31/1/12

DISCOVERY, VIEJO AMIGO

Discovery Channel es como un viejo amigo. Nunca se enfada, no te exige exclusividad, no te reprocha nada ni pone mala cara si nota que has escogido pasar un rato con él porque ese día no tenías nada mejor que hacer. Es realista respecto a lo que es la televisión actual y sabe que a estas alturas ya sería imposible que vuestra relación mejorase o empeorase de forma significativa.

Otras cadenas se comportan como parejas celosas. TCM, por ejemplo. Si te pones a ver “Una noche en la ópera” pero TCM se da cuenta de que en verdad no era tu primera opción, sino que vienes zapeando desde La 1 y has llegado hasta ella sólo porque no te encontraste con “Modern Family” en Neox ni estaba Wyoming en Las Sextas, entonces te permite ver a los Hermanos Marx, sí, pero de mala gana: en la escena del camarote hay menos gente de lo habitual y el diálogo sobre la parte contratante de la primera parte contratante lo recitan Groucho y Chico como despistados, sin atender bien a lo que están haciendo. Pasa lo mismo con el Canal de Historia. El otro día lo sintonicé directamente para ver “La vida sin nosotros” y el canal estaba encantador, me ofreció el documental con una sonrisa, e incluso en un momento en el que no entendí bien algo sobre el envejecimiento del hormigón el canal interrumpió la emisión y me explicó con paciencia lo que no comprendía. Pero ayer llegué hasta la misma cadena y el mismo documental porque no pillé nada interesante en el zapeo previo y me la encontré rara desde el primer momento. “¿Te pasa algo? ¿Estás enfadada?”, le pregunté. “¿Yo? No”, contestó seca, pero emitió el documental en versión original sin subtítulos y luego cortó los créditos finales.

Por eso yo cada vez más acabo viendo “Así se hace” en Discovery Channel. Sin reproches ni malos rollos. Así se hacen las raquetas de tenis. Así se hacen las mangueras para combustible. Así se hacen los radiadores. Sin preguntas comprometedoras ni orgullos idiotas. Como un viejo amigo. A veces abro dos cervezas y pongo una encima del televisor. Os juro que Discovery Channel se la bebe.

30/1/12

EL TIEMPO ESTÁ CERCA



Si Paloma San Basilio saca un disco de música electrónica dance entonces todo es posible. Según la Teoría de las Infinitésimas Probabilidades del doctor Douglas Adams la ocurrencia de sucesos cuya probabilidad es 1 dividido entre infinito puede provocar una vibración inesperada en el nivel cuántico de la materia que haga saltar por los aires la lógica más elemental que hasta entonces gobernaba el universo. Y ha ocurrido. No es Ke$ha. No es David Guetta. Es Paloma San Basilio quien ha grabado “Love makes my world go around”. Juntos, un día entre dos parece mucho más que un día. De pronto, equipos de categorías regionales pueden llegar a las finales de Copa en países que son potencias futbolísticas mundiales. Juntos, amor para dos, amor en buena compañía. Los máximos responsables del mayor colapso económico de la historia son votados por la población a la que han estafado para que resuelvan la crisis. Juntos, café para dos, fumando un cigarrillo a medias. Jordi González y Sandra Barneda conducen en Telecinco un estupendo programa sobre la financiación de la sanidad pública. Juntos, cualquier situación de broma entre las cosas serias. El mundo entre dos, diciendo a los problemas adiós.

Y todo esto ha ocurrido. El pasado sábado Telecinco ofreció en prime time un interesantísimo “Gran Debate” acerca de los efectos de la crisis sobre la sanidad en España. Fue un debate serio, equilibrado, llevado a cabo por especialistas que sabían de lo que hablaban, alejado de esa discusión como show llevada a cabo por profesionales de la bronca que nos ofendía cada semana en la mesa de debate de la antigua “Noria”. Sábado por la noche, y Telecinco emitiendo televisión de calidad. Horas después miles de jóvenes pastilleros convulsionarían escuchando el nuevo disco de Paloma San Basilio en las raves de todo el país. “Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y observen su contenido, porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis, 1, 3). A ver si va a ser cierta la idiotez ésta de los mayas y el año 2012.

29/1/12

¡CÓMO NOS ENGAÑAN!

El viernes, laSexta estrenó un nuevo programa a las nueve y media de la noche. Esa hora a la que apetece ver algo ligerito antes de que llegue el horario de máxima audiencia con su exigente programación habitual de películas de éxito, telerrealidad prefabricada y series de usar y tirar. Se llama “LaSexta Columna” y contiene reportajes sobre asuntos de actualidad. ¡Reportajes! Inauguraron esta pesadez con “Yo pago, tú pagas, ¿quién se lo lleva?”, donde analizaron la situación económica mintiendo: es más fácil decir que el programa miente porque se trata de un caso más de manipulación de laSecta que enfrentarse a sus datos y argumentos con argumentos y datos.


Así que España no es el paraíso de los defraudadores, con la última reforma del Gobierno no pagaremos entre todos más de lo que no pagan los evasores, no hay un montón de trucos legales para que los que más tienen paguen menos, no tenemos un inexplicable déficit de inspectores fiscales, no estamos entregando el poder político al poder económico, los mercados no están capitaneados por grandes capos del capitalismo financiero que juegan al Monopoly con nosotros. O sea, no estamos ante una gigantesca estafa disfrazada de crisis que permite ganar mucho dinero a quienes más tienen y que deja al asalto al tren de Glasgow en pitorreo.

Pues sigamos negando otros mensajes desacreditando al mensajero. A Cuatro, que en el “Números rojos” de “Callejeros” mostró que vivir en tu casa y comer a diario es llevar un tren de vida que no nos podemos permitir. A “La 2 Noticias”, que dio la palabra al director de Amnistía Internacional en España y el sinvergüenza denunció que aquí se viola el derecho humano a una vivienda digna al ejecutarse desalojos sin garantías jurídicas ni alojamiento alternativo. A Canal 24 Horas, que estrenó “El ojo en la noticia” recordando el trabajo del cámara que grabó cómo la erupción del volcán Nevado del Ruiz en Colombia se llevó por delante a los más débiles, como la niña Omaira que agonizó ante el mundo. ¡Cómo nos engañan!

28/1/12

SEGUNDONES DEL MAL

Leña: el segundo es el primero de los perdedores. Caña: el subcampeón es el campeón de los derrotados. Palo: la medalla de plata es la medalla de oro de los fracasados. Vale, sí, es una forma terrible de ver las cosas, pero ahora que tenemos la autoestima por los suelos, debemos rematar reconociendo que la realidad es aún peor. En la vida diaria podemos ser unos perdedores porque solo llegamos a ser el segundo de los mejores, pero podemos ser aún más perdedores si solo llegamos a ser el segundo de los peores. Justo eso es lo que le pasa a “Vuélveme loca” en Telecinco.


“Vuélveme loca” es una birria, pero no la mayor de las birrias que emite Telecinco. “Vuélveme loca” es una mierda de programa, pero hay mierdas más rotundas. “Vuélveme loca” es malo, muy malo, pero no el peor. En un universo en el que existen “Sálvame” y “La noria” no es fácil conseguir el reconocimiento que te mereces porque cuando los espectadores queremos hablar de la encarnación del mal televisivo no nos contentamos con referirnos a un programa malo, a un segundón, recurrimos a los grandes triunfadores del mal, a “Sálvame” y a “La noria”. “Vuélveme loca” lleva un par de años haciendo las cosas todo lo mal que puede, esforzándose todo lo que es capaz, pero no triunfa. Nunca nos acordamos de “Vuélveme loca” para ponerlo a parir como se merece porque estamos demasiado ocupados despellejando a los ganadores, a los campeones, a los medallas de oro.

Telecinco ha comunicado que este fin de semana se emitirá por última vez “Vuélveme loca” en sus sobremesas. Sus actuales presentadores, Tania Llasera y Jaime Bores se irán sin pena ni gloria, igual que antes se fueron Celia Montalbán y Patricia Pérez. Son segundones del mal, subcampeones, medallas de plata ensombrecidos por gigantes como Jorge Javier Vázquez y Jordi González. Recordémoslos hoy y mañana cuando encendamos la tele y despidámoslos como se merecen: sin hacerles ni puñetero caso.

27/1/12

RELACIÓN TRANSITIVA

En los programas de televisión no se da la relación transitiva que estudiamos en la asignatura de Matemáticas, -¡alto! ¡no, por favor! no dejen de leer la columna sólo porque aparezca en ella el sintagma “asignatura de Matemáticas”; les prometo que será sólo un momento y después el argumento coge su intríngulis-. Si una magnitud es igual a otra segunda, y ésta segunda es igual a otra tercera, entonces podemos afirmar que la primera cantidad y la tercera son también iguales, -¿ven cómo no ha sido tan traumático?-. Pero no ocurre así en la ficción televisiva. Los creadores de “House” nunca ocultaron que bastantes elementos de la serie están inspirados en las novelas de Conan Doyle sobre Sherlock Holmes: el propio personaje del doctor Gregory House pretendía originalmente ser un detective médico, y la relación de House con el oncólogo Wilson conmemoraba el juego de caracteres entre Holmes y su ayudante Watson. Por otro lado, los espectadores de “Sherlock”, -por Dios, que nadie se pierda el último capítulo de la segunda temporada en TNT; es tan bueno que la Real Academia ha hecho una excepción y permite juntar dos superlativos para decir que es brutalísimamente genialísimo-, notamos que los dos personajes protagonistas están muy influidos por House y Wilson; de hecho, algunos momentos entre el detective y su ayudante parecen sacados literalmente de los mejores capítulos de “House”.

Pues bien, los personajes de “House” se parecen a los de las novelas de Sherlock Holmes y los personajes de “Sherlock” se parecen a los personajes de “House”, y, sin embargo, ni el Sherlock Holmes ni el Watson de las novelas se parecen en nada al Sherlock Holmes y al Watson de “Sherlock”. Es la prueba de que la transitividad en la relación de igualdad que funciona en el campo de los números no funciona en el campo de los programas de televisión. O quizá sea la prueba de que las antiguas primeras temporadas de “House” y estas nuevas primeras temporadas de “Sherlock” son tan buenas que no pueden ser analizadas con la lógica de la vida cotidiana.

26/1/12

LOS PEZONES Y KIKO

Todo en la naturaleza tiene una utilidad. Bueno, todo salvo los pezones en los varones y Kiko Rivera en “Tú sí que vales”. Éstas son las dos únicas anomalías que obstaculizan una explicación verdaderamente evolutiva y funcional del cosmos. Los pezones son muy útiles en las hembras; permiten la lactancia canalizando la leche que alimenta a sus crías durante los primeros momentos de vida. Kiko Rivera es muy útil en programas como “Sálvame”; su vida amorosa y sus filiaciones familiares proporcionan contenidos en los que ocupar entre cincuenta y ochocientas horas de mal circo al año. Pero algo raro ocurre en el momento en el que empieza a diferenciarse sexualmente un embrión que hasta entonces poseía unas ambivalentes estructuras genitales. Se comienzan a formar la vulva, la vagina y los ovarios en las hembras. Se comienzan a formar los testículos y el pene en los varones. Y los pezones, únicamente funcionales en aquéllas, se mantienen en éstos. No cabe duda de que “Sálvame” y “Tú sí que vales” compartieron estadios embrionarios comunes, pero cuando comenzó la diferenciación fetal Kiko Rivera se mantuvo en ambos programas. Numerosos especialistas han estudiado el fenómeno. Nadie lo entiende.

Kiko Rivera son los pezones masculinos de “Tú sí que vales”. Está ahí, en mitad de la nada vellosa del público, redondito y moreno, soltando alguna bobaduca anodina cada veinte minutos, mientras Risto Mejide, Merche, José Corbacho y Christian Gálvez trabajan para mantener estables las constantes vitales del organismo. Hasta el Sevilla vale para algo en un mundo en el que Kiko Rivera no vale para nada. Y los órganos inútiles no sirven más que para dar problemas: aunque su prevalencia es muy baja, los varones también pueden padecer cáncer de mama en los restos de tejido mamario que conservan de su etapa embrionaria. Quizá convendría valorar la kikotomía preventiva, porque mucho nos tememos que lo único que va a poder hacer Kiko Rivera en “Tú sí que vales” es tumorarse.

25/1/12

PATADAS IRRACIONALES

Los que sostenemos que estamos viviendo la edad de oro de la ficción televisiva, intentamos no desvelar que Nitro emite “Walker Texas Ranger” y que promociona la serie con esta frase: “Todos llevamos dentro un Chuck Norris. Los pitagóricos prohibían revelar el descubrimiento de los números irracionales, que introducían un factor de desorden en el orden del mundo, y los teléfilos procuramos no revelar que, al menos según Nitro, todos llevamos dentro un Texas Ranger como Walker, que introduce un factor de desorden en el orden de “Sherlock”, “Alcatraz” o “Fringe”. Las patadas giratorias de Chuck Norris son los números irracionales de las series televisivas. Y si es cierto que todos llevamos dentro un Chuk Norris, entonces Norris es una especie de “alien” que uno de estos días saldrá de nuestro pecho mientras estamos tan tranquilos resolviendo un crimen con Sherlock Holmes.

Los números irracionales televisivos existen y defienden los valores americanos con patadas giratorias, pero no hay un ranger de Texas dentro de cada espectador. Al igual que los dioses de los romanos, antes de que la influencia griega les espabilara un poco, eran prosaicos, funcionales y sanitarios, las aventuras del ranger Cordell Walker interpretado por Chuck Norris son prosaicas, funcionales y sanitarias, y han sido superadas hace tiempo por los policías de Baltimore de “The Wire” o la agente de la división “Fringe” Olivia Dunham. Entiendo que muchos espectadores prefieran a los rudos dioses romanos antes que a los sofisticados dioses griegos, y que disfruten con Chuck Norris tanto como otros disfrutan con las dotes inductivas de Sherlock Holmes. También entiendo que Nitro trate a Chuck Norris como una estrella porque Norris es el exceso en estado puro, y en televisión sólo permanece lo que de algún modo se exagera. Y entiendo que “Walker Texas Ranger” comparta cadena con “Colombo”, “Stargate Universe”, “McGyver” y “The Pacific”. Dioses funcionales y dioses del Olimpo. Lo que no entiendo es eso de que todos tenemos dentro un Chuck Norris. A no ser que… A no ser que esto que siento dentro del estómago mientras escucho a Chuck Norris decir que los hombres que se ganan la vida en pantalón corto le ponen enfermo no sea vértigo irracional, sino una patada giratoria.

24/1/12

I+D+i+d EN EL ESTADO IDEAL

Platón era mucho Platón. En su famoso mito de la caverna dice que los sabios no deben vivir aislados en su torre de sabiduría, sino poner sus conocimientos al servicio de la sociedad. Pero advierte de que los sabios, los estudiosos que escapan de la ignorancia, están condenados a tener problemas cuando culminan sus estudios y vuelven a vivir el día a día con sus conciudadanos. Nada nuevo bajo el sol: Sheldon y sus amigos en “The Big Bang Theory” no terminan de encajar con las preocupaciones e intereses habituales del ciudadano medio que los ve como tipos raros. Por eso el problema más gordo de los sabios es volver a la vida cotidiana: no son bien recibidos. Pero deben volver y poner su saber al servicio de los demás.

Tras los constantes recortes en ciencia, en España está desarrollándose una iniciativa que pide que la declaración de la renta incluya una casilla para que quien quiera pueda solicitar que el 0,7% de sus impuestos se destine a investigación. Muy bien: no puede ser que formemos sabios y después los mandemos a mejorar la caverna alemana, en vez de pedirles que mejoren su propia caverna, nuestra caverna, la caverna que pagó sus estudios y los hizo sabios. Sin duda hay que apostar por la investigación, el desarrollo y la innovación, pero Platón le añadiría la divulgación. Nuestra caverna, nuestro Estado, nuestra sociedad mejoraría si invirtiéramos más en I+D+i+d en vez de recortar en I+D+i.

Queremos una casilla para pedir que al menos el 0,7% de las emisiones totales de todas las cadenas públicas sean de divulgación científica. Hay cadenas que dedican el 100% de su tiempo al deporte, las noticias o los niños. No hay cadenas de divulgación científica. Apenas hay un par de programas sueltos que dan la palabra a los sabios científicos para que nos enseñen lo que saben. Platón pondría más programas así en la televisión de su Estado ideal. Platón era mucho Platón.

23/1/12

VEO, VEO; OIGO OIGO

Veo, veo un problema gordo. Veo, veo que todos los años escribo un artículo titulado “Veo, veo” y nunca me había pasado esto. Es que una cosa es hacerse pasar por un timador adivino (o sea, por un adivino) como hago una vez al año, y otra cosa es hacerse pasar por un timador médium (o sea, por un médium) como quiero hacer hoy.

Para hacerse pasar por un adivino basta con empezar las frases diciendo “Veo, veo” y luego asegurar que va a pasar lo que te salga de las narices. Puedes decir que lo lees en las estrellas, las cartas, una bola de cristal o los posos del café. Qué más da. Lo importante es decir que ves que va a pasar y punto. El resto del trabajo lo hacen los incautos que oyen la estupidez y se la creen. En la tele, esos infelices pagan por creérselo en directo y ahí está el negocio.

Lo que pasa en que, viendo lo bien que le van las cosas a la timadora médium Anne Germain en “Más allá de la vida”, hoy no quiero adivinar el futuro de la tele para 2012, sino contactar con el espíritu de los programas que murieron el año anterior. Así que el artículo que cada mes de enero titulo “Veo, veo”, este año debe ampliarse a “Oigo, oigo”.

Pues venga. Veo, veo que oigo, oigo que desde el más allá, mucho más allá del fondo a la derecha, los programas muertos me envían sus mensajes. Están tristes y cabizbajos (bueno, lo cabizbajos que pueden estar unos no-seres sin cabeza que, por tanto, no la pueden tener baja). Para poder descansar eternamente en paz me lanzan este mensaje: los habitantes del más acá debemos resucitar la horrible adaptación de “Cheers” que hizo Telecinco porque el espíritu de Antonio Resines está pesadísimo criticando a los que le criticaron y diciendo que la serie era buenísima. Ahora hagan lo que quieran. Yo solo digo lo que veo, veo que oigo, oigo.

22/1/12

A DIVINIS

¿Vota Dios en “Gran Hermano”? No que se sepa. Así que ¿qué más da que la Iglesia Católica suspenda “a divinis” al curilla que se ha metido en el programa más oligofrénico de la televisión? Jode que te suspendan de empleo y sueldo en tu trabajo porque te quedas sin recibir el dinero del que se supone que comes. Jode que te suspendan con un cuatro y medio la asignatura de “Fundamentos procesales de la jurisprudencia turca” porque te obliga a estudiar de nuevo semejante temario para volver a examinarte. Pero que tus superiores te suspendan “a divinis”... bueno, no es agradable, claro, pero sólo implica que no vas a poder administrar los santos sacramentos ni celebrar la eucaristía durante el tiempo que estés enseñando el jerol en Telecinco.

Y no nos engañemos, Juan, -el sacerdote se llama Juan-, ¿tenías pensado confesar a Mercedes Milá durante las próximas semanas? ¿Ibas a ofrecer la extrema unción a XXXX en caso de que enfermara hasta la agonía inesperadamente en la casa de Guadalix de la Sierra, -he escrito “XXXX” porque hace 11+1 ediciones que no veo GH, lo que dificulta enormemente que pueda conocer el nombre de ningún concursante de la edición 12+1-? ¿Estaba entre tus planes marcarte una misa heaviata improvisada el Día del Señor y celebrar el milagro de la transustanciación del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Jesucristo? Bah, venga, reconoce que no...

Pues entonces pasa de todo. Sigue poniendo tu grano de arena en ridiculizar a la Iglesia y a GH. Los españoles de bien estamos sorprendidos pero agradecidos de que se pueda hacer ambas cosas a la vez. Cuando Jesus predicó el Evangelio los reality shows aún no habían llegado a Galilea, por lo que el Mesías no dejó dicho nada al respecto, pero se ve que sus exégetas actuales consideran que tu falta es peor que otras de tipo sexual y financiero sancionadas con castigos menores. Te has quedado sin el voto de Dios en lo de las nominaciones, pero... bueno... Su reino no es de este mundo y a lo mejor tampoco te iba a votar aunque no te hubieran suspendido. A divinis.

21/1/12

FRAGA BEGINS

No nos va a valer una tv movie al uso, como la que se hizo sobre Tarancón o Adolfo Suárez. La colosal magnitud de Manuel Fraga y su legado obliga a que la posteridad audiovisual le rinda un homenaje a la altura de su contribución al progreso de España. Lo hemos visto, oído y leído hasta el éxtasis estos días en los medios visuales, sonoros o escritos: estamos ante la persona que volvió demócrata a la derecha española, aquél que retó a Franco desde la mismísima mesa del Consejo de Ministros franquista, padre y esposo ejemplar de la Constitución Española actual, fundador del Partido Popular que -cual Moisés desprendido- supo retirarse para permitir el triunfo del proyecto que él había creado, fiel presidente de la Xunta cuantas veces hizo falta desde cuyos despachos veía amanecer y atardecer. Seguro que ya andan las productoras manejando bocetos de guión para una biografía en formato televisivo, seguro que alguien ya está hojeando books de actores con vistas al Fraga niño, el Fraga Palomares, el Fraga Ni Tutelas Ni Tutías y el Fraga Obradoiro. Pero Fraga se merece algo más que eso. Algo más. Pero, ¿el qué?

La Divina Providencia nos ha señalado el camino. La noticia de su fallecimiento llegó el pasado domingo justo en el momento en el que TVE emitía “Batman Begins”. No puede ser una coincidencia. Cualquiera que haya seguido el tratamiento que los medios han dado a don Manuel habrá notado que el prócer fue lo más parecido a un superhéroe que hemos tenido jamás en España. Christopher Nolan acaba de terminar su tercera película sobre Batman y alguien debería hacerle entender que el único proyecto a la altura de su trilogía sobre el héroe de Gotham City es una nueva trilogía sobre el héroe de Villalba. Tres superproducciones. A lo bestia. A lo Fraga. En 3D. O 4D. Destinadas a las pantallas gigantes de los cines gigantes y no a las pequeñas pantallas de nuestras casas pequeñas. La primera de ellas: “Fraga begins”. Podría estrenarse mundialmente... no sé... en el nuevo Festival Internacional de Cine de Gijón.

20/1/12

TODOS A LA MIERDA


Aquí tenemos dichas muchas cosas y muy fuertes sobre (bueno, contra) “Sálvame”. Esta semana la cosa cambia. “Sálvame” se enfrenta a una situación excepcional que nos obliga a reconsiderar y medir las palabras. Esta semana Terelu ha dicho en directo que se iba a operar de un bulto en un pecho, el programa ha seguido en directo por teléfono cómo se iba encontrando la enferma tras la intervención y se ha enfrentado y ha atacado en directo a quienes criticaron que obtuviera audiencia hablando de un problema tan serio. Bien, pues visto el apoyo que Terelu está recibiendo de sus seguidores y lo bien que le va, aquí no queremos ser menos y manifestamos con voz firme, alta y clara que también nosotros apoyamos a “Sálvame” en el nuevo y esperanzador camino que ha iniciado.

“Sálvame” merece todo nuestro respeto ahora que está intentando abandonar las tonterías a las que nos tiene acostumbrados para convertirse en un programa de salud en el que se apoya a los enfermos y sus familias, en el que se ayuda a difundir la importancia de la prevención en todo tipo de enfermedades, en el que dejan de merendar en directo para hacer el posoperatorio en directo. Dicen que gracias a ellos ya han aumentado las solicitudes de mamografías. Muy bien, “Sálvame”. En 2004, tras perder a su marido por un cáncer de colon no diagnosticado a tiempo, la presentadora de CBS News Katie Couric se sometió a una colonoscopia en directo consiguiendo desdramatizar la experiencia y logrando más peticiones de pruebas diagnósticas que todas las campañas institucionales juntas. Ánimo, Jorge Javier.

Pero si la operación de Terelu es solo un leño más con el que alimentar el fuego demoníaco que calienta la caldera infernal en la que arden los personajes de “Sálvame”, si esto es lo mismo que antes fue la operación, el vestido, la boda o la separación de Belén Esteban, entonces que se vayan todos a la mierda.

19/1/12

ESO ES IMPULSO

Vaya por Dios. Nos cae encima otra hornada de ciudadanos que, contra Aristóteles, piensan que la fama es el bien máximo y autosuficiente al que aspira el hombre. Seres dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de ser famosos. Sujetos que participan en “Gran hermano” para demostrarlo. Mientras, colea la metedura de pata de la famosa Remedios Cervantes, que en “Atrapa un millón” impidió a un concursante atrapar 5.000 mil euros.


La publicidad de los ochenta nos enseñó que, cuando un desconocido, de repente, te regalaba flores, eso era impulso. Así, el conatus de los clásicos se transformó en una marca de colonia que ahora sabe Dios qué será de ella. Cuando Remedios Cervantes cambió la respuesta del concursante de “Atrapa un millón” en el último segundo porque, según dice, “sintió un impulso”, mandó a freír churros nuestra memoria publicitaria, esa que tiene chica nueva en la oficina que se llama Farala y es divina; esa que busca, compara y si encuentra algo mejor lo compra; esa que alucina, vecina. Ahora sabemos que, cuando un famoso, de repente, te jode 5.000 euros, eso es impulso.

Anteayer, la Cervantes estuvo en el “Espejo público” de Antena 3 lavando su imagen. Contó que sufrió tal “disgusto mediático” (los mediáticos son los peores disgustos que hay) que llegó a pensar en compensar al chaval con 5.000 euros de su bolsillo. Menos mal que luego se le pasó y se conformó con hablar desde el plató por teléfono con él. Le dijo que no se quejara, que gracias a ella había conseguido hacerse famoso. Sabe lo que dice. Sabe que los famosos cobran por acompañar a los pobres desconocidos que concursan en la tele. Y si, de repente, un impulso te causa un disgusto mediático, puedes lavar tu imagen sin necesidad de gastar un euro. El concursante contestó que la fama ni le interesa ni le gusta. Un tío listo que sabe más que la Cervantes, la Milá y todos sus esbirros juntos.

18/1/12

SUPERNANNY NO ESTÁ EN TOLEDO

Me alegro del éxito de “Toledo. Cruce de destinos” (Antena 3), una serie ambientada en la España del siglo XIII y protagonizada por el rey Alfonso X el Sabio, un caballero cristiano, un guerrero judío y un judío adinerado. También hay guapos jovenzuelos, desnudos femeninos, intrigas propias de un culebrón, luchas con espadones, traiciones, amores con espinas, rigor histórico en algún detalle e históricos disparates que pondrán de los nervios a los medievalistas. Y, sin embargo, me alegro del éxito de “Toledo”.

Los responsables de la serie han querido ser rigurosos en la ambientación, pero admiten que las tramas son contemporáneas y que su objetivo no es la fidelidad histórica, sino entretener. Un artista árabe dibujó los azulejos, y parte del atrezzo pertenece a películas como “El reino de los cielos” o “El nombre de la rosa”. Pero que el artista que dibujó los azulejos sea árabe o bielorruso no supone un mayor o menor acierto en los diseños, “El reino de los cielos” es una película ambientada en el siglo XII en Jerusalén, y “El nombre de la rosa” se desarrolla en una abadía benedictina del siglo XIV. Nada que ver, pues, con el Toledo del siglo XIII. El productor ejecutivo de “Toledo” dice que se la serie se toma muchas licencias históricas porque un excesivo rigor histórico puede provocar aburrimiento en los espectadores. Se equivoca. La nueva serie de Antena 3 es una ficción histórica con más licencias para matar la historia que James Bond para cargarse a los malos, pero me alegra ver a Juan Diego disfrazado de Alfonso X, me divierte ver a todos los personajes de la serie como si acabaran de salir de un anuncio de Chanel ambientado en la Edad Media, y entiendo que las tramas toledanas no sean muy diferentes de las de “Crematorio” o “Bandolera”. Pero eso no quiere decir que el rigor histórico, más allá de los azulejos, sea aburrido.

¿Se imaginan a Supernanny intentando meter en vereda a la niña de “El exorcista”? Pues una Supernanny de la historia lo tiene igual de difícil para meter en vereda los excesos contemporáneos de “Toledo” o “Águila roja”. La ficción histórica televisiva es la niña de “El exorcista”, y pretender que nos hable con rigor del siglo XIII o del siglo XVII es como intentar que una niña poseída por el demonio no nos vomite en la cara.

17/1/12

SOBRESIMPSONDOSIS

Las autoridades sanitarias advierten de que un visionado excesivo de “Los Simpson” puede ser perjudicial para la salud. Al menos, si ese visionado excesivo incluye participar en el mega requete super archi ultra maratón que la FOX norteamericana ha organizado para conmemorar los 500 episodios de la familia amarilla de cuatro dedos. El mes que viene se emitirá el capítulo quingentésimo de la serie, -“quingentésimo”, mooooola-, y a la productora ubicada al norte de Río Grande se le ha ocurrido la springfieldiana idea de organizar una prueba consistente en zamparse de un tirón, sin interrupciones para el sueño o para otras funciones corporales elementales, los cinco cientos de capítulos que se han desarrollado a lo largo de 23 temporadas. Quinientos capítulos suman casi once días de televisión ininterrumpida. El límite de privación de sueño antes de que se produzcan graves alteraciones nerviosas e incluso la muerte en los humanos es de..., -un momentín, que lo googleo-, once días. Umm... curiosa coincidencia.

Tras dos o tres días sin dormir comienzan a aparecer alteraciones en los reflejos y en los tiempos de reacción. A nuestro hipotético concursante ya no le harán gracia la primera y segunda parte de “¿Quién mató al señor Burns?” (temporadas 6 y 7) y desde luego no pillará los guiños más sutiles del guión. A los cinco días sin dormir aparece hipotermia en el individuo, y se disparan los niveles de adrenalina, cortisol e insulina. Nuestro jugador verá “Viva Ned Flanders” (T10), sí, pero estará más pálido y con peor analítica que Flanders y Homer cuando se despiertan en Las Vegas después de su noche de alcohol y matrimonio. Y partir de los siguientes días ya se suceden alucinaciones, delirios y cuadros psicóticos. Es posible que los que aún se mantengan en el maratón lleguen a ver el capítulo 500, pero los habitantes de Springfield serán verdes, la Pantera Rosa será el padre de Bart y los 23 años de la serie formarán parte de un complot mundial para acabar con la raza blanca. No merecen la pena los 11.000 dólares de premio.

16/1/12

PROGRESA ADECUADAMENTE

Como el enfermo que pasa de tener 40 grados a fiebre a 38. Como el alumno que pasa de suspender todas las asignaturas a suspender sólo la mitad. Como el trabajador que está en paro y consigue un contrato temporal en el que se le despide cada hora y media para que pueda ir al baño y se le vuelve a contratar en cuanto sale del retrete. La franja de diez a doce de la noche de los sábados en Telecinco estaba ocupada hasta la semana pasada por “La noria” y, por tanto, partía de un cero tan absoluto que cualquier cambio forzosamente habría de suponer una mejoría. ¿Un programa en el que Sandra Barneda se dedicase a leer los nombres de los abonados que poseen un número de teléfono capicúa? En comparación con “La noria”, es como pasar de tener 40 de fiebre a tener 38. ¿Un concurso de ortografía cirílica con Jordi González vestido de patriarca de la Iglesia Ortodoxa? En comparación con “La noria”, es como pasar de suspender todas a suspender sólo la mitad. ¿Un show político con los opinadores profesionales de siempre discutiendo como siempre y el mismo público jaleando tanto a unos como a otros mediante aplausos que se suceden con mayor frecuencia que las risas enlatadas en “Big bang”? ¿Dónde debo firmar para disfrutar de otro contrato de hora y media?

“El gran debate” es una birria de principio a fin, el peor programa de discusión política que hemos visto en décadas, el mejor programa que en este momento posee Telecinco en su programación. En su estreno aburrió a las piedras. Fue sin duda el espacio más interesante emitido por Telecinco durante los últimos años. Si continúa centrándose en cuestiones económicas la audiencia huirá en desbandada como la publicidad huyó de “La noria”. Si aborda otros asuntos que permitan personalizar sobre políticos concretos los ataques y las defensas, terminará volviendo a convertirse en “La noria”. Partiendo de la basura Telecinco progresa adecuadamente. Pero, como siempre ocurre con esta cadena, no sabemos hacia donde.

15/1/12

LA UTILIDAD DE LA CRISIS

"Estamos siendo testigos de transferencia de riqueza de un tamaño formidable de las manos públicas, de la mano de las manos del Gobierno, cobrada a la gente corriente en forma de impuestos hacia las manos de las corporaciones y los individuos más ricos del mundo. Las mismas corporaciones e individuos que crearon esta crisis."

El viernes por la noche, La 2 volvió en “El documental” dar una lección de tele pública emitiendo “La doctrina del shock”, un reportaje imprescindible basado en el libro homónimo de Naomi Klein que analiza los métodos y terribles consecuencias del capitalismo salvaje propugnado por el economista Milton Friedman.

Friedman creía en la ‘Terapia del shock’, esto es, aprovechar una circunstancia extrema (da igual que sea un golpe de Estado, el terror de la represión, una guerra, una profunda crisis política, un gran atentado terrorista, un tsunami, una inundación o cualquier gran desgracia colectiva) para implantar la economía de un todopoderoso mercado libre, desregulado y soberano. Las crisis son rentables porque cuando la gente está en shock, desconcertada y apremiada por una emergencia, desprotege sus intereses y se puede actuar sin su oposición. Lo vimos cuando “La doctrina del shock” recorrió, dando datos esclarecedores, los escenarios del Chile de Pinochet, la Argentina de Videla, la Gran Bretaña de Thatcher, los EEUU de Reagan, la Rusia de Yeltsin, los EEUU de Bush tras el 11-S, entre otros ejemplos que ponen la piel de gallina.

¿Es más fácil redactar una crítica de televisión que limitarse a copiar lo que dice un programa en concreto? En casos como este no: cuesta escoger entre datos tan jugosos: Antes de Thatcher un directivo ganaba 10 veces más que un trabajador, y antes de Reagan 43 veces más. Después, ganaba más de 100 y más de 400 veces respectivamente. Tras el Tsunami de Sri Lanka se impidió que volvieran a las playas sus pobladores para privatizarlas y venderlas a hoteles lujosos. Tras la destrucción de New Orleans por el Katrina Friedman propuso privatizar el sistema educativo. Háganse un favor: busquen en reportaje y véanlo en la web. Después, vean el “Telediario”.

14/1/12

NO TE OLVIDES DE HAITÍ

¿Cómo sabe un pintor cuál es la última pincelada que debe añadir a un cuadro antes de darlo por concluido? ¿Cuándo debe dejar un escultor de retocar una escultura, un poeta de pulir palabras en un poema, un cocinero de añadir ingredientes en un nuevo plato? Un problema parecido tienen los telediarios: ¿cuál es la vida de una noticia?, ¿puede salir en el “Telediario” de hoy lo que ya salió en el de ayer?, ¿Debe darse por muerta una noticia antigua aunque la situación que la generó persista? Si así es, una barbaridad solo es noticia el día que la barbaridad ocurre por primera vez, y volverá a ser noticia solo el día que la barbaridad termine, si es que termina. Algo sin duda muy eficaz para hacer desaparecer de los telediarios conflictos enquistados, situaciones de injusticia social y, en general, abusos de los poderosos sobre los más débiles: situaciones que suelen generar pocas novedades como para ser noticia. En casos así, la única salida son las matemáticas.

Estos días hace 3652 días (572 semanas, 120 meses) desde que llegó el primer preso a la cárcel de Guantánamo. Irrelevante, pero si lo pasamos a años sale que Guantánamo cumple 10 añitos, lo que permite que, por un día, vuelva a ser noticia. También estos días hace 730 días (104 semanas, 24 meses) desde el terremoto de Haití. Pero si lo pasamos a años sale que cumple solo 2 añitos, una cifra sosa y poco redonda. Haití continuará languideciendo hasta que cumpla 10 y, entonces sí, veamos en los telediarios con todo lujo de detalles que, tras 10 años, la barbaridad, como el dinosaurio de Monterroso, todavía está ahí.

“Guantanamera” debería seguir siendo una canción y no una cárcel olvidada. Por eso, antes de morir yo quiero que cierre la cárcel guantanamera y lo que la hizo posible. Y que los telediarios hablen de la barbaridad de Haití en pasado y no en presente. Y poder decir con Forges “Pero no te olvides de Haití”, pero por otros motivos.

13/1/12

LA JUSTIFICACIÓN DEL BIEN

¿Uno ha de tener motivos justificables para realizar el bien, o el bien es un fin en sí mismo que no ha de ser justificado y que se puede llevar a cabo sin ningún motivo añadido? Es una pregunta de filosofía moral fundamental que ha cobrado estos días plena actualidad gracias a la decisión de La 2 de emitir diariamente un capítulo de “Frasier”. Así, porque sí. Sin venir a cuento. Sin que “Frasier” haya vuelto a tener relevancia por ningún motivo en especial. Se trata sencillamente de la mejor comedia televisiva de la historia, -bueno, vale, una de las mejores; bueno, no, la mejor-, realizada entre 1993 y 2004, y que incluyó personajes secundarios y subtramas sencillamente inolvidables para el resto de nuestras vidas. Pero terminó hace ya ocho años. Ninguna cadena de televisión en su sano juicio se atrevería a emitirla a la hora de la cena. Y sin embargo alguien preguntó al Supremo Programador de La 2 qué podría colocarse en ese hueco de la parrilla y el Supremo Programador contestó que “Frasier”. “Frasier”, así, por mis santos argumentos ontológicos. Aunque no tenga nada que ver con el resto de la programación de La 2. Está claro que el Supremo Programador es un defensor de la justificación intrínseca del bien.

Y yo también. Es cierto que “Frasier” ha quedado anticuada por el auge arrollador de la ficción televisiva durante la última década. Es cierto que estamos viendo estos días capítulos grabados hace casi 20 años cuya calidad de imagen es ingenua e inocente. Pero cuando me enteré de la noticia de la emisión diaria de la serie me pareció intelectualmente defendible poder volver a contar con el bien en nuestras pantallas, el bien televisivo en estado puro. “Frasier” per se. “Frasier” ipso facto. ¿Necesita La 2 alguna justificación adicional para emitir sus 265 capítulos a lo largo de 2012? No opino así. Y creo que cualquiera que comience a seguir con regularidad las aventuras de los hermanos Frasier y Niles Crane estará también de acuerdo en la legitimidad de la decisión que ha tomado La 2 y en la justificación intrínseca del bien.

12/1/12

EL PARPADEO DE LAS TORTUGAS

El parpadeo es un movimiento rápido y automático mediante el que los párpados cierran y abren los ojos en el plazo de una fracción de segundo. Habitualmente los animales lo realizan con ambos párpados a la vez, aunque existen casos, -por ejemplo, el de las tortugas-, en donde ambos párpados actúan de forma independiente. La actividad del parpadeo proporciona ventajas para la visión, humedece la superficie del ojo y la limpia de pequeños restos o residuos que pudieran ir acumulándose en ella. Tiene el parpadeo, no obstante, una gran desventaja para la especie humana: dificulta notablemente el seguimiento, disfrute y comprensión de la serie de la BBC “Sherlock”.

En ocasiones los planetas se alinean de formas improbabilísimas. En ocasiones comienza a sonar justo esa canción cuando aparece justo esa persona. Hoy, por una de esas coincidencias imposibles y de la que el detective Sherlock Holmes extraería sorprendentes conclusiones, exactamente a la misma hora Antena 3 estrena la primera temporada de “Sherlock” y TNT estrena la segunda temporada de la misma serie. Llevo media hora escribiendo en esta columna frases ingeniosas de alabanza hacia estos capítulos y borrándolas a continuación al sentir que no reflejan con la suficiente justicia las cualidades que posee la producción de la televisión pública británica. Me rindo. No hay forma de describir lo brutalmente buena que es “Sherlock”. Si usted no ha visto su primera temporada no se la pierda hoy a las 22:30 en Antena 3. Si usted ya ha visto la primera temporada no tengo que convencerle de que comience hoy a ver la segunda en TNT.

Pero, eso sí, no parpadee. Porque el nivel de complejidad de las tramas, su carácter frenéticamente trepidante y los giros inesperados de los guiones, pueden hacer que un parpadeo en el momento inadecuado le haga perder un detalle minúsculo, aparentemente trivial, que reaparecerá una hora después para ser la pieza clave en la resolución del caso. Procure que al menos un ojo esté siempre mirando a la pantalla. Si tiene que parpadear, hágalo como las tortugas.

11/1/12

HELENA Y EL PEZ

Helena dice en la “Odisea” que la diosa Afrodita la volvió loca cuando decidió dejar su patria, su hija y su esposo para seguir al príncipe Paris a Troya. Albert Speer dice en el documental “Speer y Hitler” (La 2) que él no sabía nada de la “solución final” al “problema judío” ni, por supuesto, sabía lo que los nazis estaban haciendo en Auschwitz. Entiendo la locura de Helena, pero no entiendo la ignorancia de Speer. Helena estaba casada con Menelao, rey de Esparta, y su huída a Troya por amor o por locura (a veces es lo mismo) fue la causa de una larga guerra entre aqueos y troyanos. Speer fue el arquitecto favorito de Hitler y ministro de Armamentos del III Reich durante la Segunda Guerra Mundial y, aunque no fue causa de ninguna guerra, es imposible que no conociera los efectos que el nazismo estaba provocando en la población judía. Además, ser causa de una guerra por culpa de la locura tiene más perdón que no conocer los efectos de una guerra debido a la ignorancia.

Speer regateó la pena de muerte en los juicios de Nuremberg poniendo cara de pena cuando le mostraron imágenes de los campos de concentración nazis, y sólo fue condenado a 20 años de prisión. En “Speer y Hitler”, el jerarca nazi justifica su ignorancia del Holocausto con el argumento de que un pez no puede ver fuera de su acuario. ¿Era Speer un pez que vivía en un acuario, o más bien Speer era uno de los dueños del acuario? Por otro lado, lo mínimo que se le puede pedir a un pez del III Reich es que conozca el acuario en el que vive. Es imposible que un pez nazi como Speer no supiera lo que le pasaba a los peces judíos de Berlín, por ejemplo. La locura impuesta por los dioses es una excusa aceptable. La ignorancia del pez que vive en su acuario es una excusa inaceptable. La verdadera locura de Helena permite que la compadezcamos. La falsa ignorancia de Speer nos obliga a odiar lo que no hizo.
Speer tendría que haber dicho que un dios le volvió loco cuando decidió convertirse en una de las piedras sobre las que se edificó el nazismo. Tampoco le habríamos creído, pero es mejor ser un mentiroso que se hace el loco que un mentiroso que quiere hacerse pasar por ignorante.

10/1/12

AÍDA EN LOS REALES SITIOS


Igual que en las tiendas nos tropezamos con Coca-cola sin coca, en Telecinco volveremos a encontrarnos el próximo domingo con “Aída” sin Aída. Durante unas semanas habían vuelto a incluir este estimulante componente en su fórmula magistral, lo que había aumentado su consumo, pero se han vuelto a quedar sin él porque Aída se marcha a Cuba para no ir a la cárcel. “Aída”, eso sí, mantiene sus puertas abiertas y todo bien dispuesto para acoger de nuevo a Carmen Machi. Ella no es la dueña de la serie, pero sabe que puede volver cuando quiera porque, después de todo, aquella es su casa.

Tampoco los Sitios Reales, empezando por el Palacio de la Zarzuela, son propiedad de la Familia Real, sino del Estado, y por eso su mantenimiento no lo asume la Casa Real sino que corresponde por ley al organismo autónomo Patrimonio Nacional. Pero, aun siendo así, cualquier miembro de la Familia Real sabe que cuando quiera puede ir a alojarse sin dar explicaciones a nadie en cualquiera de los 20 palacios, monasterios, residencias, conventos y abadías que integran los Reales Sitios. Encontrará las puertas abiertas y todo dispuesto para acogerle, porque, después de todo, aquellas son sus casas.

Pero, volviendo a “Aída”. ¿Qué es eso de marchar a Cuba para no ir a la cárcel? Es una buena posibilidad para desaparecer y quitarse de en medio, pero las hay mejores. Y, si no, vean cómo se despidió Paz de Aída: “Que tengas un gran viaje, reina” ¿Reina? ¿¿Reina?? ¿Puede ser reina una García sin ser reina por un día? ¿Podría la hermana del Luisma, la madre de la Lore y el Jonathan, la hija de la Bim-Bam-Bum, viajar desde Esperanza Sur hasta alguno de los Reales Sitios, entrar sin pagar entrada y encima alojarse allí gratis total sin tener que dar explicaciones a nadie para desaparecer y evitar la cárcel? Yo tengo mi opinión respecto a quién podría hacerlo y quién no, pero lo importante no es eso, sino lo que pienses tú.

9/1/12

EL EFECTO LABORDETA

Viendo la tele, se puede querer ser caminante, guasón, peregrino, gastrónomo aficionado, showman del tiempo e incluso bisoño zangolotino. Y siempre por el mismo motivo. A mí me pasa y casi seguro que a usted también. Como la literatura científica dedicada al estudio de la sociopsicopatología televisiva aún no lo ha descrito porque no existe una disciplina así de chorras, aquí lo denominaremos ‘Efecto Labordeta’. Es que la primera vez que tuve conciencia de tal situación fue viendo a José Antonio Labordeta en “Un país en la mochila”.

El ‘Efecto Labordeta’ se produce en el espectador cuando ve un reportaje en la tele con igual proporción de admiración y envidia: admiración hacia lo que está viendo –sean lugares, culturas o circunstancias- y envidia hacia quien lo protagoniza –el suertudo narrador que protagoniza el reportaje y vive lo que uno quisiera vivir. Es por esto que se quiere ser caminante al ver “Un país en la mochila”, guasón al ver al cachondo viajero Ian Wright de “Lonely planet”, peregrino al ver la serie “El camino de Santiago”, gastrónomo aficionado al ver a Juan Echanove en “Un país para comérselo”, showman del tiempo al ver estos días a Mario Picazo en “Climas extremos”, y, por último, bisoño zangolotino al ver “En busca del primer europeo” el viernes por la noche en “El documental” de La 2.

“En busca del primer europeo” recorrió la evolución humana de la mano de un hombre sabio (Eudald Carbonell), pero recurriendo a un truco ya había usado Platón en sus diálogos hace siglos: evitar la aridez de una exposición demasiado abstracta enfrentando a un bisoño zangolotino a ese hombre experto, lo que facilita el discurso y el aprendizaje. Como hay más medios hoy que en tiempos de Platón, Luis Quevedo, intérprete del aprendiz, viajó por los escenarios, yacimientos y museos de la evolución humana de tres continentes. Una maravillosa road movie a través de África, Asia y Europa. Un programa cojonudo. Un ‘Efecto Labordeta' morrocotudo. Una admiración, y sobre todo una envidia, infinitas.

8/1/12

NOUS SOMMES DEUX

Por alguna extraña razón tendemos a pensar que las películas tienen un protagonista individual. Y a veces es cierto. El protagonista de “Centauros del desierto” es Ethan Edwards y el protagonista de “Ciudadano Kane” es Charles Foster Kane. Pero en muchas ocasiones el protagonista de una película es un tren o un camión (“El maquinista de la General” y “Duel”, respectivamente), una ciudad o un pueblo (“Manhattan” y “Ni un pelo de tonto”), un grupo de amigos que funciona como una unidad narrativa indivisible (“Beautiful girls”) o un concepto que se hace con el control de la película por encima de los actores particulares que aparecen en ella (las diferentes edades de la vida en “Gran Torino”, la construcción de la realidad a partir de las subjetividades en “Doce hombres sin piedad”). Quizá deberían crear el Óscar a la Mejor Ciudad Protagonista, y entregarlo al lado de los habituales Óscares a la Mejor Protagonista Femenina y al Mejor Protagonista Masculino. Óscar a la Mejor Emoción Protagonista. Óscar a la Mejor Máquina Protagonista. Al Mejor Concepto Filosófico Protagonista.

Y, desde luego, Óscar a la Mejor Pareja Protagonista. No a la pareja como la suma de dos individuos, sino a la pareja como una unidad indivisible que con tantísima frecuencia es el agente principal de una película. Así lo ha entendido la cadena MGM, que durante este mes de enero programa un ciclo fascinante dedicado a películas en donde el protagonista no es una persona aislada, -perdón por la contradicción-, sino una pareja conjugada, -perdón por la redundancia-. “La condesa descalza”, con Humphrey Bogart y Ava Gardner entrelazados como la cara y la cruz de una moneda. “El regreso”, con Jane Fonda y Jon Voight siendo los dos extremos de una misma cuerda. “El fuego y la palabra”. “La mujer de paja” (una pareja peculiar, sin duda, pero una pareja unitaria como protagonista). Tanto ha hecho el cine por el individualismo que hemos olvidado que a veces somos uno, a veces somos una relación y a veces somos toda una ciudad.

7/1/12

GU YUE

Urge crear la Asociación de Actores de Interpretan a Políticos Importantes de la Transición Española. Ya está bien de que el actor que representa a Alfonso Guerra en “Tarancón: El quinto mandamiento” no se parezca en nada al actor que representa a Alfonso Guerra en “23-F: el día más difícil del Rey” y ambos, a su vez, no se parezcan gran cosa al actor que representa a Alfonso Guerra en “Adolfo Suárez, el presidente”. Todos aquéllos que no vivieron directamente esos años, -extraterrestres, mascotas, adolescentes-, se pueden hacer sus respectivas protuberancias un lío dada la dispersión de actores que interpretan al Rey, a Felipe González, a Torrebruno. Corren rumores de que ya se están preparando “Fraga, el peso de una cabeza”, “Landelino Lavilla, la historia me absorberá” y “Expo 92, qué guasa”, y no podemos permitirnos tres, -otras tres más, quiero decir-, reinas Sofía diferentes. Los historiadores trabajan para ponerse de acuerdo sobre los entresijos de la legalización del PCE el Sábado Santo de 1977, y los críticos chorratelevisivos reclamamos enfáticamente que también lleguemos entre todos a un consenso respecto de qué actor ha de interpretar a Santiago Carrillo durante las próximas décadas.

Así que hay que hacer un casting. Para aspirar al puesto de Intérprete Oficial de Adolfo Suárez habrá que ser pelín leptosomático, guapito, fumar y capaz de pasar de la simpatía a la severidad en la misma frase. Felipe González requiere acento andaluz, informalidad en el trato y ser más guapito que Suárez. Para Carrillo nos basta alguien ligeramente calvo, ligeramente pícnico, y que fume más que Suárez. El papel del rey Juan Carlos I se decidirá en función de un único criterio: parecerse a Juanjo Puigcorbé. Gu Yue fue un actor chino que interpretó 84 veces a Mao Zedong. Los chinos ya saben con seguridad quién fue Mao: Gu Yue. Nosotros ahora ya sabemos con seguridad quién fue Vicente Tarancón: Pepe Sancho. Pero nos falta saber inequívocamente quién fue Fraga, Suárez, González, y no lo sabremos hasta que no aparezca su Gu Yue.

6/1/12

EL SHOWMAN DEL TIEMPO

Seguimos diciendo que Mario Picazo es el hombre del tiempo pero ya no es verdad. Tras el estreno de “Climas extremos” en La 1 el martes por la noche algunos dirán que es un Jesús Calleja con más estudios, otros que es un Frank Delajungla más civilizado y con mejores modales, otros que es nuestro particular ‘Último superviviente’ viajero dispuesto, más que a comer cualquier cosa, a beber lo que le echen… de vodka por ejemplo.

En TVE apuestan por resaltar su perfil más aventurero, así que primero le pagaron el viaje a todos los sitios del mundo que salen en el libro Guinness de los récords por ser en los que hay más frío, más calor, más sequía, más tornados, más niebla o más cualquier otra cosa relacionada con el tiempo, y después lo promocionaron utilizando palabras como increíble, hostil, insólito, duro, extremo, sorprendente o inhóspito que parecen robadas de la saca de Pedro Piqueras en uno de sus días buenos. Resultado: los espectadores que se crean esa modernez que asegura que el sentido de la vida está en vivir y atesorar ‘experiencias’, tienen en Picazo un colaborador a través del cual vivir, de forma vicaria, experiencias extremas a porrillo. En su estreno tocó verle pasar frío en un pueblo de Siberia que es el más frío del mundo, tan frío que en él pasarían frío incluso esos señores que salen en la tele los días de helada diciendo que ellos nunca tienen frío porque son de Soria.

Aquí nos vamos a conformar con considerar a Picazo un meteorólogo pródigo que podrá escapar disfrazado de showman del tiempo de las garras del reality “Supervivientes”; un tipo que, es cierto, aún mantiene un pie atrapado en “El programa de Ana Rosa”, pero que gracias a su perfil de “famoso de la tele” puede conseguir que digamos menos “metereología” y más “meteorología”, igual que con Arguiñano, el showman de la cocina, decimos más “croquetas” y menos “cocretas”.

5/1/12

PROPÓSITOS 2012

A la tele le gustan más los tópicos que a Belén Esteban un bisturí. Una vez superada la fase en la que por todos los programas menudeaban primero los consejos sobre qué platos de enjundia cocinar para las grandes comilonas y después qué platos ligeritos cocinar tras las grandes comilonas, vivimos ahora esa otra fase en la que por todos los programas menudean primero los consejos sobre cómo acertar con los regalos más chulos para Reyes y después qué hacer con los regalos horrorosos que te hayan hecho. Pero, en medio, antes tuvimos que vivir esa fugaz fase intermedia de apenas un par de días en la que por todos los programas menudearon los consejos sobre cómo llenar el zurrón con hermosos propósitos para el nuevo año seguidos de la constatación de que prácticamente nunca se cumplen. Y, ¡albricias, por fin llegamos!, de eso va la columna de hoy.

Es muy triste ver en la tele que cada año los reporteros de calle se encuentran con que los transeúntes que no salen corriendo al ver un micrófono dicen siempre lo mismo: los nuevos propósitos para el año nuevo son dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender inglés y bajar unos kilos. ¿Nuevos? Pero si las tablillas sumerias, además de la cosecha y el rey, no hablan de otra cosa. ¡Más imaginación, por Dios, que están saliendo en la tele! Por ejemplo: ser más rápido con el mando a distancia para cambiar en milésimas de segundo cuando aparezca Jorge Javier Vázquez, no aprender el nombre de ningún concursante más de “Gran hermano”, dejar de usar La 2 para dormir la siesta, no volver a quedar boquiabierto mirando Intereconomía pensando que parece imposible que se puedan decir tantas barbaridades seguidas, dejar de estropear las reuniones de amigos imitando a Matías Prats y su cuenta naranja. ¿No es mejor esto que pretender alimentarse de ensalada en el restaurante inglés de un gimnasio en el que no se fuma?

4/1/12

MOLINOS, MAGISTRALES Y CAMPANITAS

A este paso, “Pretty woman” (lunes, Telecinco) va a suceder a “¡Qué bello es vivir!” en el trono de las películas navideñas. Inquietante. ¿Qué demonios tiene “Pretty woman”? Richard Gere es un pasmarote, y su personaje es un subproducto del capitalismo que seguro que hoy sería asesor de no sé qué infame institución financiera. Julia Roberts es menos creíble en su papel de prostituta que termina ligándose al ricachón que John Wayne interpretando a Gengis Khan en “El conquistador de Mongolia” o que el mismo Richard Gere queriendo ser sir Lancelot en “El primer caballero”. Y, sin embargo, ahí está “Pretty woman”. Ahí sigue. Entiendo que la historia de amor, o lo que sea, entre el príncipe del capitalismo Edward Lewis y la corista del sexo Vivian Ward tenga más público que “La vida de los otros” (La 2), pero me entristece que el potaje de “Pretty woman” sustituya al mensaje de “¡Qué bello es vivir!” en la programación navideña.

¿Qué tiene “Pretty woman”? Eugenio Trías dice en “Filosofía del futuro” que una obra genial es aquélla que tiene una capacidad inagotable de ser recreada e interpretada desde las más diferentes posiciones y desde tiempos y lugares diversos. La obra artística verdadera siempre se alza, siendo radicalmente local, a lo universal: desde “un lugar de la Mancha” o la Vetusta de Clarín hasta el infinito y más allá. Cielos. ¿Es eso lo que pasa con “Pretty woman”? ¿Lo que ocurre entre Edward y Vivian en el lujoso hotel Regent Beverly Wilshire, una historia de finales de los años 80 del pasado siglo, se alza a una universalidad probada por la capacidad de ser interpretada, recreada y gozada por la audiencia en nuestro complejo presente? ¿Es que “Prety woman” es una película abierta a nuevos espectadores que desborda el marco de “comedia romántica de finales de los años 80 del siglo XX” y que, por tanto, no tiene sólo interés histórico y es algo más que un síntoma de una época, generación, sociedad o estilo artístico? Glup. ¿El hotel Regent Beverly Wilshire es como un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, como Vetusta o como Bedford Falls? Creo que estoy empezando a ver molinos, magistrales y campanitas en “Pretty woman”. ¿Es grave, doctor?

3/1/12

ESQUÍ

La alarma partió inicialmente del Centro Astronómico de Los Realejos. Inexplicablemente, los relojes atómicos con los que allí se trabaja en mediciones estelares no habían registrado el paso del año 2011 al año 2012. Cuando se estaban revisando los dispositivos responsables de la anomalía comenzaron a llegar informes de otras partes de España: el Instituto Geofísico de Almería, la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo, el Centro Turing. Todos los relojes seguían marcando el año 2011. Y en cuanto los medios recogieron la noticia quedaron bloqueados por millones de llamadas que venían de cada rincón del país: todos los relojes de todos los ordenadores, de los despertadores, de los móviles y demás dispositivos digitales habían pasado del 31 de diciembre al 1 de enero pero seguían marcando el año 2011. Cundió el pánico.

Ninguna explicación parecía convincente. Se habló de los mayas, del bosón de Higgs y de los recortes económicos de Rajoy. Se recomendó a la ciudadanía no cambiar manualmente la fecha de los relojes y se decretó el estado de Alarma. Cristianos de varias religiones gritaban eufóricos por las calles llamando al arrepentimiento y anunciando la inminente parusía del Mesías. Hasta que un viejo catedrático de Fenomenología de la Universidad de Zaragoza aseguró que todo era debido a que Televisión Española no había emitido, por primera vez en su historia, los saltos de esquí en la mañana del 1 de enero. Al principio nadie le tomó en serio, pero pocas horas después Soraya Sáenz de Santamaría desveló unos estudios secretos que dicho filósofo experimental había conducido en los años 80 en las Chafarinas, unos islotes españoles situados enfrente de la frontera entre Marruecos y Argelia: con un sistema de televisión local se emitían cada pocos días los saltos de esquí. Los relojes de las Chafarinas adelantaban un año cada vez que esto ocurría.

Así que se contactó rápidamente con TVE, y en la madrugada del 2 al 3 de enero se emitieron en diferido los saltos de esquí. Desapareció el error en todos los relojes de España. Comenzaba el año 2012.

2/1/12

PROGRAMAS PARA MIRAR Y PROGRAMAS PARA VER

Empecemos por una distinción básica: en Nochevieja hay programas de televisión pensados para ser mirados y otros pensados para ser vistos. El especial que José Mota realiza cada año para la televisión pública es un ejemplo perfecto de programa pensado para ser mirado en primer plano; el greatest hits de momentos curiosos de Antena 3 es un ejemplo perfecto de programa pensado para ser visto de fondo. Segunda distinción básica: en Nochevieja hay programas de televisión pensados para ser comentados al día siguiente y otros pensados para no ser comentados ni siquiera durante su emisión. El especial que José Mota realiza cada año para la televisión pública es un ejemplo perfecto de programa pensado para perdurar; la película que emitió laSexta antes de las uvas, -¿cuál era? ya no me acuerdo-, es un ejemplo perfecto de programa del cual absolutamente nadie habló ni antes ni durante ni mucho menos después de su presencia en la pantalla. Y con la tercera distinción básica terminamos la introducción a este largo artículo: en Nochevieja hay programas de televisión destinados a un público más amplio que el habitual de la cadena y otros destinados a los incondicionales del canal. El especial que José Mota realiza cada año para la televisión pública es un ejemplo perfecto de programa que es visto por espectadores no necesariamente fieles a TVE; la gala con la que Telecinco despidió 365 días de programación que nunca debieron haber existido sólo puede ser soportado por la ciudadanía ya habituada a ese mejunge de caspa y vellosidades intestinales que la cadena de Fuencarral llama "televisión". Y ahora, con la fortaleza que supone estar armado de distinciones hasta los dientes, podemos abordar la tarea de analizar lo que cada canal nos ofreció el 31 de diciembre:

- TVE: El especial de José Mota es el gran programa de Nochevieja de la televisión española. Punto. No creo que nadie pueda ponerlo en duda y, sinceramente, no parece que a las demás cadenas les importe un pito que sea así. Aunque la entrega de anteayer fue probablemente la más floja de los últimos años, excesivamente apoyada en imitaciones que ya conocíamos y en canciones pelín chuscas, volvió a ser el único espacio que no huele a relleno, hasta el punto de convertirse en el referente contra el que se comparan el resto de cadenas e incluso la muy bajonera gala igartiburuana con la que TVE dio paso a las campanadas, -¿por qué, por qué, Señor, no se programó primero a Igartiburu y después a Mota? ¿no era obvio?-.

- Antena 3: "A mala hostia, todo vuela", decían Faemino y Cansado. Si se lo propone incluso Tele Mota del Marqués puede encontrar cincuenta momentos simpáticos ocurridos durante el año con los que componer dos horas de televisión de fondo. Así que imaginaros lo que podrá hacer Antena 3. Hace cuarenta años estos pachtworks de fragmentos se usaban como relleno cuando había desajustes en la programación y de pronto había que emitir algo. Ahora son el programa estrella de la noche más importante del año. Pongamos que para el año que viene se lo curran un poco más.

- Cuatro: esta cadena se sostiene sobre dos patas: teledocumentales de telerrealidad de exteriores y concursos de interiores de serie B. Su programación nocheviejera se sostuvo sobre dos patas: un teledocumental de telerrealidad de exteriores y un concurso de interiores de serie B. A los primates nos fue bien cuando nos erguimos sobre dos patas para salir a la sabana. No está tan claro que un canal recién absorbido por el desierto pueda mantener tan bien también ese equilibrio.

- Telecinco: ¡feliz 1982! Joaquín Prats jr. y Paz Padilla. Isabel Pantoha. Gags con falso público construido con material descartado por Marianico el Corto. Escenas de patrimonio. ¿Hay que explicar algo más? Ah, sí, cuáles son los derechos sindicales y cómo es el convenio colectivo de los guionistas de los diálogos entre Prats y Padilla, así como los efectos neurodegenerativos de retroceder treinta años en el tiempo durante una cena en la que suele abusarse del alcohol.

- LaSexta: laSexta emitió una peli, ¿no?

PIRAMIDIOTAS

Piramidiotas: he aquí un nuevo término que aprendimos en 2011 gracias a ese potentísimo artefacto educativo creado por el hombre que es la televisión. Vale, es exagerado resumir el pasado año televisivo con esta sola palabra, pero es algo que vale la pena recordar estos días que toca mirar atrás y hacer balance.


Las revueltas de la primavera árabe son la imagen del año pasado, con permiso del tsunami japonés (son curiosos los viajes que realizan las palabras y nos hacen caer en redundancias como “whisky escocés”, “acelga siciliana” o “tsunami japonés”). La caída del que durante años fue todopoderoso faraón egipcio Hosni Mubarak nos mostró que en política el sistema dictatorial es un error. Meses después, Canal Historia emitió la serie documental “Cazando momias” centrada en la figura del que fue todopoderoso faraón arqueológico egipcio Zahi Hawass. Los promos de la serie se centraban en el “aspecto político” de Hawass: su inmenso poder en el campo de la arqueología, el trato tiránico que ejercía sobre sus subordinados, sus modales dictatoriales. Sin duda algo lamentable, pero otra cosa es el “aspecto científico” de Hawass. Su valía científica es innegable y su animadversión hacia la pseudociencia, el ocultismo y los chiflados piramidólogos y sus locos cacharros le hizo un gran bien a la egiptología seria y la ciencia en general.

En “Cazando momias” vimos, con permiso de Howard Carter, cosas maravillosas. Pero hoy recordaremos cómo Hawass llamaba despectivamente piramidiotas a los piramidólogos. Demostró que los constructores de las pirámides no eran esclavos y mucho menos extraterrestres, también mostró que debajo de la Esfinge no hay ningún pasadizo secreto y que las cuevas de origen natural que hay en Giza ni son misteriosas ni llevan a las pirámides. Obligó a las cámaras a mostrarlo todo para intentar algo imposible: que dejaran de decir tonterías los piramidiotas.