30/9/18

EL FANTASMA DE PABLO MOTOS (EN AMBOS SENTIDOS)


Hombre, Pablo Motos, ¿qué chusta es esto del fantasma? No fastidies. No soy miembro del amplio grupo de hormiguerohaters que andan por ahí. Creo que tu programa es un show digno para la amplia audiencia a la que os dirigís. Me río con el Monaguillo y con Piedrahita. Las cosas de ciencia suelen estar bien. Trancas y Barrancas son divertidos. Tu lista de invitados es impresionante. No entiendo qué has visto en Yibing para darle esa sección. Y tu nuevo invento con Nuria Roca simplemente no funciona. Pero lo del fantasma… lo del misterioso ser nocturno que vaga por las instalaciones de “El Hormiguero”… en fin, Pablo, con cariño te lo digo, es la peor idea de la televisión mundial desde el “Goles son amores” de Manolo Escobar.

Chirría por todas partes, rompe el tono del programa, es completamente inverosímil, no lo estáis sabiendo desarrollar bien, no resiste el menor análisis, no despierta ningún interés. No acabamos de saber con claridad si pretendéis que nos lo creamos, o que nos riamos, o que entremos a un juego que no se comprende, pero nos da igual. Huele a milonga que tira para atrás. Servirá para dar otro jueguecito con el que dar la lata a los magufos ikerjimenezianos plastas plomizos pesados de siempre. Deja descolocado al invitado. Provoca extrañeza, sí, pero no por el alien, sino por tu mal criterio a la hora de intentar colocarnos una pamplina así.

¿Es algún experimento social para investigar la credulidad de la peña ante chorradas así? Sería la única justificación medianamente defendible. Pero os está saliendo mal el juego, porque nadie en las redes parece habérselo creído y el único acuerdo unánime que recorre Twitter es el que reconoce que en “El Hormiguero” hay un fantasma, sí, pero no corretea por los pasillos de madrugada, sino que presenta el programa cada día. Busca una solución, la que sea, pero, por favor, deshazte de tu peor idea en trece años. Te sugiero que recuerdes que los fantasmas, igual que llegan, a veces desaparecen sin dar más explicaciones. Nadie lo va a echar de menos.

29/9/18

LA CONDICIÓN HUMANA


No tiene que ver con la oferta. Daría exactamente igual que las cadenas rivales programaran obras de Shakespeare, los mejores capítulos de “Doctor en Alaska”, el nuevo “Cosmos” que ya está terminando Neil deGrasse Tyson, un ciclo de películas de Billy Wilder, el mejor Berto, Broncano, Buenafuente. No importaría nada que aparecieran cadenas nuevas dedicadas a los viajes más apasionantes, los mejores conciertos de todos los estilos musicales, ¡como si la BBC abre un canal en español con todos sus documentales en fila! No es cuestión de que no haya alternativas o de que los demás canales sean igual de malos. Haya la oferta que haya, una de cada tres personas que ponga la televisión va a elegir ver a Chabelita en “Gran Hermano VIP”.

No tiene que ver con la educación. Daría exactamente igual que el cuerpo de profesores mejor formado de la historia de España hicieran una revolución pedagógica y mejorase todos los ciclos educativos, de infantil al bachillerato. No es cuestión de que falte una “Educación para la Ciudadanía” en los currículos, o de que no haya suficientes horas de Filosofía en la ESO. No importaría nada que se incluyeras asignaturas nuevas sobre cultura clásica, o sobre medios audiovisuales, o que se reforzaran los contenidos críticos sobre machismo e ideología en los medios de comunicación dentro de la asignatura de Ética. Haya la educación que haya, esa noche el 33% de los alumnos vería a Aramís Fuster en “Gran Hermano VIP”.

Abandonemos toda esperanza. Rindámonos a la evidencia. El “Gran Hermano VIP” más zafio de los últimos años, el más casposo y hortera, está arrasando en audiencia, y el mensaje que los espectadores estamos mandando a Telecinco es inequívoco: cuanto peor, mejor. Cuanta más vergüenza ajena dé, menos vergüenza propia sentiremos. Cuanto más indeseables sean los personajes, más los desearemos. Mediaset tomará nota y obrará en consecuencia en el futuro, mientras los eruditos buscarán culpables en todas partes menos delante de sus mismísimas narices.

28/9/18

KIKIRIKÍ


Desde la televisión privada hablan de la televisión privada. En el “Late motiv” de #0 en Movistar+, charla con Andreu Buenafuente el actor Óscar Jaenada (“Luis Miguel, la serie”, Netflix). Cuenta que los atentados del 11-M de 2004 le pillaron en Buenos Aires, y mientras su madre le decía por teléfono que en la tele el ministro de Interior Ángel Acebes los atribuye a ETA, él también está viendo la tele pero aquello no le cuadra. La CNN dice que ha sido Al Qaeda. Su reflexión no se queda en que, como no puede ser de otro modo, nuestra tele recogiera lo que decía el ministro, por muy equivocado que estuviera. Jaenada va más allá: “Hay algo muy curioso. Aquí teníamos CNN 24 horas (CNN+), y nos lo quitaron. Y lo quitaron para cambiarlo por el ‘Gran hermano 24 horas’. Eso es muy significativo”.

Desde el Reino Unido, paraíso de la televisión pública, uno de los artífices de la mejor televisión del último medio siglo habla de la televisión pública. Dice el gran naturalista, mejor divulgador y merecidísimo Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales David Attenborough (“Planeta Tierra” y mil maravillosas series documentales más) que la BBC no cumple bien con su función de servicio público porque no hace lo suficiente sobre arte y cultura, estando más preocupada de que la audiencia sea lo bastante grande que de atender a personas de todo tipo.

Ahora podemos alegrarnos porque hace mucho que terminó aquella edición de “GH” que sirvió de pretexto para que Mediaset cerrara el entonces recién comprado canal CNN+. Y podemos felicitarnos porque la BBC cumplió como servicio público porque tuvo la honradez de dar noticia de la acusación de Attenborough, y la elegancia de responderle en un comunicado (en el que, claro, hablan de la necesidad de financiación). Pero sería precipitado: jamás volvió CNN+ a la oferta privada, y aquí ni siquiera tenemos un Attemborough del que sentirnos orgullosos en la pública. Si los males de nuestra TVE fueran los de la BBC, otro gallo cantaría.

27/9/18

ME GUSTA, NO ME GUSTA


¿Ser tertuliano o comentarista de RTVE consiste en decir si algo te gusta o no, y ya está? Pues entonces estos puestos tienen que ser rotatorios. Que metan en un bombo los nombres de los españoles, y que saquen bolas. Los afortunados van a la tele y, hala, a decir según les salga de los pirindolos lo que les gusta o no sobre lo que sea. Eso lo sabemos hacer todos. Verbigracia: esto me gusta, esto no me gusta; aquello me gusta, aquello no me gusta. Ya está. Si hacer eso ya mola, después viene lo mejor: cobrar lo que corresponda por tan valiosa intervención, dietas, derechos de imagen… qué sé yo, lo que paguen ahora, que no sé decirles porque TVE nunca explica cómo y según qué criterios gasta nuestro dinero.

Es que Pedro Pablo San Martín, tertuliano y comentarista de Teledeporte durante la retransmisión de la “Gala Best FIFA Football Awards 2018”, explicó sus improvisadas, intempestivas y polémicas palabras sobre la actuación musical de Noel Gallagher diciendo que es que a él no le gusta la música de Oasis y mucho menos una canción tan aburrida, poco emocionante y mal traída como “Don´t look back in anger”. Vamos, que como “We are the champions” una y otra vez, no lo hay.

Naturalmente, Gallagher se limitó a cumplir su contrato, así que, en vez de disparar al artista, nuestro tertuliano debería ir más allá de sus gustos personales e informarse de que esa hermosa, emocionantísima y tan bien traída canción fue el año pasado elegida por aclamación popular como himno de Manchester contra el terrorismo yihadista tras el atentado que mató 22 personas en el Manchester Arena, fue cantada espontáneamente en la calle para romper el minuto de silencio que la ciudad organizó tras el atentado, entonado por los 50.000 asistentes al primer concierto en el Manchester Arena tras el atentado, y coreada por otros tantos en el concierto en homenaje a las víctimas “One Love Manchester” en el Old Trafford, el noveno estadio de fútbol más grande de Europa y sede del Manchester United FC. Por cierto, San Martín, ¿tampoco te gustó la broma de hincha del Manchester City que Noel gastó al Manchester United? Pues ya sabes: “Don't look back in anger, at least not today”.

26/9/18

LA DISTANCIA JUSTA


Al astrónomo Johannes Kepler le atormentaba (así lo cree Steven Pinker) entender por qué la Tierra está a ciento cincuenta millones de kilómetros del Sol, que es la distancia justa para que el agua llene nuestros ríos y lagos sin evaporarse o congelarse. Pero la Tierra es sólo uno entre muchos planetas, cada uno a una distancia diferente del Sol o de otra estrella. No hay un plan divino que haya situado con mimo a la Tierra a la distancia justa del Sol, porque ese plan implicaría que Dios odia a Marte o a Júpiter. Viendo los primeros capítulos de la serie documental “Las bombas perdidas de la guerra fría” (Canal Historia) es fácil caer en la tentación, y el tormento, de Kepler y preguntarse por qué la Tierra sobrevivió a la barbarie atómica de la guerra fría, a la demencial escalada de estadounidenses y soviéticos en busca de la bomba más destructiva, a unos dirigentes que creían que más bombas significaban más seguridad, a docenas de accidentes que podrían haber ocasionado terribles destrucciones y que fueron ocultados en nombre de la seguridad de los Estados. ¿Un plan divino? Si el plan de Dios para que este planeta que gira a la distancia justa del sol no terminara en los brazos del apocalipsis nuclear incluía milagrosas caídas de bombas atómicas que no llegaron a explotar o decisiones en el último segundo que evitaron la guerra nuclear, entonces ese plan implicaría también que Dios odia la capacidad humana para comprender el átomo sin utilizarlo para matar.

Las cosas que se ven en “Las bombas perdidas de la guerra fría” hielan el corazón y hacen pensar que Aldous Huxley tenía razón cuando decía que tal vez este mundo sea el infierno de otro planeta. Y esta cuestión sí que atormentaría a Kepler. El horror, como sospechaba George A. Romero, el director de “La noche de los muertos vivientes”, está en la puerta de al lado, y los monstruos más terroríficos son nuestros vecinos. Manuel Fraga Iribarne dándose un baño en la playa de Quitapellejos, en Palomares, después del accidente protagonizado por un bombardero estadounidense que transportaba armas nucleares, es una imagen más terrorífica que la de un muerto viviente; y masticar la masa de mentiras fabricadas por un poder obsesionado con ganar una guerra nuclear que no podía terminar con un vencedor es una tarea que nos recuerda que, a veces, los monstruos son nuestros vecinos, aliados, amigos o ministros de Información y Turismo en bañador. Lo mejor de “Las bombas perdidas de la guerra fría” es que es un documental, y no una nota a pie de página de un planeta que, un día, se cansó de girar alrededor del sol.

25/9/18

MIGUEL ÁNGEL, BELÉN, CASAOS

Miguel Ángel Revilla, Belén Esteban, casaos. Casaos, casaos, de verdad. Casaos entre vosotros, digo, el uno con el otro. Como se casaron Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, como se casaron Margarita de Dinamarca y Jacobo de Escocia. Casaos por motivos dinásticos, o diplomáticos, o territoriales. Casaos y habréis unificado bajo vuestra corona el reino de la televisión. No se pondrán los mandos a distancia en vuestro imperio catódico. La casa de los Esteban-Revilla-Hannover-Wessex. La dinastía de los Revilla-Esteban-Hohenzollern-Anjou. El fin de la historia. La única alianza que puede enfrentarse a Netflix.

Ambos estáis atravesando vuestros mejores momentos mediáticos. Su majestad, Belén, encara el que con seguridad será un annus mirabilis -u horribilis, que en el mundo de la andaluza la maravilla y el horror acostumbran a ser indistinguibles-. Y su alteza, Miguel Ángel, continúa su paseo militar por cuantos platós coloca en el punto de mira. El pasado sábado el prime time de Mediaset estuvo dedicado mayoritariamente a la reina Esteban, mientras que el prime time de Atresmedia dedicó hora y media al rey Revilla. ¿Tenía algo nuevo que decir Revilla? No, claro. ¿Descubrimos algo sobre Esteban que no supiéramos? En absoluto, sólo faltaba…

La televisión atraviesa periodos convulsos que amenazan su propia existencia en el futuro. Vosotros nos ofrecéis la seguridad de lo conocido: los políticos de toda la vida, las ex de toreros de toda la vida, la telebasura de toda la vida. Y no hay mejor solución tradicional que los matrimonios de estado. ¿De qué estado? Eso ya sería más discutible, pero, sea el que sea, no quita para que vuestras nupcias resolvieran todos los problemas que tiene planteada la televisión en España, y, por tanto, el mundo, y, por tanto, el universo. Casaos, de verdad, casaos aunque ahora no lo veáis claro. El roce hace el cariño. Casaos y lo petáis. Casaos o… yo qué sé… por lo menos, iros a un hotel y dejadnos en paz a los que nos gusta ver la tele los sábados por la noche.

24/9/18

AUDIO O VISUAL


Que la televisión sea un medio audiovisual no quiere decir que cada programa sea audiovisual. Lo que se predica del medio no tiene por qué predicarse de los extremos. Hay programas estrictamente auditivos, radio que se emite por televisión. Y otros son completamente visuales, cine mudo adaptado a la pequeña pantalla. Esto puede parecer un inconveniente, pero un espectador sagaz -ustedes no lo ven, pero en este momento me estoy señalando con el dedo- puede conseguir sacarle un interesante partido a este asunto.

Les cuento cómo. “Al rojo vivo” pertenece a la primera categoría; Antonio García Ferreras intenta remediarlo gesticulando de formas aventadas, la pantalla se descompone como los ojos de un insecto en seis, doce, veinticuatro rectángulos que muestran un número igual de corresponsales, se renueva el plató cada septiembre para transmitir una mayor imagen de modernidad… Pero da igual: nadie que se limite a escuchar el programa se perderá nada fundamental del mismo. “Al rojo vivo” es radio. Y “La ruleta de la suerte” es cine mudo. Nada de lo que se dice transmite ninguna información, todo lo relevante se muestra por escrito en la pantalla. Jorge Fernández charla con los concursantes porque estar callado el programa entero daría una sensación de hostilidad muy marciana, pero en realidad podría permanecer en silencio, acompañar a Laura Moure en su condición de florero, y el mecanismo del concurso seguiría funcionando con perfección. Nadie que se limite a ver el programa se perderá nada fundamental del mismo.

¡Y ambos coinciden durante media hora a eso de las 2! Hagan la prueba: vean “La ruleta de la suerte” mientras oyen “Al rojo vivo”. Vean el panel “Motivo para no levantarse de la cama” mientras suena la voz de Paco Marhuenda. Oigan a Javier Aroca mientras contemplan la flecha de la ruleta caer en el “Pierde turno”. Dos programas por uno. Porque que la televisión sea un medio audiovisual no quiere decir que el audio y el visual tengan que venir del mismo lado.

23/9/18

PRIVILEGIOS, NINGUNO


A favor de los gastos sociales, sí. A favor de que entre todos paguemos una pasta a unos señoritos y señoritas privilegiados elegidos a dedo para que se promocionen, luzcan palmito y ganen dinero fácil sin que se conozcan sus méritos ni qué criterios se utilizaron para que se lleven nuestros impuestos, no, ni de coña.

Así que TVE debe despedir fulminantemente a quien contrató como colaboradores de “Corazón” a Julián Contreras Ordóñez, Lourdes Montes y Rosanna Zanetti, despedir a quien los contrató, y dar explicaciones. Por ejemplo, que nos digan, como accionistas obligados que todos somos de esta empresa pública, por qué se hizo este contrato, cuánto dinero se paga a esta gente por una colaboración de menos de cinco minutos a la semana, y si entre la valiosa cualificación que justificó que se hicieran estos contratos indecentes tuvo un peso especial el hecho de que los tres afortunados elegidos sean “famosos”, destacando que una señora es nada menos que esposa de David Bisbal, un señor es nada más que hijo de Carmina Ordóñez, y otra señora es nada más y nada menos que esposa de su hermano Fran Rivera, lo que añade una inestimable sobrecualificación por el morbo de ver juntos a dos cuñados que superan el mal rollo que hay entre ellos y trabajan juntos gracias al poder del amor, concretamente el amor al dinero fácil.

Precedentes de contratos así de vergonzosos hay muchos, pero dejadme, ay, que yo prefiera el que TVE hizo hace unos años a la aristócrata Carmen Martínez Bordiú, grande de España, duquesa de Franco y nieta del dictador, por amagar unos brincos en “¡Mira quién baila!”. Lo que pasa ahora es que TVE ni siquiera puede intentar justificar con los buenos índices de audiencia estos chanchullos que dan trabajo a dedo en una empresa pública y esta alegría en el malgasto de nuestro dinero.

Veremos si TVE toma en las próximas semanas medidas con este enchufe trifásico en “Corazón”, un programa que ya él solito da calambre. No le pasaremos ni una: a favor de los gastos sociales, sí; pero privilegios, ninguno.

22/9/18

¿QUÉ ES UN PREJUICIO?


¿Qué es una familia, una madre, una participante en “Mujeres y hombres y viceversa”, y un presentador de laSexta? A ver.

Jordi Évole presenta “Salvados” en laSexta, así que la definición de presentador de laSexta debe incluirlo a él. Pero Évole es también “El Follonero” desde la época en que era la caña dando caña con Buenafuente. Y presentador de Antena 3 desde que hace dos semanas presenta unos programas especiales en esta cadena. ¿Dejó de ser “El Follonero” cuando empezó a presentar en laSexta? ¿Dejó de ser presentador de laSexta por hacerlo en Antena 3?

Tamara Gorro es presentadora y colaboradora en Telecinco, Be Mad, La Siete y lo que manden en cualquier programa de cualquier cadena de Mediaset. Pero entró a este mundo como participante en “Mujeres y hombres y viceversa”. ¿Dejas de ser algo tan terrible si después concursas en “Supervivientes”, colaboras en “¡Qué tiempo tan feliz!” o presentas “Un like para…”, o lo eres para siempre?

Esta semana, en “Familias reales” (Antena 3), Évole quiso ir más allá del modelo de familia tradicional desbordándolo con un amplio y variopinto muestrario de casos de familias realmente existentes. Pero, al verlo, podía haber espectadores empeñados en reafirmarse en una definición de familia basada precisamente en ese modelo tradicional, de modo que vieran la diversidad actual como la alteración del modelo eterno y fetén de familia tradicional que les enseñaron de niños. Y no. Por eso, antes de ver tanta familia real actual, hay que dejar claro que el modelo tradicional es un espejismo, porque también hay tal multiplicidad de modelos tradicionales —basta mirar el Antiguo Testamento, donde la familia incluye a esclavos y esclavas a disposición del señor para lo que mande—,que el tradicional solo es uno de los modelos existentes en un pasado reciente y, por tanto, muy poco “tradicional”.

Y en “Espejo Público”, Gorro discutió con Carolina Bescansa sobre maternidad subrogada. Dijera lo que dijera, yo no podía evitar estar en desacuerdo con ella —como cuando decía que quien gesta y da a luz no es madre sino “mujer gestante”, estudia tú biología para esto—. Pero quizá solo estaba cegado por mis prejuicios, y, en vez de ver a una tertuliana como cualquier otra, yo solo veía a una exasesora del amor de “MYHYV” defendiendo su derecho a comprar lo que quisiera en el libre mercado.

21/9/18

EL SEXO DE LOS ÁNGELES Y EL DE EPI Y BLAS (a.k.a. LGTBIQM)

En el siglo XV, mientras los turcos tomaban Constantinopla, los eruditos discutían acerca del sexo de los ángeles. En el siglo XXI, mientras Trump está realizando los mayores recortes en la sanidad de la historia de los EE.UU., los eruditos discuten acerca del sexo de Epi y Blas. Mark Saltzman, guionista de “Barrio Sésamo”, declaró esta semana que los queridos muñecos formaban en realidad una pareja homosexual. Frank Oz, uno de los creadores de las marionetas, afirmó pocos días después que la orientación sexual de Epi y Blas nunca formó parte de la construcción de esos personajes, y que, por tanto, esa cuestión simplemente no existe.

¿La sustitución de los ángeles por Epi y Blas es un avance dentro del marco de las discusiones bizantinas? Al menos, el asunto angelical, dado su carácter distributivo respecto a querubines, serafines y tronos, obligaba a plantearse cuestiones de lógica metafísica acerca de la presencia de accidentes humanos en las esencias incorpóreas. El problema de Epi y Blas ni siquiera tiene esa dimensión conceptual. Por más que Telecinco se empeñe en lo contrario, el mundo de los sentimientos y los gustos forma la esfera humana más banal, caprichosa, estúpida, la que menos puede servir como base para una identidad, la que menos importa a la hora de valorar a nadie. Imagínense si además estamos hablando de muñecos. Convertir un área tan irrelevante en el eje de una acción política de chichinabo es un amargo signo de nuestro tiempo y el análogo perfecto de lo que sucedió mientras los otomanos ponían fin a la Edad Media en el Bósforo.

Por tanto, propongo que la expresión “eso es discutir el sexo de los ángeles” sea reemplazada por la expresión “eso es discutir el sexo de Epi y Blas” para indicar que una cuestión es trivial y distrae de lo verdaderamente importante. Y que, como mucho, se añada una M al final de las siglas LGTBIQ. Junto a lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales y queer, existe otra forma de identidad sexual en la que nadie había reparado hasta ahora. La de los moñecos.

20/9/18

LOS MORANCOS SON EL FUTURO (a.k.a. POSTPOSTHUMOR)


Ya no es humor ni posthumor. Lo que nos ofrecen Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes en “Capítulo 0” (Movistar+) es postposthumor. Ya no es una parodia sobre las parodias, sino una parodia sobre las parodias sobre las parodias. “La hora chanante” y “Muchachada nui” se rieron de los géneros clásicos del humor. “Capítulo 0” se ríe de “La hora chanante” y “Muchachada nui”. Una vez que se inicia el dominó de las metarreferencias, nada lo puede frenar. Ya no se trata de preguntarse quién afeita al barbero que sólo afeita a los que no se afeitan a sí mismos; la cuestión ahora es quién afeita al barbero que está afeitando a Bertrand Russell mientras escribe sobre el barbero que sólo afeita a los que no se afeitan a sí mismos.

Y el resultado es brutal, canónico, irreversible, alimentado además por un ingenio fascinante y unos cameos extraterrestres -¡sabía que Paco Marhuenda era un cachondo!-. Por mucho que le doy vueltas, no consigo imaginar qué más se podrá hacer en el futuro. El humor audiovisual fue un género artístico que comenzó hace cien años con Charlie Chaplin lanzando tartas de merengue a la cara de Eric Campbell y terminó la semana pasada con el estreno de “Capítulo 0”. Marx acabó con la filosofía. Nietzsche acabó con Dios. El arte del siglo XX mató al arte dedicándose a tomarse a sí mismo como objeto de reflexión. Y Sevilla y Reyes han matado el humor de la misma manera. Eso sí, lo han matado de risa, lo que es de agradecer.

Por tanto, solo queda volver a empezar e iniciar un nuevo ciclo. El éxito de “Friends”, “Frasier” y “Seinfeld” dejó agotada a la comedia durante varios años, y la única solución fue regresar a los esquemas costumbristas más tradicionales con “Modern family” o “The Big Bang theory”. Después del larguísimo viaje hacia el oeste que supone la serie de Movistar+ descubrimos que el humor es esférico y que hemos vuelto al punto de partida. No se lo creerán, pero el único capítulo 1 que cabe tras “Capítulo 0” son los chistes de Arévalo. Los Morancos son el futuro.

19/9/18

ALICE COOPER SUPERSTAR


Supongo que encontrarse con un Jesús de Nazaret negro, cantarín y vestido como si se tratara de un personaje de “Matrix” ya no escandaliza a nadie, excepto a los que se siguen escandalizando con “La última tentación de Cristo” de Martin Scorsese y creen que “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson es un documental acerca de la vida, pasión y muerte de Jesús. Así que “Jesus Christ Superstar Live in Concert” (Movistar), una estupenda revisión del clásico “Jesucristo Superstar”, ya no escandaliza ni provoca esos aspavientos tan divertidos a los que nos tienen acostumbrados los que se creen en posesión de la Verdad absoluta y tiro porque me toca. Y eso está bien. Liberados del escándalo, es hora de concentrarse en las maravillosas canciones de “Jesucristo Superstar” con música de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice y, sobre todo, es el momento de hacernos algunas preguntas.

Dicen que Charles Chaplin se presentó a un concurso de imitadores de Charlot celebrado en San Francisco y no sólo no ganó, sino que fue eliminado en la primera ronda. ¿Qué ocurriría si el auténtico Jesús de Nazaret se presentara a un “casting” para interpretar a Jesús de Nazaret en “Jesucristo Superstar”? Creo que sería eliminado en la primera ronda por mala voz, por mala pinta y por poco elegante (John Legend, el protagonista de “Jesus Christ Superstar Live en Concert”, sí tiene todo eso). Es más. Es muy probable que Jesús, el hijo de María, ni siquiera pudiera presentarse a un “casting” de Jesús en el Vaticano no porque no supiera cantar bien o no llevara una encantadora melenita como la de Robert Powell en el “Jesús de Nazaret” de Zeffirelli, sino porque el Jesús que vivió en Galilea se parece tanto al Jesús del catolicismo apostólico y romano como los últimos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se parecen a los Juegos celebrados en la antigua Olimpia. Y otra pregunta. ¿Cuántos jóvenes, creyentes o no, podrían seguir los delicadas propuestas teológicas y filosóficas que surgen de las canciones interpretadas por Jesús, María Magdalena (maravillosa Sara Bareilles) o un potentísimo Judas (Brandon Victor Dixon) en “Jesus Christ Superstar”? Y la gran pregunta. La pregunta de las preguntas. La pregunta que más temo formular. Ahí va. ¿Cuántos jóvenes conocen a Alice Cooper, la leyenda del heavy, del hard rock, del punk y de no sé cuántas cosas más, que interpreta a Herodes? Queridos jóvenes, hay que estudiar mucho para entender las dudas de Jesús y la sonrisa llena de dientes de Alice Cooper. Exigid a vuestros profes que os expliquen “Jesucristo Superstar”.

18/9/18

OPERACIÓN TRIUNFITO


Mañana TVE estrena otra edición de “OT”, ya saben, aquello de cantar y triunfar. Como decían en “Popstars”, su marca blanca, “Todo por un sueño”. Teniendo en cuenta el éxito de la anterior edición, podíamos pensar que cantar garantiza el triunfo al menos durante tres meses, así que valdría la pena apostarlo todo por un sueño. A no ser que seamos como José Antonio. Este aspirante a participar en el talent show, tras lograr ser seleccionado para cantar, soñar, tal vez triunfar, renunció a su puesto días antes de que empezara el primer programa.

Tinet Rubira, jefazo de la productora dueña del formato, lo explicó así: “Quiere ser cantante, pero cuando lo piensa con la parte racional, lleva toda la vida queriendo ser médico. La ‘Gala 0’ no le garantizaba la plaza en ‘OT’. Hizo una reflexión y decidió eso”. Como yo no soy neurobiólogo como Rubiera no me atrevo a decir ni pío sobre si José Antonio reflexiona mejor con la parte racional con la que quiere ser médico —con un fonendo para escuchar—, o con la otra con la que quiere ser cantante —con un micrófono para hacerse oír—. Me conformo con sumar: los nuevos concursantes de esta décima operación se unirán al montón de los que ya andan por ahí sueltos de operaciones anteriores para formar un ejército de más de 160 triunfitos que lo dejaron todo por un sueño. No hay mercado capaz de abastecer a tanto triunfito ansioso de tanto triunfo.

Fijémonos en el concurso “Boom”, que está arrasando gracias a Los Lobos, un equipo de participantes imbatible. Para tenerlos contentos, Antena 3 ha cambiado las normas del concurso y les han entregado por adelantado la mitad del millón y medio de euros que llevan ganados hasta ahora. Ese es el triunfo de Los Lobos. El triunfo de la cadena es tenerlos en plantilla desde hace año y medio atrayendo audiencia. Así es el negocio. El triunfo de “OT” no es lanzar la carrera de unos concursantes intercambiables en su ambición, sino renovar por otra temporada. Llega “OT 2018”. Rubiera sí que sabe: “Ojalá la nueva generación de OT haga olvidarse de los concursantes de 2017”. Pues a olvidar se ha dicho.

17/9/18

MÁS MANIPULACIÓN EN TVE


Hay que ser autocrítico, asumir los errores y saber pedir perdón. Rosa María Mateo es la jefaza de TVE desde no hace ni cincuenta días, pero lo que ha hecho con sus servicios informativos está a la vista y no puede negarse. La convivencia de la tele pública con el poder político es siempre difícil, pero la realidad es tozuda y los acontecimientos demuestran que las críticas lanzadas desque aquí a la anterior gestión del Partido Popular estaban equivocadas y merecen una rectificación.

La reciente queja de Rafael Hernando, portavoz adjunto del PP en el Congreso, fue reveladora. Denunció que se obligaba a los comentaristas de RTVE a anunciar el nombramiento de la nueva ministra de Sanidad durante la retransmisión del partido de fútbol entre España y Croacia de la UEFA. Los hechos no dejaban lugar a dudas: ese anuncio se produjo no una sino dos veces. Como la dimisión de Carmen Montón y el nombramiento de María Luisa Carcedo ocurrieron durante la retransmisión, TVE informó en un breve “Telediario” encajado en el descanso del partido. Y, encima, durante el segundo tiempo Juan Carlos Rivero dejó ¡dos veces! de hablar de fútbol —que es para lo que estaba allí— anunciando que TVE iba a emitir tras la retransmisión un especial sobre la dimisión y el nuevo nombramiento.

Criticábamos aquí la anterior gestión de TVE porque los servicios informativos ocultaban, disimulaban o escamoteaban las noticias que incómodas o comprometidas para el Gobierno del PP. Un error. No es que hicieran trampa, es que su modelo informativo consiste en ocultar, disimular o escamotear las noticias incómodas o comprometidas para cualquier Gobierno en general, sea del PP o del PSOE. Normal que ahora se quejen, viendo cómo TVE no solo informa de dimisiones, sino también de la citación judicial a su directora de entretenimiento, de la controversia sobre la venta de armas a Arabia Saudí, o de la polémica por los másteres y tesis doctorales de los políticos, llegando a abrir el “Telediario” y el debate de “Los desayunos” con el caso de la tesis de Pedro Sánchez. Así que me disculpo. Y, no hay duda, mi disculpa es una disculpa real: lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir.

16/9/18

LA VICTORIA DEL YO

Ya está. Se acabó. El cine, tal y como lo conocemos, desapareció para siempre el pasado fin de semana cuando Alfonso Cuarón ganó el León de Oro del Festival de Venecia por su película “Roma”. He escrito “por su película”, y no “por su cinta”, como es habitual escribir en las crónicas periodísticas. “Roma” no es una cinta, no está formada por rollos que se colocarán en un proyector. “Roma” es un largometraje producido por la plataforma de televisión de pago Netflix y pensado para ser visto en las salas de estar del planeta Tierra. Y esta -al parecer- obra maestra que no se exhibirá en las salas de cine ha ganado el premio máximo del festival de cine más importante del mundo. Fin del siglo XX.

Al final ganó la televisión. La pequeña pantalla venció a la grande. No porque su formato sea más virtuoso o sus contenidos más interesantes. La victoria de la televisión es la victoria del egocentrismo, la única fuerza invencible hoy en día. Es la victoria del ciudadano viendo a solas un capítulo de una serie mientras su hijo ve a solas una película y su pareja ve a solas un documental. Es la derrota de los actos en común, de las negociaciones. Podemos tenerlo todo pagando el pequeño precio de no tener nada. No se niega la calidad de los contenidos de Netflix. Se niega que esa calidad sea la explicación de su victoria sobre las salas de cine.

Con los mejores actores, directores y guionistas del mundo, esta plataforma ya produce en la actualidad el doble de largometrajes para televisión de los que produce Hollywood para las grandes salas. Nos costará explicar a nuestros hijos que hubo un tiempo en el que la gente salía de sus casas y se reunía por centenares para ver juntos una película en una pantalla de ochenta metros cuadrados. Ese pasado extravagante terminó el 8 de septiembre de 2018 con el premio al largometraje de Cuarón. Se acabó esperar meses a que las grandes películas “lleguen” a la televisión: a partir de 2020 será ahí donde se estrenen las que vayan a ganar los Oscars de 2021.

15/9/18

"HACIA EL OESTE"


¿De verdad no van a hacer una serie de televisión sobre la expedición que dio la vuelta al mundo por primera vez en la historia? Esta semana la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo ha comparecido, junto con la Comisión Nacional para la Conmemoración del V Centenario de la Expedición Magallanes-Elcano, para presentar todas las actividades que se van a realizar durante los próximos tres años alrededor de esta celebración. Estamos ante uno de los acontecimientos más destacados de la historia mundial, que va a dar ocasión de llevar a cabo exposiciones, obras de teatro, pruebas deportivas náuticas, conferencias, ¡ópera!, dada la dimensión política, geográfica, científica…

… ¡y televisiva de este increíble viaje! No ha habido en los últimos dos mil años una aventura igual, tan fascinante, tan narrativa, tan visual. Y tan verídica. Doscientos treinta y nueve tripulantes al salir. Dieciocho supervivientes al llegar. Todos los paisajes del planeta. Todos los climas, las tormentas más salvajes. Batallas, enfermedades, motines, conspiraciones. Las naves encontrándose con todos los indígenas, dando de sí la idea de ser humano con cada avance. Barbarie, civilización, guerras, imperios, opulencia, miseria. Todas las cuestiones centrales de nuestra condición política poniéndose en juego en cada jornada. Exploradores con la tarea de cerrar para siempre el planeta en el que vivimos.

¿Se imaginan la seriaza que saldría de ahí, la que harían todos los países de nuestro entorno si contaran en su historia con este acontecimiento? Hace casi quinientos años una escuadra de valientes e inconscientes abandonó el puerto de Sanlúcar de Barrameda con la voluntad de regresar a ese punto viajando únicamente hacia el oeste. No hay guionista cuya inventiva pueda igualar al conjunto de calamidades que afrontaron aquellos hombres. Cambiaron el mundo para siempre con un viaje de aventuras que nunca ha podido superarse. ¿De verdad, entre tanta celebración de su V Centenario, no hay ninguna productora que quiera hacer una serie de televisión sobre esta epopeya?

14/9/18

CUÉNTAME UN CUENTO


El siglo XXI comienza en el año 2000, según unos; y en el año 2001, según otros. Mandando a la porra el jaleo de fechas del monje Dionisio el Exiguo cuando reorganizó el calendario en el siglo VI, vamos a lo importante. ¿Cuándo comenzó el siglo XXI televisivo? ¿Qué acontecimiento relevante marca el inicio de esta nueva era? Dos respuestas se enfrentan desde hace lustros. Unos dicen que el siglo XXI televisivo comenzó cuando Telecinco estrenó “Gran hermano” en 2000, y otros aseguran que comenzó cuando TVE estrenó “Cuéntame cómo pasó”, la serie más longeva y premiada de nuestra historia, en 2001. Son dos modos irreconciliables de hacer televisión, de concebir el entretenimiento, de medir el tiempo.

Esta semana vivimos una nueva entrega del viejo enfrentamiento entre “Cuéntame” y “GH”, vestido en esta ocasión con su traje VIP. Tras casi veinte años de traqueteo y ajustes en la maquinaria, el viejo choque de trenes volvió a producirse una vez más en la noche del jueves obligando a los espectadores a decantarse en esta vieja polémica.

Las cámaras inundaron el barrio de San Genaro sometiéndolo al detallado escrutinio de un Gran Hermano que mostró cómo viven sus habitantes, mientras Guadalix de la Sierra nos llevaba a 2018. Los años no pasan en balde. Los concursantes van y vienen en una trama que se complica. Carlitos Alcántara se ha hecho mayor y ya no es el niño que fue. El personaje central interpretado por Mercedes Milá parece que no volverá, así que Carlos Hipólito deberá dejar la voz en off. Tendrá que ser Jorge Javier Vázquez quien marque el hilo argumental de una narración que corre el peligro de dispersarse. El extraño casting de caras famosas promete, Sandra Barneda compaginará los rodajes con la grabación de otra entrega de “Un país para comérselo”, y ya se ha contratado a la familia de las dos actrices que interpretaron a Inés Alcántara para tirarse de los pelos defendiéndolas en el plató en la gala semanal emitida en directo. La pena es que no repescaran a Juan Echanove y lo metieran a vivir en el confesionario a nominar, cantar y contar qué pasa con Imanol Arias, Ana Duato y su eterna inmunidad a prueba de bomba.

13/9/18

¿FUE PEDRO DUQUE ASTRONAUTA?


Pedro Duque, tío, date prisa y llena TVE de programas de divulgación científica ahora que todavía puedes. Es verdad que no mandas en la tele, pero, coño, eres ministro de Ciencia, Innovación y Universidades. Con un par de llamadas puedes conseguir muchas cosas. Pero espabila, no vaya a ser que se te pase el arroz como a la ministra de Sanidad. Ya ves cómo están las cosas y qué rápido va todo. ¿Quién te dice que no vas a ser tú el siguiente? Seguro que hay un ejército de tipos escudriñando tu pasado empeñados en demostrar que tus fotos de astronauta tienen truco y son montajes hechos con imágenes que descargaste de la web de la NASA.

El mundo de la televisión se puso patas arriba hace tres meses cuando Pedro Sánchez nombró Gobierno. Todo se revolucionó porque, en la lista, junto al nombre de Màxim Huerta, un chico Ana Rosa de toda la vida, aparecían tres desconcertantes sustantivos: “ministro”, “Cultura” y “Deportes”. Pero aquello duró lo que duró y solo sirvió para ocultar que tú habías sido colaborador estrella de “Órbita Laika”. Es normal que nadie se enterara porque es difícil seguirle la pista a este solitario programa dedicado a la divulgación científica de La 2 que aparece y desaparece sin tener detrás un proyecto claro, sin que se sepa si va a tener continuidad y sin que ningún responsable de este servicio público que es TVE se ponga colorado. Aquí esperamos con paciencia a que asomaras la patita en TVE y dieras muestras de tu interés no solo por la ciencia y la tecnología, sino también por la divulgación del conocimiento racional y la lucha por las pseudociencias, pero pasan los meses y no vemos ninguna señal.

Ya ha empezado una nueva temporada de “Cuarto milenio” con sus patrañas para papanatas. TVE no ha movido ficha y ni siquiera reaparece “Órbita Laika” en el horizonte. Espero que sea porque sabes que tus fotos de astronauta no tienen truco y tienes un buen plan para plantarle cara desde esa televisión de la que esperamos tantas cosas porque es nuestra y que nos tiene tan abandonados.

12/9/18

MARILYN CONTRA GANDALF


El impuntual es un ladrón del tiempo de los demás, pero en el caso de una empresa privada debería ser también un veneno para el negocio. Y no. Hay cadenas televisivas que nos roban el tiempo con su impuntualidad y, sin embargo, se regodean en su crapulencia como haría el señor Burns y como hace Antena 3 cuando alarga hasta la náusea el final de “El hormiguero” robando el tiempo de los que sólo queríamos disfrutar de una película de Indiana Jones. ¿Intentaron ver “Indiana Jones y la última cruzada” la semana pasada? Si fue así, el peaje que tuvieron que pagar fue perder muchos minutos de su tiempo aguantando las ocurrencias de Pablo Motos en “El hormiguero” y una ración de anuncios ofrecida a traición e incumpliendo el contrato no escrito de la cadena con los espectadores. ¿Saben lo que creo? Creo que Antena 3 sabe que los espectadores que estábamos dispuestos a acompañar una vez más a Indiana Jones en busca del Santo Grial estaríamos en nuestros puestos a la hora indicada, y que no abandonaríamos a nuestro arqueólogo favorito por culpa de Pablo Motos y unos cuantos anuncios. También creo que Antena 3, el señor Burns y otros muchos se consideran la reencarnación del mago Gandalf.

En “El señor de los anillos”, Frodo le dice a Gandalf que llega tarde, pero el mago responde que un mago como él nunca llega tarde, ni pronto, sino que llega exactamente cuando se lo propone. Antena 3 no emitió tarde “Indiana Jones y la última cruzada”, ni tampoco pronto, porque una cadena de televisión decide cumplir con su programación exactamente cuando se lo propone. Qué arrogancia. A Gandalf le importa un pito que Frodo tenga que esperar por él en el puñetero camino, y a Antena 3 le importa un bledo que los espectadores tengamos que esperar por Indiana Jones en el sofá hasta que Pablo Motos y los anuncios quieran. Marilyn Monroe era muy impuntual, pero a Marilyn se le podía perdonar eso y mucho más porque, caramba, era Marilyn. Pero Antena 3 no es Marilyn. Pablo Motos no es Marilyn. Los anuncios de no sé qué no son Marilyn. Ni siquiera Gandalf es Marilyn. Así que no se trata de que Antena 3 emita “Indiana Jones y la última cruzada” cuando se lo proponga. Se trata de convencer a Frodo de que se largue a su casa cuando Gandalf llegue tarde y de cambiar a un mago impuntual por Marilyn Monroe en “La tentación vive arriba”. Por ejemplo.

11/9/18

SETECIENTAS HORAS CON BELÉN


Estimado espectador de Telecinco: ha llegado el momento de que usted tome una importante decisión. No la retrase ni un día más. La boda de Belén Esteban tendrá lugar el veintidós de junio del año que viene. Faltan, por tanto, doscientos ochenta y cinco días. A una media de… vamos a tirar por lo bajo… dos horas y media al día hablando sobre el tema, eso supone más de setecientas horas dándole vueltas al evento en la cadena. Setecientas doce horas y media, para ser exactos, de comentadita sobre el enlace de marras en los Sálvames, los Deluxes y los Anarrosas. Un curso de un grado medio en la universidad española ocupa unas seiscientas horas. El Camino de Santiago, desde Roncesvalles hasta la Plaza del Obradoiro, se hace en unas doscientas cincuenta horas. Las doce temporadas de “The Big Bang Theory”, más las diez de “Friends”, las nueve de “Cómo conocí a vuestra madre”, las once de “Frasier” y las nueve de “The office”, suman unas cuatrocientas horas.

Setecientas horas de su vida arrojadas al váter de su biografía con María Patiño tirando de la cadena. Setecientas horas en las que Belén llorará, reirá, romperá con Miguel, volverá con Miguel, volverá a llorar, volverá a reír, volverá a romper, volverá a volver, volverá a volver a llorar, volverá a volver a reír, volverá a volver a romper, volverá a volver a volver… y al final todo habrá dado exactamente igual. Hoy es once de septiembre y usted tiene que decidir si el veintidós de junio del año que viene quiere ser una persona que tiene aprobado el primer curso de Administración y Dirección de Empresas, ha caminado tres veces el Camino de Santiago, ha disfrutado con las temporadas completas de las diez mejores comedias de la historia de la televisión, o ha contemplado pasiva cómo un asunto que no daría para ocupar setecientos segundos se ha estirado delante de sus narices hasta ocupar setecientas horas. Fíjese bien hoy cuando vaya a encender el televisor: ese “5” que aparece en uno de los botones en verdad significa “700 horas con Belén Esteban”.

10/9/18

FALLITO Y RECUENTITO


Se anuncian para hoy importantes novedades en “Pasapalabra”. Al parecer, “Boom” está suponiendo una dura competencia para el veterano concurso de Telecinco, y Mediaset se ha puesto lo suficientemente nerviosa como para encargar que remodelen el programa de arriba a abajo, dejando únicamente el rosco final como nexo con el antiguo “Pasapalabra”. En una auténtica sociedad de libre mercado, Mediaset y Atresmedia harían un crossover a lo bestia enfrentando a sus respectivos concursantes, a Fran contra Los Lobos, como cuando DC y Marvel se unieron para enfrentar a Superman contra Spiderman; megapetazo de audiencia asegurado. Pero no: las leyes de la Unión Europea contra los monopolios son tolerantes con las compañías eléctricas, pero son especialmente inflexibles cuando se trata de concursos televisivos. Christian Gálvez y Juanra Bonet tienen prohibidísimo trabajar juntos.

Competid, competid, malditos. Así que hoy a la hora de la cena en Telecinco veremos un plató nuevo, nuevas pruebas que sustituirán a las anteriores. Van a renovar la realización, la infografía, las cortinillas, las melodías, maquillaje y peluquería, al público presente, al ausente, el catering y el tatuaje del antebrazo del presentador. Pondremos la tele y creeremos que Mediaset ha estrenado un concurso nuevo. Por un momento, pensaremos que el cambio es posible y un hilo de esperanza iluminará la preparación de la cena.

Pero será en vano. Llegará el rosco y comprobaremos que nada ha cambiado. Nuevas pruebas, colores e infografías, y Christian Gálvez seguirá diciendo “fallito” y “recuentito” cuando se refiera a las equivocaciones de los concursantes y a los resúmenes que el presentador realiza durante dicha prueba. ¿Para qué, para qué tanta nueva cabecera carísima, tanto trabajo de carpintería en el plató, si al final tenemos que seguir oyendo “fallito” y “recuentito”? Fallito y recuentito. El horror. Nada cambia nunca. Bueno, yo, que me cambio a “Boom”.

9/9/18

SIN MACGUFFIN NO HAY PARAÍSO


Tengo una buena noticia para ti: no viste el estreno de “Misión exclusiva” en Cuatro. Alegría. Y ahora vamos a ver por qué.

“Misión exclusiva” sigue el día a día de un tipo que dice ser “el paparazzi más caradura del mundo”, así que podía gustar a los amantes de la vieja novela negra que quisieran ver a un cínico y canalla detective armado con una cámara fotográfica en acción. ¿Eres de esos gustos? Entonces tengo que darte otra buena noticia: no viste el estreno de “Misión exclusiva” en Cuatro. Quienes lo vieron solo se encontraron a un pobre tipo que aclara que “con caradura me refiero a que me acerco a un famoso y hablo con él con mucha tranquilidad”, acompañado de dos amigotes que creen ser unos malotes que son la bomba, pero solo andan dando tumbos por Ibiza para hacer unas tristes fotos a famosos. Buf, menudo planazo. ¿Fotos a famosos? ¿Fotos a famosos para qué? ¿Cuál es el fin, el para qué, el Macguffin, la excusa argumental que justifica tanto ir y venir, tanta tontería y tanto aburrimiento? ¿Es por poder decir que estuviste cerca de algún famoso, que te miró, te ignoró, te mandó a la mierda o te denunció? ¿Es por ganar un dinero fácil con solo estar dispuesto a dedicar tu vida a andar detrás de los culos de los famosos que te desprecian? ¿Es por llegar a tener tu propio programa de televisión —en el que cuentes cómo dedicas tu vida a andar detrás de los culos de los famosos que te desprecian— con la esperanza de llegar a hacerte famoso y poder despreciar a los que dedican su vida a andar detrás de tu culo?

Si el Macguffin de “Misión exclusiva” falla, el cómo es peor aún y está a la altura del quién. Así que el arranque del nuevo curso televisivo habrá sido todo lo malo que quieras, pero podía haber sido peor si la noche del miércoles te hubieras quedado viendo este despropósito de playas, discotecas y fotos digitales. Ya solo me queda despedirme dándote una última buena noticia: no vas a ver ninguna futura entrega de “Misión exclusiva” en Cuatro. Y además sabes por qué. Alegría.

8/9/18

EL PELELE DE FRANCO


Qué buena la denuncia de la Fundación Francisco Franco a “El intermedio”. Da una vidilla al programa que le viene de perlas. La Asociación para la defensa del Valle de los Caídos ya había hecho un gran favor a Wyoming y compañía llevándolos a los tribunales por sus bromas sobre la gigantesca cruz del gran chirimbolo. Cuánto juego dio y qué bien lo pasamos gracias a su denuncia. Pero, escarmentados con la colleja que le dio la justicia al archivar aquella querella sin pies ni cabeza —sobre  todo cabeza—, iba a ser difícil que ninguna asociación ultra volviera a cometer el mismo error de entrar al primer trapo rojo que agitara Wyoming. Así que “El intermedio” hizo muy bien en coger el toro por los cuernos, y llegar a un acuerdo con él para torearlo de mutuo acuerdo.

Que “El intermedio” se coordinase con la Fundación Francisco Franco para repetir la jugada con otra denuncia loca permite que ambos resulten beneficiados. Unos porque pueden alimentar sus guiones y estirar el tema del destino del cadáver del dictador durante una buena temporada. Y otros porque pueden usar el programa de caja de resonancia para ganar una presencia mediática que no se corresponde a su respaldo social. Este provechoso acuerdo garantiza el éxito de cualquier parodia que haga “El intermedio” con el pelele de Franco, lo que explica que los guionistas de “El intermedio” no se lo hayan currado mucho y rellenaran esta semana con guiones de sainete, humor de burdo grano grueso, y el fácil recurso a los golpes y trompazos al muñecote. También explica que la Fundación haya hecho un comunicado de chichinabo que derivando de Aristóteles a Napoleón va de lo grandilocuente a lo risible.

Otra cosa es que se descubra que no, que en realidad no hay montaje, y que realmente la Fundación lleve al programa a los tribunales. En ese caso, no hay duda: hacen falta más guiones de sainete y más humor de burdo grano grueso. Hace falta, en fin, darle más leña al pelele de Franco. Y al muñeco, también.

7/9/18

LAS PERSONAS PUEDEN CAMBIAR

Y la prueba está en “Maigret”, la serie de la BBC sobre el comisario francés creado por Georges Simenon y que se puede disfrutar en Filmin. Es una magnífica serie dramática que recrea algunos -dos por temporada- de sus casos más célebres, acentuando la dimensión psicológica de cada crimen. La ambientación en el París de la primera mitad del siglo XX, perfecta. El guion, impecable. La realización, delicada y pictórica contra el estilo gris y lineal de Simenon, notable. Ah, y un pequeño detalle: Jules Maigret está encarnado por Rowan Atkinson. Quizá este nombre no les suene. Se lo diré de otra manera: Jules Maigret está encarnado por Mr. Bean.

Mr. Bean. El Mr. Bean de “Mr. Bean”. Sí, en el que están pensando. La psicología lleva casi un siglo discutiendo acaloradamente los límites de la flexibilidad en la personalidad humana. ¿Nacemos ya con un carácter prefijado? ¿Es la conducta humana estable y consistente, o cambia en función de las circunstancias situacionales? En definitiva, ¿es posible el cambio o la psicoterapia sólo puede aspirar a retocar detalles secundarios de nuestro temperamento? Se han realizado miles de investigaciones, decenas de miles de publicaciones. Y todos los debates en todos los congresos podrían haberse sustituido por un repaso a “Maigret”.

Porque si Rowan Atkinson ha sido capaz -y lo ha sido- de pasar de ser Mr. Bean a ser el comisario Maigret, entonces queda demostrado que la personalidad es contextual y su flexibilidad no conoce límites. Es cierto que durante los primeros minutos del primer capítulo estamos seguros de que Maigret va a terminar cada plano chocando contra una lámpara carísima o poniendo una mueca irrisoria. Pero pronto su pipa empieza a llamarnos más la atención que sus orejas, y terminamos el episodio preguntándonos cómo este personaje pudo haber sido interpretado por otros actores en el pasado. Hay motivos para la esperanza: las personas pueden cambiar. Por ejemplo, yo ya no podré volver a ver “Mr. Bean” sin que me extrañe lo patoso que se ha vuelto el comisario Maigret.

6/9/18

LOS HUSOS, LOS USOS Y DIOS


Y dale. Que no, que no lo estáis entendiendo. Si cambiamos de huso horario no cambiará el momento del día en el que nos levantamos, ni en el que comemos ni en el que salimos del trabajo. Sólo cambiará la hora, es decir, el nombre que le ponemos a ese momento. El momento del día viene marcado por la posición en la que se encuentra el sol en el cielo. Los humanos, que nos caracterizamos por nuestra manía por poner nombre a las cosas, hemos puesto nombre a los momentos del día. A un momento le llamamos “las ocho de la mañana”, a otro, “las dos de la tarde”, a otro, “las nueve de la noche”. Pero los nombres son arbitrarios. Se dice que los portugueses comen una hora antes que los españoles. Es verdad, y sin embargo en Vigo y en Oporto comen a la vez, con el sol en el mismo punto de su cielo. En Vigo llaman a ese momento “as dúas da tarde”; en Oporto, “a uma da tarde”.

Es decir, que si cambiamos de huso horario, bastará con hacer las cosas una hora antes en el lenguaje para seguir haciéndolas en el mismo momento en la realidad. Bastará con que el Telediario de las 3 pase a llamarse el Telediario de las 2 para que sigamos viéndolo en el momento del día en el que lo veíamos antes. El nuevo programa de Alfonso Arús se emitiría en el mismo momento del amanecer que ahora, que pasaría a llamarse las seis y media, y podríamos seguir no viéndolo igual que no lo vemos ahora. Sólo si Antena 3 se obcecara en mantener su informativo a las 9 de la noche tras el cambio de huso, estaría cambiando el momento del día en el que lo emite por su empeño en mantener fija la palabra con la que llama a ese momento.

Tan lingüística es la naturaleza humana, que con frecuencia la realidad se pone al servicio de las palabras y no al revés. Oyendo lo que se está comentando estos días, parecería que es el reloj el que manda sobre el sol y no el sol el que manda sobre el reloj. Debería meditar sobre esto el juez que quiere encausar a Willy Toledo por sus palabras sobre un dios.

5/9/18

REGADORES REGADOS Y PATINADORES LOCOS


Si todavía nos reímos con “El regador regado” (1895) de los hermanos Lumière (un minuto para contar la historia de un jardinero que termina empapado) o con las tartas estampadas en la cara de un policía que tiene la mala idea de meterse con Charlot, es lógico que nos sigan haciendo gracia esos programas que emiten vídeos con tipos que se caen de la bici por hacer el canelo, niños que resbalan en una piscina de plástico, columpios que se rompen por exceso de peso o trastazos descomunales que siguen a los intentos de forzar las leyes de la física como un “casting” de “Operación triunfo” sigue al fin de la explotación veraniega de los concursantes de la última edición. Concedámoslo. El regador regado, el policía con la cara llena de tarta y el chavalete que se estrella contra el suelo después de intentar hacer el pino en un patinete tienen su gracia. Sin embargo, un programa de televisión que emitiera vídeos de jardineros que riegan, policías que miran, tipos paseando en bici en plan “Verano azul”, niños que juegan en la piscina con un patito de goma, columpios que se mecen hipnóticamente bajo la dirección de un viajero prudente o jóvenes en patinete respetuosos con la física no tendría gracia y estaría tan condenado al fracaso como emitir en Netflix una serie protagonizada por Carlos Herrera y dirigida por José Luis Moreno. ¿Qué quiere decir esto? Que el regador regado y las tartas en la cara siempre tendrán más gracia que el regador que riega y las tartas en la mesa. Y algo más.

El sociólogo Johan Galtung señala que si un periódico se publicara una vez cada cincuenta años, no prestaría atención a medio siglo de chismes de famosos y escándalos políticos, sino que informaría de cambios globales trascendentales como el aumento de la esperanza de vida. Del mismo modo, un regador regado o un joven que se estrella por intentar hacer el pino en su patinete pueden ser noticia del día, pero de ningún modo son acontecimientos dignos de figurar en un repaso de los últimos cincuenta años porque lo cierto es que los jardineros no suelen terminar regados y los patinadores no acostumbran a hacer el pino en su vehículo. Un regador regado o un patinador imprudente abrazando el suelo hacen gracia porque no son tendencia. Lo preocupante sería que un programa con regadores que riegan y patinadores que patinan fuera un éxito. Mientras los tartazos en la cara y los patinadores locos nos hagan gracia, todo irá bien. Y ese argumento de mierda es lo único que se me ocurre para aceptar no sólo que el verano se acaba sino que, ay, Ángel Garó y Aurah Ruiz serán dos de los concursantes del próximo “Gran Hermano VIP”. Uf.

4/9/18

¡SÍ, SE PUEDE!


¿Se puede hacer en la tele magia con la magia? Sí, se puede. Cuesta creerlo viendo ese estrambote de “Pura magia” en La 1, pero se puede. Lo demostró el gran Juan Tamariz con su maestría, su violín invisible y su personal magia personal. Lo demostró Cuatro emitiendo hace diez años el mágico “Nada x aquí”, que nos encantaba y nos tenía encantados. Pero “Pura magia” es un horror. Es bueno haciendo escapismo y cambiando de día y hora de emisión para huir del desastre. También haciendo desaparecer a su audiencia hasta meter a los cuatro gatos que lo ven en una cajita así de pequeña. Incluso nos desconcertó con un pase mágico impresionante: conseguir que TVE renovara por esta segunda temporada a pesar de haber firmado el verano pasado un estreno tan malo y con tan malos resultados como los que tiene ahora. En fin, que antes creíamos que la mejor forma de quitar magia a la magia era desvelar los trucos, pero ahora sabemos que es peor hacer un talent show como este que perpetra la productora de Javier Cárdenas.

¿Se puede hacer en la tele un montaje cuando se denuncia un montaje? Sí, se puede. Lo demuestran en Telecinco cada vez que organizan en el plató un montaje para discutir si es un montaje la noticia sobre el que están discutiendo. Los habituales de la cadena saben que la noticia es un montaje, y saben que la discusión sobre si la noticia es un montaje también es un montaje; pero no cambian de cadena. Creerán los pobres que saberlo los hace más listos que los listos que viven de ellos, de sus montajes, y de sus montajes sobre sus montajes.

¿Se puede hacer en la tele humor hablando del humor? Sí, se puede. Lo demostraron en la vuelta, el pasado sábado, de “laSexta noche”, los grandes mongoles Edu Galán y Darío Adanti. No es fácil hacer el doble salto mortal de reflexionar sobre el humor con humor hablando de los límites del humor sin romper los límites de la sensatez y la inteligencia. Pero lo consiguen. Siguiendo su ingenio, también nosotros podemos hacer esas piruetas y caer de pie sin retorcernos el tobillo.

3/9/18

AMIGUITAS Y CONOCIDITAS


No se me ocurre ninguna forma de justificar la existencia del programa “Amigas y conocidas”, así que solo puedo alegrarme de su desaparición. TVE lo presentaba como una “tertulia de mujeres que hablan de la vida sin tapujos”, y puede que hasta creyera que suponía un avance en la lucha por dar más protagonismo a las mujeres para que accedan a puestos tradicionalmente ocupados por hombres, algo que deben asumir incluso los más reaccionarios, aunque solo sea porque nuestra sociedad no puede seguir dando la espalda a la mitad de su població. Pero no lo era.

La presentadora, Inés Ballester, en su despedida se presentó como víctima de una cancelación arbitraria e injusta: “Mujeres de diferentes sensibilidades, diferentes trayectorias e ideologías cada mañana nos hemos sentado en una mesa para hablar de la vida. Hemos dado espacio, tiempo y voz a muchas mujeres”. Sí, a mujeres a las que se les daba visibilidad y total libertad para hablar y decir lo que quisieran siempre y cuando se sometieran y aceptaran tratar de los asuntos que el programa decidía que debían tratar, y que eran en su gran mayoría temas ligeritos, banalidades, curiosidades muy cuquis, vestiditos, pijaditas, y mucho cotilleo, famoseo y petardeo. Es dañino, muy dañino, creer y hacernos creer que hablar de eso es “hablar de la vida”. Eso es solo una parte de la vida superficial y menor que ni es, ni debería ser, ni una tele pública debería presentar como un asunto propio de las mujeres que estén en el plató, ni de las mujeres que ven la tele. Que durante cuatro años hayan pasado por el aro “mujeres de diferentes sensibilidades, diferentes trayectorias e ideologías” solo profundiza la derrota que supone que cualquier mujer, por el hecho biológico de serlo y al margen de su sensibilidad, trayectoria e ideología, deba aceptar un planteamiento tan limitador, reaccionario y perverso.

Es una derrota defender desde la tele pública que la vida no es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes, como decía John Lennon, sino ese batiburrillo de asuntitos de los que trataba “Amigas y conocidas”. Por eso su desaparición es nuestra victoria.

2/9/18

PRODUCTORA APLASTA A TRABAJADORES


Samanta Villar, la periodista televisiva especializada en sí misma, debería darse más protagonismo en sus programas sobre sí misma. Es duro decir esto, pero es lo que hay. Villar debería vigilarse más de cerca, seguir con más atención su propia vida, dar un paso más en su autoespecialización. Empezando por las redes sociales. Si Villar, como follower, leyera con más interés todo lo que Villar, como influencer, escribe en Twitter, se daría cuenta de que tiene ante sus narices una idea estupenda para un programa de televisión realmente interesante que nadie ha hecho aún.

Hace unos días, la influencer Villar tecleó unos tuits en los que denunciaba que es muy habitual que las productoras y las cadenas de televisión se ahorren una pasta despidiendo durante el verano a sus trabajadores (redactores, guionistas, cámaras, montadores, productores…) para volver a contratarlos en otoño con la nueva temporada. Un programa sobre este asunto denunciando casos y dando nombres sería una auténtica bomba que muchos veríamos con interés, empezando por el Ministerio de Trabajo. Lo extraño es que a pesar de que la influencer Villar se esfuerza en captar su propia atención hablando en Twitter de sí misma contando su propio caso (denuncia que tiene que recurrir a diferentes triquiñuelas para que el equipo de su programa sí cobre las vacaciones en vez de tener que fastidiarse en el paro), la follower Villar no se entera y no ve que se tiene a sí misma delante de sí misma.

Empieza una nueva temporada televisiva. Villar y su equipo deberían tener el empuje y el valor necesarios para hacer un programa sobre los programas que tienen vacaciones de verdad y los que no. A no ser que se lo impida la productora que los contrata, claro. En ese caso, habrá que concluir que, en efecto, tijeras cortan papel, papel envuelve piedra, piedra aplasta lagarto, lagarto envenena a Spock, Spock aplasta tijeras, tijeras decapitan lagarto, lagarto se come papel, papel desaprueba a Spock, Spock desintegra piedra, y, como siempre, productora aplasta a trabajadores.

1/9/18

¡GOOOL DEL SEÑOR!


Un señor promociona en su web la serie “Isabel” que TVE emitió hace un lustro, y hay quien se escandaliza. A lo tonto. Él es un cura católico y ella Isabel la Católica, así que es normal que promocione la serie igual que defiende la canonización de la reina aportando testimonios de “valor inestimable” de “grandes políticos, poetas y sabios” como, por ejemplo, Francisco Franco (como poeta, supongo): “En la vida de la Reina Isabel tenéis todas un libro para el estudio. Ella conoció también los tiempos turbulentos y materialistas; ella se vio abandonada también a la corrupción y al vicio. Pero supo mantener la pureza de fe y la pureza de sus virtudes”.

Es cierto que el señor atenta contra la Ley de Propiedad Intelectual porque ofrece descargas ilegales de una versión censurada de ayuntamientos carnales, culos y tetas que, menos o más, turben a los espectadores. Pero también es normal. Ahí está el ejemplo de Pío IV, que mandó tapar los desnudos de la Capilla Sixtina para que los cardenales no se distrajeran en los cónclaves e hicieran papa a tipos como él. O la versión oficial que da el Estado Vaticano de las últimas declaraciones del papa Francisco al volver en avión de Irlanda a Roma. Su consejo de tratar la homosexualidad infantil con “psiquiatría” fue censurado, según la Sala de Prensa de la Santa Sede, “para no alterar el pensamiento del Papa”. Seguro que eliminar “imágenes indecentes”, “escenas inconvenientes” e “innecesarias imágenes de sensualidad o simplemente impúdicas” de la serie “Isabel” sirve también para no alterar el pensamiento de sus autores. ¡Y menos escrúpulos ridículos con las descargas ilegales! Si este señor cura promociona la “sana censura” igual que aquél elogiaba la “santa ira”, a ver por qué no va a haber sanas y santas descargas ilegales.

Alegrémonos, porque el sitio web del señor “dedicado a la apologética histórica y a la falsificación de la realidad” sea tan eficaz, al menos, en la falsificación de la realidad. Y por haber corregido a alguna de sus ovejas descarriadas que no vio la serie: “No me dio ganas de verla, pensé que favorecerían a los moros y harían ver mal a los reyes. Bueno, parece que le erré. Gracias por el esfuerzo”. ¡Señor! ¡Señor…! ¡Goool! ¡Goool del señooor!