30/4/13

DE NADA, SEÑORA MERKEL

Si han seguido estos últimos días en telediarios y periódicos las noticias sobre la intención del gobierno griego de reclamar formalmente el dinero que Alemania le debe a Grecia desde la II Guerra Mundial en concepto de reparaciones de guerra, se habrán encontrado con la espeluznante imagen de la esvástica ondeando en la Acrópolis de Atenas en 1941. Grecia debe a la troika 240.000 millones (más intereses), pero Alemania debe a Grecia 162.000 millones (108.000 millones corresponden a la reconstrucción de las infraestructuras destruidas, y el resto a los préstamos que el Banco de Grecia se vio forzado a suscribir para pagar los gastos de las fuerzas de ocupación nazis). 162.000 millones (más intereses) es mucho dinero, señora Merkel. Pero la foto de soldados nazis izando la esvástica en la Acrópolis no tiene precio.

¿Qué tal si Alemania deja de torturar a Grecia a cambio de que Europa perdone (pero no olvide) esa foto? Grecia no recibió ninguna compensación por los préstamos que el país se vio obligado a suscribir para Alemania, ni por los destrozos ocasionados por la guerra, ni por las horribles matanzas cometidas por los nazis, ni por los cientos de miles de muertos a causa del hambre, ni por los miles de griegos ejecutados y exiliados. Grecia tampoco ha recibido ninguna compensación por la foto de la esvástica manchando la imagen de la Acrópolis. Ni a Merkel ni a Alemania les importa un pito que los viejos griegos nos legaran la democracia, la filosofía, el teatro, la poesía épica, los Juegos Olímpicos, el principio de Arquímedes o el tornillo. Por supuesto, ni a Merkel ni a Alemania les importa el legado de horror que el nazismo dejó en Grecia. Pero a los nuevos chulos de Europa sí debería importarles esa foto. ¿Cuánto vale esa foto, señora Merkel? ¿Cuánto dinero está dispuesto a pagar el estado alemán para evitar el escrache de la historia? No hay dinero que pague esa vergüenza, es cierto. Pero podemos intentarlo. Alemania debe pagar los 162.000 millones de euros que le debe a Grecia, más 78.000 millones que cuesta que perdonemos (sin olvidar) la foto de la esvástica en la Acrópolis. Total: 240.000 millones. Estamos en paz.

La democracia, la filosofía, el teatro y todo lo demás es un regalo. De nada.

29/4/13

ARGUIÑANO LO HABRÍA ADVERTIDO



Una mariposa agita sus alas en Japón y bajan veinte grados los termómetros españoles. Karlos Arguiñano abandona TVE en 2004 y nueve años después fracasa un magacín de tarde presentado por Anne Igartiburu con el título “+Gente”. La conexión entre el aleteo de la mariposa japonesa y el invierno en casi mayo que estamos sufriendo estos días es difícil de explicar, pero el vínculo que une la marcha del cocinero vasco de la televisión pública con el fracaso de la presentadora vasca en la misma cadena es prácticamente inmediato y sencillo de entender: si Arguiñano hubiera continuado en TVE habría advertido a la dirección del Ente que los platos más suaves hay que servirlos al comienzo y no al final de las comidas, ya que, si no, sus sabores quedan completamente anulados por los sabores más intensos de los platos precedentes. No se puede servir un delicado quesito fresco tras haberse zampado una cazuelita de morcilla matachana que corroería las zarpas de adamantium de Lobezno. Si uno acaba de dar buena cuenta de un pollo tikka masala cuyos aromas podrían disolver la armadura de Iron Man es posible que ni siquiera note que tiene algo en la boca al optar por continuar el banquete con una dietética lubina al vapor.

TVE decidió programar un espacio de cotilleo rosa y banalidades light a las siete de la tarde, cuando los comensales de ese tipo de programas llevan ya más de tres horas comiendo el programa de cotilleo rosa y banalidades heavy que es “Sálvame”. Tras tres horas llenándose la boca de Jorge Javier Vázquez, Anne Igartiburu no tiene hedores suficientes para estimular ni la nariz mejor intencionada; tras tres horas viéndole el jeto a Lydia Lozano, Carmen Lomana parece translúcida como un ectoplasma; tras tres horas oyendo discutir a gritos sobre bobadas a los macarras de Telecinco, ni el mejor Whisper XL consigue que se oigan las conversaciones tranquilas sobre bobadas de “+Gente”. Fíjense: desde que Arguiñano está en Antena 3 esta cadena ha mejorado mucho el orden de presentación de sus platos. Otra cosa es lo de la mariposa.

28/4/13

CÁRITAS RAPELANDO DESDE UN HELICÓPTERO



Jesús Calleja ha pasado de ser aventurero vicario a ser monitor de aspirantes a aventureros vicarios. A ver si me explico. En sus primeros programas protagonizaba diferentes aventuras para que los telespectadores aventureros a los que les gustaría vivir sus aventuras pero no lo hacían, las vivieran de forma vicaria viéndole a él en la tele.

Pero ahora ha cambiado su papel. Ahora que la tele está repleta de programas tutoriales para ser consumidos por espectadores que caen en la misma trampa en la que caen los ilusionados lectores ilusos de manuales de autoayuda, Calleja se ha puesto al día. Así que, en “Desafío en el abismo” (noche de los viernes en Cuatro), es el monitor de unos concursantes “normales y corrientes” como cualquiera de nosotros que se enfrentan a las aventuras como lo haríamos nosotros… pero sin necesidad de tener que hacerlo. Como apenas tiene audiencia, habrá que concluir que en el mercado audiovisual español había cierta demanda de aventureros vicarios pero no la hay de aspirantes a aventureros vicarios.

Ni siquiera la polémica de andar por casa que se formó hace unos días, ni el cambio de día de emisión por uno más goloso beneficiaron a “Desafío en el abismo”. Sebastián Álvaro, director de “Al filo de lo imposible”, lo criticó, Frank de la jungla lo defendió, y Calleja contraatacó. Cuatro lo reubicó el viernes tras “Hermano mayor”. Dio igual. Apenas nadie quiso ver cómo diez concursantes se divertían pasando muchos nervios mientras rapelaban desde un helicóptero en las costas de Yucatán. Solo unos pocos aguantan a Calleja diciendo que este concursante “evoluciona” mucho, que ese “evoluciona” más, y que aquel “evoluciona” más, más y mucho más. Será que las personas “normales y corrientes” no estamos para pamplinas porque, querámoslo o no, conseguimos nuestra dosis de aventura diaria con solo salir a la calle o viendo el “Telediario”. Y quien quiere más emoción no necesita aspirantes a aventureros vicarios. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Cáritas están más cerca que las costas de Yucatán.

27/4/13

242 MUERTOS EN VIETNAM



Jesús Hermida, corresponsal de TVE en Nueva York, 1969: “Bien, estas son las fotografías carnet de la tragedia. Probablemente alguno de ustedes las conocerán ya. Fue la revista “Life” la que tuvo la simple y terrible idea: ¿por qué no reunimos en un solo número los rostros de todos los soldados norteamericanos muertos en Vietnam durante una sola semana? Simple y terrible idea la de poner rostros a un número. 242 eran los muertos”.

Lo emitió TVE hace más de 40 años en algún informativo y volvimos a verlo estos días en la última entrega de “En portada”, uno de esos programas imprescindibles capaz de reconciliarnos con la tele pública más allá de los vaivenes que sufre la pobre. En “La guerra que sí nos contaron” nos recordaron cómo Vietnam marcó un antes y un después en la cobertura mediática de la guerra. Entre otras muchas imágenes terribles, que la revista “Life” mostrara en uno de sus números las caras de los estadounidenses muertos del 28 de mayo al 3 de junio de 1969 cambió el curso de los acontecimientos.

En el “Telediario” a veces hablan de los desahucios, pero no siempre. Alguna vez nos recuerdan que todos los meses, todas las semanas, todos los días, en España se producen desahucios. Muchos. Pero se limitan a dar algún número: cientos, miles. Y ya está. En una hora da tiempo a contar muchas cosas, pero no a enseñar las caras de los desahucios del día. Mujeres, hombres, ancianos y niños ante cuyas casas nadie va a manifestarse porque no tienen casa, no tienen poder, no tienen rostro y no tienen derecho a manifestarse ante quienes sí tienen casa, poder y rostro porque molestan. Llevo años viendo cómo el “Telediario” informa sobre la bolsa. Seguro que lo hace con todo el detalle que la situación requiere, pero lo cambiaría encantado por las caras de los desahuciados. Nos haríamos una idea más ajustada de cómo van las cosas viéndolos desfilar uno detrás de otro ante nuestros ojos en lugar de las cotizaciones del día. Y quién sabe: la simple y terrible idea de poner rostros a un número ya ayudó a cambiar las cosas una vez.

26/4/13

#PORELCAMINODESWANN

(Esta columna ha sido posible gracias a la sin par documentalista Belén Suárez Prieto).

Un día de primavera, cuando Marcel Proust volvía a casa, su madre, viendo que él tenía frío, le propuso que tomara, en contra de su costumbre, una taza de té. Primero Marcel dijo que no; pero luego, sin saber por qué, volvió de su acuerdo. Mandó su madre por uno de esos bollos, cortos y abultados, que llaman magdalenas, que parece que tienen por molde una valva de concha de peregrino. Y muy pronto, abrumado por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, Marcel se llevó a los labios unas cucharadas de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las migas del bollo, tocó su paladar, se estremeció, fija su atención en algo extraordinario que ocurría en su interior. Un placer delicioso le invadió, le aisló, sin noción de lo que lo causaba. Y él le convirtió las vicisitudes de la vida en indiferentes, sus desastres en inofensivos y su brevedad en ilusoria, todo del mismo modo que opera el amor, llenándose de una esencia preciosa; pero, mejor dicho, esa esencia no es que estuviera en él, es que era él mismo. Dejó de sentirse mediocre, contingente y mortal. ¿De dónde podría venirle aquella alegría tan fuerte? Se daba cuenta de que iba unida al sabor del té y del bollo, pero le excedía en mucho y no debía de ser de la misma naturaleza. ¿De dónde venía y qué significaba? ¿Cómo llegar a aprehenderlo?

Decidió entonces Marcel que debía compartir aquello en su cuenta de twitter. Reconoció el tacto liso del móvil entre los objetos de su bolsillo derecho, y, con maestría pero sin rutina, lo extrajo y sacó una foto a la taza de té y los restos y migas de magdalenas que la rodeaban. Con igual seguridad accedió a twitter desde el smartphone y colgó esa imagen, tras lo que tecleó el hashtag #sentircosasquepasaranalahistoriadelaliteraturaalcomermagdalenas quetedatumadre. Pocas horas después lo habían retuiteado cincuenta y ocho amigos de Proust, y esa semana salió seleccionado en el ranking de twitter de “Top Trending Tele” de laSexta.

25/4/13

UNIVERSO PARALELO DE TETAS

El mayor inconveniente que tiene no seguir los reality shows de nuestra televisión es que nunca sabes quién es la tía que sale en tetas en la portada del “Interviú”. Es frustrante. Una semana sí y otra también pasas por delante del quiosco y ves en la portada de dicho magacín una chica más o menos atractiva, menos o más operada, toplessizada por lo habitual. Al lado aparece su nombre -“Maranaia Gonsalves”, pongamos-, su currículo -sea, ex-tronista de “Mujeres y hombres y viceversa”-, y alguna declaración impactante -“Álex nunca me quiso de verdad”, un suponer-. Y uno nunca sabe quién es Maranaia, ni Álex, ni tiene opinión formada sobre si la quiso de verdad o no. Está rodeada de otras revistas llenas de caras conocidas -Messi, Cristina de Borbón, Cospedal, Isabel Pantoja-, y pudiera dar la impresión de que la ignorancia acerca de la identidad de Maranaia no tiene consecuencias si uno conoce todo lo referente a Messi, Cristina de Borbón, Cospedal o Isabel Pantoja. Pues no, señores. Ya en los años 50 el matemático Hugh Everett propuso la existencia de universos paralelos y, simultáneamente con el Barça y el Partido Popular y la monarquía española y la corrupción coplera, va creciendo otro universo paralelo de mujeres-en-tetas-portadas-del-“Interviú” que el día menos pensado, a través de un vórtice espacio temporal o de un agujero no necesariamente negro situado en el centro de la galaxia, irrumpirán en las calles de nuestras ciudades y tomarán el poder del mundo que creíamos conocer.

Sólo hay una solución: conseguir que aparezca desnuda en esas portadas alguna concursante de “Saber y ganar” declarando algo del estilo de “el pintor más representativo de la contrarreforma española fue Zurbarán. Eso implosionaría desde el interior tal realidad exógena, acabaría con la amenaza que se cierne sobre nuestro planeta y, lo que es más importante, conseguiríamos que durante una semana -sólo una, qué más os da- a una parte importante de la ciudadanía de nuestro país nos sonara la cara de las tetas del “Interviú”.

24/4/13

TODAVÍA HAY CLASES

Carlos Fernández y Luis Alegre defienden en “El orden de El Capital” que el capitalismo sigue respondiendo a las mismas leyes que Marx estudió en el siglo XIX. Hace diez años se decía que el enfoque marxista de la lucha de clases había sido superado por los tiempos, pero aquí están los tiempos para demostrar que sigue habiendo lucha de clases. Carlos Fernández apunta que es irónico que fuera precisamente el magnate Warren Buffet quien declarara que por supuesto que hay lucha de clases… y la suya es la que va ganando. Mientras la izquierda cazaba moscas posmodernas, concluye Fernández, los capitalistas se volvían marxistas. Y ahora hablemos de cine.

La programación televisiva del pasado domingo demostró que sigue habiendo lucha de clases cinéfila. Cuatro honró la tarde del domingo programando la inmortal película “El planeta de los simios”, dirigida por Franklin J. Schaffner y protagonizada por Charlton Heston, y TVE entregó su “película de la semana” al vacío de la versión de “Ultimátum a la Tierra” dirigida, o lo que sea, por Scott Derrickson e interpretada, o así, por Keanu Reeves. Unos pocos años de eso que algunos llaman “crisis” han servido para acabar con derechos laborales y sociales conquistados a lo largo de muchas décadas de lucha. Unos pocos años de eso que algunos llaman “más medios” han conseguido acabar con la perfecta artesanía poética de películas como “El planeta de los simios”. Por supuesto que hay lucha de clases en el cine, y va ganando la clase de cine vacío con el que TVE suele llenar “La película de la semana” y que intenta acabar con las conquistas de un guion bien escrito y unas imágenes arrebatadoramente bellas. Mientras Tim Burton cazaba moscas posmodernas en su remake de “El planeta de los simios”, los capitalistas se volvían marxistas y envolvían productos como “Ultimátum a la Tierra” en un mensaje con toques ecologistas y pinceladas de crítica social.
Según el actor Peter O´Toole, cuando el cine resuelva sus problemas técnicos volverá  a manos de los poetas. Es posible. Mientras tanto, los poetas están perdiendo la lucha de clases ante las soluciones técnicas.

23/4/13

¡POR SAN JORGE!



Este año celebraremos el día del libro leyendo a Platón. Olé. Concretamente el libro VII de “República”. Es la obra en la que el bueno de Platón nos cuenta su famoso mito de la caverna. Cada vez que una serie española se ambienta en un instituto sale un profe explicándolo (desde “Compañeros” hasta “Física o química”), pero no vamos a leerlo por eso, sino para celebrar el día del libro con elegancia y valor.

Cuando Platón creó el mito de la caverna, inventó la pantalla. A un tris estuvo de inventar el cine y la tele. Lo que no se le ocurrió fue la posibilidad de que las pantallas acabarían siendo como son: individuales, portátiles y de uso voluntario. Por eso, cuando quiso describir a los seres humanos pendientes día y noche de las imágenes de una pantalla, imaginó que había que hacerlos prisioneros y encadenarlos a todos juntos en una caverna para obligarlos a mirar las imágenes que aparecían en una pared. Hoy no hacen falta ligaduras que nos aprisionen: todos disponemos de un montón de pantallas y algunas las llevamos con nosotros para mirarlas día y noche sin que nadie nos obligue.

¿Qué tiene esto que ver con el día del libro? Bueno, aquí proponemos cada año que se puede compatibilizar el ver la tele con la lectura aunque sea aprovechando las pausas publicitarias; pero no porque la tele sea la caverna que nos encadena y el libro sea la llave que nos libera para acceder a una auténtica realidad reservada para unos elegidos. La tele es una pantalla, y el libro, sea de plasma o de papel, también. Escojamos en la tele con el mismo cuidado que en los libros, y aprovechemos todo lo bueno que nos ofrecen.

“Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza”. ¿A que apetece seguir leyendo?

22/4/13

FIESTA DE LOS BAREINÍES



La revuelta en Baréin es como si el decorado del calabozo de Segismundo saltara delante del actor para interpretar el papel principal de “La vida es sueño”, como si uno de los extras de las escenas de multitudes en “Tierra de faraones” saltara al primer plano para sustituir al faraón Keops, como si el soldado que lleva la lanza torcida que está más a la izquierda en “La rendición de Breda” de Velázquez se plantara en el centro del cuadro y tapara las llaves de la ciudad para decir “Hola mamá, soy yo, estoy saliendo en un cuadro famoso”.

Los bareiníes querrán reivindicar lo que quieran, pero que anden enredando ante las cámaras cada vez que queremos ver por la tele la retransmisión del Gran Premio de Fórmula 1 es como si un auxiliar de las legiones de Julio César se pusiera a dar un discurso a voces justo cuando el general está diciendo “Alea iacta est”, como si un pintamonas quisiera pasar a la historia añadiendo bragas a los desnudos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, como si un proletario hubiera subido agitando los brazos ante Lenin cuando arengaba a la masa revolucionaria.

En definitiva, esto de los súbditos bareiníes del reino de Baréin (en efecto, la Real Academia dice que se escribe así) es un fastidio. Tienen que asumir que ellos son el escenario y nosotros los protagonistas, que son el fondo y nosotros la figura, que están ahí para dar más emoción a nuestras exóticas aventuras. Como pasa en las películas de Tarzán y en las de indios y vaqueros. Como pasa en el “Rally París Dakar”. Como en los realities de “Supervivientes”, “Perdidos en la tribu” o “Expedición imposible”.

Los bareiníes no deberían ser egoístas utilizando el colonialismo televisivo en su propio beneficio. Como antes lo fue el presidente nicaragüense Anastasio Somoza, el rey de Baréin será un hijo de puta pero es nuestro hijo de puta. Así que deberían dejar de interrumpir el sofisticado despliegue publicitario de la Fórmula 1 con su molesta y trasnochada propaganda.

21/4/13

TONTERÍA AUTO-CUMPLIDA



Descripción de un anuncio publicitario. Un coche está parado en una calle nocturna. El conductor, joven y enigmático, mira con interés y confianza a una casa unifamiliar que tiene delante. De pronto, inexplicablemente, comienza a ocurrir un fenómeno extraño en la vivienda: en el centro se abre un agujero inesperado; las tablas del exterior se comban, algunas salen despedidas; la fachada va dando paso a un hueco, una especie de túnel formado por la madera que la componía. Las vigas del porche delantero se quiebran, el tejadillo frontal también se hunde. Todo está bañado de una luz extraña. Un plano interior nos muestra la escombrera en que se ha convertido la salita de estar, los restos de pared y las virutas que vuelan al lado del sofá. El conductor pone en marcha el coche hacia la vivienda. Acelera. Un plano frontal de la casa nos muestra que el agujero se ha convertido en un tronco de cono en cuyo término parece abrirse el espacio exterior. Finalmente el coche entra por el túnel y se pierde en el misterioso destino al que conduce. Subtitulado puede leerse “Ficción publicitaria rodada en circuito cerrado”.

No me jodas, ¿de verdad? ¿De verdad lo que estamos viendo es una ficción publicitaria rodada en circuito cerrado? Tiene toda la pinta de ser una grabación de un suceso real que realizó un videoaficionado que pasaba por ahí. A diario las casas colapsan formando agujeros negros y los coches se meten por ellos para alcanzar nuevas realidades. ¿De verdad cabe una remota posibilidad, mínima, millonésima, de que una sola persona crea estar viendo el uso normal del Honda CR-V, y gracias a la lectura del aviso subtitulado desista de la idea de comprárselo y empotrarlo contra una vivienda? Lamentablemente, las personas somos tan tontas o tan listas como la sociedad y los medios de comunicación esperan de nosotros que seamos, y hoy en día la publicidad espera de nosotros que seamos muy, pero que muy muy tontos. Lo demuestra incluyendo ese tipo de subtítulos. Y calculando que compraremos sus productos.

20/4/13

LA PARAPSICOLOGÍA SE CONTAGIA


Confirmado: la parapsicología televisiva se contagia. La ciencia médica había estudiado con detalle todas las características clínicas que presentaba esta enfermedad en el brote que supuso “Cuarto milenio” en Cuatro. Había hipotetizado su etiopatogenia, su pronóstico; los investigadores más atrevidos habían intentado tratamientos que no llegaron a dar resultado. Pero todavía quedaba sin aclarar una cuestión fundamental en la prevención y control de este trastorno: la posibilidad de su carácter contagioso y, en caso afirmativo, las vías de tal contagio.

El estreno durante esta semana del programa “Al otro lado” en Telecinco confirmó los peores presagios. El brote de “Cuarto milenio” se había mantenido limitado a la ex-cadena de ex-Prisa mientras pertenecía a sus antiguos dueños, pero, tras el traspaso de Cuatro a Mediaset y su maridaje con Telecinco, no ha tardado en aparecer en esta cadena un nuevo brote de parapsicología televisiva bajo el formato del programa “Al otro lado”. Las características clínicas de “Al otro lado” resultan ser idénticas a las de “Cuarto milenio”: afirmaciones completamente gratuitas sobre temas absolutamente inventados, pedantería y postureo, historias risibles presentadas con solemnidad, profesionales que viven de creer en fenómenos absurdos hablando con humildad impostada a espectadores con cocientes intelectuales de un solo dígito, -“desde mi opinión de ignorante, de absoluto ignorante...” dijo uno de los contertulios que lleva  doce años viviendo de esto-.

El análisis microbiológico de los dos casos apunta a la misma cepa. “Cuarto milenio” está conducido por Íker Jiménez y en él colabora Carmen Porter. “Al otro lado” está conducido por Carmen Porter y en él colabora Íker Jiménez. En su paroxismo, un participante aseguró que “estos fenómenos escapan a nuestra comprensión”, -lo cual no le impidió seguir hablando de ellos durante dos horas tras veinte años editando una revista de parapsicología-. La única esperanza que nos queda de controlar la epidemia es pedir al doctor Évole que le aplique al paciente el electroshock que siempre supone “Salvados”.

19/4/13

ALGO HUELE A PODRIDO EN TVE



Hace un mes que un grupo japonés de investigadores japoneses de una universidad japonesa de Tokio (Japón) presentó en una Conferencia de Realidad Virtual celebrada en Florida un invento que aquí no tiene ningún futuro televisivo. Se trata de la “smelling screen”, una pantalla que permite que la tele emita aromas según lo que esté mostrando en cada momento. Ellos se lo habrán currado con toda la ilusión del mundo pensando en una tele con fragancia, pero por aquí, viendo lo que nos encontramos cuando nos arriesgamos a dar un paseo con el mando a distancia, pensamos más en la tele con olor. Y la tele con olor tendría un problema fundamental: que aquello iba a oler a mil demonios.

El olor no solo sería un problema en el caso de la telebasura, como todo el mundo se imagina (bueno, como “imagina” tiene que ver con “imágenes” y hablamos de “olores”, habría que decir algo así como “se oloriza”). En efecto, hasta los programas respetables, como el “Telediario”, de las cadenas respetables, como TVE, corren el peligro de oler peor que la Dinamarca del príncipe Hamlet (por cierto, quienes hablan de la “marca España” deberían hablar también de la “marca Dinamarca”: suena igual de mal, pero por lo menos te ríes).

Es que en los informativos de TVE están pasando cosas que no huelen demasiado bien. Cecilia Gómez fue nombrada subdirectora de los Servicios Informativos hace menos de un año por la actual dirección, pero esta semana se vio obligada a dimitir porque al enviar un correo rutinario adjuntó por error un archivo repleto de comentarios muy feos sobre la línea política de diferentes trabajadores y miembros del Consejo de Informativos de TVE recién elegidos por sus compañeros. Parece que el archivo, titulado “Consejo de Informativos de TVE para Charo”, era para Rosario López Miralles, consejera nombrada por el PP de la que Gómez fue asesora hasta que la ascendieron a subdirectora. Hay quien añade que ambas estaban detrás del controvertido intento que hubo hace unos meses para controlar el sistema informático que utilizan los redactores que hacen los informativos. ¿Qué, notan el aroma?

18/4/13

LA MIGRACIÓN DE ISABEL PANTOJA



Esto va a ser cosa de que estamos metidos hasta las trancas en una glaciación y no se enteró nadie. Una glaciación gorda. Una de esas que hacen que se acumule tanta agua helada en los continentes que el nivel del mar desciende a lo burro. Ese es el auténtico cambio climático que estamos viviendo y lo demás es pitorreo.  Por eso, anteayer los españoles pudimos asistir a la transición entre dos programas más bestial de la historia de la televisión. En la sobremesa del miércoles, “Corazón” terminó con la sentencia de condena a Isabel Pantoja y Julián Muñoz. Un instante después, la primera edición del “Telediario” dio un giro de 360 grados para dejarnos donde estábamos ¡y abrió con la sentencia de condena a Isabel Pantoja y Julián Muñoz! Como diría Mauricio Colmenero, ¿pero esto qué es?

En la última glaciación, el nivel de los océanos descendió tanto que había muchas zonas del lecho marino por las que se podía caminar tranquilamente (igual que cuando Dios separó las aguas del mar Rojo porque se lo pidió Moisés y al pasar por allí el ejército del pueblo no elegido las hizo volver para que conociera su infinito amor y misericordia muriendo ahogado). Este descenso hizo que se crearan conexiones terrestres entre Australia y Nueva Guinea y Tasmania, entre algunas islas de Filipinas y algunas de Indonesia, entre Japón y Corea, o entre Asia y América por el estrecho de Bering. Y esos puentes de tierra permitieron la migración de plantas y animales entre los territorios conectados. Justo igual que está ocurriendo entre los territorios de “Corazón” y el “Telediario”: que los personajes de un lado migran para otro, y los del otro, para uno.

Hace años, la Pantoja y Muñoz pertenecían a ecosistemas televisivos diferentes. Ella era un personaje del corazón y él un político que podía salir en los informativos. Ahora ambos cruzan de un lado a otro sin mojarse los pies. Y no son los únicos. No hay más que poner la tele para asistir a un trasiego constante de fauna que va de un lado a otro de los géneros televisivos clásicos. Va a ser eso: que estamos en una glaciación así de gorda y no nos habíamos enterado.

17/4/13

POR SIEMPRE, TED

A Josh Radnor, el actor que interpreta a Ted Mosby en la serie “Cómo conocí a vuestra madre”, no le gusta su personaje porque le parece ridículo. Josh está harto de que le pregunten quién es la madre, afirma que la serie no es una de sus prioridades y se esfuerza en dejar claro que él escribe los guiones de sus películas, pero no tiene nada que ver con los guiones de “Cómo conocí a vuestra madre”. Josh Radner estuvo en España presentando “Amor y letras”, su segunda película, pero todos le preguntaban por Ted y por “Cómo conocí a vuestra madre”. Pobre actor con éxito. Qué pena.

Umberto Eco siempre tendrá que contestar cientos de preguntas sobre su novela “El nombre de la rosa”, a Mark Knopfler siempre le pedirán que toque “Sultans of swing” en sus conciertos, Jim Parsons jamás se quitará de encima el personaje de Sheldon Cooper, Matt LeBlanc jamás dejará de ser Joey, es imposible pensar en James Galdonfini sin que aparezca la sombra de Tony Soprano y es imposible ver a Leonard Nimoy sin echar de menos las orejas puntiagudas de Mr. Spock. Hay que aguantarse, amigos. El desprecio que muchos escritores, músicos y actores sienten por las creaciones que les hicieron famosos es tan inexplicable como injusto. No me imagino a Albert Einstein contestando en plan borde a preguntas sobre la Teoría de la Relatividad, ni a Marie Curie poniendo cara de asco cuando tenía que hablar de sus estudios sobre el radio, ni a Gandhi quejándose de que todos le pregunten por la independencia de la India. Mourinho se lo pasa en grande analizando su paso por el Chelsea ante cualquiera dispuesto a escucharle. A Maradona se le ilumina la cara cada vez que le preguntan por sus dos goles a Inglaterra en el Mundial de México. Shigeru Miyamoto no odia a Mario. Si Miguel de Cervantes volviera al mundo de los vivos aceptaría con una gran sonrisa el interés universal por “Don Quijote de la Mancha” y soportaría con media sonrisa el desinterés general por su poesía. Y aún diría más. Si se produce la parusía, la segunda venida de Cristo a la tierra, y Jesús da una rueda de prensa, los periodistas le preguntarán por las bodas de Caná, el milagro de los panes y los peces y sus otros grandes éxitos. Luego ya, si eso, el fin de los tiempos.

Josh Radnor siempre será Ted Mosby. Luego ya, si eso, veremos sus películas.

16/4/13

ANTITEO



Decía Chesterton que cuando la gente deja de creer en el catolicismo suele comenzar a creer en cosas peores. No sé. Si en un universo absurdo unas circunstancias sin sentido me forzaran a elegir entre casarme por la iglesia católica o casarme en “Las bodas de Sálvame” seguramente preferiría contraer matrimonio bajo la amonestación de un sacerdote trentino antes que oír, como hicieron Carolina y Cristian, “yo, Jorge Javier Vázquez, presentador de ‘Las bodas de Sálvame’, en virtud de los poderes que me confiere la audiencia de Telecinco, os declaro unidos en matrimonio. Lo que ‘Las bodas de Sálvame’ ha unido que no lo separe nadie”. Toda sociedad necesita mitos y ceremonias. Los mitos son historias modélicas que presentan las soluciones oficiales que cada cultura da a los problemas de la condición humana, mientras que las ceremonias ordenan temporalmente las etapas de la vida mediante ritos de paso. En Occidente, el cristianismo, habitual protagonista de estas cuestiones, perdió el monopolio de los mitos con la llegada de Hollywood hace un siglo. Con “Las bodas de Sálvame” y la aparición de la Iglesia de la Telecincología es fácil prever que se va a quedar también sin el chollo de las ceremonias.

El exitazo de audiencia así lo indica. Un cuarto de España abrazó la salvífica fe de Mediaset mientras yo reorientaba mis pasos hacia el rito romano. Y si alguna duda fugaz hubo, bastó comprobar que la apoteosis nupcial de Telecinco se acompañaba de Celine Dion gritando la eritematosa canción de “Titanic” (“yooor jiiir dersnooocin aifiiirrr...”) para que no sólo decidiera casarme bajo la marcha nupcial de Mendelssohn sino que ya corriera presto y jubiloso a los cursillos prematrimoniales de mi parroquia. Ateo como soy de todas las religiones, me declaro antiteo de cualquiera que tenga a Jorge Javier Vázquez como sacerdote. La Iglesia de la Telecincología no contará con mi alma entre sus filas. Para mitos ya me las apaño con Hesíodo y para ceremonias qué mejor que ver a Springsteen en su concierto gijonés de finales de junio...

15/4/13

REVILLA, PRINCESA DEL PUEBLO

Es el 15-M mainstream, la Belén Esteban de la política. Le entienden hasta los tontos y eso le parece una virtud. La gente le para por la calle, le dice que le quiere, le pide que vuelva. En el pasado tuvo motivos para ser conocido, pero de eso ya pocos se acuerdan. Es de derechas, pero no mucho; de izquierdas, pero no mucho; populista, pero no mucho. Todo su discurso político se resume en tres sencillas ideas: (1) “yo soy honrado, como queda demostrado por el hecho de que yo lo esté diciendo constantemente”, (2) “yo tengo la solución contra la crisis, y básicamente consiste en luchar contra ella”, y (3) “yo soy de Cantabria, lo cual me convierte en cántabro”. Que sus tres pilares ideológicos comiencen por el pronombre “yo” es una casualidad. La reciente aparición de la telebasura política, -extraño híbrido entre “Sálvame” y “Los desayunos de La 1”, nacido en Intereconomía y ya presente en las tardes de Cuatro y en algunas noches de Telecinco-, no podía estar completa hasta que apareciera una princesa del pueblo que liderase este nuevo género, como la némesis de María José Campanario lidera la basura rosa.

Y Miguel Ángel Revilla ascendió a su condición de princesa del pueblo el pasado sábado. Inexplicablemente, los programas de cotilleo político de la noche de Telecinco y laSexta se dedicaron simultáneamente a él. En “La Sexta Noche” aparecía en diferido, en “El gran debate” aparecía en directo. En laSexta prometía acudir al plató la semana siguiente para explicar la solución a la crisis. En Telecinco la estaba explicando. Zap: Revilla en laSexta diciendo simplezas. Zap: Revilla en Telecinco diciendo obviedades. Zap, zap: Revilla demostrando que se puede aparecer en dos cadenas a la vez y no estar loco. Está a un tris de participar en un concurso de saltos de trampolín, de irse a una expedición imposible, de aconsejar a adolescentes en “Hermano mayor”. Si la vida es un viaje, el suyo comenzó en la presidencia de Cantabria y terminará imitando a Freddie Mercury en “Tu cara me suena”. Ya va por la mitad del camino.

14/4/13

MENUDO TIEMPECITO



¿Hartos de mantener charlas insustanciales sobre el tiempo? ¿Cansados de que les pillen en un ascensor y les digan que hay que ver qué frío, qué calor o qué manera de llover, y le obliguen a contestar con un comentario insustancial del mismo jaez? Pensando en estos casos, Mònica López, directora del departamento del Tiempo de TVE, añadió el otro día un par de densos minutos a la información del tiempo que permite introducir un interesante giro a las conversaciones de ascensor. Gracias a ella, ahora podrán ser así:

- Hay que ver qué manera de llover, ¿verdad?
- Sí. Uno de los lugares donde menos llueve del planeta es el desierto de Atacama, en Chile, lo que lo convierte en un lugar privilegiado para tener un observatorio astronómico. Allí está el telescopio VLP (Very Large Telescope), uno de los telescopios más grandes del mundo -de hecho es un conjunto de cuatro grandes telescopios- que forma parte del Observatorio Austral Europeo. Desde allí han podido captar la imagen más precisa jamás obtenida de la nebulosa planetaria IC1295. Una nebulosa planetaria no es más que la atmósfera de una estrella en la fase final de su existencia. Las estrellas parecidas al Sol -o incluso algo más grandes- al final de su existencia expulsan su atmósfera, que se queda formando una burbuja de color verde en torno a un pequeño punto que es el resto de la estrella, que termina enfriando y muriendo en forma de enana blanca. El color verde se lo da el oxígeno ionizado de la atmósfera. Se llama “nebulosa planetaria” porque en los inicios de su observación ese aspecto verdoso hacía pensar a los astrónomos que era un planeta como Urano o Neptuno, como los planetas más alejados de la Tierra, pero luego, cuando las herramientas fueron más potentes, descubrieron que no era eso, que no era un planeta, sino la atmósfera de una estrella moribunda que expulsaba su atmósfera y formaba esa burbuja de color verde. ¿Sorprendente, verdad?

Vaya cómo mola. Como Mònica López se lo siga currando así de bien, en este país no va a reconocer las conversaciones de ascensor ni la madre que las parió.

13/4/13

EXPEDICIÓN POSIBLE



Anteayer terminó “Expedición imposible” en Cuatro. Por si no siguieron el programa, se lo resumo: unos cuantos personajes televisivos, en un intento de seguir viviendo al calor de los rescoldos de una fama que se va apagando, fueron a jugar a ser Indiana Jones a Marruecos con el habitual, noble y encomiable objetivo de ganar más dinero del que un español medio gana yendo a trabajar todos los días. Al final ocurrió lo peor, que todos han vuelto a casa y ahora andarán al acecho de una nueva presa televisiva que les permita anunciar que otro desastre está en marcha. Ya saben: “Voy a participar en un nuevo proyecto televisivo superilusionante. Es una nueva experiencia que supone un desafío y un reto personal porque blablablá”.

A ver, famosetes que os apuntáis a cualquier cosa. Aquí las cosas están mu malamente. Eso ya lo habréis notado porque la tele paga ahora por no hacer nada la mitad de lo que pagaba antes. Hay casos en los que incluso hay que hacer el esfuerzo de tirarse de un trampolín que no tiene ascensor para subir. Sabéis que miles de españoles tienen que marchar fuera a buscarse la vida. Pues no queda otra que aprender de las barbas de Yola Berrocal y poner las vuestras a remojar.

Hace unas semanas que tan glandular personaje anunciaba que marchaba de España. Un caso más de “fuga de cerebros”, decía ella con un par. Pues alegría: ya ha comenzado sus bolos allende los mares y ha participado en un programa de Univisión en Miami. En traje de baño. En un jacuzzi. Ideal. Divino. Y comodísimo. Seguro que pagan bien y hay sitio para más. Así que desde aquí animamos a los medio famosos y famosos enteros que invaden nuestras teles convirtiéndolas en un lodazal, para que se embarquen en este nuevo proyecto superilusionante que supone un desafío y un reto personal: ser un caso más de fuga de cerebros, pirárselas de aquí, dejarnos en paz y embarcarse en “Expedición posible”. Ánimo, tropa. “Expedición posible”, ¡menuda experiencia!

12/4/13

HACIENDO PUCHEROS




El miércoles por la noche La 1 estrenó “MasterChef”. Qué ganas teníamos. Cuánto anhelamos su llegada. Cuántas esperanzas habíamos depositado en este estreno. Es normal: gracias a que al fin empezó el dichoso concurso podrá terminar de una puñetera vez una de las campañas de lanzamiento más pesadas que recordamos en TVE. Como la tele pública no tiene anuncios (de momento), llevábamos un mes soportando una turra de promos inaguantable. De remate, esa tarde, bajo la amenazadora sombra de un reloj que hacía la cuenta atrás de los minutos que faltaban para el estreno, “+Gente” ofreció una tertulia sobre “MasterChef” que avanzaba lo que nos venía encima: un popurrí de topicazos y lugares comunes rebozado en ñoñería y superficialidad sobre un lecho de aburrimiento y espuma de nada. Carmen Lomana se llevó, una vez más, la palma. Entre sus aportaciones de esa tarde al pensamiento occidental están, a saber: que en la cocina es muy importante la pasión, que en la cocina es muy importante comprar buenos productos (¡para lo que los cocineros incluso tienen que ir al mercado a las ocho de la mañana!) y que en la cocina es muy importante la higiene y el orden. Qué perspicacia. Qué ojo. Qué mujer.

Y a la noche llegó el estreno. Como “OT”, pero en vez de un micrófono, los concursantes blandían una cuchara de madera. Los tópicos esperables: que si mi vida es la cocina, que si cocinar para mí lo es todo, que sin cocinar no soy nada, que si es mi ilusión, mi pasión, mi vida entera. La tensión de la selección, las familias, las esperanzas, las historias personales salpimentando cada plato, las alegrías por ser seleccionados (“La hora más importante de vuestras vidas comienza en 3, 2, 1… ¡Ahora!”. Mentira cochina). Lo más entretenido era ver cómo tras la aparente selección de cocineros se escondía la auténtica selección de perfiles de concursantes que más juego dan en este tipo de programas. Y lo más divertido, que daba igual el plato que cocinaran, la mayoría terminaba haciendo pucheros. Justo cuando llegaba el veredicto. Primeros planos de pucheros. Pucheros en su punto.

11/4/13

TELEJOSÉ COUTO

  

Si Wikipedia dice que la televisión es un sistema para la transmisión y recepción de imágenes en movimiento y sonido a distancia que emplea un mecanismo de difusión, será porque lo es. Permite que los espectadores recibamos estas señales cómodamente en nuestras casas, pero para que funcione necesita que una persona vaya con su cámara al lugar de los hechos y nos las envíe. Había una persona que desde 1995 hasta 2003 trabajó recogiendo imágenes por diferentes partes del mundo. Así Telecinco emitió, por ejemplo, reportajes sobre el secuestro del periodista Jon Sistiaga en Macedonia, el buque oceanográfico Hespérides en la Antártida, las cuevas de Lascaux en Francia, el incidente de la isla Perejil, el vertido del Prestige o la guerra del Golfo, gracias a su trabajo. Y gracias a su trabajo, los espectadores pudimos verlo todo a distancia con solo apretar un botón. Esa persona dejó de recoger imágenes el ocho de abril de 2003 porque un tanque del ejército norteamericano disparó sobre el hotel desde el que grababa y lo mató. Se llamaba José Couso y hace ya diez años que en la tele nuestros ojos no ven por los suyos.

El décimo aniversario de esta muerte debería haber sido algo más que una noticia sepultada entre otras. Sobre todo para Telecinco. Es cierto que estos días se agolparon muchas muertes de personajes famosos, pero Telecinco podría haberse contraprogramado (una costumbre habitual de los años en que Couso trabajaba en esa casa) emitiendo un especial sobre su muerte y la posterior lucha para que se haga justicia. Anda que no tiene Mediaset cadenas a porrillo como para escamotear en algún rincón un programa de homenaje a un tipo que dio su vida para que, por ejemplo, Telecinco se llame “tele” por algo.

Otros manejan hoy las cámaras para que Telecinco pueda seguir haciendo televisión, pero la mayoría está enviando imágenes de estos señores saltando a una piscina, de esos otros encerrados en una casa o de aquellos haciendo el bobo en un plató. Nosotros podemos cerrar el círculo cómodamente en nuestras casas no viéndolo.

10/4/13

SARUMAN TV

La presencia de un programa como “Astro TV” en las madrugadas de laSexta no sólo repugna a la razón, sino que provoca vómitos a la fe. Como no es posible, sin que repugne a la razón, que un espectador pase de acompañar un viernes a Gloria Serra en “Equipo de investigación” a soportar en la madrugada de un sábado el asqueroso mamoneo que se trae entre manos el equipo de adivinos de “Astro TV”, es de suponer que hay espectadores que se enganchan a “Astro TV” porque sí, porque les apetece, porque les gusta, porque les ayuda a dormir o porque quieren relajarse un rato. Y eso provoca vómitos a la fe porque, como decía Diderot, la superstición ofende más a Dios que el ateísmo. Es decir, la creencia supersticiosa en adivinos, echadores de cartas, médiums y demás estafadores ofende más al dios de las televisiones que los ateos que no creen en “Salvados”.

Puede que laSexta no elimine “Astro TV” de su parrilla por el mismo motivo por el que santo Tomás de Aquino creía que Dios no había eliminado del mundo todo aquello que da al ser humano una ocasión de pecado: sin “Astro TV” y sin la ocasión de pecar, una parrilla televisiva y el mundo estarían incompletos. Es posible que una cadena televisiva sin “Astro TV”, sin “Gran hermano”, sin “Cuarto milenio”, sin “Ganing casino” o sin “Gandía Shore” esté tan incompleta como un mundo sin ocasión para pecar de soberbia, de avaricia o de pereza pero, con perdón de santo Tomás, prefiero verlo de otra forma. Elrond dice en “El señor de los anillos” que nada es malo en un principio, y que ni siquiera Sauron lo era. Los adivinos de “Astro TV” no eran malos en un principio. Ellos querían estudiar física o astronomía, pero les pudo la pereza y prefirieron ganarse la vida con el tarot y la astrología. Los adivinos de “Astro TV” y Sauron eligieron mal porque eligieron el mal. Y laSexta hace también mal cediendo tiempo y espacio a “Astro TV” porque no es lo bastante valiente como para prolongar su apuesta por programas como “El intermedio”, “Salvados” o “laSexta columna” al horario de madrugada. Un adivino es tan peligroso como Saruman, pero todos los adivinos habrían querido ser astrónomos y estoy seguro de que a Saruman le habría gustado terminar sus días fumando una pipa con Gandalf.

9/4/13

ESTRELLAS, PERSONAS, AMOR Y SERIES

Como pasa con las estrellas, las personas o el amor, la vida de las temporadas de las grandes series norteamericanas consta de una serie de fases que se van sucediendo en un orden invariante desde el nacimiento hasta la muerte. Fase 1: emisión en cadenas estadounidenses y pirateo subtitulado por parte de sus seguidores en nuestro país. Fase 2: emisión en canales de pago en nuestro país. Fase 3: emisión en canales generalistas en nuestro país. Fase 4: edición del DVD, consumo online y pirata. Fase 5: desaparición del mercado, reducción de su presencia en los servidores. Fase 6: muerte. Y como pasa con cada estrella, cada persona o cada amor, cada temporada tiene su apogeo en una fase u otra, llega a su punto culminante entre nosotros en una etapa determinada, siendo las demás momentos de preparación o de decadencia.

Valga esta birria de Teoría de las Series para celebrar pero también cuestionar los sucesos que veremos en nuestras pantallas hoy y mañana. “Juego de Tronos” llega esta noche a su fase 2, con el estreno de su T3 en Canal+. Su fase 1 duró tan sólo una semana, y únicamente durante las 24 horas posteriores a la difusión de su primer capítulo en EE.UU. se produjeron más de un millón de descargas ilegales en todo el planeta. “Homeland” llega mañana a su fase 3; tras algún año de fase 1 y algunos meses de fase 2, su T1 será emitida en abierto a partir de ese día por Cuatro.

Ambas son series densas, de complejas tramas horizontales, que no permiten medias tintas a sus seguidores: o se es fanático de ellas o no se ven. ¿Cuántos espectadores que han visto la T1 y la T2 de “Juego de Tronos” no han conseguido ver todavía, por un canal o por otro, el primer capítulo de la T3? ¿De verdad queda en España algún potencial seguidor de “Homeland” que no se haya vuelto un actual seguidor de “Homeland” en sus fases 1 y 2? Como pasa con las estrellas, las personas o el amor, cada gran serie norteamericana ha de ser disfrutada de una forma diferente en cada momento de su vida. Lo contrario sólo produce incomprensiones y oscuridad.

8/4/13

DENTRO DE LYDIA LOZANO



Inventario de cosas en este mundo que son mucho peores que Lydia Lozano: Lydia Lozano llorando; el maquillaje de Lydia Lozano; Lydia Lozano gritando; Lydia Lozano sufriendo el inicio de un ataque de ansiedad ante las cámaras; Lydia Lozano mirando muy seria a su interlocutor o interlocutora como si éste o ésta le estuviera diciendo algo interesante; Lydia Lozano agitando sus mechas al discutir con Mila Ximénez; el peinado de Lydia Lozano; la ropa de Lydia Lozano; Lydia Lozano sonriendo suavemente a su interlocutor o interlocutora como si estuviera compartiendo emociones con él o ella; Lydia Lozano hablando sobre cualquier cosa; Lydia Lozano callando sobre cualquier cosa; Lydia Lozano no pudiendo más; esas desasosegantes fotos en primerísimo plano de Lydia Lozano en la que su cara parece una máscara grotesca, un cuadro pasado de rosca de Jackson Pollock, una pintura negra a todo color del último Goya, una de esas cabezas de cabezudo que tanto miedo nos daban en la infancia; Lydia Lozano teniendo que marcharse del plató; Lydia Lozano agitando sus mechas al discutir con Rosa Benito o Karmele Marchante o Chelo García Cortés; Lydia Lozano clavando su pupila azul en la pupila de su interlocutor o interlocutora para conseguir una confesión de él o de ella; Lydia Lozano teniendo que quedarse en el plató; Lydia Lozano poniéndose las gafas; Lydia Lozano quitándose las gafas; Lydia Lozano sufriendo la parte central de un ataque de ansiedad ante las cámaras; Lydia Lozano enfatizando sus palabras estirando el dedo índice con el brazo en posición vertical haciendo que su mano derecha parezca el cursor del ratón cuando se coloca sobre algo clicable; Lydia Lozano pudiendo más; Lydia Lozano sufriendo la parte final de un ataque de ansiedad ante las cámaras; Lydia Lozano agitando sus mechas al discutir con Belén Esteban.

Existen muchas cosas peores que Lydia Lozano, pero todas están dentro de Lydia Lozano. Es lo que tiene ser Lydia Lozano.

7/4/13

RUIDO DE FONDO



“Money time” es como la foto de muestra que viene dentro de los marcos. Está ahí porque quedaría muy desangelado que se viera directamente la madera del fondo. Es como la hora que marcan los relojes en los expositores. Dado que es imposible que un reloj esté marcando ninguna hora no queda más remedio que ajustar alguna hora en ellos. Como el excipiente de los medicamentos. No se puede envasar exclusivamente los escasos miligramos requeridos de cada principio activo, así que se completa la cápsula con varios gramos de materia neutra. Como la música de fondo que suena en los ascensores de los edificios lujosos. No pretende ofrecer al usuario piezas musicales para su disfrute sino privarlo de la incomodidad que el silencio suele suponer cuando uno se encuentra acompañado de extraños. Es como los textos que se utilizan para probar diversas tipografías. No importa en absoluto lo que digan sino la ocasión que dan para comprobar la forma de las letras que los forman. Como la carta de ajuste cuando la televisión emitía cartas de ajuste. Es algo que hay que emitir cuando no hay nada que emitir. Como los espesantes que contienen determinados productos alimenticios. Los almidones y los gelificantes dotan de consistencia a algunas sustancias algo desvahídas como para formar un todo unitario.

Como el 0 en la suma y la resta. Como el 1 en la multiplicación y la división. “Money time” es el elemento neutro de la programación que deja invariante cualquier parrila en la que se coloque. No tiene ningún defecto. No tiene ninguna virtud. De hecho, no tiene ninguna característica de ningún tipo. Los concursos de cinco de la tarde, de decorados azules, de una hora de duración, de opciones sobreimpresionadas en pantalla que se ponen verdes o rojas según sean correctas o incorrectas, de presentadora simpática, de parejas de concursantes, de decisiones sobre si arriesgarse o no, son el ruido de fondo, la nieve, la radio no sintonizada de la televisión del siglo XXI. Nadie se ha enterado de la llegada de “Money time”. Nadie se enterará cuando se vaya.

6/4/13

#IMPUINFANTA



El hecho de que “Sálvame” haya dedicado una buena parte de su edición de anteayer a discutir la (des)imputación de la infanta Cristina ¿cambia el género televisivo de “Sálvame” o cambia el género informativo al que pertenece la corrupción dentro de la Casa Real? Puede parecer una cuestión menor, pero estoy dispuesto a defender delante de cualquier comunicólogo que lo ocurrido en la sobremesa de Telecinco el pasado jueves es un suceso conceptualmente tan importante para una Teoría de la Televisión como las plasmacomparecencias de Rajoy. Ver a Kiko Hernández discutiendo con Mila Ximénez acerca de Cristina de Borbón y el Instituto Noos ¿convierte “Sálvame” en un programa de debate político o convierte los pecadillos de la Infanta y su marido Ignacio en asunto del corazón basura? Según la respuesta sea una u otra habrá que reescribir unos u otros capítulos de “El gran libro de los fundamentos televisivos”.

La idea de que la monarquía española actual ha desempeñado un papel fundamental en la unidad de todos los españoles es defendida con absoluta unanimidad por todos aquéllos que consideran que la monarquía española actual ha desempeñado un papel fundamental en la unidad de todos los españoles. Entre los que no opinan así ya no hay tanta unanimidad. Pero todos han de reconocer a la infanta el mérito de haber derribado una nueva barrera que dividía a la ciudadanía hasta este jueves: aquélla que enfrentaba a los espectadores de actualidad rosa contra los espectadores de actualidad política. La primera imputación judicial en la historia de un miembro de la realeza europea, -“es cierto”, apostilla mi amigo Jesús, “véase a María Antonieta; antes no se les imputaba, se les amputaba, concretamente la cabeza”-, ha unificado al “Sálvame” de Telecinco con el “Más vale tarde” de laSexta. Y ha puesto patas arriba todo lo que creíamos saber sobre géneros televisivos sin necesitar más que la imagen de Paz Padilla, el logotipo de Telecinco y un hashtag sobreimpresionado en la esquina superior izquierda de la pantalla: #impuinfanta.

5/4/13

ELOGIO DE LA CORRUPCIÓN

   

Decía Adam Smith que no disponemos de pan, cerveza y carne gracias a la benevolencia del panadero, el cervecero y el carnicero, sino gracias a que estos buscan su propio interés. O sea, que el mercado nos abastece y funciona armoniosamente sin necesidad de que nadie intervenga ni lo regule desde fuera.

¿Y qué pasa con los informativos, espacios de investigación, programas de debate, secciones de análisis político y espacios de humor que últimamente proliferan y triunfan en todas las cadenas abasteciéndose de los sonados casos de corrupción que van destapándose? ¿Disponen de estos casos redondos como una hogaza, espumosos como una pinta y nutritivos como un chuletón gracias a la malevolencia de los corruptos? En buena lógica, no: no es gracias a la malevolencia de los corruptos por lo que la tele se mantiene bien abastecida, sino gracias a que estos buscan su propio interés.

Y ahora ya solo falta buscar cómo surge de aquí un mercado armonioso que no necesite ninguna intervención ni regulación externa para que nazca el liberalismo televisivo. A ver así: Los corruptos funcionan como beneficiosos acumuladores de recursos económicos. Ellos roban por su propio interés, es cierto, pero lo hacen aprovechándose de la abundancia de recursos, de modo que cuando cambia el ciclo económico y son descubiertos, proporcionan generosamente pan, cerveza y carne al mercado. En efecto, el descubrimiento de los casos de corrupción, su investigación y los largos procesos judiciales, generan un beneficioso incremento en la actividad televisiva que reactiva la economía audiovisual y permite que tengan audiencia, y por tanto, generen ganancias que revierten en toda la sociedad, tanto informativos como espacios de investigación, programas de debate, secciones de análisis político y espacios de humor.

Pone uno la tele estos días y, mientras recorre los canales y se encuentra en todos la misma noticia bomba, no puede evitar pensar lo divertido que resulta el liberalismo televisivo. Otra cosa es lo que piensen Cristina Borbón y su familia. 

4/4/13

NO TODOS LOS ESPECTADORES VALEMOS LO MISMO

  

Por si algún día usted acabara al frente de una cadena de televisión -cosas más raras se vieron- sería importante que aprendiera a hacer declaraciones rimbombantes y darse pisto. Es fácil: basta con imitar el estilo de Paolo Vasile, el gran jefe de Telecinco.

Lección primera. Si dirige usted una nueva cadena y dispone de pasta suficiente en tiempos en que la tele pública pierde su monopolio histórico, utilícela para copiar el modelo de televisión hortera italiana y para fichar a golpe de talonario a unos cuantos profesionales de la tele pública. Así irá ganando audiencia poco a poco. No importa que la pública gane por goleada: usted dirá que es el primero de su grupo. Telecinco no despegó en su día reconociéndose la penúltima, sino vendiéndose como “la primera de las privadas”.

Lección segunda. Si además de disponer de pasta tiene estómago, puede inundar su programación de cotilleos babosos y realities tramposos (y viceversa) hasta desbancar a la tele pública y ser la cadena más vista del país. No importa que le acusen de hacer televisión basura: usted dirá que da al público lo que le pide.

Lección tercera. Si otra cadena privada, como hace estos meses Antena 3, asalta su liderazgo, declare que no todo vale, que la audiencia no lo es todo, ni lo justifica todo, porque lo más importante es ahorrar gastos y la austeridad. No importa que le acusen de no saber perder: usted dirá que la guerra ya no es la audiencia, sino el coste.

Lección cuarta. Si en el futuro, el Dios de las televisiones no lo quiera, usted perdiera la guerra de la audiencia y perdiera la guerra del coste porque otra cadena lograra más espectadores y lo hiciera con programas más baratos, échele morro y declare que no todos los espectadores valen lo mismo. No importa que le acusen de indeseable: usted dirá que ofrece a los anunciantes un target urbano y con alto poder adquisitivo. ¿A que es fácil?

3/4/13

MÁS CORNÁS DA UNA ETT

        

No hay asociaciones de médicos ni de pacientes buscándole las cosquillas a la mascletá, ni a la cremá, ni a la tamborrada, ni a los encierros de san Fermín, ni a las procesiones de Semana Santa. Pero sí las hay detrás de “Splash!” y de “¡Mira quién salta!”. Dicen que los saltos al agua son peligrosos para los participantes y para los espectadores que los imiten el próximo verano.

Primero lanzó sus advertencias el Colegio Profesional de Fisioterapeutas. Unos saltos de Falete más tarde, sumó sus quejas la Asociación de Parapléjicos y Grandes Discapacitados Físicos de Madrid y la Fundación de Lesionado Medular. De la mascletá, la cremá, la tamborrada o los encierros no dicen nada el Colegio Profesional de Fisioterapeutas ni el de Otorrinos, como tampoco dicen nada la Asociación de Heridos por Asta de Toro, la Fundación de Grandes Quemados ni la de Lesionados con Hernia Discal. Las explosiones, hogueras, decibelios y toros pueden ser peligrosos, pero forman parte de tradiciones sólidamente arraigadas que no solo se toleran, sino que incluso se fomentan.

Las quejas sobre “Splash!” y “¡Mira quién salta!” son injustas porque ignoran que estos programas también forman parte de una larga tradición patria con una sólida raigambre en nuestra cultura televisiva. ¿Me refiero a saltar a una piscina delante de todo el mundo? No, por Dios, eso es solo la última tontería con la que nos quieren hacer comulgar desde hace unas semanas en Antena 3 y en Telecinco. La tradición a la que me refiero es la de estar dispuesto a hacer cualquier cosa en la tele, da igual lo estúpida o peligrosa que resulte, no importa la influencia que ejerza sobre una audiencia empeñada en imitar cualquier tontería que hagan los famosos, con tal de ganar mucho dinero. Tanto respeto merece Jesulín de Ubrique cuando por tradición mata un peligroso toro, como ahora que por tradición hace unos peligrosos saltos para trincar una pasta que le evitará, a él y a los suyos, pisar jamás una ETT.

2/4/13

XAVIER SARDÁ Y SU DOBLE



Y entonces lo vi claro: alguien había reemplazado a Xavier Sardá por un doble. No cabía otra explicación. Tendría que haber ocurrido... no sé... hacia 2001 o 2002. Por motivos que nunca llegaremos a saber Sardá se habría visto asaltado cuando se dirigía hacía el plató de Telecinco desde donde se emitía “Crónicas marcianas”. Lo habrían anestesiado, o drogado, o engañado. Le habrían hecho lo que fuera, pero el resultado fue que alguien muy parecido físicamente a él pero sin el menor talento televisivo tomó su lugar. Rollo lo del doble de Paul McCartney a mediados de los sesenta, o lo de Joan Fontcuberta, perdón, Ivan Istochnikov en “Cuarto milenio”. A partir de ahí ocurrió lo que todos ya sabemos: el patético final de “Crónicas marcianas”, sus periodos de ausencia, aquel programa de viajes que convertía mirar la pared en una actividad estimulante, aquel otro programa como de pasar un día con alguien que convertía su anterior programa de viajes en una experiencia enriquecedora. Y apariciones esporádicas de tertuliano aquí y allá. Y entrevistas como la mantenida con Jordi González en el último “El gran debate”.

Fue justamente en este momento del pasado fin de semana cuando llegué a la conclusión con la que inicio la columna. La entrevista fue tan acartonada, previsible y autocomplaciente que no puede haber sido protagonizada por la misma persona que condujo “La ventana” en la Cadena SER durante los noventa. La persona que se presenta desde hace una década como Xavier Sardá puede llamarse Andrés Gómez o Pedro Carlos Torremocho, pero, desde luego, no se trata de Xavier Sardá. Es más, estoy prácticamente seguro de que fue el propio Xavier Sardá el que, previendo lúcidamente en lo que llevaba camino de convertirse, tramó el engaño para que fuera otra persona la que terminara convirtiéndose en lo que se iba a convertir él. El auténtico Sardá ahora está en una isla del Pacífico, o en un pueblecito del Ampurdán, o en un paraíso fiscal. Con el señor Casamajor y descojonándose viendo a su doble hacer el ridículo en “El gran debate”.

1/4/13

PARADOJAS Y MAGISTERIOS


El pasado sábado a la hora de la cena -en España cenamos muy tarde- dos programas compitieron por el mismo segmento de espectadores. En primer lugar, en La 1 “Informe Semanal” emitía una edición especial celebrando su cuadragésimo aniversario; dos reportajes repasaban la historia del programa y los principales hitos informativos que el mundo ha vivido a lo largo de estos cuarenta años. En segundo lugar, laSexta ofrecía un interesante debate en “La Sexta Noche” acerca de las actividades de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, con la participación de Ada Coláu y una banda de contertulios que discutía la conveniencia del escrache y otros modos de protesta de este grupo. “Informe Semanal” existe en mi vida desde que tengo uso de razón televisiva y, al margen de fluctuaciones momentáneas debidas a las diversas direcciones políticas del Ente Público en las que no viene al caso ahora entretenerse, ha sido siempre un referente de excelente periodismo y de magnífico análisis de la actualidad. Poco a poco, como un lento goteo que puede pasar desapercibido, “Informe Semanal” me ha enseñado a amar los buenos informativos televisivos y a buscar en la pantalla las claves que aclaren los grandes temas que están ocurriendo en cada momento. Por eso, por cómo me ha formado “Informe Semanal” como espectador y todo lo que he aprendido como ciudadano gracias a él, no tuve ninguna duda sobre qué ver el pasado sábado a la hora de la cena -en España cenamos muy tarde-: “La Sexta Noche” con su interesantísimo debate sobre la aterradora situación en la que se encuentran doscientas mil familias en nuestro país y la legitimidad de llegar a protestas tan llamativas como el escrache.

Puede parecer una contradicción, pero sólo fue una paradoja. Mi homenaje al magnífico periodismo que durante cuarenta años ha practicado “Informe Semanal” fue ver “La Sexta Noche”. Tome esa elección gracias al ejemplar magisterio de Erquicia, Colom, Magro y Gómez Montano. Seguro que ellos también estaban viendo en ese mismo momento a Ada Coláu.