresor hecho por mujeres en el que las mujeres son las auténticas  protagonistas. Y, para demostrarlo, las parlanchinas y pizpiretas presentadoras no solo podrán hablar: podrán conquistar altas cotas de poder levantándose las faldas y enseñando el culo como hicieron este miércoles en su despedida. La igualdad es lo que tiene.

13/2/15

MI PRIMER SADISMO



Me encanta ver el anuncio de la colección infantil “Mi primera Biblia” en televisión. Sólo lamento que sea demasiado breve, veinte segundos de nada en donde casi no da tiempo a mostrar los contenidos de los libros. Se ve la página en la que se cuenta cómo todos los animalitos entraron en el arca de Noé justo antes de que Dios exterminara a toda la humanidad y al resto de seres vivos sobre el planeta. Y también se ve otra bonita página sobre la construcción de la torrecita de Babel, ese episodio en el que Dios creó las diferentes lenguas para que los humanos no se pudieran entender entre sí.

Pero el anuncio debería durar varios minutos más, para que también aparecieran en el spot preciosos dibujitos sobre el momento en el que el ángel exterminador enviado por Dios asesinó a catorce mil niñitos primogenititos egipcios (Números 16:41-49). Qué bonito será el capítulo en el que se cuenta a nuestros hijos cómo Dios envió a dos ositos para que descuartizaran a cuarenta y dos niños por haberse reído de un hombre calvito (Reyes 2:23-24). Esa madre que aparece en el anuncio seguro que está leyendo junto a sus hijos el momento de la Biblia en el que Dios indica que una jovencita que se case sin ser virgen deberá morir apedreadita (Deuteronomio 22:20,21). También se echa en falta en el spot imágenes de los dibujos que cuentan cómo Sansón obtuvo poderes especiales de Dios para matar a treinta personitas inocentes con las que había perdido una apuestita trivial (Jueces 14:1,19), o de las referencias a ese momento tan educativo para los niños en donde un posadero temeroso de Dios ofrece a unos ladroncitos a su hijita para que la violen con tal de que no molesten a uno de sus huespeditos (Jueces, 19:22-30).

La televisión se ennoblece poniéndose al servicio de la publicidad de unas lecturas infantiles tan adecuadas. Esperemos que tengan éxito y podamos ver dentro de poco en las pantallas publicidad llena de dibujitos coloristas de “Mis primeras obras del Marqués de Sade”.

12/2/15

EL DEFENSOR DEL DEFENSOR DEL ESPECTADOR


Un tipo que habla así en RTVE es un hacha: “Bienvenidos a "Entre probetas". Comunicación de la ciencia, de la de verdad, de la buena. Lo que deje la ciencia de contar, lo hará la pseudociencia. No lo olviden: contra los charlatanes y la pseudociencia, lean ciencia, escuchen ciencia y vivan ciencia”. Se llama José Antonio López (JAL, para los amigos) y, aunque dice las cosas así de claras, su programa de divulgación científica “Entre probetas” tiene un par de problemas. Primero, que aunque somos muchos sus seguidores, ¡no lo ve nadie!; y segundo, que los responsables de RTVE no le hacen ni puñetero caso y están empeñados en dar cancha en la tele pública a los dañinos charlatanes y la peligrosa pseudociencia. El primer problema tiene explicación: no lo ve nadie porque “Entre probetas” no es un programa de televisión, sino un estupendo programa de radio que se emite la noche de los martes, de doce a doce y media, en Radio 5. El segundo problema es más difícil de resolver, pero no imposible.

El otro día, por ejemplo, un amable lector me indicó que hay una campaña de recogida de firmas en Change.org (a la que les invito a sumarse) para solicitar que, haciéndole siquiera un poquito de caso a JAL, RTVE no juegue con la salud pública promocionando a charlatanes curalotodo y pseudociencias milagrosas como la homeopatía. Esta campaña también pide que dimita el “Defensor del espectador” por lo mal que gestionó las quejas recibidas por la descarada promoción de la homeopatía en “La mañana” de La 1. Siendo menos radical, creo que bastaría con que rebautizaran al actual “Defensor del espectador” como “Defensor de la impunidad de los señores responsables de RTVE, hagan lo que hagan”. Y, de paso, que crearan, esta vez sí, la figura de un auténtico “Defensor del espectador” que nos defendiera de lo que esos señores hacen y quieren seguir haciendo impunemente con nuestros cuartos.

11/2/15

AUTOAYUDA TELEVISIVA

Creo que el mejor libro de autoayuda no lo escribió Jorge Bucay, ni Dale Carnegie, ni Wayne Dyer, ni tiene que ver con monjes que vendieron su Ferrari, ni con armaduras oxidadas, ni con el arte de amargarse la vida. El mejor libro de autoayuda es “El origen de las especies”, de Charles Darwin. Del mismo modo, me parece que la mejor autoayuda televisiva no está en comprender por qué maravillas como “The Wire” o “Los Simpson” pueden compensar los horrores de “Sálvame”, sino en ver la serie documental “Pioneros de la televisión” (Canal+), un fascinante repaso de la ficción televisiva estadounidense en sus primeras décadas de existencia. Sólo sabiendo de dónde venimos podemos entender dónde estamos.

Los que hemos vivido y amado a la televisión desde Calimero, Fofó, el Capitán Tan y la Casa del Reloj hasta la ansiedad de Tony Soprano, los cigarrillos de Rust Cohle, las collejas de Sole y la evolución de los Alcántara nos parecemos mucho a Winston Churchill, cuya vida abarcó desde la batalla de Omdurmán, con victoria de las tropas anglo-egipcias ante un ejército sudanés cuyo arcaico armamento no podía competir con las ametralladoras europeas, hasta la utilización de la bomba atómica y la fabricación de la bomba termonuclear. Churchill pasó de los caballos y los sables a la nube con forma de hongo, que es como viajar desde Homero al Dr. Strangelove, y algunos televidentes nos hemos movido desde el salacot del Capitán Tan a la alquimia política de “House of Cards”, que es como saltar de la Noche de Reyes de la infancia a la tarjeta de compra de El Corte Inglés. Si su vida televisiva ha sido como la de Churchill, no se pierda el tercer capítulo de “Pioneros de la televisión”, dedicado a las miniseries. Se encontrará con un fino análisis de las inolvidables miniseries “Raíces”, “Hombre rico, hombre pobre” y “El pájaro espino”, con jugosas entrevistas a sus protagonistas. Y si su vida televisiva no se parece en nada a la de Churchill, no lamentará ver ese capítulo como no lamentará leer “El origen de las especies” si lo que busca en un libro de autoayuda es algo más de lo que puede contarle un monje que decide vender su Ferrari.

10/2/15

"GH VIP", A ZAPATAZOS


Algo bueno de TVE, de La 2, de “Para todos La 2”: la parrafada que se marcó el otro día Jorge De Los Santos, un habitual del programa. Tomen aire:

“Me gustaría detenerme un segundo en el sentido de la popularidad que tenemos hoy en día: el error que cometemos al confundir la aprobación con la audiencia. Por ejemplo, cuando hace relativamente poco uno de estos programas de una cadena privada que está por salirse porque aborda temas que son impropios para el horario (e impropios para la propia salud mental de los telespectadores) manifiesta que ellos tienen toda la aprobación del mundo porque tienen dos millones de espectadores, de audiencia. Pero eso no quiere decir nada. Solo quiere decir que hay dos millones de personas que lo miran, no que hay dos millones de personas que lo aprueban. Cuando yo paseo, por ejemplo, con mi pareja por la Plaza de Cataluña cogido de la mano, es muy posible que tenga muy poca audiencia; sin embargo los que me ven seguramente aprueban esta muestra de cariño como es pasear con alguien cogido de la mano. Ahora bien, si en lugar de cogerla de la mano, me quito un zapato y empiezo a darle zapatazos, esta conducta tendrá una enorme audiencia, es decir, captará mucho la atención, no solo en mí sino posiblemente dos generaciones más para allá (porque dirán: "mira, este es el nieto de aquel que pegaba y se liaba a zapatazos a su compañera"), pero eso no quiere decir que a mí me apruebe la gente”.

¿Piensan que hoy me limito a transcribir y no trabajo? No, no es tan fácil. Ahora viene una ardua labor de investigación para ilustrar lo expuesto. Así que pongo el nombre del último éxito de audiencia de Telecinco en Google y doy a “buscar”. Aquí están las últimas noticias: que Belén Esteban hizo trampa en “Gran hermano VIP” para manipular una votación, y que Belén Esteban utilizó su enfermedad fingiendo una hipoglucemia para espiar a los otros concursantes de “GH VIP”. Cualquiera de las dos vale como zapatazo. Hay días que este trabajo se hace solo.

9/2/15

TIEMPO DE MARISMAS (a.k.a. ZEITGEIST)

Es inexplicable el parecido que existe entre “La isla mínima” y “True detective”. O no. Es inexplicable, además, porque con toda seguridad la premiadísima-en-la-última-edición-de-los-Goya película de Alberto Rodríguez se realizó completamente al margen de la serie de la HBO, terminando de rodarse un mes antes de que se estrenara su primer capítulo en los Estados Unidos.  Matthew McConaughey no pudo haber copiado a Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez no pudo haber copiado a Woody Harrelson. Aunque Alberto Rodríguez y Nic Pizzolatto hubieran leído las mismas novelas negras, aunque con seguridad han visto el mismo cine negro, no se explica las similitud milimétrica entre el retrato del mundo que se sobreeexpone desde Andalucía y desde Luisiana. Esos cadáveres de chicas jóvenes mutiladas. Esas cruces. Esas casas en medio de parajes anegados en luz sin brillo. Tanto en la película española como en la serie norteamericana dos detectives de la policía, cada pareja paralela de la otra: un policía brillante en su extravagancia, el otro brillante en su vulgaridad; ambos instalados en una oscuridad sórdida desde lados opuestos. La clave no está en la copia o en la influencia común. La explicación tiene que ser otra, de mucho mayor alcance, y se llama “zeitgeist”.

Vivimos tiempos de marismas. Tiempos de barqueros silenciosos y lluvias torrenciales sobre cadáveres. Nadie sabe nada. Nadie quiere hablar. En la trastienda de nuestras urbanizaciones de lujo el mal es un hombre trastornado rodeado de astas de ciervos que convierten el sexo en la muerte. Como ocurre con las vacunas respecto de las enfermedades, al mal sólo lo pueden vencer otras formas de mal menos virulentas. La misma luz avergonzada en el Guadalquivir y en el Mississippi. No podemos criar serpientes en el patio de atrás y esperar que sólo muerdan a los vecinos, dijo Hillary Clinton antes de ver “La isla mínima” y “True detective”. Vivimos tiempos pantanosos y no hay mayor virtud en un director que saber atrapar el espíritu de los tiempos en una bandada de pájaros.

8/2/15

TRÍPTICO


1. Las treinta y cinco veces que ha aparecido Jordi Évole esta semana en programas de Atresmedia promocionando la vuelta de “Salvados” ¿no deberíamos haber visto en la pantalla sobreimpresionado el cartelín ése que dice “Publicidad”? ¿Por qué si se nos ofrece al genial Évole contando que entrevistar a Esperanza Aguirre fue como jugar un partido de fútbol contra un equipo entrenado por Mourinho en “El intermedio”, y después en “Al rojo vivo”, y después en “El hormiguero”, y después en “Zapeando”, y después en “En el aire”, no se nos advierte de que estamos ante una promoción de un producto comercial? ¿Es publicidad que una cadena haga publicidad de sí misma?

2. La noche de los viernes “Sálvame” me resbala. “Me resbala” me salva la noche de los viernes. Parece como sí Antena 3 y Telecinco se estuvieran haciendo referencia mutua con los títulos de sus programas estrella. El pasado viernes ambos obtuvieron buenos resultados de audiencia. Es imposible ver a Jorge Javier Vázquez entrevistar a Olvido Hormigos y no imaginárselos haciendo mucha fuerza con los pies contra el suelo, intentando no resbalar y caer rodando dentro de un enorme saco de mierda. Y es gratificante ver una vez más a Antena 3 salvando el entretenimiento televisivo de forma sencilla sin dar vergüenza ajena.

3. ¿Por qué no nos ofrecen nunca el making of de “Hermano Mayor”? Quiero ver cómo se filman las escenas de violencia doméstica, lo cerca que están lás cámaras, los micrófonos y los focos del adolescente que está destrozando una puerta a patadas. Quiero ver cómo se toma contacto con la familia, cómo se les explica en qué va a consistir el programa y qué preguntas hacen. Quiero ver qué comentan cuando se apagan las cámaras y qué tal funciona la casa meses después de haber pasado por el programa. El making of de “Hermano mayor” resolvería muchas sospechas que tengo sobre la labor de Pedro García Aguado. Que no nos lo ofrezcan nunca las confirma.

7/2/15

CORRESPONSAL DE FRÍO



En serio, no hace falta que enviéis a un reportero al lugar más frío de España para que desde ahí nos informe de la ola polar que padecemos. En ocasiones sí es necesario informar desde el lugar en donde está ocurriendo la noticia porque sólo desde ahí se puede tener conocimiento de los aspectos más relevantes o de mayor actualidad del suceso. Pero para leer la previsión del tiempo que ha elaborado la Agencia Estatal de Meteorología no hace falta irse a Morteruelo de Ferrán Núñez (Burgos) y hacer una conexión a las nueve de la noche en un camino a oscuras bajo una intensa nevada. No añade nada ver al desdichado reportero tiritando medio congelado. Si estuviera informando de un ataque bélico sí sería razonable que el corresponsal de guerra nos diera la última hora desde el lugar de la noticia. Pero exigir a alguien que informa de que hace mucho frío que esté pasando mucho frío en el lugar en donde hace mucho frío es como pedir que se informe de una galerna en el Cantábrico desde un barquito agitado en medio de un mar enloquecido con el reportero echando la pota, o pedir que se informe de una ola de gripe tras haber contagiado al reportero para que nos dé los datos que ha facilitado el Ministerio de Sanidad con treinta y nueve de fiebre desde su cama.

(Esta columna es un sentido homenaje a Adrián Cordero, meteorólogo y representante del nuevo género periodístico de la “corresponsalía de frío”, que se pasó todo el miércoles informando de la ola polar desde el puerto de Somosierra, hasta que ya por la noche, a seis bajo cero sufriendo una intensa ventisca de nieve, dijo “no puedo hablar, estoy congelado” e interrumpió durante unos segundos su intervención. Los informativos de laSexta le deben una reparación por esta tortura gratuita, y esperamos que los mismos responsables que lo mandaron a tiritar a La Acebeda le envíen a finales de mayo a una playita del Mediterráneo para que desde un chiringuito cubra la noticia de la maravillosa temperatura que esté haciendo, en manga corta y tomándose una cañita).

6/2/15

¡CORRE, TELECINCO, CORRE!


“Hay quienes corren para moverse, para cansarse; y quienes corremos para avanzar, sin miedo”. Dos tipos corren. El de naranja, en una cinta de un gimnasio; el de azul, corre por fuera. “Hola compañeros que tal estais todos espero que muy bien yo aqui hechando mucho de menos todo aqui dentro de la casa ves todo de diferente manera todo parece un mundo no os imaginais lo que os hecho de mos mis primeros diez dias fueron malisimos porque habia un personajec que me queria joder pero no lo ha conseguido meimagino que vosotros habeis visto todo lo que a pasado pero ya no esta y estoy feliz por ello perdonarme por si escribo mal pero escribir no se me da nada bien”.

“Sintiendo el viento en la cara. Buscando nuestra libertad, nuestros desafíos  y nuestras metas”. El corredor de azul atraviesa un paso elevado, llega al campo, pasa sobre la vía del tren, llega a un río. Jorge no se como estaras viendo mi convivencia espero que tu y todos osc csintais orgullosos de mi no me puedo poner la chapa de Salvame porque se me ha roto pero os llevo en mi pensamientos siempre bueno Mila estaras flipando de que alla entrado Kiko yo tambien y me acuerdo de muchas cosas que as hablado conmigo si estuvieras aqui lo fliparias las tonterias que tengo que oir pero bueno cada uno juega como sabe para mi la necesidad es otra cosa yo no pienso como el pero aqui e venido a convivir”.

“Sentir, avanzar, llegar más lejos. Telecinco, líder de audiencia en enero”. Atardece. Aunque el de naranja lo deja, el corredor de azul continúa. Pisa un charco, sube una cuesta, rebasa un puente, persigue el Ave. “Me acuerdo de todos voso de Kiko Matamoros de Lydia de Gema de Chelo de Patiño de mi querida Rocio de mi querida Cristina bueno de todos si algun dia va Marivi portaros bien ella no esta aconstrubada a todo tambien mando un beso muy fuerte a Paz bueno Jorge ya me voy a despedir solo quiero que sepas que te hecho a ti y a todos muchisimo de menos”.

El corredor de rojo continúa huyendo de las cámaras para estar a solas. Le duelen las tripas. Algo ha comido en mal estado. Necesita estar lejos de la mirada de tantos telespectadores para aliviarse.

5/2/15

LA INEFICACIA DE LA HOMEOPATÍA


Vender y curar son cosas diferentes. Vender es bueno para la economía y curar es bueno para la salud. Si se tratara de mejorar su economía, lo mejor que podía hacer un farmacéutico para mejorar su negocio es defender que cualquier tratamiento es eficaz mientras no se demuestre lo contrario. Esto permitiría vender cualquier ocurrencia a buen precio y la caja registradora sonaría a música celestial. Todo vale, cómo mola. No habría que gastar ni un euro en demostrar la eficacia de los tratamientos. Según se te ocurre algo, lo envuelves y lo vendes. De hecho, lo mejor sería vender productos sin ninguna eficacia, puesto que así podrían anunciarse con el marchamo de no producir efectos secundarios y la clientela compraría feliz. Es la ventaja de lo inocuo: que no hace mal porque no hace nada, ni bien ni mal. Como pasa con los productos homeopáticos, que sin haberlo demostrado afirman que aquello que en grandes dosis causa el mal, lo remedia si se aplica en pequeñas dosis.

Todos deberíamos tener esto en cuenta, y Mariló Montero más. Si “La mañana” de La 1 va mal porque sufre una sobredosis de incompetente presentadora mete patas que no pinta nada en la tele pública, no debería buscar el remedio añadiendo una pequeña dosis de incompetente colaboradora mete patas que no pinta nada en la tele pública. Así,solo empeora las cosas. La colaboradora Pilar León utiliza el programa para mejorar su negocio haciendo proselitismo de la homeopatía y, claro, TVE ha recibido quejas pidiendo más rigor en este asunto.

“RTVE responde” recogió estas quejas el pasado fin de semana en La 2 y la empresaria León acudió allí a defender su negocio: “Sabemos que hay un debate abierto. Si el día de mañana dicen "no sirve para nada, no podéis usarlo", las farmacias seremos las primeras que dejaremos de venderlo”. Vaya morro. Debería atender menos a la caja registradora y entender que igual que en el campo de la justicia todo el mundo es inocente mientras no se demuestre su culpabilidad, en medicina todo tratamiento es ineficaz mientras no se demuestre que funciona. Ese es el caso de la homeopatía y otros tratamientos similares: que son un timo porque no respetan el principio de presunción de ineficacia.

4/2/15

"HAKA" GLOBAL


Un estudiante español de Bachillerato sólo podría entender un libro de texto de matemáticas (o de inglés) de un estudiante coreano, pero el lenguaje de las matemáticas (y el inglés) no es lo único que une a los jóvenes españoles y coreanos. Ni los españoles ni los coreanos entienden de qué va el fútbol americano, pero les gusta. Ni coreanos ni españoles comprenden el idioma que utiliza un deporte que se parece al rugby tanto como el arte rococó se parece a la escultura clásica griega, pero les hace gracia decir “touchdown” o “quarterback”. Ni españoles ni coreanos saben qué está pasando en uno de esos interminables parones que salpican un partido de fútbol americano, pero eso no hace que pierdan la fe en el espectáculo. El comprensible lenguaje de las matemáticas y el incomprensible lenguaje del fútbol americano une a coreanos y españoles, por eso españoles y coreanos sabrían hacer juntos una multiplicación y por eso podrían divertirse juntos viendo la Super Bowl.

Como es imposible entender nada del partido entre New England Patriots y Seattle Seahawks (Canal+), creo que la Super Bowl no es más que una larguísima e intimidante coreografía que la cultura estadounidense lanza a la cara del mundo. Dicho de otra forma, la Super Bowl es como una “haka”, esa danza de guerra maorí que los “All Blacks”, los jugadores de la selección de rugby de Nueva Zelanda, realizan ante las narices de sus rivales para que sepan lo que les espera. Las mareantes cifras que rodean a una Super Bowl (audiencia, publicidad, dinero), la imponente figura acorazada de los jugadores, el increíble ambiente en el que se vive el partido, la mística de lo inefable en la que se mueve cada jugada, el derroche de imaginación que se ofrece en el descanso (esta vez con Katy Perry y Lenny Kravitz), la fabulosa importancia que cobran los detalles, la asombrosa mezcla de tecnología y primitivismo que se dibuja en cada plano… Acojona. La “haka” global de la Super Bowl une al mundo tanto como la tabla de multiplicar, pero también deja petrificados en los sofás a quienes creíamos que una final de la Liga de Campeones era lo más de lo más. ¿Alguien se atreve a desafiar la “haka” de la Super Bowl como la selección francesa desafió a la “haka” neozelandesa en la final de la Copa Mundial de Rugby de 2011?

3/2/15

LA TRAMA PUBLICITARIA DE LA SEXTA

No son casos sueltos, es toda una trama que se extiende sistemáticamente por toda la cadena. LaSexta ha desarrollado una compleja ingeniería televisiva para burlar los límites de las interrupciones de publicidad que incorporan sus programas. La técnica es verdaderamente rocambolesca, y a los espectadores nos causa en un primer momento confusión y posteriormente irritación y enfado. Fíjense: el presentador anuncia los contenidos que se ofrecerán a la vuelta de la publicidad, y señala que la pausa comercial será breve, de cuatro o cinco minutos; pasado ese tiempo el programa se reanuda pero sólo durante unos pocos segundos en los que no se ofrece nada de lo prometido, sino que se vuelve a emplazar al espectador a una nueva interrupción publicitaria inmediata, esta vez de duración no especificada. La segunda tanda de anuncios dura ocho o nueve minutos, por lo que finalmente la cadena consigue componer un bloque de unos quince minutos de publicidad disimulado por un mínimo paréntesis de veinte o treinta segundos del programa en el cual se incluye.

Al principio lo vi en “Zapeando”, y lo atribuí a alguna circunstancia peculiar y desconocida de ese espacio. Pero, ya alerta, lo fui encontrando posteriormente en “Más vale tarde”, en “Al rojo vivo”, en “La sexta noche”... El único programa importante de la cadena que parece resistirse a  esta trampa parece ser “El intermedio”, aunque me temo que cualquier día caerá en ella. Sin duda es impecablemente legal y consigue de esa manera sortear sin mancharse alguna regulación legal o alguna regulación psicológica que afecta a la publicidad en televisión. Pero una vez advertido el engaño la trama publicitaria de laSexta brilla como un perdigón en una radiografía -la comparación es del mismísimo doctor House- y apetece zapear a cualquier cadena como venganza. Como si es a Telecinco para ver a Isabel San Sebastián discutir con el pequeño Nicolás moderada por la aburridísima Sandra Barneda.

2/2/15

EL JEFE INFILTRADO

1. La muerte siempre supone un mazazo de realidad, tanto más compartido por la sociedad en su conjunto cuando más relevante fuera el fallecido. La desaparición de José Manuel Lara nos recordó a todos los españoles que las cadenas de televisión son empresas, y que las empresas tienen dueños. Esto es obvio si hablamos de empresas farmacéuticas, de empresas eléctricas o de empresas automovilísticas, pero el funcionamiento del mundo de la publicidad -la televisión es una subdivisión de las empresas publicitarias- está tan completamente viciado por su propio contenido que sus usuarios no lo ven vinculado a gigantísimos volúmenes de capital, beneficios o pérdidas descomunales, movimientos empresariales tectónicos que arrastran gobiernos en sus sacudidas. La televisión es una lluvia de colorines y diversión. Y tiene dueño.

2. Si hace cuarenta y ocho horas hubiéramos salido a la calle a preguntar a los transeúntes quién es la persona más importante de la televisión española, la mayor parte de los encuestados hubiera dicho los nombres de Belén Esteban, Andréu Buenafuente, el Gran Wyoming, Arguiñano, Pedro Piqueras, Ana Rosa Quintana o Jorge Javier Vázquez. Pero se equivocarían. Cualquiera de los famosetes anteriores está muy lejos de ser la persona más importante de la televisión española. En la industria del entretenimiento una persona es tanto más importante cuanto menos conocida es. En la industria del entretenimiento una persona es tanto más importante cuanto menos entretenida es.

3. Domingo. Como sushi con mi hija viendo las noticias de Antena 3. Ella ha estado prestando una atención intermitente al televisor, compartiendo su interés con los nigiri de salmón y el wasap. Cuando ya se cumplen veinte minutos de información sobre la muerte de José Manuel Lara, moja un futomaki de pepino en salsa de soja, mira a Matías Prats y dice “siempre que muere alguien hablan de él como si fuera el puñetero amo”. Yo asiento. En el exterior diluvia.

1/2/15

CERDOS EN "GH VIP"


Los espectadores de “Gran hermano VIP” son unos cerdos. Iba a decir que son unos desconsiderados, unos insensibles o unos despiadados, pero las cosas como son. Así que sin melindres: los espectadores de “GH VIP” son unos cerdos. Al menos los que están en el plató viendo el espectáculo.

Telecinco lleva media semana viviendo de ese fantástico momento en el que los amos del zoo de “GH VIP” premian a Belén Esteban echándole dentro de su jaula unas imágenes de Andreíta de sus entrañas. ¡Qué estupenda reacción! ¡Qué momento televisivo! Belén les regaló tan buena sobreactuación que ni el dueño del zoo podía haberse imaginado tanta profesionalidad en una fiera por muy domesticada que esté.

Aquello era más que el encuentro entre Belén y Andreíta pixelada. Era más que el encuentro entre una madre y su hija. Era más incluso que la sublime Piedad de Miguel Ángel. Era la esencia de la maternidad misma que había abandonado el frío mármol para convertirse en una máscara deforme y sobreoperada. A Belén se le caía la baba viendo y oyendo a su hija. Qué guapa salía la niña aunque se hubiera alterado digitalmente su cara por un quítame allá ese defensor del menor. Qué bien hablaba y decía lo que le mandaban decir. Cómo atizaba el fuego de la hoguera de las barbaridades. Qué madurez la suya al preocuparse por que su madre no abandonara la jaula y se quedara a ganar el premio. Qué hermoso sonido el de caja registradora. Qué gran carrera le esperaba cuando cumpliera los dieciocho y pudiera tener su propio cubil dorado en el zoo. Qué emoción comprobar que el relevo generacional está garantizado, que los niños son el futuro, que a menudo los hijos se nos parecen. Cómo no iba Belén a montar la que montó viendo que Andreíta tiene garantizada una prometedora carrera de gritos, cirugía estética y degradación humana vivida en directo.

¿Y qué hacían los espectadores del plató mientras Belén elogiaba llorando a su hija? ¡Reírse! No, no son unos desconsiderados, unos insensibles o unos despiadados: esos tipos son unos cerdos.