30/4/18

EXPERTO EN EXPERTOS EN LIDERAZGO EMPRESARIAL Y POLÍTICO


Enhorabuena, es usted un experto. Es experto en expertos en liderazgo empresarial y político. ¿Mola, eh? ¡Es experto en expertos, experto de segundo grado, metaexperto! Hable con afectación, alce la barbilla, dese importancia. Y ya está. Ahora, a esperar que le llamen de la tele para exhibir su desbordante expertez.

Euprepio Padula lo hizo y le va bien. Encargó tarjetas de visita de “Experto en liderazgo empresarial y político” y a veces le llaman de “Espejo público”. Allí larga una mezcla de afirmaciones gratuitas y obviedades sonrojantes con aire doctoral. Luego dará cursillos, supongo. Lo último fue analizar la comparecencia de Cristina Cifuentes cuando dimitió.

“Esta cara es la cara de la ira, de la rabia, es el momento en el cual en un cierto sentido Cifuentes nos está diciendo: ‘lo han conseguido. He luchado 35 días para que realmente pudiera ganar este pulso a mis enemigos políticos’. Y con esta imagen, con este gesto —especialmente mira la frente, los labios— realmente la vemos desencajada, triste, derrotada”. Solo dice lo que todos sabemos, pero atribuyéndolo al vestido, la cara o los gestos.

“El color blanco no fue casual. ¿Qué quería decir? Es blanco virginal en el cual yo veo dos significados diferentes. Por un lado, demostración de transparencia, de limpieza, querer decir ‘yo no tengo culpas’. Pero tengo otra lectura. La realidad en la cultura budista: el blanco es el color de los funerales, quiere decir: ‘yo llego sin tener nada, y me voy sin tener nada’, por tanto, el blanco claramente es como un adiós, una despedida, en este caso una despedida muy triste”. Como los astrólogos, predice el pasado con exactitud pasmosa.

“Esa sonrisa es una sonrisa casi de alivio, pero la realidad en esta sonrisa es la derrota y realmente dice: ‘casi me siento aliviada; lo habéis conseguido, yo me voy, pero por lo menos es un descanso’. Es terrible”. Haga usted como él. Tan fácil como informarse sobre su vida y repetirlo después mirando su barba, su cara, su corbata: ya es usted experto en expertos en liderazgo empresarial y político.

29/4/18

MENSAJE DE ALERTA A LA POBLACIÓN


Mensaje de alerta a la población: Miguel Ángel Revilla ha publicado recientemente un nuevo libro y lo está promocionando por las diferentes cadenas. No pongan la televisión durante el próximo mes. Repetimos: las autoridades recomiendan encarecidamente que no enciendan su televisor durante las próximas cuatro semanas, salvo por motivos de fuerza mayor y bajo su estricta responsabilidad. A fecha de hoy, los servicios del Estado no pueden garantizar la seguridad de los espectadores.

La situación es crítica. Los expertos aseguran que no hay ningún programa que se pueda considerar completamente a salvo de peligro. No existe el riesgo cero. Obviamente, algunos espacios –“El hormiguero”, “Liarla Pardo”, “Al rojo vivo”- son considerados sumamente peligrosos, y contemplarlos es prácticamente una garantía de quedar expuestos al agente químico más irritante de la historia reciente de la política española. Pero nadie debe creerse a salvo por evitar programas de entrevistas o de debate político. No sería descartable una aparición de Revilla como invitado estrella en “Masterchef” o en “Fama – A bailar”. “First dates” está cada vez más abierto a nuevos perfiles de sus participantes y Revilla podría aparecer cenando anchoas de Santoña. Recuerden lo ocurrido durante las promociones de sus anteriores libros: tronista en “Mujeres y hombres y viceversa”, alcalde de Puente Viejo en “El secreto de Puente Viejo”, concursante en “Tu cara me suena” imitando a David Bustamante.

En caso de que sea estrictamente necesario poner la televisión, las autoridades recomiendan que se compruebe previamente el estado de las pilas del mando a distancia y que en ningún momento esté a más de un metro de distancia del espectador. Se pide paciencia a la población y se calcula que el peligro ya habrá desaparecido en junio. Se ruega que se difunda este mensaje de alerta entre comunidades de vecinos y centros sociales.

28/4/18

TÚ SÍ QUE VIOLAS


Después de la incomprensible sentencia del jueves he empezado a imaginarme a los magistrados como si fueran el jurado de “Got talent” o de “Factor X” o de “Tú sí que vales”. “Got talent Pamplona”. “Factor XXX”. “Tú sí que violas”. Están sentados en una mesa corrida. Todo muy hortera. Botones gordos de colores chillones. Paneles electrónicos en la parte frontal de la mesa. Un alguacil, al estilo de Santi Millán, hace pasar a los acusados hasta el escenario. Los miembros del jurado contemplan las imágenes de los hechos y empiezan a hacerles las preguntas que se les ocurren. Algunas son ingeniosas. Otras, banales. Algunas, generales. Otras, de detalle. Como cuando Jorge Javier Vázquez pregunta a un contorsionista cómo aprendió esa habilidad.

Y después uno de los tres dice “bueno, venga, chicos, vamos a votar”. Sé que esto que pido es muy difícil, pero, de alguna forma que no imagino, los jueces de los tribunales de justicia deberían, además de probar amplísimos conocimientos jurídicos en exámenes y oposiciones, superar alguna prueba que demuestre que viven en el mismo mundo en el que vive la ciudadanía. Que Risto Mejide, Eva Hache o Edurne vivan en los mundos de Yupi tiene consecuencias muy poco relevantes para nuestra sociedad. Pero que los magistrados vivan en una Babia oscura y ensimismada es una enfermedad gravísima para la democracia social, digna y justa de la que la inmensa mayoría de los españoles queremos participar.

Uno dice “pues para mí esto es abuso”, golpea el pulsador rojo y aparece la palabra “ABUSO” en el marcador electrónico de su lado. El segundo dice “pues yo veo violación”, pulsa el botón verde y aparece “VIOLACIÓN”. Todo depende del tercer miembro del jurado. Duda. Empieza a hablar. Parece que va a decantarse por la violación, pero en el último segundo pone una sonrisa pícara, cambia de opinión y proclama “¡abuso!”. “Lo sentimos, pero no pasáis a la siguiente fase de ‘Tú sí que violas’”. Una niebla helada y fétida lo invade todo.

27/4/18

PAQUIRRÍN DIMITE EN DIRECTO


De buen rollo: ojalá el Parlamento Europeo determine que en TVE hay censura y manipulación. Tener una tele pública que manipula y censura no mola, pero es peor tener una tele pública tan birriosa que ni siquiera hace las cosas mal por abuso, traición o vileza; sino por incapacidad, incompetencia y torpeza. Recemos para que las denuncias presentadas en Bruselas, acusando a TVE de violar los principios de objetividad, pluralidad e imparcialidad, lleguen a buen puerto y quede claro que si TVE incumple sus obligaciones legales es porque lo hace adrede.

El martes por la noche, Jorge Javier Vázquez contó a Andreu Buenafuente en “Late Motiv” que si “Sálvame” funciona es porque todo lo que sucede es verdad. Dos días después pudimos ver cómo se enteraba en directo, mientras presentaba “Sálvame”, de la dimisión de Cristina Cifuentes, algo que había ocurrido varias horas antes. Telecinco se puede permitir que Vázquez sea un pilar fundamental de la cadena porque es quien mejor maneja y se maneja en esa realidad paralela que sustenta el negocio, tan alejado de la realidad real. Pero también se lo puede permitir porque, llegado el momento, Telecinco es capaz de bajar de su nube y tocar el suelo. Como el jueves por la mañana, que como todas las grandes televisiones nacionales y muchas de las autonómicas, adaptó su programación al bombazo informativo del día y retransmitió en directo la dimisión de Cifuentes. Bueno, todas no, faltó una. No fue Telemadrid, que demostró ser una tele pública de verdad el día que dimitió quien supo sacarla del pozo en el que la había metido Esperanza Aguirre. La tele que faltó fue La 1, el gran buque insignia del Grupo RTVE.

A ver si tenemos suerte con el Parlamento Europeo. A ver si nos devuelve la esperanza en la profesionalidad de TVE. A ver si nos convence de que fue un maquiavélico plan sutilmente dispuesto por los taimados directivos de TVE el causante de que, en vez de retransmitirse en directo la dimisión de Cifuentes, La 1 se ocupara de la Feria de Abril, de vestidos de novia y de los hijos de Paquirrín.

26/4/18

PELLAS DEL SERRÍN DE LAS ASTILLAS DE LA LEÑA DEL ÁRBOL CAÍDO


Hacer leña del árbol caído ha pasado a la historia. Hoy es tarea imposible. En cuanto cae un árbol se congregan tales multitudes a su alrededor que no queda un hueco por el que acercarse para hacer siquiera un humilde hatillo de leña.

Media mañana de ayer, miércoles:
­—Vaya pillada, la de Cristina Cifuentes.
—Sí, sí. Pero, con máster o sin él, ahí está viendo pasar el tiempo, como la puerta de Alcalá.
—Esa no, la última; la pillada robando crema antiedad en un supermercado.
—¿Robando? ¡Ostras, rápido, manos a la obra!
—¿Para qué? A estas alturas ya lo sabe todo el mundo. En toda la mañana la tele no habló de otra cosa.
—Entonces déjalo, va a ser imposible. Media España habrá hecho ya miles de memes ingeniosísimos con imágenes de películas, series y fotos famosas sobre robos, cremas, robos antiedad y cremas antirrobo. Este no el mundo en el que vivíamos hace un puñado de años. A la velocidad de la luz se producen y circulan miles de chistes y juegos de palabras, miles de comentarios más o menos irónicos, más o menos hirientes, más o menos groseros, tronzando, partiendo y cortando el árbol caído.

El sostenella y no enmendalla del máster evitó una caída inmediata del árbol Cifuentes y eso permitió que a todo el mundo le fuera dando tiempo a hacer leña de su poda parcial. ¿Querías decir que Cifuentes era master del universo? Pues lo hacías. ¿Preferías decir que era master and commander? Pues tú mismo. Quien quiera hacer leña del árbol inclinado, que la haga. De hecho, así es como se hace leña hoy. Cuando al fin el árbol toca el suelo aquello es instantáneo. En segundos es un montón de leña recorriendo las redes sociales como una exhalación. Quien tarde unos minutos, tendrá que conformarse con hacer astillas de la leña cortada. En un par de horas, ya solo puede hacerse serrín con las astillas. Más tarde habrá que hacer pellas (pellets) con el serrín. Los guionistas de programas nocturnos como “El intermedio” o “Late Motiv” saben lo difícil que es calentar a esas horas un programa de humor haciendo pellas del serrín de las astillas de la leña del árbol caído.

25/4/18

MEÑIQUE DE GUARDIA


Diderot, que conocía bastante bien la naturaleza humana, estaba convencido de que un europeo compasivo se alteraría si recibiera la noticia de un horrible terremoto en China, se pondría triste, reflexionaría acerca de la precariedad de la naturaleza humana e incluso tendría en cuenta los efectos que produciría ese desastre sobre el comercio. Después, el europeo compasivo olvidaría el terremoto y se dedicaría a sus asuntos como si nada hubiera ocurrido. Si nos duele el dedo meñique, esa noche no dormiríamos; pero todos roncaríamos pacíficamente sobre los restos de millones de chinos a los que no hemos visto en nuestra vida. Y, sin embargo, algo tiene la muerte de los personajes del mundo espectáculo que está más cerca de nuestro dedo meñique que de los muertos en un terremoto en China.

Estas últimas semanas hemos perdido a Steven Bochco, el creador de la inolvidable serie “Canción triste de Hill Street”; a Milos Forman, el director de “Alguien voló sobre el nido del cuco” y “Amadeus”; a R. Lee Ermey el actor que interpretó al terrible sargento Hartman de “La chaqueta metálica”; y a Harry Anderson, el maravilloso juez Harold T. Stone de la serie “Juzgado de guardia”. Todos lamentamos la muerte de un chino en un terremoto, pero tengo que reconocer que algunos lamentamos la muerte de Bochco, de Forman, de Ermey y de Anderson mucho más de lo que Diderot podría entender. Sobre todo, en mi caso, la muerte de Harry Anderson. Seguro que David Hume tenía razón cuando decía que las consecuencias de un alejamiento en el espacio son mucho menores que las de un alejamiento en el tiempo, de modo que la mayor distancia del mundo no puede atenuar nuestras pasiones tanto como el paso de veinte años. Pero, aunque han pasado más de veinte años desde que me reía con “Juzgado de guardia” y, en especial, con el juez Stone que presidia un juzgado del turno de noche en Manhattan, mi pasión por el personaje no se ha debilitado y siento la muerte del actor que lo interpretó tanto como si me hubiera golpeado el dedo meñique con un martillo. Qué divertido era el juez Harold T. Stone, con qué sensibilidad resolvía los extraños casos que se presentaban en su juzgado y cómo conseguía llevar los juegos de magia a un juzgado sin que se notaran los trucos. Ahora que la crónica judicial es una parte de los telediarios tan importante como las noticias del tiempo o los deportes, sería estupendo que los jueces tomaran nota de la forma de trabajar de Harold T. Stone.

Ha muerto Harry Anderson, y al poder judicial le duele el dedo meñique.

24/4/18

LA RULETA DE LOS LICORES


Antes de comer se toma un vermú. En la sobremesa se toma un chupito. A partir del atardecer se toma un gintonic. Los amantes de los concursos antes de comer ven “La ruleta de la suerte”. En la sobremesa ven “Saber y ganar”. A partir del atardecer ven “Pasapalabra”. ¿Hay algún motivo para que esto sea así? Probablemente sí, pero desconocemos los aspectos nutritivos o televisivos de esta distribución del alcohol y los concursos a lo largo del día. Tenemos una palabra para describir la causa de un fenómeno cuya causa desconocemos: costumbre. A nadie se le ocurriría ponerse a beber chupitos a la 1 de la tarde o vermús a las 9 de la noche. No se pide un gintonic junto con el café de la comida. No se ve “Saber y ganar” de noche o “La ruleta de la suerte” por la tarde. Ningún programador que haya nacido en el planeta Tierra y lleve más de una temporada viviendo en nuestro país programaría “Pasapalabra” a la hora del aperitivo. No sabemos por qué es así. Simplemente, es así.

Y, sin embargo, ha ocurrido. El fin de “Cámbiame” ha llevado a Telecinco a intentar competir contra “La ruleta de la suerte” con una nueva versión de “Pasapalabra”, esta vez “en familia”. ¡A las 13:30! Como si al lado de un local histórico de vermús algún empresario avispado abriera un local especializado en gintonics justo antes de comer. Catapún. Batacazo. Por esas misteriosas leyes de la acción y la reacción, Jorge Fernández y su ruleta no sólo no perdieron espectadores, sino que están registrando los mejores resultados de los últimos tiempos, y Christian Galvéz no consigue que nadie entre en su establecimiento por mucho pepino que le eche -al gintonic-. Ríndanse a las leyes inmutables de la televisión: mientras la gente no tome vermús antes de la cena, no verá “Pasapalabra” antes de la comida. Y si no, que se lo pregunten a Jordi Hurtado, que, como todo el mundo sabe, lleva ofreciendo en la sobremesa chupitos de deliciosa sabiduría en “Saber y ganar” desde mucho antes de que existiera la televisión.

23/4/18

¡POR SAN JORGE!


Lo dijo el gran divulgador científico Carl Sagan en su última entrevista televisiva antes de morir: “Hay dos clases de peligros. Uno es que estamos organizando una sociedad basada en ciencia y tecnología, y nadie puede entender nada de ciencia y tecnología. Y esta mezcla combustible de ignorancia y poder tarde o temprano va a explotar en nuestras caras. Digo: ¿quién está dirigiendo la ciencia y la tecnología sino una democracia que no sabe nada sobre estas? Otro es que la ciencia es más que un cuerpo de conocimiento: es una forma de pensar, una forma escéptica de interrogar al universo con pleno entendimiento de la falibilidad humana. Si nosotros no somos capaces de hacer preguntas escépticas para interrogar a quienes nos dicen que algo es verdad, entonces estamos a merced del próximo charlatán político o religioso que aparezca”.

Como cada Día del libro, aquí acercamos la tele al libro y viceversa. Algo que antes ya hizo Sagan en “Cosmos” (1980). Como cuando visitó la antigua Biblioteca de Alejandría, o la actual de Nueva York: “Las grandes bibliotecas modernas, como la Biblioteca Pública de Nueva York, reúnen unos diez millones de libros […]. Si pudiera leer un libro a la semana en todo el periodo de mi vida adulta viviendo un período normal de años, al final acabaría leyendo unos cuantos miles de libros, no más […]. El secreto consiste en saber qué libros se deben leer”.

¿Qué libros leer? En el nuevo “Cosmos” (2014) da pistas su discípulo Neil deGrasse Tyson con un libro en la mano: “Este es el mismísimo libro que inspiró a Einstein cuando era joven. Denle un libro a un niño y cambiará el mundo. Miren esto. La primera página describe la sorprendente velocidad de la electricidad y de la luz. Einstein recordaba lo que había aprendido de niño gracias a este libro, y quizás por primera vez justo aquí se preguntó qué aspecto tendría el mundo si pudieras viajar a la velocidad de la luz”.

Recordemos esto cuando decidamos qué libros leer o qué tele ver, ¡por san Jorge! Y procuremos que los niños lean libros y vean programas que les ayuden a cambiar el mundo, o, al menos, a entenderlo y gobernarlo un poco mejor que lo hacemos nosotros.

22/4/18

NETFLIX Y EL EFECTO PLACEBO

McLuhan se quedó corto. El medio no es el mensaje. Ahora el mensaje es la cadena específica de televisión. Cuando se emitió “La casa de papel” el año pasado en Antena 3, la crítica coincidió en que Atresmedia había producido una serie digna, pero tampoco se exageraron los adjetivos. La audiencia había respondido moderadamente bien, con valores que se movían al principio alrededor del 15% y al final en torno al 10%. Todos consideraban que la historia del mayor atraco de la historia internacional estaba cerrada tras sus dos temporadas. Pero la compró Netflix, la incluyó en su base de series y ¡booom! En este momento es la serie no anglosajona más vista en el planeta. IMDb -la base de datos sobre cine y series más importante del mundo- la coloca por su índice de popularidad por encima de bombazos como “The Crown” o “The big bang theory”. Según las valoraciones de sus usuarios, “La casa de papel” está por delante de “Mad men” o “The handmaid’s tale”. ¡Y ya se anuncia su tercera temporada!

¿“La casa de papel” estuvo infravalorada en Antena 3? ¿Está sobrevalorada en Netflix? ¿O las dos cosas? Es, sin duda, una de las mejores series de nuestra historia -aunque en mi humilde y acertada opinión nadie le disputa el trono a “Fariña”- pero atisbo la sombra del efecto placebo tras la fiebre que despierta ahora el Profesor y su banda de atracadores disfuncionales. Se dice que el efecto placebo es una prueba de la capacidad de sugestión de la mente, pero en realidad es una prueba de la potencia de los contextos entre los que nos movemos. La pastilla vacía no producirá efecto recomendada por mi cuñado, pero sí lo hará prescrita por un prestigioso médico. Hoy por hoy, el doctor Netflix ha conseguido desbancar al mismísimo doctor HBO en prestigio y, por tanto, en efecto placebo. Ya no está claro si las series potencian a Netflix o Netflix potencia a las series, igual que ocurre con los médicos y los fármacos. Si no lo han hecho aún vean “La casa de papel”. Pero véanla en Netflix, no en Antena 3. Les gustará más.

21/4/18

SUCEDÁNEO DE LA VIDA DE VERDAD


Rescate a vida o muerte en “Supervivientes”. Las fuerzas de la naturaleza desatadas, la fragilidad del hombre frente a una tormenta y el mar embravecido, la emoción de enfrentarse al desastre y luchar por salvar la vida. “Supervivientes” ya está en condiciones ocupar toda la parrilla haciendo innecesarios también los informativos.

En la imprescindible novela “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, la felicidad se alcanza gracias al soma, una droga tan omnipresente y de acceso universal tan sencillo como “Supervivientes”. Si en “Un mundo feliz” medio gramo de soma equivale a medio día de descanso, en Telecinco medio día viendo “Supervivientes” equivale a medio gramo de soma. Y al día siguiente, más. Pero en esta equivalencia tan bonita y rentable había hasta ahora una sombra, un punto en el que “Supervivientes” cojeaba. Además de soma, en “Un mundo feliz” hay sucedáneos de situaciones vitales intensas como el embarazo o las pasiones violentas, con sus buenas descargas hormonales para que los felices habitantes realmente puedan vivir las turbulencias de una vida real de forma falsa y controlada. Telecinco intenta conseguir el manejo de este recurso en todos sus realities, pero ha sido en esta edición de “Supervivientes” cuando lo ha logrado

Esta semana, una impresionante tormenta no guionizada, desarmó los campamentos y los mil hilos de dimes y diretes que los guionistas habían ido tejiendo entre los participantes que fueron al programa a jugar a supervivientes, pero no tanto. Las imágenes de su rescate y la evacuación fueron un inesperado y eficaz sucedáneo de pasiones violentas. Ahora sí que da igual que los gobiernos europeos impidan a los valientes de Open Arms realizar su tarea humanitaria salvando a personas desesperadas que realmente se juegan la vida en el Mediterráneo. Ya no es necesario que nadie vaya allí a hacer lo que nadie hace y a mostrarnos lo que ocurre. Podemos sustituir la realidad por el medio gramo de soma que “Supervivientes” tan bien combina con medio gramo de sucedáneo de la vida de verdad.

20/4/18

LOS PUTOS DRIMS COM TRÚ



En serio, tenemos un problema. En el concierto de OT 2017 que emitió la televisión pública el pasado miércoles, Amaia y Ana Guerra cantaron al “sabor que tienen los sueños” en el tema “Todas las flores”. “Cuando estás a salvo en tu habitación, tiendes a soñar”, cantó Marina en el temazo “The voice within”. “¿Qué le ocurrió al sueño?”, se preguntaba Miriam en “What about us”. Alfred y Marina se lamentaban: “no sueñes, se acabó”, en “Don’t dream, is over”. “Nuestros sueños se hacen realidad”, aseguraba Roi en “Heaven”. Amaia y Alfred se miraban el uno al otro cantando “nuestros sueños se han hecho realidad”, en “City of stars”. El concierto también incluyó “Camina”, canción supuestamente escrita en grupo -es comprensible que los autores no quieran dar sus nombres- en donde se dice “aprendimos que los sueños se pueden alcanzar”.

Los putos drims com trú. Todos los autores que han escrito sobre el tema, todos, desde Platón a Skinner, han entendido que la educación de los jóvenes ha de ser ante todo un proceso de aprendizaje que pase por su sometimiento a la realidad social. Aunque sólo sea porque para poder cambiar la realidad hace falta estar dentro de ella. Hasta que llegó la televisión y la publicidad, y empezó a explotar comercialmente la idea de que, en el pulso entre el individuo y el mundo, es deseable que sea el individuo el que venza e imponga su subjetividad al mundo. “Quiero que la realidad sea lo que a mí me dé la gana”. Hace cien años se llamaba “tener caprichos” y era un defecto. Ahora se llama “hacer realidad los sueños” y es una virtud.

Tras cantar “Quédate conmigo”, Nerea se dirigió al público y les dijo “Sois maravillosos porque habéis cumplido mi sueño”. ¿De verdad yo soy el único que se echa las manos a la cabeza? Estoy seguro de que muchas de las chicas que gritaron al oírlo también decían que en ese momento se estaban cumpliendo sus sueños. No sé si los empresarios que ganaron cientos de miles de euros vendiendo tantos drims com trú llegaron a casa esa noche y dijeron a su pareja “esta noche mis sueños se han hecho realidad”.

19/4/18

LA SÉPTIMA TARDE


Analogía arquitectónica: no se puede cargar todo el peso de la bóveda de dos horas de programación en la tarde de los domingos sobre la piedra clave de la simpatía de una presentadora, ni siquiera cuando esa presentadora es Cristina Pardo. “Liarla Pardo” amenaza derrumbe, y no porque los arquitectos hayan elegido mal la dovela central de la crucería -si hay una periodista que puede sostener este programa sobre sus hombros es Pardo-, sino porque no han previsto otros elementos de apoyo que reduzcan las cargas verticales sobre la sonrisa de Cristina. Bastaría con unos arbotantes que recojan un poco de presión en el arranque de la bóveda con un poco más de volumen que Roberto Brasero o Gonzalo Miró. No es la fragilidad de la clave, sino la de las demás dovelas, la que pone en riesgo la estabilidad del edificio.

Analogía gastronómica: las especias pueden ser condimentos maravillosos dentro de recetas extraordinarias. Pero no pueden ser el ingrediente principal de dos horas de programa en la tarde de los domingos, ni siquiera cuando esa especia sea la simpatía de Cristina Pardo. El romero le va de maravilla al pollo; el tomillo, a la dorada; unos espaguetis a la albahaca pueden estar deliciosos. Pero un plato de romero solo, o de tomillo o albahaca sola, es imposible de comer. “Liarla Pardo” confía todo su sabor a la aromática sonrisa de Cristina, pero olvida que hace falta una buena carne o un buen pescado para que esa especia demuestre toda la riqueza de matices que contiene. Y eso que el comidista Mikel Iturriaga está entre sus colaboradores…

Analogía televisiva: cuidado con las fórmulas. No funcionan solas. No basta con poner una mesa de colaboradores, unos reportajes de calle y una entrevista para que el programa prenda en la programación. Ni siquiera con el apoyo de la simpatía de Cristina Pardo. Cada día de la semana, cada franja horaria tiene sus propias ecuaciones. Lo que funciona en “La Sexta noche” puede fracasar si se intenta convertir en “La séptima tarde”.

18/4/18

LA SONRISA Y EL PELO


André Malraux se preguntaba si la “Mona Lisa” de Leonardo da Vinci tendría la misma fama de la que goza hoy si estuviera en un Museo de Birmingham, y no en el Louvre. También habría que preguntase si la “Mona Lisa” sería hoy tan famosa si no hubiera sido robada en 1911 (antes, el cuadro sólo era conocido por muy pocos), o si la impresionante “Victoria de Samotracia” se habría convertido en un icono pop (la influencia de esta estatua llega incluso a la escena más conocida de la película “Titanic”, con Leonardo Di Caprio y Kate Winslet en la proa del barco con los brazos abiertos) si estuviera expuesta en una sala de un museo de Birmingham junto con otras estatuas, y no en la escalinata del Louvre. En esta línea, podríamos preguntarnos si Homer Simpson sería hoy tan famoso entre nuestra chavalería si los capítulos de “Los Simpson” se emitieran en La 2 (como ocurrió con las tres primeras temporadas) o en un horario poco atractivo. ¿Qué habría sido de “Los Simpson” si Antena 3 no la hubiera “robado” (es decir, comprado sus derechos), y si sus capítulos no se hubieran repuesto una y otra vez en la escalinata de la cadena hasta conseguir que todos nos aprendiéramos muchos diálogos de memoria? ¿”Los Simpson” en La 2 habrían pasado tan desapercibidos como la “Mona Lisa” en un museo de Birmingham?

Doctores tiene la Iglesia que pueden contestar a estas preguntas. Pero tengo otra pregunta, relacionada con “Los Simpson”, aún más difícil de contestar. El artista británico Nick Walker es autor de un fotomontaje titulado “Mona Simpson” en el que la “Mona Lisa” de Da Vinci aparece con el inconfundible pelo azul (y también con el collar rojo) de Marge Simpson. La mezcla de estos dos iconos pop produce una sensación extraña en el espectador, pero lo más extraño (o no) es que muchos jóvenes reconocen perfectamente el pelo de Marge Simpson pero no saben de quién es la cara que sonríe enigmáticamente. Es decir, Marge Simpson ya es más famosa que la “Mona Lisa”, una afirmación que, no entiendo por qué, no causará tanto escándalo como cuando John Lennon dijo que los “Beatles” se habían vuelto más populares que Jesucristo. Me parece muy bien que el pelo de Marge Simpson sea famoso, pero debería dolernos que la sonrisa de la Mona Lisa no lo sea tanto. ¿Solución? No sé. ¿Quizá más Arte en las escuelas y (seamos realistas y pidamos lo imposible) también en Antena 3?

17/4/18

ANA ROSA SÍ TIENE QUIEN LE ESCRIBA


Todos estamos con las víctimas y contra los verdugos, ¿verdad? Pues, en la tele, no. Y no hablamos de ficción. Nos parece despreciable el asesinato de un niño, y su madre merece todo nuestro apoyo. Pero después encendemos la tele y pasan cosas muy raras. Como lo que pasó la semana pasada.

Todos preferimos recibir la llamada telefónica de una madre que acaba de enterrar a su hijo agradeciéndonos nuestro apoyo, a recibir la carta desde la cárcel de la mujer que presuntamente lo asesinó intentando parecer guay y caernos bien, ¿verdad? Pues, en la tele, no. Y seguimos sin hablar de ficción.

El pasado miércoles, habló por teléfono con “Desaparecidos” (La 1) la madre de Gabriel, el niño asesinado en Almería. Quería agradecer al programa el apoyo ofrecido y el trabajo realizado para buscar a su hijo. Decía que le gustaría haber ido al programa, pero aun no estaba en condiciones de hacerlo. En realidad, sabía que nunca lo hará porque esa era la última emisión del espacio.

El día siguiente, “El programa de Ana Rosa” (Telecinco) no contó con una llamada así. En su lugar, recibió la carta de la presunta asesina desde la cárcel. Algo horrible. ¿Algo horrible? ¡Era el único programa de televisión que tenía en sus manos una carta manuscrita de la presunta asesina del crimen más mediático del año! Una materia prima así, bien cocinada, sirve para elaborar un menú degustación que llene el comedor de comensales. Y así ocurrió.

“Este tipo de programas tienen una respuesta más que mediática y no deberían desaparecer”, dijo la madre de Gabriel en “Desaparecidos” conocedora de que el espacio trataba los casos con un mínimo de respeto y realmente ayudaba. En la despedida, en “Desaparecidos” se comprometieron a no dejar sin atención los cientos de peticiones recibidas pese a su marcha. Ana Rosa Quintana no necesitó comprometerse a nada. Sigue en antena y por muchos años. Sabe qué cocinar y con qué ingredientes para su público. Un público que siempre está con las víctimas y contra los verdugos, pero no en la tele.

16/4/18

"CÁMBIAME" VISTE DE NADA


De todos los estilismos de “Cámbiame”, el mejor es el último. Todos vimos los estilismos que los estilistas del programa encasquetan a los incautos que caen en sus manos. Para unos oscilan entre lo horrible y lo grotesco, y para otros van de lo humillante a lo estrafalario. Eso depende, porque ya se sabe que cada estilistillo tiene su librillo. Pero hoy “Cámbiame” ha demostrado tener realmente buen gusto, y, tras su cambio de estilismo, luce como nunca.

Miren, miren ustedes mismos la programación de Telecinco para hoy y valoren el cambio. Miren también la de mañana. ¿Qué? ¿Tengo o no tengo razón? ¿Verdad que así está mucho mejor? Observen lo elegante y distinguida que resulta una parrilla televisiva en la que no aparece “Cámbiame” por ningún lado. ¡Y a partir de ahora será siempre así!

En la entrega del pasado viernes lo anunciaron y no lo creíamos: “Cámbiame” dejaba de emitirse. Qué alegría. Este es justo el tipo de cambio sustancial que necesitaba el espacio, un cambio que afectara a su propia esencia insufrible. Pero era demasiado pronto para echar las campañas al vuelo. Faltaba ver cómo le sentaba tan inefable estilismo. Y ya podemos decirlo: lo queda requetebién.

Es lo que tiene la nada. Cuando se trata de programas horrendos, como la nada no hay nada. La realidad hay que saber llevarla. Una misma realidad a unos le sienta bien y a otros mal. Así es el ser. Pero la nada es un estilismo mucho menos exigente. Con la nada no arriesgas nada. Es solo ponerla y como caiga. Da igual. Siempre favorece. Y lo barata que resulta. No hay que ajustar tallas, no hay que conjuntar prendas, no hay que buscar complementos. En la nada todo el estilismo es no ser. Y el no ser, ya se sabe, combina con todo. Si ya el negro ya va con todo, el no ser es una auténtica locura. Si es que el no ser es tan negro que no es ni negro de lo negro que es.

Felicitemos a Telecinco y recordémosle que en otros programas, no solo en “Cámbiame”, la inexistencia es una perfección.

15/4/18

EL ETERNO RETORNO DEL DÓNUT


Si ya están planeando sus futuras vacaciones, tengan presente que este año la canción del verano en España va a ser “Cómeme el dónut”, del dúo Glitch Gyals. Se estrenó el viernes durante el nuevo “Factor X” en Telecinco, casi a la misma hora en la que el comandante en jefe Donald Trump ordenaba el bombardeo de instalaciones militares en Siria. En el momento de escribir estas líneas carecemos de datos para valorar el alcance destructivo de uno y otro hecho, pero nadie duda, a la vista de su repercusión en las redes sociales, que el verano nacional de 2018 se recordará por el reggaetón trap subnorpop de Glitch Gyals. José Antonio Primo de Rivera definió España como una unidad de destino en lo universal. Marcelino Menéndez Pelayo la llamó martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma. Yo soy más amigo de las definiciones operacionales: la Física es aquello de lo que tratan los manuales de Física y España es la parte del planeta Tierra en donde este verano sonará a todas horas “Cómeme el dónut”.

Glitch Gyals está formado por una diseñadora textil (¿?) y un filósofo (¡!). Dirigiéndose a éste último, un jurado de “Factor X” preguntó si el dónut, dada su forma circular, aludía al concepto de “eterno retorno” de Nietzsche. El filósofo, sin dar muestras de que conociera la existencia del autor de “Así habló Zaratustra”, aclaró que no: en este contexto el dónut se refería al chichi, lo que viene siendo tó lo negro. El matiz ontológico no es despreciable. Insisto: las Rías Baixas son un lugar delicioso para descansar en julio y agosto, pero basta con desplazarse unos kilómetros al sur para cruzar la frontera portuguesa y no oír ni una vez “Cómeme el dónut”. Dalí, al que también se nombró en “Factor X” mientras caían las bombas sobre Siria, disfrutaba del verano en Cadaqués; si viviera en la actualidad habría huido hasta la francesa Colliure. Si ya están planeando sus futuras vacaciones, huyan. Vean el vídeo que tienen ahí arriba y huyan de España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, comedora de dónuts.

14/4/18

"ZOON POLITIKON"


Faustino Cordón defendió que cocinar nos hizo humanos. Para Desmond Morris, sin embargo, es la ropa lo que más nos identifica y nos diferencia de los demás animales. Aristóteles, todo el mundo lo sabe, defendía que el hombre es ante todo un animal político. Ya tenemos “Masterchef” para celebrar las tesis de Cordón, y “Maestros de la costura” como homenaje a Morris. Ahora sólo falta un masterchef de la democracia, un maestros de la costura de la cosa pública que cierre el trío de las actividades básicas del ciudadano actual: comer, vestirse, votar.

Propongo llamarlo “Zoon Politikon”. En serio. Lo petaba. No bromeo. Una docena de candidatos a servidores públicos tienen que ir realizando pruebas bajo el escrutinio de un jurado implacable. Mantener una entrevista en la que defiendan a compañeros de partido acusados de corrupción. Debatir defendiendo posturas al azar que se le van diciendo por un pinganillo. Pactar con un partido en un ayuntamiento y con otro en otro. Salir airoso de hemerotecas en donde sostenían lo contrario de lo que sostienen ahora. El jurado estaría formado por Miguel Ángel Revilla, Celia Villalobos y José Bono. Lo terrible del asunto es que sin duda estos tres políticos aceptarían esta oferta de inmediato. El programa lo presentaría Cristina Cifuentes. Lo terrible del asunto es que sin duda esta política aceptaría esta oferta en cuanto pasen diez o quince días. Al concursante que gane se le ofrece encabezar la lista a la Comunidad de Madrid de Ciudadanos. Y el año que viene se emitiría la versión con niños “Zoon Politikon Kids”.

El único al que no le interesaría “Zoon Politikon” sería Sigmund Freud. Y tendría razón. Hemos llegado al punto de la civilización occidental en donde ya todo está preparado para la aparición del primer talent show sobre técnicas sexuales. En cuanto dimita Cifuentes y presente la primera temporada del talent show político dejaremos que Aristóteles le ceda el turno al doctor vienés. Hasta entonces seguiremos comiendo, vistiéndonos y votando.

13/4/18

QUIERO UNA TELE DE HOMBRES


Soy hombre y quiero una tele de hombres. Si fuera mujer, querría una tele de mujeres, pero no lo soy. Quiero que se respete mi derecho a elegir libremente el tipo de televisión que deseo ver sin que el Estado me obligue a ver una en la que se mezclan de forma antinatural contenidos para hombres y mujeres. ¿Tanto miedo hay a la libertad? ¿Tan difícil es dejar que seamos dueños de nuestra vida? ¿Tan poco confiamos en nosotros mismos que queremos que nos digan lo que debemos ver y nos impongan lo políticamente correcto?

Soy hombre y quiero una tele de hombres. No es capricho. Hay gente muy lista que si me mira con detenimiento sabiendo que soy hombre, y después mira con detenimiento a una mujer sabiendo que es mujer, ¡es capaz de encontrar diferencias entre ambos! Dónde encuentre esas diferencias ya da igual. Eso va por épocas. Puede ser en la talla, los cromosomas o el canal del parto, no importa. Cuando pasa una moda, llega otra. Lo que ahora pita es decir que las diferencias están el cerebro, porque así nadie rechista. Lo importante es que siempre hubo, hay y habrá gente empeñada en demostrar que las diferencias culturales entre hombres y mujeres son insalvables porque responden a diferencias biológicas ineludibles que nos hacen inevitablemente diferentes.

Soy hombre y quiero una tele de hombres. Naturalmente, no me refiero a una tele segregada (eso suena fatal), sino diferenciada. No es para tanto. Tampoco estoy pidiendo una tele para una raza aria superior, ni siquiera para blancos. Y eso que podría, que la gente muy lista, si se pone, es capaz de encontrar diferencias donde se necesite. Es algo que se hizo siempre que hizo falta y puede volver a hacerse. Es fácil medir y medir hasta encontrar lo que se busca. Tan fácil como tirar el prejuicio primero y colocar la diana después. Pero no soy un extremista, no hay por qué alarmarse. Solo quiero una tele de hombres, defender la libertad y el apoyo del Tribunal Constitucional para poder ver la tele con mis hijos cuando llegan a casa del colegio de educación diferenciada en donde aprenden a ser hombres de ayer, hoy y siempre.

12/4/18

EL DEDO EN EL OJO


Una aguja atravesando un dedo. Una cuchilla cortando un ojo. De lo molesto a lo alarmante. De lo doloroso a lo espantoso. Del desagrado de ver en “Maestros de la costura” a Alicia perforarse un dedo con una máquina de coser, al espanto de no ver el ojo cortado con una cuchilla porque ese ojo cortado es el nuestro.

Un dedo atravesado por una aguja sigue siendo un dedo. Los jueces alabaron la actitud de Alicia, que se sobrepuso al accidente y siguió cosiendo. Pero un ojo desgarrado muere al abrirse. Es tanto lo que muestra un ojo rasgado que deja de ver. No hay espejo capaz de devolver su mirada dividida y gelatinosa. Un ojo cortado deja de ser un ojo. Acaban de cumplirse 15 años desde que el cañonazo de un tanque estadounidense hirió gravemente al periodista José Couso. Manejaba una cámara en Bagdad durante la Segunda Guerra de Irak, empeñado en que viéramos en la tele lo que otros preferían no mostrarnos. Couso no se sobrepuso de aquel ataque, dicen que de fuego amigo (¿lo fue?). Con su muerte dejamos de ver y quedamos a oscuras. Ni la realidad cabe en un reality ni el talento en un talent show. El horizonte continúa más allá de los límites de la pantalla. No hubo jueces alabando la actitud de Couso. Alicia pasó a la final de “Maestros de la costura”. Couso fue eliminado sin contemplaciones. 15 años después, sigue sin haber jueces que alaben su actitud.

Hace unos días, los informativos recordaron el asesinato de Couso y la lucha de su familia para que no se olvide, se investigue lo ocurrido y se diriman responsabilidades. También mostraron a periodistas valientes como Helena Resano y Carme Chaparro participando en una concentración frente a la embajada de Estados Unidos para pedir el fin de la impunidad en este crimen de guerra. Fueron momentos incómodos en los que la tele revivió el cobarde cañonazo. Pero el mal momento pasó. Parpadeamos un par de veces como si aquello solo hubiera sido una arenilla en el ojo. Luego pudimos volver a centrarnos en cosas importantes, como el dedo de Alicia. ¿Tú no lo viste?, ¡qué grima!

11/4/18

SCOTT Y BINOCHE SON MORTALES


Bertrand Russell decía, con luminosa ironía, que la inferencia silogística (todos los hombres son mortales, Sócrates es un hombre, luego Sócrates es mortal) nos descubre cosas que jamás habríamos podido sospechar sin su ayuda (como, por ejemplo, que Sócrates es mortal). Para ser un método que dominó la lógica durante dos mil años, apunta Russell, no puede considerarse como de gran peso. Pero las inferencias que hacemos en nuestra vida diaria son muy diferentes a las de la lógica silogística porque las nuestras son importantes e inseguras, y no triviales y firmes. “Sócrates es mortal” es una inferencia tan firme como trivial. “El Terror” (AMC) y “El sol interior” me gustarán porque la primera es una serie producida por Ridley Scott y la segunda una película protagonizada por Juliette Binoche no son silogismos triviales y firmes, sino inferencias tan importantes como inseguras. Pero así es la vida, ¿no? Nada me enseñan las inferencias de la lógica silogística, sino las inferencias de la vida diaria.
         
Algunos nos sentamos en el sofá de casa a ver “El Terror” porque detrás está un tipo como Scott, al que debemos maravillas como “Alien” y “Blade Runner”; y nos sentaremos en la butaca del cine a ver “El sol interior” porque la protagonista es la maravillosa Juliette Binoche, la actriz que ensanchó nuestras vidas en “El paciente inglés” o “Chocolat”. En televisión y en cine es importante fiarse de las inferencias, por inseguras que sean, porque no hay tiempo ni ánimo suficiente para ver tantas series y películas. En esta ocasión, mi inferencia cotidiana ha servido para encontrarme con “El Terror”, una serie que, más allá de sus espléndidos protagonistas (en especial Jared Harris y Ciarán Hinds, que interpretan a los dos capitanes), consigue helar (en todos  los sentidos) a los espectadores mientras acompañamos a unos hombres en una aventura imposible en la que son acosados no sólo por la fría razón de la naturaleza, sino por la irracional presencia de algo que está ahí pero no está ahí. Y la inferencia también nos llevará a algunos a ver “El sol interior” no porque en su momento fuera presentada como una adaptación de un ensayo del semiólogo Roland Bartres (glup) ni porque ahora se venda como el reverso realista de la comedia romántica (ay), sino porque la protagoniza Juliette Binoche.
         
Que “El Terror” y “El sol interior” nos gusten no es tan seguro como la mortalidad de Sócrates, pero hasta Aristóteles admitiría un silogismo con Scott y Binoche.

10/4/18

0,069% CULTURAL

Durante alrededor de un minuto, de lunes a viernes, Telecinco emite contenidos culturales. El suceso tiene lugar en “Pasapalabra”, que desde hace unos meses ha incorporado a su “rosco” comentarios hechos por Christian Gálvez acerca de la etimología de alguna de las voces que aparecen en tal prueba. Un minuto es el 0,069% de veinticuatro horas. Podemos decir que Telecinco ha pasado de dedicar a la cultura el 0% de su programación a dedicar el 0,069%. El porcentaje de los contenidos de Telecinco destinados a ampliar el conocimiento de sus espectadores se mueve en el rango del de los mamíferos que nacen de huevos, el de los músicos flamencos de nacionalidad japonesa y el de los judíos ortodoxos contrarios a la existencia del Estado de Israel.

No parece que esta innovación se haya introducido para cumplir cuotas, salvar apariencias o cubrirse las espaldas ante críticas que descalifiquen in toto a la cadena de Mediaset. Telecinco exhibe su barbarie con orgullo, pone el ventilador tras su analfabetismo funcional para que se extienda todo cuando pueda por su programación y proclama con orgullo su liderazgo en la generación de basura radioeléctrica en lo físico y aborregadora en lo político. ¿Por qué entonces han decidido que Christian Gálvez nos cuente a la hora de la cena que “bizcocho” proviene de un pastel que se cocía dos veces o que “persona” originariamente significaba “máscara”?

Pues porque -los físicos lo han demostrado- la nada es imposible. El vacío absoluto no puede existir. Incluso en el espacio intergaláctico más profundo se halla una partícula por cada millón de kilómetros cúbicos o un fotón creando el universo en su recorrido. El afán por saber cosas que no sean idioteces es obstinado y florece incluso en las condiciones más adversas. En las fumarolas volcánicas abisales se encuentran bacterias que se reproducen en medio del azufre. Viendo Telecinco se aprende que la palabra “siesta” se refiere al reposo practicado en la antigua hora sexta si se tiene la suerte de sintonizarla durante el 0,069% de su programación.

9/4/18

PONGAN. SUBTÍTULOS. A GLORIA. SERRA


“Equipo de investigación” tiene una solución: los subtítulos. Seguramente usted, como la mayoría de los espectadores, haya sentido interés por algunos de los temas de los que se ocupa el programa de reportajes de la noche de los viernes en la Sexta; y también seguramente usted, como el resto de los mortales, haya desistido finalmente de ver el programa ante la perspectiva de pasarse una horaza entera subiendo y bajando por las montañas rusas de las entonaciones de Gloria Serra. Nos ha pasado a todos. Las declamaciones de la periodista no tienen un estilo propio, son la parodia de la caricatura del simulacro del fingimiento de la burla del sarcasmo de la deformación de un estilo propio. Son inimitables, pero no por su dificultad sino por su inverosimilitud. Durante el primer minuto causan cierta gracia; al cabo de cinco minutos preferirías el nacimiento de nuevos pares de muelas del juicio; diez minutos después zapearías aunque Gloria Serra te estuviera contando la única forma posible de sobrevivir en un apocalipsis zombi en el momento en el que los zombis acaban de derribar la puerta de tu casa.

Pero las nuevas tecnologías vienen en nuestra ayuda. No en la web de Atresmedia, pero sí en youtube es posible encontrar los programas de “Equipo de investigación” y disfrutar de una opción de subtítulos. Bajas el volumen del vídeo, activas los subtítulos automáticos, y de pronto todo vuelve a tener sentido: el tema del que se ocupa el reportaje tiene cierto interés, la hora de duración no parece un siglo, incluso las propias frases de la periodista se entienden muchísimo mejor ahora que no se oyen y sus estereotipados gestos quedan medio tapados por el texto que va apareciendo en la parte de debajo de la pantalla. Sólo nos queda suplicar a la Sexta que ellos mismos permitan esta opción en sus emisiones normales, de forma que sea el espectador el que decida si escucha la voz en off o sigue el programa a través del lenguaje escrito. Transcribiendo la forma en cómo lo diría la propia Gloria: por favor. Pongan. Subtítulos. A Gloria. Serra.

8/4/18

PAZ VEGA, LA INDOMABLE


Paz Vega tiene que aprender de “La indomable”, y huir de “Fugitiva”. La nueva serie de La 1 para la noche de los jueves hace peligrar su vuelta a la ficción nacional y toda su carrera. No le queda otra que plantar cara a la situación, fingir que la secuestran y largarse.

Recordemos cómo anuncian “Les Luthiers” la emisión de “La indomable” en la imaginaria cadena “Televicio”:
—A las 15, en cine de estreno, “La indomable”.
—La indomable: una mujer atrapada por su pasado.
—¡Suéltame, pasado!
—La indomable: una mujer que tuvo que enfrentar el violento mundo de los hombres.
—Pero nadie pudo con la indomable.
—El sábado a las 15, la indomable estará en su pantalla.
—…Si ella quiere.

Que tome nota Paz Vega. Comenzó “Fugitiva” defendiendo su papel de madre coraje al enfrentarse a un marido que ignora el peligro que corren sus hijos. Continuó manteniendo la calma cuando sufren un violento secuestro. Y casi nos convence al desvelar que aquel secuestro era una pantalla para ocultar su huida. Pero el verdadero coraje debería ir más allá.

Vega debería enfrentarse a los guionistas de “Fugitiva” obligándoles a reescribir un primer episodio en el que buscaban la intriga y un ritmo trepidante, pero solo conseguían desconcierto y caos. Vega debería enfrentarse a Telecinco obligando a la cadena a reconocer que es competencia desleal llamar “reality” a una obra de ficción como “Supervivientes”. Vega debería enfrentarse a TVE para que la emisión de “Fugitiva” no empezara a una hora insoportable por culpa de la insoportable “Hora punta” del insoportable Cárdenas. Y Vega debería enfrentarse a José Mota para que intercambiara el día de emisión con “Fugitiva”: así “José Mota presenta” se emitiría el jueves a las tantas y “Fugitiva” se emitiría los viernes a las diez gracias a que ese día el inaguantable Cárdenas no emite la inaguantable “Hora punta” hasta una hora inaguantable.

Una mujer luchadora, fuerte, segura e independiente ha de ser interpretada por una actriz luchadora, fuerte, segura e independiente. Si ella quiere, por supuesto.

7/4/18

"LA VOZ KIDS 99"


Lo importante de “La Voz Kids 4” (noche de los lunes en Telecinco hasta las tantas) es que los niños aprendan que por encima de todo hay que cantar bien. Salen en la tele porque cantan bien, y si ensayaran el día entero y cantaran mejor, más saldrían en la tele y más elogios recibirían alabando lo bien que cantan.

Lo importante de “La Voz Kids 4” es que los niños aprendan que por encima de todo hay que ser famoso. Salen en la tele porque cantan bien, pero podían salir en la tele por otras cosas, como cocinar bien, bailar bien o hacer lo que se ponga de moda bien. Da igual por qué salgan, lo que tienen que hacer es conseguir ser famosos saliendo mucho en la tele con famosos que salen mucho en la tele y por eso son famosos.

Lo importante de “La Voz Kids 4” es que los niños aprendan que por encima de todo hay que relativizar el valor del colegio y los estudios. A ver, es evidente que los niños tienen que ir al colegio para que no se enfaden los Servicios Sociales. Tienen que procurar ir a clase y hasta tienen que estudiar, pero sin pasarse que su futuro no depende de esa monserga de los estudios. Si los niños tienen una ilusión muy grande en la vida o se mueren de ganas por ir a la tele, que lo hagan y no pasa nada, que por faltar al cole para ir a “La Voz Kids 4” no se va a acabar el mundo. Y por trasnochar hasta las tantas en día lectivo para ver “La Voz Kids 4”, tampoco.

Lo importante de “La Voz Kids 4” es que los niños aprendan que por encima de todo hay que garantizar un modelo de negocio basado en la utilización de niños para divertir y entretener a los adultos. No solo está en juego la diversión de millones de adultos que quieren entretenerse viendo a niños cantar, cocinar o lo que se ponga de moda, con tal de que sean niños; es que además están en juego muchos puestos de trabajo y grandes inversiones de empresas muy poderosas que arriesgan su dinero en un mercado libre. Lo importante es que los niños de hoy serán los padres de mañana que proveerán de niños la industria del futuro.

6/4/18

O NEGAN O YO

Te lo voy a explicar muy clarito, Fox, que luego no quiero líos: o Negan muere en los dos capítulos que le quedan a la temporada 8 de “The walking dead” o tú y yo vamos a tener serios problemas. Otra como la de la temporada 7 no te la vuelvo a pasar. Me engañaste como un influencer a un millenial. Era obvio, siguiendo los más elementales principios de la narración televisiva, que el malísimo Negan, tras reventarle el jerolo a Glenn, protagonizaría la T7 y acabaría muriendo a manos de Rick. Me comí los dieciséis capítulitos porque supuse que cumplirías el acuerdo implícito que obliga a que el malo de cada temporada muera en su capítulo final. Y no. Con esa maestría que sólo “The walking dead” tiene, la T7 fue avanzando episodio a episodio sin que pasara nada, hasta llegar al episodio final, en el que tampoco pasó nada. Bueno, murió esa chica alta y negra (¿Sasha?), pero no estuve mirando al televisor dieciséis horacas de mi vida para ver cómo se zombifica una mujer de cuyo nombre ni siquiera estoy seguro.

Como en el fondo soy un hombre de buen corazón, acepté darte otra oportunidad, Fox. Venga, Negan es tan malo que vale por dos. Se le puede exprimir otra temporada más. La T7 por él y la T8 por su bate. Pero la octava temporada ya se acerca al final, y me empiezo a oler la misma jugada: dieciséis horas de uy-casi-muere-pero-no sin que en verdad pase nada relevante en todo el año. Vale, murió el hijo de Rick, pero es que con ese parche sucio puesto todo el día sobre el ojo hubiera acabado palmando igual de una infección aunque no le mordieran los zombis. Y eso sí que no. Imagino la sonrisa traidora de los guionistas mientras piensan que con un poco de jeta pueden estirar una temporada más al líder de los Salvadores. No way, Fox. Que ni se te pase por la cabeza alargar más la saga de Negan. Hasta los
críticos televisivos tenemos una paciencia limitada. O Rick mata a Negan con su propio bate la semana que viene -la siguiente como mucho-, o dimito para siempre de tu apocalipsis zombie. Elige: o Negan o yo.

5/4/18

LETIZIA TIENE UNA PRECUELA

Seguramente Froilán tendrá un spin-off. Y Urdangarín, un crossover con “Prison Break”. Pero Letizia tiene una precuela de muuuuchas temporadas. Se trata de géneros nacidos gracias al florecimiento de las nuevas series de televisión. En una precuela no se nos cuenta lo que le ocurre a un personaje a partir de un determinado momento, sino cómo fue el curso de su vida hasta ese determinado momento. En las secuelas se nos cuenta una historia “desde”. En las precuelas se nos cuenta una historia “hasta”. Tan fascinante es el personaje de Sheldon Cooper en “The Big Bang Theory” que la productora se vio obligada a crear “El joven Sheldon” para explicar su origen. “Fear the walking dead” es una precuela planetaria de “The walking dead”. Una vez conocido a Saul Goodman en “Breaking bad”, tenía más atractivo saber cómo llegó hasta ahí que sus años finales de cajero en Omaha; por eso nació “Better call Saul”.

Hay dos tipos de personas: aquéllas cuyo mayor interés consiste en descubrir lo que van a hacer a partir de ahora y aquéllas cuyo mayor interés consiste en conocer cómo han llegado hasta este momento. Sinceramente, cada vez más adentrada en su proceso de michaeljacksonización, el futuro de nuestra reina no plantea más incertidumbre que especificar la variedad de córvido a la que se va a ir pareciendo cada vez más. No es que eso no pueda competir contra “El secreto de Puente Viejo”, es que no puede competir ni contra las teletiendas de madrugada. Pero su pasado, uy, su pasado… su evolución desde la joven ovetense hasta la monarquesa que impidió el otro día la foto de su antecesora con sus sucesoras… puff, eso, a fecha de hoy, es lo único que puede impedir que “Fariña” sea la serie del año.

“La joven Letizia”, “Fear Letizia”, “Better call Letizia”. Porque cuando no haya futuro, siempre nos quedará el pasado. Una precuela para Letizia, ya que la monarquía no puede tener secuelas. Bueno, sí puede tener secuelas, pero de las otras. No de las de las series de televisión.

4/4/18

ENHORABUENA, MÁXIMO


TVE programó la película “Gladiator” la noche del Jueves Santo. No fue “Ben-Hur”, ni “Quo vadis”, ni “Los Diez Mandamientos”, ni siquiera la deliciosa (y odiada por Paul Newman) “El cáliz de plata”. La elegida fue “Gladiator”, con el imponente general Máximo interpretado por Russell Crowe poniendo orden en el Imperio desde la arena del Coliseo, con Cómodo haciendo bueno al Nerón poeta y pirómano de “Quo vadis”, y con el emperador-filósofo Marco Aurelio siguiendo el canon del filósofo de cine. Ya es oficial: “Gladiator” es el nuevo clásico del cine de Semana Santa a pesar de que, como en el “Espartaco” de Kubrick y Douglas (Espartaco murió en el siglo I a. C.), no salen los cristianos.

La imagen de Marco Aurelio que nos transmite “Gladiator” se resume en la escena en que el emperador recibe a Máximo mientras está trabajando en su estudio de campaña. Marco Aurelio es un hombre viejo y cansado, y pregunta: “¿Por qué estamos aquí, Máximo?” Máximo responde a la pregunta del emperador tirando de manual: “Por la gloria del Imperio”. Marco Aurelio insiste: “¿Qué es Roma, Máximo?”. Y Máximo, un poquito enfadado, dice: “He visto mucho del resto del mundo. Es brutal, es cruel y oscuro. Roma es la luz”. La respuesta de Máximo es interesante, aunque también podríamos decir al general que Roma siempre buscó el interés propio de la forma más brutal, pero Marco Aurelio va por otro lado: desde que se convirtió en emperador ha tenido “cuatro años de paz entre veinte de guerra”. ¿Y para qué? Las palabras finales de Marco Aurelio son de total desesperanza: “He aportado la espada. Nada más”. Marco Aurelio se pregunta en “Gladiator” cómo será recordado: “¿Como el filósofo? ¿El guerrero? ¿El tirano? ¿O más bien como el que devolvió a Roma la libertad restaurando la república?”. Cualquier posibilidad sería históricamente válida... excepto la última. Pero, ahora que “Gladiator” se ha convertido en un clásico (ya veremos si a la altura de “Ben-Hur” en el altar popular), hay que decir que Marco Aurelio no será recordado como el filósofo, ni como el guerrero, ni como el tirano, ni como el hombre que restauró la república en Roma, sino como el tipo que pretendió hacer de Máximo el salvador de Roma y que, por ello, murió asfixiado contra el pecho de su desagradable hijo Cómodo. El cine da y el cine quita. Y el cine nos ha quitado al Marco Aurelio filósofo, guerrero, tirano o libertador y nos ha dado un general-gladiador inmortal para el Jueves Santo: “Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del Norte, general de las legiones Félix, leal servidor del auténtico emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, esposo de una mujer asesinada. Y alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la otra”.

Lo has conseguido, Máximo.

3/4/18

QUEJARSE A FAVOR


También podíamos probar a quejarnos a favor. Podíamos probar a decir que esta Semana Santa estuvo bien, pero faltaron procesiones en Televisión Española. En las redes sociales la gente decía lo contrario, que menuda chapa de tele pública repleta de procesiones con soldados y ministros calle arriba y calle abajo como en tiempos del innombrable; pero quejarse así, a la contra, es tontería. Solo acumula frustración y hace mala sangre. A ver si se entera el quejica de Xabier Fortes, periodista vicepresidente del Consejo de Informativos de TVE: lamentar “tanta procesión” y “tanta homilia machista en las teles públicas” es perder el tiempo. Como diría Peret: “no sirve de ná, no sirve de ná, no sirve de ná”.

Así que quejémonos a favor, que al menos no se pasa tal mal rato. Por ejemplo: TVE hizo bien en cargarse esa pecaminosa fruta del árbol del conocimiento que es “La noche temática”. Gracias a eso pudo emitir “Santos Oficios” durante más de cuatro deslumbrantes horas ininterrumpidas en la franja de más consumo televisivo. Pero se quedó corta. TVE también debería haber eliminado todos los documentales y reportajes que emite a lo tonto para emitir, además de “Santos Oficios”, “Inquisiciones”. A la Congregación para la Doctrina de la Fe le harían los ojos chiribitas.

Respecto a la sobredosis de procesiones, la queja a favor es fácil: TVE debería haber retransmitido la que protagonizó Mariano Rajoy. No fue hecha con la pompa, el boato y los disfraces tan chulos de otras de más tradición, pero sí con fortaleza y convencimiento. El “Telediario” recogió cómo Rajoy se despachaba a gusto contestando a un periodista de laSexta sobre la situación de Cataluña, pero cortó cuando venía lo mejor. Cuando el periodista intentó preguntar por Cristina Cifuentes, el presidente mudó la color, realizó una “levantá” inolvidable y arrancó una emocionantísima Procesión del Silencio. Es una vergüenza que TVE no haya ofrecido a los españoles esta procesión, ejemplo de devoción y, sobre todo, recogimiento.

2/4/18

LA TORRE INCLINADA DE FLORENCIA


Cuanto más pasta ganen los concursantes de “Supervivientes”, mejor. Y cuanto más se filtre lo que les pagan por rebozarse en arena y más se difunda lo que se embolsan por sentarse en un plató, mejor que mejor. Contra lo que pudiera parecer, eso no causa vergüenza ajena ni denigra el programa. Al contrario, es una de las bases de su éxito.

Estas son algunas de las preguntas que hicieron a los participantes de “Supervivientes” sobre cultura general y las respuestas que acertaron a dar:
—¿Quién fue la pareja de Felipe el Hermoso?
—No lo sé.
—¿Quién podría decirte: eres mi hijo pero yo no soy tu padre?
—Nadie.
—¿Cuál es el nombre del jefe de Estado español?
—Felipe dos.
—¿Cuántos dedos tienen los pies de un Homo sapiens sapiens?
—Tres.

Ver en la tele a unos tipos listos resolviendo el rosco de “Pasapalabra” o superando las exigentes pruebas de cultura general de “Saber y ganar” puede ser divertido, pero frustrante. Uno piensa que no sería capaz de hacerlo tan bien. Pero en “Supervivientes” la cosa cambia. Cualquiera de sus seguidores piensa que eso que hacen los concursantes no tiene ningún mérito, que él lo haría mucho mejor, que si le dieran una oportunidad demostraría de lo que es capaz.

—¿El famoso detective Sherlock Holmes, fue personaje real o inventado?
—Real.
—¿Qué escritor era conocido como “El manco de Lepanto”?
Federico García Lorca.
—¿Qué es “El grito”, de Munch?
—…

(Míralos. Ganan un pastizal por nada y saben mucho menos que yo. Solo porque son famosos. Yo sí que tenía que estar ahí, y no ellos. Pero si no tienen ni idea de nada. Si a mi me dieran una oportunidad así, de estar unos meses de vacaciones y sin trabajar en una playa, iba a demostrar de lo que soy capaz. Pero claro, aquí el que tiene padrinos se bautiza. Y yo si quiero que me paguen cuatro euros tengo que deslomarme a trabajar. Míralos. Ahí siguen. Pandilla de inútiles).

—¿En qué ciudad está la famosa Torre de Pisa?
—En Florencia.

1/4/18

EL DEFENSOR DEL FINANCIADOR


No me gusta la figura del Defensor del Espectador de TVE. No tengo nada contra Ángel Nodal, pero no me gusta que se llame “Defensor del Espectador”. El aspecto más relevante de mi relación con la televisión pública no es el hecho de que yo sea su frecuente espectador. Yo soy espectador y sólo espectador de “Fariña” en Antena 3. Soy ante todo un espectador -¡fascinado!- de “One strange rock” en National Geographic Channel. Soy espectador de la Sexta. No recuerdo cuándo fue la última vez que fui espectador de Cuatro. Incluso a veces -los días entre semana a las nueve menos diez, por aquello del rosco de “Pasapalabra”- soy espectador de Telecinco.

Pero de Televisión Española soy, ante todo, financiador. Después ya veremos si veo “Maestros de la costura” o no. A lo mejor coincide que he terminado de comer y empieza “Saber y ganar”. Veré “Cuéntame cómo pasó” a poco que me venga bien. No veré “Desaparecidos” ni arrastrado por una yunta de bueyes. Pero de todas todas, soy financiador de “Maestros de la costura”, “Saber y ganar”, “Cuéntame cómo pasó” y “Desaparecidos”. Mi condición de espectador, siendo importante, es menos permanente y decisiva que mi condición de financiador.

Y, por eso, cuando nos cascan retransmisiones de procesiones con ministros, legionarios y muñecos de madera, o cuando algún presentador defiende la homeopatía y desconfía de las vacunas, no quiero que se nos ofrezcan explicaciones como a meros espectadores de un servicio defectuoso que graciosamente la televisión nos estaba ofreciendo, sino como a los que hemos contratado y pagado un producto que se nos ha entregado en mal estado. Que defiendan a sus espectadores Atresmedia y Mediaset. La televisión pública, a través de “RTVE responde”, no ha de responder amablemente a sus espectadores sino contractualmente a sus financiadores. Y en el contrato figuran las palabras "aconfesionalidad" y "no decir sandeces ignorantes". Cambiar el nombre del cargo que ejerce Ángel Nodal de “Defensor del Espectador” a “Defensor del Financiador” es mucho más que cambiar una palabra: es cambiar el tipo de defensa que merecemos.