
¿Han visto la película “El método”, de Marcelo Piñeyro? “El método” es más inquietante que “El aprendiz”, más dura, más deprimente y, seguramente, más realista. Yo les recomiendo ver “El método” y pasar de ese puto spot del genio y figura del tal Bassat y de todas esas chorradas en torno al liderazgo, la competencia salvaje como una de las bellas artes y la forma de ganar pasta “por acoso y derribo”. Personalmente, jamás compraría un bote de aceitunas a ninguno de los horribles concursantes de “El aprendiz” (ni, mucho menos, un coche usado), pero tampoco trabajaría para el “señor Bassat”, un barbero con experiencia clínica que se cree un cirujano.
No creo en la idea de “éxito” que supura “El aprendiz”. No creo en su idea de “equipo”. Tampoco creo que “si uno es perseverante consigue sus objetivos”, como asegura el señor Bassat. Supongo que el cementerio del mundo de los negocios, el marketing, la publicidad y tal y tal está lleno de cadáveres perseverantes que estaban dispuestos a comerse el mundo con patatas. Sí, sí, ya sé: estoy despedido. Pues vale. ¿Puedo irme ya a ver “CSI”, señor barbero?