31/12/16

ME OFENDO, LUEGO EXISTO


Según ha anunciado la Delegación del Gobierno, a partir de mañana día 1 la gente que tenga un número de DNI par sólo podrá ofenderse por gilipolleces los días pares, y la gente que tenga un número de DNI impar sólo podrá ofenderse por gilipolleces los días impares. Es necesario adoptar esta medida dados los altísimos niveles de ofensas por gilipolleces que han detectado las últimas mediciones atmosféricas. EE.UU. ya adoptó medidas semejantes tras la prohibición de “Las aventuras de Huckleberry Finn” en escuelas de Virginia, y después de que Steve Martin tuviese que borrar un tuit lamentando la muerte de Carrie Fisher por decir en él que, además de inteligente y brillante, la actriz era guapa. En nuestro país la boina casposa del puritanismo victimista también alcanza niveles que la OMS considera asfixiantes para el metabolismo cerebral. La Unión Democrática de Pensionistas pidió la retirada del anuncio de la lotería navideña al creer que ofendía a la gente mayor. Y esta semana el Ayuntamiento de Castellón ha publicado un calendario para denunciar el machismo de “Los Simpson”, entendiendo que la serie fomenta la desigualdad al mostrar una familia compuesta por un hombre dominante y una mujer sumisa.

La reacción de la ciudadanía no se ha hecho esperar. Aunque algunos defienden la medida, la mayor parte de los colectivos se han sentido ofendidos por ella. “Ya lo dijo Descartes: ‘me ofendo, luego existo’”, señala Ali Brancal, concejala del Ayuntamiento de Castellón, “y estas medidas que limitan las ofensas por gilipolleces pretenden que sólo seamos personas un día de cada dos”. La Delegación del Gobierno, por su parte, advierte en un comunicado de que la aplicación de la nueva normativa comenzará mañana mismo: “Sabemos que el especial de Nochevieja de José Mota será la primera prueba de fuego de esta regulación. Como es un programa de humor en el que aparece gente que tiene edad, sexo, creencias, nacionalidades o razas, seguramente mucha gente se ofenda por gilipolleces. Recordamos que el día 1 sólo podrán quejarse los que tengan un DNI impar. Los demás tendrán que esperar al día 2 o serán multados”.

30/12/16

¿DEBATIMOS O COMEMOS CHORIZO?



Ante un enfrentamiento de ideas, ¿qué hacemos? ¿Debatimos o comemos chorizo? Desde los albores de la filosofía hasta noviembre de 2016 se había defendido la primera opción como la más provechosa para abordar una polémica. Incluso hay quien piensa que todo lo que nuestra sociedad posee de bueno es fruto de la dialéctica, de la lucha entre ideas. Sin embargo, a partir de diciembre de este año estamos empezando a valorar que quizá lo mejor que se puede hacer ante un enfrentamiento es ponernos tan ciegos de embutido que ya no seamos capaces de argumentar. Sí, en efecto, esta entrada del blog trata sobre el anuncio de Campofrío de estas navidades.

¿El independentismo catalán es fruto del legítimo anhelo de libertad de un pueblo oprimido, o de los intereses de la región más rica de España que no quiere contribuir a su redistribución en el país? Trae p’acá una loncha de mortadela. ¿Tiene sentido la idea de Dios y en ella misma está la prueba de su existencia, o tal idea es un sinsentido cuya obstinación será desmontada desde la filosofía o la psicología? Coño, qué bueno está este fuet. ¿Es éticamente reprobable el consumo de carne animal al ser las bestias sujetos de derechos, o es lícita la explotación de los recursos ganaderos y se rechaza una antropomorfización infantil de los animales más influida por Disney que por Marx? Pufff, ya me he comido cinco salchichas, voy a comerme otra -por cierto, hay que ser muy cretino y muy cretense para defender que lo mejor que pueden hacer un carnívoro y una vegetariana para manejar sus diferencias es sentarse a comer embutido-.

Comamos chorizo, pues. Primero comer chorizo, luego filosofar. Comamos chorizo para contener la risa ante la caradura de una empresa que busca vender carne citando a Podemos y al Partido Popular, para ahogar la náusea ante un anuncio que pone a un mismo nivel el enfrentamiento entre béticos y sevillistas y la guerra civil que se desencadenó tras el golpe de Estado de 1936. Es Navidad, y hoy más que nunca todo no es más que una cuestión de gustos. Una política económica o la gama de productos cárnicos de Campofrío. Comamos chorizo.

29/12/16

ME RÍO DE 2016


No podemos despedirnos de 2016 sin hacer un balance del gran acontecimiento mediático, social, económico, político, lúdico y, esto… ah sí, deportivo del año: los JJ.OO. de Río. La labor realizada por TVE recibió diferentes valoraciones. El Consejo de Informativos de TVE denunció que la “falta de planificación, ineptitud e irresponsabilidad” en la gestión permitió que, tras contar La 1 en directo cómo Mireia Belmonte ganaba una medalla de oro, esta misma cadena abrió sus informativos matinales reemitiendo el mismo informativo que Canal 24 Horas llevaba reemitiendo en bucle toda la noche y que ni nombraba la cita olímpica. Sin embargo, el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, resaltó que el trabajo se había realizado “con la máxima dedicación y coordinación”, incidiendo en la “labor de equipo” como “parte de la familia olímpica española”. ¿“Coordinación”? ¿“Familia olímpica”? Ay, ay, ay.

Se puede intentar evaluar Río 2016 de forma más objetiva recurriendo al medallero, pero no podemos olvidar que es un invento del Tercer Reich en la Olimpiada de Berlín de 1936 para glorificar la raza aria. Hay propuestas más modernas que prefieren relacionar el medallero con la población del país, su PIB, su renta per cápita, su gasto en política deportiva e incluso en I+D (alguno dirá que por ese rentable asuntillo del dopaje). Pero hay otras posibilidades.

Mientras que a Londres 2012 viajó un puñado de directivos de TVE y por apenas unos días, a Río 2016 viajaron un montón, varios acompañados de sus parejas (y, a veces, hijos), que pagaron el viaje pero no la habitación. Hay quienes prolongaron su estancia en familia una o dos semanas más. Algunos nombres: Eladio Jareño, director de RTVE; Yolanda García Cuevas, directora de Deportes; David Valcárcel, director de Medios. Podíamos evaluar la labor de TVE relacionando los números de nuestro medallero con el de directivos que viajaron a reírse de Janeiro realizando tareas de “coordinación” junto con la (y con su) “familia olímpica”. Y sin enfadarnos: TVE movilizó a más de 30 personas y gastó más de un cuarto de millón de euros para la final de la Liga de Campeones entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid y eso que ni siquiera tenía los derechos de retransmisión. ¡Vivan los valores del deporte!

28/12/16

MANZANAS Y BATES


Me gustaba mucho la serie "Vacaciones en el mar". Mucho. Me gustaba el barco, las cenas con el capitán, la amabilidad de la tripulación, la sensación de que todos los problemas podían arreglarse con un ayudita de los señores vestidos de blanco. Incluso me gustaba, y lo reconozco como admito que he cantado muchas veces "Delilah" de Tom Jones en la ducha y he comido muchas manzanas recubiertas con azúcar de caramelo mientras sufría como copiloto en los coches de choque, la banda sonora de "Vacaciones en el mar”. Sí, lo sé. No me arrepiento de mi pasado pero, después de muchos años, he vuelto a ver un capítulo de "Vacaciones en el mar" (Muy Muy TV) y sólo puedo decir que Tom Jones y las manzanas recubiertas de caramelo me parecen el colmo de la modernidad comparados con los pantalones cortos y la sonrisa del capitán Merrill Stubing

También me gustaba mucho "Twin Peaks", pero ahora veo la primera temporada de la serie de David Lynch y Mark Frost (Movistar +) y me vienen a la cabeza Tom Jones, las manzanas con caramelo y los coches de choque. El científico inglés Lord Kelvin declaró en 1900 que ya no quedaba nada nuevo que descubrir en física, y que todo lo que quedaba por hacer eran mediciones cada vez más precisas. Poco después, la Teoría de la Relatividad de Einstein, la teoría cuántica y, más tarde, Sheldon Cooper dejaron en ridículo la sentencia de Kelvin. Estoy seguro de que muchos dijimos, mientras apuntábamos a un palillo en una caseta de feria de tiro al blanco con una escopeta de perdigones, que "Vacaciones en el mar" era lo más de lo más. Luego vino "Twin Peaks", claro. Y, luego, "Los Soprano". Y, más tarde, las docenas de series que han reventado todo lo que creíamos saber del arte de la ficción. Así que puede que, en lugar de hablar de progreso, tengamos que admitir que en la ficción televisiva hay discontinuidades y cambios de paradigma similares a la sustitución de la mecánica newtoniana por la relatividad y la física cuántica. Sin embargo, aunque en ciencia los distintos paradigmas son tan inconmensurables como los átomos de Demócrito y los de Rutherford, parece que hay un hilo que va de "Vacaciones en el mar" a "Los Soprano" pasando por "Twin Peaks". Por eso el bate de béisbol espinado de Negan en "The Walking Dead" tiene algo que ver con el palo de aquellas manzanas con caramelo que algunos utilizaban como proyectiles en los coches de choque. Ay. 

27/12/16

ESCORPIONES, RANAS, PERROS Y CONCURSANTES


Cuenta la fábula que un escorpión pidió ayuda a una rana para cruzar el río prometiendo no hacerle daño. La rana accedió, pero a mitad del trayecto el escorpión la picó. Desconcertada, preguntó: “¿Cómo has hecho esto? Ahora moriremos los dos”. El escorpión podía haberle dado una buena turra hablando del determinismo biológico o haciendo un recorrido por el refranero, empezando por esa hermosura que dice “Al que nace barrigudo, tontería que lo fajen”, pero, como la neurotoxina de su picadura actúa rápido, fue al grano: “No he tenido elección, es mi naturaleza”.

Con “El debate” de anteayer por la noche en Telecinco, se apagaron los últimos rescoldos de “Gran hermano 17”. Como despedida podemos reseñar que los espectadores, incluso los que tragan lo que les echen, están cada vez más hartos de este formato y no le hicieron demasiado caso. Pero, sobre todo, hay que destacar que hasta sus presentadores se han mostrado críticos con esta edición. “Qué ganas tengo de perder de vista a estos concursantes”, dijo el otro día Jordi González en un ataque de sinceridad tan real que desentonaba en el ‘reality’. “No entiendo vuestro comportamiento, entendéis el plató como un campo de batalla y este ha sido uno de los fallos de este ‘GH’. No habéis tenido empatía ni ganas de arreglar las cosas”, soltó Jorge Javier Vázquez a los concursantes en la final.

¿Están desconcertados Jordi y Jorgeja por la picadura de de los concursantes de “GH 17”? Pues no deberían. No porque los concursantes no hayan tenido elección al ser esa su naturaleza, eso son pamplinas, sino porque quienes sí han tenido elección son ellos puesto que podían haber seleccionado a otros concursantes. En realidad, los concursantes son obra de “GH” igual que los perros son obra de los hombres. Y así como los humanos nos reconocemos en los perros que hemos creado a nuestro capricho (y profesándoles cariño no hacemos otra cosa que profesárnoslo a nosotros mismos), lo menos que podían hacer las estrellas de Telecinco es reconocerse en su obra. Si los concursantes ladran es porque hacen aquello por lo que se les seleccionó y lo que se les enseñó.

26/12/16

DE PIE, AL BORDE DE MOVISTAR+

Algunos lo consiguen mirando a las estrellas. Otros mirando al mar. A mí me pasa cuando pienso en las series de televisión norteamericanas. Me refiero a esa absoluta sensación de pequeñez, ese pellizco a la vez vertiginoso, trascendente, aterrador, maravillado y existencial que sentimos al notar que pertenecemos a una realidad descomunalmente inabarcable, dada a una escala totalmente diferente de aquélla a la que se mueven nuestras vidas individuales. “Qué más dan nuestros pequeños problemas”, dice alguna gente, “si piensas que nuestro planeta es una mota de polvo que flota alrededor de una estrella que sólo es una entre miles de millones de estrellas que forman una galaxia que sólo es una entre miles de millones de galaxias”. Ese pasmo de inmensidad que algunos sienten cuando navegan por un mar interminable es el que acabo de sentir yo al enterarme de que las productoras norteamericanas han realizado durante este año cuatrocientas cincuenta y cinco series de televisión. Cuatrocientas cincuenta y cinco.

¿Y cuántas hemos visto? ¿Ocho, diez? Venga, tiremos por lo alto, ¡veinticinco! Yacen ahí fuera cuatrocientas treinta series, cuatro mil trescientos episodios, cuarenta y tres mil tramas, cuatrocientas treinta mil secuencias de las que jamás sabremos nada. Si asomarse a la bóveda de una noche estrellada altera la respiración, intentar intuir toda la comprensión de la vida que se nos está escapando desde nuestra minúscula parcela de capitulitos produce una mayor sensación de horror, no al vacío interestelar, sino a la plenitud narrativa. Alguna gente se siente insignificante y diminuta de pie, al borde del mar, lamido por las olas que llegan a la orilla. Yo me siento diminuto e insignificante de pie, al borde de Movistar+, acariciado por los primeros capítulos de “El joven Papa” y los últimos de una fallida mediotemporada más de “The walking dead”. La inmensidad del cosmos asusta por sus distancias, la inmensidad de las casi quinientas series de televisión actuales asusta por su cercanía. La botella no está ni medio llena ni medio vacía; la botella sólo tiene una minúscula gota en el fondo.

24/12/16

¡25 DE DICIEMBRE!


Mañana es 25 de diciembre. Todos, la tele la primera, debemos celebrarlo como se merece. Dejémonos de fundamentalismos, apartemos a un lado las creencias personales y juntémonos alegres en torno a lo que nos une. Está en la base misma de nuestra civilización y negarlo es negar lo evidente. Es hermosa esta celebración alrededor de la mesa, pero también de la tele que debe rendir tributo a los cimientos mismos del suelo que, por encima de localismos, hoy pisa la humanidad toda.

En efecto, hace siglos que un 25 de diciembre llegó de los cielos la confirmación de lo que muchos hombres de bien esperaban desde mucho antes. Ese gozoso día, en el año 1758, Johann Georg Palitzsch, astrónomo aficionado, observó que se cumplía la profecía realizada por Edmund Halley en 1705. La humanidad siempre había convivido con profecías oscuras y repletas de ambigüedades, con advertencias de profetas iluminados con referencias extrañas e imposibles de verificar que cada cual encajaba a su antojo y siempre en su beneficio. Pero la profecía de Halley era diferente porque cualquiera podía comprobarla. Cualquiera. Sin necesidad de inspiración divina, poderes misteriosos o consumo de drogas. Cualquiera: solo había que dejarse pamplinas y estudiar un poco de ciencia.

Halley comprendió que el cometa que vio Petrus Apianus en 1531, el que vio Johannes Kepler en 1607 y el que acababan de ver en 1682 eran el mismo. Así que el tío le dijo a lo que hasta entonces había sido un mal augurio en manos de la superstición y el engaño, lo que tenía que hacer: seguir una órbita que él calculó apoyándose en la observación, la teoría gravitatoria de Newton y una herramienta que la humanidad, por encima de países, ejércitos y religiones, llevaba construyendo miles de años: las matemáticas. Científicos posteriores, en vez de repetir como papanatas sus palabras, las corrigieron y explicaron por qué el cometa tardó un año más de lo calculado en volver: fue retardado por la atracción gravitatoria de Júpiter y Saturno, que ya no son dioses, sino bolas de gas.

25 de diciembre, una fecha clave en la historia de la ciencia. ¡A ver la tele, que seguro que no habla de otra cosa!

23/12/16

BUENAFUENTE EN LA INGRAVIDEZ


“Late motiv” es la prueba de lo bien que sienta la libertad al talento televisivo y de la buena televisión que puede llegar a hacer un maestro de la comedia cuando no tiene a ningún productor, directivo o programador llamándole cada mañana para pedir explicaciones por el segundo decimal de la cifra de share que hizo la noche anterior. Todos hemos acompañado a Andreu Buenafuente en sus altibajos como parte de la historia reciente de la televisión española. Le conocimos cuando el país entero esperaba a escuchar su monólogo antes de ir a la cama y le conocimos cuando el estreno de un nuevo programa suyo ya no provocaba ninguna repercusión. Le hemos visto arriba y abajo. Y no sabíamos qué iba a ocurrir con su nueva aventura en Movistar+. Televisión de pago. Empresas que miran al número de abonados a lo largo de los meses más que al índice de espectadores a lo largo de los minutos. Todos conocemos cómo cocina Arguiñano, pero ¿qué nuevos platos inventaría si pudiera ponerse a cocinar en condiciones de ingravidez? Todos sabemos cómo juega Messi, pero ¿qué goles podría llegar a marcar si pudiera flotar? Todos hemos visto la televisión que Andreu Buenafuente es capaz de hacer bajo presión, pero ¿qué programa haría si se le ofrecieran las condiciones de libertad para poder hacer el late night que le diera la gana?

Pues el mejor que hizo nunca. La libertad es una extraña condición que produce efectos diferentes en diferentes tipos de personas. Carecer de controles externos y fiarlo todo a la propia iniciativa y juicio resulta nefasto para algunos autores y sublime para otros. Y desde su vuelta en septiembre hasta los programas especiales de Navidad de estos días, “Late motiv” viene ofreciendo el mejor trabajo de Buenafuente tras su salto a la televisión nacional en la década pasada. Interesante. Arropado por secundarios que serían primarios en cualquier otra cadena. Bestia. Certero. Pensado tanto para la pantalla del televisor como para la ventana del youtube. Con un tempo más preciso que el de su propia banda. Innovador. Cabronazo. Clásico. Estimulante. Y muy muy muy libre.

22/12/16

MENSAJE DE NAVIDAD DE LA INFANTA CRISTINA

(Sábado, 24 de diciembre, 9 de la noche, todas las televisiones) Estimados compatriotas: quizá les extrañe verme aquí, en el lugar que en años anteriores han ocupado mi padre y mi hermano, hablándoles a todos ustedes con motivo de estas entrañables fiestas. La Casa Real -siempre a la vanguardia de la innovación social, faro de futuro en tiempos turbulentos- ha decidido que el tradicional mensaje navideño del Jefe del Estado vaya dando cabida a otros miembros de la familia, en un intento antipatriarcal de liderar la visibilización y el empoderamiento de las figuras de la monarquía que clásicamente se veían minorizadas. En futuros años escucharán los mensajes de la reina Letizia o la reina madre Sofía. Incluso la infanta Elena y Froilán, ¿por qué no? Pero para esta primera ocasión todos los miembros de la Casa Real coincidieron en señalar que debía ser yo quien se dirigiera a las familias españolas dada la alta probabilidad que existe de que sea el último año que se me vea el pelo en esta mierda de país.

Es la celebración del nacimiento de nuestro señor Jesucristo el momento del año en el que las relaciones humanas más se empapan de amor. Y si algo caracteriza al amor es la sinceridad. Permítanme por tanto serles completamente sincera: me tienen todos ustedes hasta lo que viene siendo la parte de arriba del toto. Son una panda de mataos, de envidiosos muertos de hambre, y si estuviéramos en cualquier otro momento de la historia se iban a meter sus denuncias por el mismísimo orto. Pero si se creen que van a amargarme la vidorra que me pego están muy equivocados: puedo no volver a pisar España en la vida y seguir viviendo de los españoles en mil lugares maravillosos del mundo en los que nadie hable en el colegio a mis hijos sobre quiénes son sus padres. Dicho lo cual, sólo me resta desearles que los langostinos que vayan a cenar estén en mal estado; seguramente les habrán costado, en proporción a nuestros respectivos patrimonios, más dinero que el de la multa que me va a caer. Feliz Navidad a todos, pringaos. (Al cámara) Hala, ya podéis poner el escudo real y el chundachunda. (Arrancándose la petaca y el pinganillo) Ahí os quedáis.

21/12/16

EL PIANO DE STARS HOLLOW


Ojalá existiera un departamento de anticipación del crimen como el que dirigía Tom Cruise en la película “Minority Report”, pero dedicado en exclusiva a arrestar (es una forma de hablar) a los guionistas antes de que cometan el crimen de destrozar una serie o una película con una segunda parte lamentable. Hola, guionistas de la segunda temporada de “True Detective”: quedan detenidos. ¿Por qué? Por lo que van a escribir. Hola, guionistas de “Grease 2”: al calabozo. ¿Por qué? Por favor, no me hagan hablar. Hola, guionistas de la segunda (y más allá) temporada de “Prison Break”: a la cama sin cenar. ¿Por qué? Porque sí, hala. Sin embargo, no siempre el departamento de anticipación del crimen podría actuar con la misma contundencia con la que evitarían horrores como “Grease 2” porque hay segundas partes que son muy celebradas por unos seguidores de una serie y, a la vez, odiadas sin matices por otros. Es el caso de los nuevos capítulos de “Las chicas Gilmore” (Netflix).

Ni Lorelai, ni Rory, ni Emily son las mismas porque, amigos y amigas, el tiempo pasa para todos (excepto para Kirk), y ni siquiera la magia de Stars Hollow puede evitarlo. Los que os sentís defraudados con “Las cuatro estaciones de las chicas Gilmore”, y en especial con el último segundo del cuarto capítulo, debéis entender que, como dice Eleanor Parker a Charlton Heston en “Cuando ruge la marabunta”, un piano suena mejor cuando se ha tocado. Lorelai, Rory y Emily han vivido, así que su música suena mejor o, si se prefiere, suena de otra manera. En “Cuando ruge la marabunta”, Eleanor Parker echa en cara a Charlton Heston su falta de conocimiento musical, que es una manera muy elegante de decir que el rudo y rico propietario de una plantación de cacao no sabe nada de mujeres. Creo que no es justo ni sabio torcer el gesto ante la relación de Lorelai y Luke, criticar las muy humanas contradicciones de Lorelai y renegar del nuevo rumbo vital que emprende Emily después de la muerte de su marido, incluido su nuevo gusto en el vestir, porque la música de los nuevos capítulos de “Las Chicas Gilmore” surge de un piano que ya ha sido tocado por nuestros recuerdos de los personajes y por las cosas que han pasado mientras estábamos mirando para otro lado. ¿Debería el departamento de anticipación del crimen haber actuado contra Amy Sherman-Palladino y Dan Palladino? Yo diría que no. En todo caso, ese departamento estaría demasiado ocupado explicando a Michelle Pfeiffer por qué no pudo protagonizar “Grease 2”.

20/12/16

20 AÑOS SIN CARL SAGAN


Hace veintidós años se nos puso enfermo. Dos años después, un día como hoy de 1996, falleció. Era el piloto de la nave de la Imaginación, una nave que funcionaba con la energía del escepticismo y el asombro, y que le daba veinte vueltas a ese montón de chatarra y papanatismo que es la nave del Misterio. Después de habernos subido a su nave para llevarnos por el pasado y el futuro de la humanidad, por lo más grande y lo más pequeño del Universo, por lo más desconcertante y lo más fascinante del mundo en que vivimos, Carl Sagan dejó que prosiguiéramos solos nuestro viaje por el Cosmos. Hoy es el vigésimo aniversario de la muerte de Sagan, el hombre que marcó a más de 600 millones de personas que en más de 60 países de todo el mundo vieron la mejor serie televisiva de divulgación científica de la historia: “Cosmos”. ¿Lo recordará hoy nuestra tele como se merece?

El domingo por la noche, TVE emitió la gala “60 años juntos”. Nostalgia en vena para conmemorar el 60 aniversario de la tele en España con casi dos meses de retraso. Nostalgia doble porque el desfile de viejas glorias se produjo en un formato de programa, la gala, que hace lustros que se estila menos que ponerse para cenar jazmines en el ojal. Nostalgia cuádruple porque La 1 y La 2 emitían lo mismo a la vez como preparación para el inminente y ubicuo discurso navideño del rey.

Si a TVE le sobra un canal y no sabe qué hacer con él, podía reemitir “Cosmos” y hacer a unos cuantos despistados el favor de su vida. También podía emitir la gala “20 años separados” con el solo fin de traer al divulgador Neil deGrasse Tyson, autor y presentador de la maravillosa actualización de “Cosmos”, para que vuelva a dejarnos boquiabiertos contando cómo de niño fue invitado personalmente por Sagan a su trabajo y su casa porque una carta suya había llegado casualmente a sus manos. O podía agarrar el toro por los cuernos y emitir con honores esta actualización de “Cosmos” que hasta ahora ignoró y dejó en manos de cadenas de pago o canales como Mega contra los que la Corporación de RTVE se rinde sin ponerse colorada.

19/12/16

ES POR LA NAVIDAD, COÑO


Venga ese espíritu navideño, que se vaya notando. El año televisivo se nos hace demasiado largo y antes de que termine alguien debería cometer con Bertín Osborne un abuso. Vale si es un abuso pequeño, pero mejor que sea grande, hermosote, de los gordos. Si el buen rollo navideño no sirve para esta minucia, a ver entonces para qué sirve.

Hace unos meses se dijo que María Lapiedra tenía problemas porque su hija estaba muy mal vista por los otros padres en el colegio elitista en el que la tenía matriculada. Luego no se supo más de la noticia, incluso puede que semejante barbaridad fuera un bulo, pero lo cierto es que tras leer que atacaban a su hija e incluso pretendían echarla del cole acusando a su madre de poco ejemplar y descarada, y a su presencia de acontecimiento desgraciado y denigrante, se producía un curioso efecto. Tras leer aquellos desatinos, uno tendía a congraciarse con la señora, a no darle tanta importancia a su repelente presencia en “Cazamariposas”, “Sálvame” o “Sálvame deluxe”, a tener menos en cuenta su capacidad estomagante para hacer lo que sea con tal de protagonizar un estúpido titular estúpido. Ante semejante tropelía, uno se sentía más cercano a Lapiedra.

También hubo un momento de debilidad por Jorge Javier Vázquez. Fue el día que uno de los concursantes de “GH” se le puso a recordar entre risas la muerte de un primo gay que se había suicidado. Durante un instante, debajo de Jorgeja hubo un tipo por el que se podía sentir cierta afinidad.

Ahora faltaba que alguien nos permitiera despedir el año introduciendo una fisura en el hartazgo monolítico que nos produce Bertín Osborne. Bastaría con que alguien cometiera con él una tropelía, una injusticia, un atropello que nos permitiera verlo como un ser humano por el que sentir cierta empatía. Pero el que lo haga, por favor, que se lo curre un poco. Llamar a Osborne señorito, homófobo o machista no vale porque eso ya sabemos que lo es y no causa en quienes le conocemos ningún efecto (arriesgándonos además a que el tío abra la boca para defenderse, se venga arriba, y empeore aun más las cosas). Venga, ánimo, que es por la Navidad, coño.

18/12/16

LA REALIDAD VIOLENTA


Al final, la gestión de la realidad sigue siendo la gran cuestión candente en nuestra sociedad. Los dos grandes sucesos televisivos recientes han sido la serie “Westworld” y el anuncio de un reality ruso llamado “Game2: Winter” en el que estará permitida la violencia. La primera se localiza en un parque de atracciones donde una serie de robots indistinguibles de los humanos dan ocasión a los visitantes para que vivan aventuras, pudiendo violar, mutilar o asesinar a esos androides de forma impune. En el segundo, según se ha anunciado, treinta elegidos que paguen 150.000 euros o sean seleccionados por la audiencia pasarán nueve meses perdidos en Siberia ante dos mil cámaras, provistos de armas blancas y habiendo dado su consentimiento informado a ser violados, mutilados o asesinados. En “Westworld” la clave de todo está en la suspensión de la realidad. En “Game2: Winter” la clave de todo está en la potenciación de la realidad. El único interés de “Westworld” radica en que no se trata de seres humanos reales. El único interés de “Game2: Winter” radica en que se trata de seres humanos reales.

Al final, la gestión de la violencia sigue siendo la gran cuestión pendiente en nuestra sociedad. “Westworld” y “Game2: Winter” no tendrían el menor interés si no fueran suspensiones de la prohibición de la violencia, bien por el carácter irreal de los androides de “Westworld”, bien por el carácter anómalo que la televisión confiere a la realidad en “Game2: Winter”. Una vez que el sexo ha sido desprovisto de la pasión para quedar reducido al infantil y aburrido ámbito del placer, sólo la violencia -en todos sus niveles; desde una discusión hasta un desollamiento- funciona como el tabú nuclear de nuestra sociedad cobarde. Despierta así la fascinación refleja de su ejercicio fingido y se convierte en el principal reclamo de la televisión actual. Toda la ficción -incluyendo ese tipo de ficción tan peculiar que son los realities- va a ir volviéndose cada vez más violenta. Paseando por Westworld comentaremos incrédulos entre risas lo mucho que años atrás nos impactó el anuncio de la aparición de “Game2: Winter”.

17/12/16

LA CUÑADEZ SIMÉTRICA


Ten cuidado de a quién llamas cuñado. Porque si él es tu cuñado, tú eres el cuñado de él. No ocurría lo mismo antes, cuando la pariente maldita era la suegra. Con los parentescos asimétricos uno puede acusar sin quedar atrapado en la acusación, pero los parentescos simétricos te enredan con los mismos atributos de aquél al que calificas. Time ha nombrado a Trump Persona del Año 2016, y “625 ranas” ha decidido nombrar “cuñado” Palabra del Año 2016. Un extraño virus se ha esparcido por el planeta y todo el mundo ha empezado a llamar cuñado a todo el mundo. De mal rollo, no como hacía el Risitas en el programa de Jesús Quintero, dándole al término un uso más digno que el actual. Podemos llama cuñados a Ciudadanos sin darse cuenta de que si Ciudadanos son los cuñados de Podemos, Podemos son los cuñados de Ciudadanos. Bertín Osborne, Jorge Cremades, los que azuzaron el ridículo boicot contra Fernando Trueba, han dejado de ser rancios y mentecatos para pasar a ser únicamente cuñados. Rufián llama cuñado a Pérez-Reverte sin aclarar si el escritor es la pareja de su hermano o el hermano de su pareja. Y ayer, cenando con un cuñado mío, se me ocurrió defender “El hormiguero” y mi cuñado se echó las manos a la cabeza acusando a Pablo Motos de cuñado mientras me mostraba centenares, miles, centenares de miles de tuits cuyos autores coincidían en considerar al pelirrojo como su cuñado.

Lo dijo el grandísimo Javier Cuervo: el hombre es un cuñado para el hombre. El cuñado ha dejado de ser un pariente para convertirse en una forma de ser cuya principal característica es que nadie se la atribuye a sí mismo, por más que tal autoatribución es inherente a su definición. Jamás una descalificación supuso una arrogancia tan grande por parte del que descalifica. Si nunca me pareció que el calificativo “familiar” suponía una virtud para “El hormiguero”, tampoco ahora me parece que el calificativo “cuñado” suponga un defecto. Y si alguno de mis lectores piensa que esta columna me convierte en un cuñado, por favor, póngase en contacto conmigo por la vía que estime oportuna. Me gusta conocer a mis cuñados.

16/12/16

SILOGISMO PERRUNO


“Amores perros” (noche de los sábados en Cuatro) es un programa de citas en el que los dueños de perros buscan pareja para sus mascotas… y lo que surja. Es tan desproporcionado el servilismo con los animales que parece que ya no quedan humanos en sus cabales. Puesto que quien se comporta como si el perro fuera la medida de todas las cosas está chiflado, este programa de chiflados y perros y viceversa es la mejor demostración de que el humano, cuando chifla, es que chifla de verdad y lo demuestra convirtiendo al hombre en el mejor esclavo del perro. Una de tres: o eso o en “Amores perros” han hecho un casting con muy mala leche o directamente todos los participantes son actores que hacen el ridículo por dinero. Recemos para que estas dos últimas opciones no sean falsas.

Los estoicos decían que los perros demuestran su capacidad de razonamiento lógico cuando persiguen una presa (no la de Asuán, claro). Al llegar a una encrucijada de la que parten tres caminos, se detienen y olisquean. Si no encuentran el rastro por el primero ni por el segundo de los caminos, se lanzan a correr por el tercero sin comprobar si el rastro sigue por él. La lógica dice que si entre tres posibilidades no se da la primera ni la segunda, necesariamente debe darse la tercera. Se trata del silogismo disyuntivo, silogismo perruno para los amigos.

Recemos para que la existencia de “Amores perros” se explique o porque los participantes son actores o porque los creadores del programa hicieron el casting entre anormales (el director del programa cuenta que, durante el casting, una mujer dijo delante de su hija que quería más al perro que a ella, a lo que la hija respondió: “Bueno, si es el perro te lo perdono”). Ojalá estas dos posibilidades no resulten falsas. Si lo fueran, el silogismo perruno nos obliga a concluir que es necesariamente verdadero que miles de años de domesticación y selección genética artificial han acabado por convertir al hombre en el mejor esclavo del perro.

15/12/16

EL FISCAL DE "MORENA CLARA"


A la vez que Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, anunciaba en el Congreso que buscará un pacto de Estado para la conciliación y racionalización de horarios, La 1 de TVE despedía “MasterChef Celebrity”. Todos los ciudadanos españoles pudimos ver la gran final la noche del martes. Solo con quedarnos ante la tele hasta las dos de la mañana pudimos saber que quien ganó el concurso fue un famoso que, como había dejado el programa grabado, a esa hora el señor podía estar en la cama durmiendo para facilitar la conciliación y la racionalización de sus horarios. Qué alegría. Da gusto pensar que, gracias a nuestro trabajo (realizado con conciliación o sin ella), podemos pagar los impuestos que mantienen una empresa como TVE tan preocupada por hacer las cosas bien, coño, bien.

En fin, ahora que “MasterChef Celebrity” ha muerto (¡viva “MasterChef Junior”! se ha apresurado a gritar TVE antes de que se apaguen los rescoldos), ahora que “MasterChef Celebrity” ha muerto (y sospechamos que TVE ya está cocinando la idea de hacer un “MasterChef Celebrity Junior”, que el Dios de las televisiones nos coja confesados), ha llegado el momento de hacer balance.

Ocurrieron muchas cosas, pero en su mayoría tonterías: la mala leche de Fernando Tejero con Loles León y con todo el mundo, el salero de Loles León con Fernando Tejero y con todo el mundo, el boicot de “El Cordobés” a su equipo para favorecer al equipo de su mujer, la incapacidad de Ana García Siñeriz para probar bocado el día de la final. Pero sí que hubo un comentario revelador. Lo dijo María del Monte cuando abandonó el programa refiriéndose a los tres miembros de jurado: “No es necesario tener todo el día la cara del fiscal de ‘Morena Clara’ para hablarle a la gente”. Tiene razón. Estoy harto de los palos secos que son sus personas (si son así) o sus personajes (si hacen lo que les mandan, que igual me da). Y quien piense que María del Monte no tiene razón, que visite a los profes de sus hijos y les pida que cuando los evalúen apliquen el estilo “MasterChef” y se dejen de pamplinas pedagógicas.

14/12/16

PREMIO ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS


Desde octubre, TVE tiene castigados a los amigos de “Órbita Laika” en silencio cara a la pared. Creían que, al ser un programa de divulgación científica, podían criticar “Cuarto milenio” por disfrazarse con palabrería pseudocientífica para engañarnos. Como “Órbita Laika” ya tenía grabados todos los programas de la temporada, anunciaron que se ocuparían del asunto desde su blog en la web de TVE, pero, ay, justo desde entonces el blog está en silencio.

Se acusó a “Órbita Laika” de criticar un programa de Cuatro y callar cuando es TVE la que cae por la misma peligrosa pendiente. Pero pueden desquitarse. La semana pasada, el magacín “Tips” (tardes de La 2) entrevistó a un tipo que parecía haberse escapado de “Cuarto milenio”. Decía informar sobre el peligro de las ondas electromagnéticas, pero no: no dijo ni pío del demostrado peligro de los rayos UVA, ni de que, al fin y al cabo, la luz es una onda electromagnética. Lo suyo era una mezcla entre esa chifladura de la radiestesia, que sirve de coartada a los zahoríes, y el Feng shui, que te vuelve loco cambiando los muebles de sitio.

Entre otras tonterías, el embaucador invitado a “Tips” recomendaba “apantallar” la casa colocando en las ventanas plásticos y cortinas (mejor cuanto más gruesas) para que entraran menos ondas electromagnéticas (pues claro: y habría menos aún si tapias las ventanas y apagas todas las luces). Pero como TVE no deja a “Órbita Laika” discutir sobre ciencia podría intentarlo de otro modo. Los pseudocientíficos, además de una deficiente formación científica, tienen poca cultura general y un pobre uso de la lengua que los delata. Por ejemplo, el timador de “Tips” dijo: “Hay normativas muy dispares a nivel de europeo. En España tenemos una normativa muy permisible”. No dice “europeo”, sino “de europeo” porque se lía. No dice “en Europa”, sino “a nivel de europeo” porque le van las muletillas ampulosas. No dice “permisiva”, sino “permisible” porque no entiende la diferencia entre “que permite” y “que se puede permitir”. Empecemos por ahí: no es permisible que TVE gane el “Premio Ondas Electromagnéticas” por ser tan permisiva con los charlatanes y tan poco con “Órbita Laika”.

13/12/16

ÉTICA

Es difícil encontrar una serie en donde, de una u otra manera, no se aborde algún problema ético. Pero sólo “Westworld” puede presumir de abordarlos absolutamente todos a la vez. Sin pretender ser exhaustivo, déjenme que les cuente algunos asuntos de indudable dimensión moral que se tratan en la nueva superserie estrella de la HBO según me van viniendo a la cabeza: ¿qué nos hace humanos? ¿cómo debemos relacionarnos con las máquinas y los animales? ¿es el sufrimiento la medida de todas las cosas? ¿cuáles son las verdaderas pasiones de los individuos actuales? ¿le podemos exigir cuentas a Dios? ¿además de aplicarla a la inteligencia, la prueba de Turing se puede aplicar a la propia condición humana? ¿el desarrollo tecnológico va a obligar a replantearnos y reconstruir todos los principios éticos que hemos conocido durante siglos? ¿tiene algún sentido seguir distinguiendo entre esencia y apariencia?

No necesita más virtudes para ser la serie más importante del momento. Su desarrollo argumental no es brillante y apunta hacia futuros embrollos pseudomisteriosos en la línea de “Perdidos”. Su reparto es manifiestamente mejorable -salvando a la impecable Evan Rachel Wood; Anthony Hopkins es tan buen actor que es capaz de interpretar con maestría a su personaje y conseguir a la vez que los espectadores notemos que la serie le aburre mortalmente-. Nada de eso importa. A poco que suspendamos la incredulidad -y habida cuenta de que hoy en día manejamos con cotidianeidad avances tecnológicos que hace veinte años nos hubieran parecido ciencia ficción inverosímil- uno termina cada capítulo inquieto por la posibilidad de que escenarios parecidos a los que plantea la serie puedan ser reales a mediados del siglo XXI.

Nadie se acordará entonces de “Westworld”. Pertenecerá a esa época remota en donde la gente veía series en pantallas en vez de convertirse en un personaje de ellas mediante cyborgs y realidad virtual; esa época prehistórica e incomprensible para nuestros nietos en donde los humanos obtenían gratificaciones de otros humanos y hablaban de algo que llamaban “ética”.

12/12/16

HUYENDO DE JOHNNY DEEP

(Nota previa: sé perfectamente que el nombre correcto del actor es Johnny Depp, pero sus fans adolescentes se enfadan tantísimo cuando se comete el error de escribir mal su nombre que no he podido resistir la tentación de hacerles de rabiar a lo largo de toda la columna)

Como cualquier persona de bien, huyo de Johnny Deep. Como cualquier amante del cine, de los matices, de la riqueza de registros, de la versatilidad, de las películas que dejan poso, del desensimismamiento, de los valores de una sociedad democrática y de la tabla periódica de los elementos químicos planeo minuciosamente la televisión que veo con el único objetivo de evitar ese insoportable anuncio de Dior Sauvage en donde Deep va primero de duro anormal tocando la guitarra y luego va de anormal duro enterrando no sé qué en el desierto californiano. Tener una televisión pública sin publicidad tiene varias ventajas, y no es la menor reducir el riesgo de encontrarse con Johnny. Al menos eso pensé yo la noche del viernes.

Pero no. La noche del viernes TVE estaba emitiendo “Sombras tenebrosas”. ¿Les parece que ya el título de la película es una parodia de un cliché de una caricatura de un tópico de un recurso manido? En efecto, como el resto del filme. Esperen a saber el papel que interpretaba Depp, perdón, Ddep, perdón, Deep. Les doy tres opciones: a) un vampiro, b) un vampiro, c) un vampiro. Y la respuesta correcta es… ¡un vampiro! Nada más que apareció con su blanca palidez y la boca ensangrentada zapeé y me fui al Canal 24h: noticias sin publicidad, nada podía ser más seguro. Pero tampoco. Sobre imágenes del ¿actor? una voz informaba de que por segundo año consecutivo la revista Forbes había destacado a Johnny Deep como el ¿intérprete? menos rentable de Hollywood.

Acabé la noche en la teletienda de madrugada de 13tv. De acuerdo, un bucle de testimonios sobre las virtudes del Slender Guanchi para eliminar ese antiestético flotador del abdomen no es el sueño de ningún crítico de televisión, pero nadie dijo que no tuviera un alto precio ponerse a salvo de la publicidad cutre, la información rancia y las películas de Tim Barton.

11/12/16

SOLO KIRK DOUGLAS ES ESPARTACO


Kirk Douglas como referente. Kirk Douglas como camino que recorre la programación televisiva y en cada programa hace una parada para decir que él es Espartaco. Kirk Douglas como hilo en el que se enhebran, como cuentas de un collar de cine y aventuras, los minutos que anteayer le dedicó la televisión en su centésimo cumpleaños.

Solo alguien grande de verdad puede lograr lo que él alcanzó el viernes. Salió en “Corazón” y consiguió que quienes veíamos La 1 esperando el inicio del “Telediario” no huyéramos despavoridos. “Corazón” realiza sus habituales reportajes dulzones donde todo es maravilloso oscilando desde lo feliz que es una tontaina antes, durante o después de su divorcio hasta lo contento que está un tontaina con problemas económicos que no consigue vender un cuadro por el pastizal que necesita para poder seguir viviendo del cuento. Por ejemplo. Pero el dulzón reportaje sobre los cien años de Kirk Douglas pareció tierno, emocionante y merecido. Después, el “Telediario” le brindó otro homenaje de rendida admiración y no pareció excesivo ni redundante. Ya en “Saber y ganar”, Jordi Hurtado felicitó a Kirk Douglas incluyéndolo en una prueba. Algo imposible: de “Corazón” a “Saber y ganar” pasando por el “Telediario”. Todos los programas, cadenas y teles del mundo recibieron ayer a Kirk Douglas capitaneando rebeliones de esclavos y soplando cien velitas.

Kirk Douglas como intrépido Ulises que resuelve con ingenio todas las dificultades que se encuentra en el viaje de la vida. Kirk Douglas buscando el rumbo a Ítaca cien años después de partir de Troya. Kirk Douglas como vikingo invencible que contempla desde la orilla cómo aún no ha llegado el momento de que su cuerpo y su barco ardan juntos camino del Walhalla. Kirk Douglas pintando como un demonio, Kirk Douglas sonriendo como el diablo, Kirk Douglas asaltando cada día la colina de la inmortalidad a sabiendas de que será derrotado, Kirk Douglas siendo, por encima de todo, incluso antes de ser Kirk Douglas, Espartaco. Porque todos querríamos serlo, pero, aceptémoslo, solo Kirk Douglas es Espartaco.

10/12/16

LO BURRA QUE TVE PUEDE LLEGAR A SER


Tras emitir el pasado sábado el reportaje “Presunción de inocencia”, hoy “Informe semanal” debería emitir “Es alucinante lo burra que puedes llegar a ser”. Sería lo justo. Si una semana emiten un reportaje en el que utilizan la muerte de Rita Barberá para hacer un análisis alucinante de su relación con la corrupción en Valencia (reducida al candoroso pago de mil euros), para confundir la libertad de información con la “pena de telediario”, para acusar veladamente a los periodistas de haber matado a una inocente, para poner el foco en “la utilización de la corrupción como arma política” y no en la utilización del silenciamiento de la corrupción como arma política, para ofrecer una visión médica de los ataques al corazón en la que ni siquiera se nombran los más reconocidos factores de riesgo de los accidentes cardiovasculares, si hacen todo esto una semana, a la semana siguiente deberían dar un paso más y redondear su trabajo emitiendo otro reportaje en el que aprendieran de “Sálvame” a hacer autocrítica.

En “Sálvame”, los tertulianos y el objeto de la tertulia son lo mismo. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen guisándose y comiéndose entre ellos en un paroxismo caníbal de cuatro horas diarias. En “Sálvame” son autocríticos porque no les queda otra.

En el reportaje “Presunción de inocencia”, TVE pretendía hacer un periodismo en el que los periodistas reflexionaban sobre sí mismos y su trabajo. Bien: pues hoy deberían emitir otro reportaje en el que reflexionaran sobre el reportaje de la semana anterior. En vez de decir, como dijeron, que “La muerte de Rita Barberá ha desatado un amplio debate político, jurídico y mediático sobre la presunción de inocencia”, podían plantear quiénes y por qué abrieron un debate político, jurídico y mediático relacionando la muerte de Barberá con la presunción de inocencia. El título del reportaje se lo regaló “Sálvame” a TVE  en su último ejercicio de autocrítica. Se lo dijo Kiko Matamoros a Lydia Lozano: “Es alucinante lo burra que puedes llegar a ser”.

9/12/16

TESTIMONIOPATÍAS


Exijo que cada vez que un informativo muestre un testimonio personal para ilustrar un tema se diga cómo se ha conseguido y se estime su representatividad. Esta semana “Más vale tarde” abordó la homeopatía y presentó tres testimonios de pacientes: ¡a los tres les funcionaba bien! Entre ellas, una madre declaró que sólo daba a sus hijas medicamentos homeopáticos y que cuando enfermaban no les daba las medicinas que les recetaba el médico de familia sino lo que posteriormente le decía su médico homeópata. ¿Cómo se consiguieron tales testimonios? ¿Son representativos y podemos entender por tanto que la homeopatía funciona en el cien por cien de los casos? ¿No fue posible encontrar a nadie que testificara en contra? ¿Por qué? ¿No existen pacientes a los que no les funcione la homeopatía, existen pero no se atreven a decirlo, existen pero son difíciles de encontrar, existen pero su testimonio no tiene tirón periodístico? ¿O existen pero no los traen de la mano los lobbies que se forran vendiendo placebos?

Un gran periodismo conlleva una gran responsabilidad, y esto es especialmente cierto cuando hablamos del periodismo sanitario, que puede provocar que un pequeño porcentaje de espectadores -es decir, miles y miles de personas- adopten decisiones gravemente equivocadas acerca de su salud. Es cierto que posteriormente se celebró un debate entre dos médicos, en donde, cómo no, el presentador incurrió en la lista completa de errores que se pueden cometer al tratar las pseudociencias -no, Hilario Pino, no hay dos opiniones enfrentadas: una es una opinión, otra es un conocimiento, esto no es una discusión acerca de si la tortilla ha de llevar cebolla o no; no, Hilario Pino, no hay un debate en la comunidad científica: el consenso acerca de la ineficacia de la homeopatía es prácticamente total, por más que puedan encontrarse opiniones excepcionales, como ocurre con la teoría de la evolución o con la esfericidad de la Tierra-. Pero para una parte de la audiencia los testimonios de pacientes tienen mucho mayor poder de influencia que un debate técnico entre especialistas. Y lo mínimo que puede hacer un periodista responsable y fiel a la realidad es emitir cien horas de testimonios contrarios a la homeopatía por cada minuto de testimonios favorables que encuentre.

8/12/16

EL CARTEL Y EL CÁRTEL


Es necesario saber separar el arte y la vida. Si no se distinguen estos dos elementos no sólo se vuelve intolerable el cartel que Netflix ha colgado en la Puerta del Sol para felicitar la Navidad a los madrileños sino que se hace imposible dar un solo paso por la calle o contemplar un minuto de televisión. Las uvas de este año se tomarán en Madrid bajo un gigante cartel en donde aparece el Pablo Escobar de la serie “Narcos” y el eslogan “Oh, blanca navidad”. A una parte de la ciudadanía no le ha hecho gracia el juego de palabras de Netflix al considerar que la obvia referencia a la cocaína junto a la foto de su mayor traficante no es la mejor contribución al espíritu navideño. Pero si no distinguimos el producto comercial que es “Narcos” del drama que vivió Colombia durante los años 80 no sólo el cartel sino la mera existencia de la serie se vuelve insoportable. Y “Homeland”. Y “True detective”. Y “Breaking bad”. Aristóteles defendió en su “Poética” que la tragedia sirve para exponerse de una forma segura al horror de la existencia -bueno, quizá yo mismo estoy siendo un poco poético en mi lectura de Aristóteles- ya que imita a la vida, pero desposeyéndola de sus auténticos efectos sobre nosotros. “Narcos” imita al infierno que creó el cártel de Pablo Escobar pero desposeído de todas las consecuencias que conllevó aquel horror. Si creemos que el arte es la vida, la vida es insoportable. Si creemos que la vida es el arte, el arte es insufrible.

Es necesario saber juntar el arte y la vida. Que distingamos entre los hilos verticales y los horizontales en un tejido no quiere decir que la única forma de crear algo sólido con ellos no sea entrelazarlos hasta hacerlos inseparables. Los madrileños que tomen este año las uvas bajo el cartel del cártel estarán viendo una ficción construida sobre una realidad lejana que festeja otra ficción construida sobre otra realidad lejana. De Medellín a Jerusalén. Aristóteles defendió en su “Poética” el carácter connatural que la imitación, y por tanto el arte, tiene en el desarrollo humano. La vida construida de ficción y la ficción construida de vida bajo un letrero gigante de Tío Pepe.

7/12/16

DOS MINUTOS DE TYCHO BRAHE


Me gusta ver películas en la televisión pública porque no hay cortes publicitarios, y así incluso hasta algo tan ruidoso como “Transformers” o tan empalagoso como esas películas ambientadas en la Toscana o en una isla griega con un guion más predecible que un asesinato en el hotel donde se aloja Jessica Fletcher, la protagonista de la entrañable serie “Se ha escrito un crimen”, tiene su gracia. Pero el cine sin molestas interrupciones publicitarias tiene dos problemas. Primero. Cada uno es dueño de sus actos y esclavo de sus hábitos, así que si se adquiere el hábito de ver películas sin continuos hachazos publicitarios es difícil aguantar el “Transformers” de turno o la búsqueda del amor en el pueblo de la Toscana que toque sin perder la paciencia y sin cambiar de canal porque, claro, somos dueños del mando a distancia y esclavos del cine sin cortes. Y segundo. Podemos acabar como el astrónomo Tycho Brahe.

Según cuenta Kepler, el 13 de octubre de 1601 el gran Tycho Brahe estaba en un banquete organizado por el rey y, aunque se moría de ganas de ir al baño, no se levantó porque hacerlo se consideraba de muy mala educación. Once días después del banquete, el educado Tycho murió. Ni somos Tycho Brahe, ni cenar delante del televisor es como asistir al banquete de un rey, ni levantarse para ir al baño mientras estamos viendo “Casablanca” es una falta de educación ni un insulto a Bogart, pero hay veces en que la película es tan interesante, o tan hermosa, o tan compleja que preferimos aguantarnos las ganas de ir al baño y nos quedamos en el sofá con la misma cara de circunstancias con la que Tycho Brahe se quedó en su sitio esperando el postre mientras le reventaba la vejiga. Hagamos un trato. ¿Qué tal si TVE hace una pausa cuando emite una película de unos dos minutos para que los espectadores podamos ir al baño y, en esos dos minutos, en lugar de escupir cuatro anuncios ofrece mini documentales que expliquen, por ejemplo, por qué Tycho Brahe se pasó gran parte de su vida con una nariz postiza de metal, por qué tenía un alce en su casa, por qué el análisis del bigote de Tycho trescientos años después de su muerte reveló que en él había restos de mercurio y por qué dedicó su vida a observar el firmamento. Dos minutos de Tycho Brahe es el precio de una vejiga. Pero… sería mejor dedicar esos dos minutos a alguien menos interesante que Tycho Brahe, para que no nos importe ir al baño. ¿Alguna sugerencia?

6/12/16

MIDWAY, VIETNAM Y RAMOS


La programación cinematográfica de 13 TV suele consistir en ofrecer películas “de siempre” o entrañables títulos del cine popular que, a diferencia del resto de su programación, no parece seguir el plan diseñado por la Conferencia Episcopal para que los espectadores miremos el lado conservador de la vida mientras silbamos una canción, rezamos el ángelus y odiamos a los rojos y morados. Sin embargo, el pasado fin de semana 13 TV programó sin pausa “La batalla de Midway” y “Apocalypse Now”, de modo que la heroica marina estadounidense en el Pacífico y el desquiciado ejército norteamericano en Vietnam terminaron bailando tan pegados como en la canción de Sergio Dalma. No puede ser casualidad. La guerra que vemos en “La batalla de Midway” se parece tanto a la guerra que nos golpea en “Apocalypse Now” como un mogwai a un gremlim, y ver a Henry Fonda en el Pacífico y después a Marlon Brando en Vietnam es tan raro como invitar a cenar al Capitán Trueno y luego tomar el postre con Hannibal Lecter. ¿Por qué 13 TV programó una película que glorifica la “guerra buena” y después nos aplastó con un tratado cinematográfico acerca de los límites de la sentencia de santo Tomás de Aquino según la cual una guerra es justa cuando promueve el bien y evita el mal?

El biólogo Richard Dawkins, azote de la teoría del diseño inteligente, dice que es una futilidad manifiesta pretender resolver el problema de la complejidad de la vida postulando la existencia de otra entidad compleja llamada Dios. Puede que, del mismo modo, sea absurdo pretender resolver los complejos problemas políticos con el recurso a soluciones aún más complejas como la guerra. “La batalla de Midway” es el diseño inteligente aplicado a la guerra, y “Apocalypse Now” muestra lo que ocurre cuando lo oscuro se resuelve con lo más oscuro. Por supuesto, todos preferiríamos cenar con Henry Fonda en Nochebuena, aunque también nos gustaría charlar con Marlon Brando, es decir, con el coronel Kurtz después de los turrones. Creo que 13 TV acertó con su programa doble bélico, pero es posible que esté viendo sutiles planes cinéfilos donde sólo hay azar en la programación como quien ve sofisticadas estrategias futbolísticas en el Madrid de Zidane donde sólo hay una confianza ciega en el azar del gol de Ramos en el último minuto. El horror, el horror.

5/12/16

¡ORGANIZACIÓN!


Como decía el chiste: “¡Organización!”. Es cierto, en la tele hace falta más organización.

Tal y como denuncia el Consejo de Informativos de TVE, los telediarios ocultaron las polémicas declaraciones machistas del alcalde de Alcorcón (David Pérez, Partido Popular). O sea, que, según el “Telediario”, no es noticia que trascendiera en las redes que un señor alcalde dijera que las feministas son “mujeres frustradas, amargadas, rabiosas y fracasadas como personas” o que el aborto convierte a las mujeres en “salas de ejecución”. Tampoco es noticia que lo dijera en un foro de Educadores Católicos. Y dio igual que las declaraciones trascendieran justo cuando se preparaba el día contra la violencia machista, o que viéramos el curioiso modo en que se educan los educadores católicos justo cuando el Parlamento hablaba de “calidad educativa”. No es noticia y ya está.

Pero, a pesar de lo elegante y torero que había quedado el silencio informativo, ¡Pérez decidió acudir a una cadena de la competencia a defenderse! ¿Habrá estrategia más alejada al silenciamiento informativo en la tele pública que alimentar la hoguera revolviendo el pastel en una tele privada? ¡Por favor, organización!

Susanna Griso (“Espejo Público”, mañanas de Antena 3) fue la anfitriona de Pérez y su desorganizada defensa. ¡Y qué defensa!: dijo defender un feminismo de DRAE (“ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres”) pero no el “feminismo radical”. Pues según el DRAE, esto quiere decir que critica la ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres de forma fundamental, esencial, total, completa, extremosa, tajante, intransigente o partidaria de reformas extremas. Ahora solo falta que vaya a Telecinco  y aclare qué derechos son los que las mujeres no deben tener igual que los hombres, con cuáles hay que ser menos extremoso, tajante o intransigente y cuáles deben anularse si su reconocimiento conlleva reformas extremas. Y, cuando termine, que salga el responsable de comunicación de su partido gritando “¡Organización!”.

4/12/16

TRES COMENTARIOS DE URGENCIA SOBRE NADIA


Les resumo la historia de Nadia, aunque probablemente ya la conozcan. Durante las últimas semanas varios programas de televisión –“Más vale tarde”, “El programa de Ana Rosa”…-, y varias cuentas de twitter de otros personajes televisivos -Jordi Évole, Ana Pastor...-, se hicieron eco de la historia de una niña de 11 años afectada de una grave enfermedad muy minoritaria y poco conocida llamada tricotiodistrofia, y secundaron la petición de su padre para recaudar dinero destinado a su tratamiento en los Estados Unidos. En pocos días se recogieron 150.000 euros. Sin embargo, posteriores investigaciones han planteado importantes sospechas sobre la veracidad del testimonio del padre de la niña y, aunque al escribir estas líneas aún la cuestión no está completamente aclarada, todo parece indicar que nos hallamos ante un fraude. Con las prisas inherentes al periodismo y la prudencia siempre aconsejable, cabe plantear tres comentarios de urgencia:

01. Como ocurre con la corrupción política, lo fundamental en los errores periodísticos no es tanto su inevitable ocurrencia como la actuación que lleva a cabo el profesional cuando son descubiertos. Pedro Simón, el profesional que destapó el caso, ha tenido un comportamiento ejemplar al reconocer inmediatamente su error y pedir disculpas a los lectores.

02. ¿Y si en vez de recoger dinero para el tratamiento de Fulanito o de Fulanita aprovechamos cada caso particular que salta a los medios para exigir que los puntuales tratamientos extraordinarios que requieren los puntuales casos extraordinarios sean sufragados por el Estado en vez de confiarlos al capricho de la relevancia mediática y la arbitrariedad de la caridad individual?

03. “Médicos secretos que trabajan para el gobierno estadounidense”, “operaciones de terapia genética mediante tres incisiones en la nuca”, “especialistas escondidos en cuevas afganas”… y nadie del equipo de Mamen Mendizábal o Ana Rosa Quintana dijo “esperad un poco, chicos, que esto huele fatal”. Hay que ver más “Órbita Laika” y menos “Cuarto Mileno”.

3/12/16

LA INVENCIÓN DE LA NATURALEZA



No es casualidad. En los documentales sobre animales que se han realizado durante los últimos años se ven cada vez menos escenas de depredación, y la mayoría de las veces que sí se nos muestra este elemental proceso zoológico el animal atacado consigue escapar del carnívoro depredador. Es imposible no quedar absolutamente fascinado por los cincuenta minutos de espectaculares imágenes que nos ofrece cada capítulo de “Planet Earth II” (Movistar+). Nunca se ha visto en televisión nada parecido. En uno de los momentos cumbre del primer episodio un grupo de serpientes corredoras de las islas Galápagos persigue a una iguana. Tras estar varias veces a punto de quedar atrapada en los abrazos mortales de las depredadoras, la iguana consigue finalmente escapar. El segundo episodio comienza presentándonos a los íbices de Nubia, una especie de cabritillos que vive en las verticalísimas paredes de las montañas de la península arábiga. Un zorro se aprovecha de un descuido de una de las crías para intentar atraparla. “No lo va a conseguir. La cría va a escapar del zorro”. “¿Por qué lo sabes?”, me pregunta la persona que está viendo la tele conmigo. “Porque Occidente ya ha perdido la madurez necesaria para ver en alta definición cómo un zorro se come a una cabritina. La serie perdería audiencia. En twitter se pediría su boicot. No mola. Grupos veganos pedirían que sólo se hicieran reportajes sobre especies herbívoras, o, de incluirse carnívoros, que se advirtiera al comienzo para que los padres y las madres impidieran que lo vieran los niños y las niñas, no fueran a quedar impresionados e impresionadas. ¿Para qué se va a meter la BBC en líos?”. “No digas pijadas”, me contesta. La cría de íbice consigue escapar.

Hemos realizado inventos destacadísimos en las últimas décadas, pero ninguno es comparable a la invención de la naturaleza. El hombre creó a los animales a su imagen y semejanza. Ya está en la red un tráiler del tercer capítulo de “Planet Earth II”. En él una pareja de leones carnívoros ataca a una jirafa hervíbora. ¿Quieren adivinar cómo termina la pelea? Denle al play ahí arriba.

2/12/16

"THE RUNNING DEAD"


Como nos cansamos de hacer el papanatas con el “footing” primero y con el “jogging” después, ahora le damos al “running”. Ya sé que peor es robar, pero si esto no es triste que baje Dios y lo vea.

La cosa es que correr, lo que se dice correr, por aquí hace más de treinta años que no corre nadie. Da igual que sea despacio que deprisa, correr es de cobardes que no están en lo que celebran. Que no es por ofender, pero correr es propio de gente pasada de moda, eso que se llamó estar “out” hasta que decir “out” quedó tan “out” como quedó el “footing”, el “jogging” y los calientapiernas.

Como la tele se apunta siempre a todo lo que es “trending” ya tenemos un programa de “runners”, con “runners”, y para “runners”. Se llama “Nacidos para correr” y lo emite La 1 los domingos por la mañana. O es que alguien dio la alarma para que la televisión pública echara el freno y se conformara con celebrar el cuarto centenario de la muerte de Cervantes mandando a “Eurovisión” una canción en inglés, o es que cuando fueron a registrar el nombre de “Born to run” se encontraron con que ya lo tenía cogido Bruce Springsteen.

“Nacidos para correr” va de eso, de correr. Quiero decir, de “running”. Yo solo vi la entrega en la que ponían a Juan Muñoz, el que fue mitad del dúo “Cruz y Raya”, a sufrir como un condenado. Si lo que pretendían es que los espectadores corriéramos, lo consiguieron. Viendo a aquel hombre echar los hígados apetecía salir corriendo. “The walking dead” ya no da miedo, eso es todo atrezzo. Lo que da miedo de verdad es ver a Muñoz protagonizar “The running dead”, terror en estado puro sin trampa ni cartón. Con lo bien que estaría este hombre, como tantos, caminando rápido, así como Rajoy. Pero la moda es la moda, y la tontería, la tontería. Muñoz, como todos, tiene que ser “runner” y hacer “running” porque ser “walker” y hacer “walking” no es “trending”. Y que no nos vendan como coartada el “mens sana in corpore sano”. Los clásicos no hablaban de machacar el cuerpo, los “mens sana” sabían que eso era (y es) cualquier cosa menos sano.

1/12/16

LOS FASCISTAS TAMBIÉN LLORAN


Si te llamas Brian, te crucifican y el Escuadrón de Suicidio no te libera, está bien terminar la vida cantando “Mira siempre el lado bueno de la vida”. Pero sin pasarse.

Puedes pasarte si te enfrentas a la violencia machista diciendo que es un asunto del que no se debe hablar, pero como desgraciadamente existe, y pretendes ayudar a las víctimas a sobrellevar el día a día con unos consejos de belleza que sirvan para disimular los moratones con maquillaje. La cadena pública de televisión marroquí que hizo esta barbaridad retiró el vídeo avergonzada, pero da igual. Como si argumenta que solo disimuló con maquillaje los golpes que antes fingió también con maquillaje. El daño está hecho.

Puedes pasarte si eres responsable de informativos de TVE y un grupo de trabajadores de la sección de economía firma una carta denunciando que a ellos nunca les encargan ocuparse de las noticias de los telediarios que son “comprometidas” (paro, “Tarjetas Black”, pensiones), porque la jefa del área, Cecilia Gómez Salcedo, se las encarga solo a dos periodistas contratados por ella, mientras a los de plantilla los entretiene con asuntos menores. El director de los Servicios Informativos de TVE, José Antonio Álvarez Gundín, puede echar balones fuera, pero eso no arregla nada. Maquillar para ocultar la verdad es tan tramposo como mostrar la realidad enseñando solo la cara que te interesa.

Puedes pasarte si haces una serie histórica, eliges una época cercana de represión fascista cuyos golpes, moratones y heridas aún no han restañado, y toda la ambientación histórica no es más que un decorado en el que situar una historia de amor entre protagonistas guapísimos que se aman locamente. No sé qué dirán para justificarse los responsables de la serie “Lo que escondían sus ojos” (noche de los martes, en Telecinco), pero no tienen disculpa. Quien decide hacer una serie histórica asume un compromiso con el pasado que no se salda con un cuento de miradas, besitos y achuchones. Maquillar los golpes del pasado o del presente es hacer trampa por muy conmovedor que resulte saber que los fascistas también lloran.