18/8/17

ALIVIO ZOMBI


Si algo tiene de bueno la serie “Z Nation” (Cuatro), es que se puede destripar parte de su argumento sin que nos caigan encima legiones de seguidores con sus espadas flamígeras dispuestos a vengar semejante blasfemia. No se le ocurra desvelar algún detalle de “The Walking Dead”, otra serie de zombis, porque sus seguidores le comerán la cara. Por no hablar de “Juego de Tronos”, una serie en la que debemos medir en público nuestras citas y opiniones como si estuviéramos ante el Consejo de Guardianes de la República Islámica de Irán. Frente al fundamentalismo agrio de muchos seguidores de “The Walking Dead” o de “Juego de tronos”, es agradable ver “Z Nation” y pasar el rato con sus situaciones un poco disparatadas, acción sin medida, personajes delirantes (“Citizen Z”, un militar tan creíble como Mario Vaquerizo interpretando a Hamlet), bromas gamberras (un coche no funciona porque tiene un zombi metido en una rueda), efectos especiales entrañables (es decir, baratos) y una misión clara, sencilla de entender y larga de ejecutar: llevar como sea a Murphy, el único humano inmune al virus zombi, desde Nueva York a un laboratorio de California. En efecto, y como diría Cavafis, lo importante en la serie es el viaje, no los anticuerpos de Murphy que pueden servir para encontrar una vacuna y salvar a la especie humana. La acción es el mensaje.

En “Z Nation” no hay bates espinados como el de Negan en “The Walking Dead”, pero sí bates de hierro punzantes como el de Addy;  en “Z Nation” hay menos diálogos con intenciones profundas y menos reflexión acerca de la naturaleza y los límites del poder; y los zombis de “Z Nation”, a diferencia de los zombis de “The Walking Dead” que siempre están como de resaca, son más rápidos y peligrosos. Hay demasiados zombis sueltos en la televisión y el cine, es cierto, pero si “Fear the Walking Dead” dio un interesante giro a “The Walking Dead” y “Guerra mundial Z” nos permitió ver al Mossad israelí tomando medidas contra la invasión zombi que recuerdan a ciertos muros, “Z Nation” no se toma muy en serio a sí misma y eso hace que los espectadores tampoco nos tomemos muy en serio a nosotros mismos mientras vemos a ese médico que sólo ha visto muchos episodios de “Urgencias” y a ese chico que se hace llamar “10.000” porque su objetivo es matar 10.000 zombis y cada vez que mata un zombi dice el número, como hace el enano Gimli en “El señor de los anillos” cuando mata orcos. “Z Nation” nunca será una religión, como lo es “The Walking Dead” o “Juego de tronos”, así que nunca habrá herejías, dogmas ni espectadores destripados por destripar que no sé quién muere en no sé qué capítulo de no sé qué temporada. Qué alivio, ¿no?

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