30/4/19

TENEMOS GANADOR


Y el ganador del domingo es… ¡laSexta! ¿Ganó porque ganó el bloque de izquierda, y ya se sabe lo que es laSexta? ¿Ganó por los datos logrados por los partidos independentistas catalanes, y todos sabemos por dónde respira laSexta? ¿Ganó porque es “la Secta”? No, ganó porque es la cadena que más audiencia tuvo, la que logró mayor seguimiento, la que concitó un mayor voto popular. Así que déjense de pamplinas (nota para los “escuchantes” de “No es un día cualquiera”: “pamplinas” no es una palabra moribunda. Pueden escribir a palabrasmoribundas@rtve.es para que Pilar García Mouton cuente a Pepa Fernández que acaban de leerla).

Se daba por descontada la victoria de laSexta, pero hasta el recuento final de los audímetros nunca se sabe. Y ya han hablado. El liderazgo de laSexta ha sido aplastante, una sorpresa que ha pillado desprevenidos seguramente también a ellos mismos. Le dio una pasada a Telecinco —acostumbrada a ganar en la guerra de audiencias— y a La 1 —con unos resultados desastrosos, sombra de lo que fue—, y adelantó a Antena 3, que hace tiempo que en información política le cede el protagonismo. Ahora les toca no echar las campanas al vuelo porque la carrera por la información política es una carrera de fondo, y en un mes hay otras elecciones.

Con los datos de la noche electoral aún calentitos, ahora falta saber si laSexta podrá liderar esta nueva etapa o habrá un pacto de perdedores. Los resultados de laSexta son muy buenos, pero no cuenta con una mayoría suficiente y su liderazgo está en peligro. Ahora entra en juego la guerra de despachos y las reglas de la aritmética televisiva. Los números de laSexta deben sumarse a los de Antena 3 y todas las cadenas menores del grupo de Atresmedia. No parece que RTVE pueda hacerle sombra aunque recurra al viejo truco de unir la audiencia de La 1 y el Canal 24 horas, pero sí que Mediaset está en condiciones de sumar aquí y allá para forjar una mayoría suficiente. Sin duda, las cadenas deberían avisar con antelación de cuál será su política de pactos y no jugar con nuestro voto.

29/4/19

QUERIDO FUTURO PRESIDENTE


La ciencia es algo demasiado importante como para dejarla en manos de los empresarios y sus empresas. Incluso, si aceptamos la nueva jerga heroica, es demasiado importante para dejarla en manos de los emprendedores y sus emprendimientos. Es más, ya me vine arriba, la ciencia es algo demasiado importante como para dejarla en manos de los científicos. Hala.

Los científicos y los empresarios (y, bueno, los emprendedores) no son malos ni sospechosos de nada por el hecho de serlo, pero tienen un gran defecto imposible de superar cuando se trata de hacer ciencia: solo son una parte del todo. Faltamos todos los demás, y la ciencia es una tarea social, incluso global, que nos afecta a todos, y en la que, por tanto, todos tenemos algo que decir.

Con motivo de una reunión de Jurados de los prestigiosos Premios Rei Jaume I, un buen número de científicos premiados con este galardón, con unos cuantos premios Nobel, pidieron en Valencia una serie de medidas para impulsar la ciencia. La gracia está en que la enviaron a los principales candidatos a las elecciones Generales de ayer con un encabezamiento irresistible: “Querido futuro presidente”. Olé. La pena está en que no parece que nadie haya firmado como albañil, repartidor, enterrador, o, bien sencillo, telespectador. Vaya por Dios. Pues yo firmaría encantado como telespectador y por lo que me toca de enterrador. Y no me voy a quedar con las ganas.

Querido futuro presidente: haga caso a este manifiesto que deberíamos firmar todos. Apuesten más decididamente por permitirnos vivir en una sociedad del conocimiento. Dediquen recursos a esa tarea común que hacen unos pocos para todos los demás. Establezcan mecanismos para que la ciencia salga del debate partidista y del regate en corto. Tenga en cuenta que la ciencia también es algo demasiado importante como para dejarla en manos de los políticos. En definitiva, querido futuro presidente, olvídense del “qué hay de lo mío” y ocúpense más de “¿qué hay de lo nuestro?”. Ah, sí, y renovación de “Órbita Laika” para convertirlo en programa fijo de TVE, ya.

28/4/19

NO HAY ESCAPE DE LA POLÍTICA

“No hay escape de la filosofía”, dijo Karl Jaspers. Tampoco lo hay de la política. Jaspers quería indicar que tanto los que se adhieren explícitamente a una filosofía como los que pretenden hablar sin tomar partido están tomando partido. Una cosa es no tener principios filosóficos y otra es no saber cuáles son los principios filosóficos que tienes. Lo segundo se suele tomar por lo primero. Y lo mismo ocurre con la política. “Yo soy apolítico, es decir, de derechas”, decía el genial Perich. Todo es política. Es política la canción política y es política la canción que afirma no ser política. Es político el cine político y es igual de política la comedia romántica. No hay escape de la política.

Por eso no tiene sentido la jornada de reflexión, al menos tal como se contempla desde nuestro ordenamiento jurídico. Se supone que la televisión debía mantener durante el día de ayer una exquisita neutralidad en materia política, pero #0 emitió “Inside out”, el mayor canto a favor del individualismo narcisista que Disney ha realizado en su historia. Si esa película no defiende el liberalismo frente al socialismo, que venga Milton Friedman y lo vea. La 2 programó “Tendido cero”, su programa sobre tauromaquia; La 1, “Corazón, corazón”. Cuatro colocó durante la mañana dos programas de “Callejeros viajeros” realizados en el Magreb. Valores en conflicto, clases sociales, cultura. En una palabra: política.

La única posibilidad de cumplir auténticamente con la jornada de reflexión pasaría por interrumpir las emisiones televisivas en todas las cadenas durante veinticuatro horas. Pero eso, bien mirado, sería también un potentísimo manifiesto político. Le acaba de pasar a David Broncano, que hizo un monólogo sin chistes en “La resistencia” como protesta por la censura que está habiendo contra el humor políticamente incorrecto, y la gente se partía el culo oyéndolo. Asumamos que no hay escape de la política y, ya que vamos a votar votemos o no, votemos.

27/4/19

REFLEXIÓN


A lo largo de este mes de abril hemos asistido a momentos televisivos difíciles de olvidar. Durante los primeros días quedamos impactados por la muerte de María José Carrasco. “El intermedio” emitió una grabación durísima realizada por su marido. Pero éste no fue el momento televisivo de mayor audiencia del mes. La catedral de Nôtre Dame ardió y otra vez se llenaron las pantallas de imágenes que pasarán a la historia de Europa y a la historia del arte mundial. Pero éste tampoco fue el momento televisivo de mayor audiencia del mes. Comenzó una campaña electoral especialmente bronca, abierta y trascendental. Mítines, entrevistas, polémicas. Asistimos a dos debates televisivos discutidísimos. Pero nada de lo relacionado con nuestras elecciones fue el momento televisivo de mayor audiencia en nuestro país.

Se emitió la increíble serie documental “One strange rock”, pero no fue el momento televisivo de mayor audiencia del mes. Arguiñano cocinó decenas de deliciosas recetas, pero ninguna de ellas llegó a ser el momento televisivo de mayor audiencia del mes. Los Lobos siguieron ganando todas las entregas de “Boom”, pero nunca consiguieron ser el momento televisivo de mayor audiencia del mes. Se emitió “Un tranvía llamado deseo”, “Adivina quién viene esta noche”, “El graduado”, el “Hamlet” de Kenneth Branagh y el “Don Quijote” de Orson Welles. Ninguna de estas películas fue el momento televisivo de mayor audiencia del mes.

El minuto más visto de la televisión española en abril fue el salto desde el helicóptero de Isabel Pantoja en la gala de arranque de la nueva edición de “Supervivientes”. Lo digo a sabiendas de que aún quedan cuatro días del mes de abril, que van a incluir en su programación una noche de resultados de unas elecciones generales. Les garantizo que no superará en audiencia a la llegada de la tonadillera a la isla. Hoy es jornada de reflexión y a lo mejor quieren incluir este asunto entre las reflexiones de hoy.

26/4/19

CONTRA CARLOS SOBERA


Rompo oficialmente relaciones diplomáticas con Carlos Sobera. Retiro mis embajadores de su carrera profesional. Lo nombro persona non grata en mi televisor. Lo incluyo en mi lista oficial de los integrantes del eje del mal televisivo. Se acabó, es el fin, hasta aquí llegamos, él ahí y yo aquí, cada uno en su casa y aquí paz y después gloria.

No es porque Sobera haga mal su trabajo, desempeñe mal sus tareas o no cumpla sus obligaciones. Ojalá fuera por eso, porque eso tiene arreglo. El problema es que el simpatiquete actor de la serie “Al salir de clase” (y alguna otra), el simpaticote presentador del concurso “¿Quién quiere ser millonario?” (y muchos otros), ya no da pie con bola, acepta obligaciones que nadie debería asumir, desempeña tareas que sería preferible abandonar y realiza trabajos que sería mejor que nadie hiciera.

En su día nos pareció excesivo que Sobera se hubiera venido arriba atreviéndose a presentar la edición española de la excepcional serie de divulgación científica “Cosmos” en Mega. Eso fue hace cuatro años. Desde entonces ya solo se atreve a venirse abajo. Puso su carrera en manos Mediaset y se despeñó por sus acantilados. “First dates” es el hijo hortera de “El diario de Patricia” y “Contacto con tacto”. “Volverte a ver” es la versión cutre de “Sorpresa, ¡Sorpresa!” (y una vergüenza lingüística para un tipo como él que publicó el libro “Los mil errores más comunes del lenguaje” y sabe que lo correcto es decir “Volver a verte”). El concurso “The Wall: Cambia tu vida” fue pretencioso y vacío. “Little Big Show” fue otro ejercicio de manipulación de los niños para el negocio televisivo. Y que ahora vaya a copresentar “Supervivientes” solo sirve para convencerme de que ya estaba tardando en mandarle a freír churros, que Jorge Javier Vázquez hace daño, pero no tiene por qué cargar con las culpas de todo. Y si hay alguien que aún quiere apiadarse de Sobera, que antes recuerde el anuncio machacón que aceptó hacer para ganarse un dinerito fácil sin importarle que fuera a costa de fomentar la ludopatía entre los telespectadores.

25/4/19

INDECISOS


Que no me entere yo. Que no me entere de que hay indecisos que siguen indecisos tras los debates. Pero, sobre todo, que no me entere de que siguen indecisos porque, en su indecisión, no se decidieron a ver los debates. ¿Cómo que no se decidieron a ver los debates? ¿Ninguno de los dos? ¿Ni un resumen? ¿Ni siquiera un trozo de un fragmento de un pedazo de una parte de una miajita para ver a qué sabe y hacerse una idea? Eso no es ser indecisos, eso es ser malas personas.

Los debates televisados se montaron porque las encuestas dicen que hay tantos indecisos, tantos que tienen claro que van a votar pero que no tienen claro a quién van a votar, que había que hacer algo para ayudar a esta pobre gente a decidirse. ¿Pobre gente? ¡Pero si se monta un follón enorme negociando dos debates consecutivos en formato taza y media y luego no los ve! Pobrecitos nosotros, que asistimos a la dura gestación, la complicada negociación y al doloroso parto de cada debate, que vimos ambos de cabo a rabo sin perder detalle, que nos tragamos los predebates y los postdebates con todos sus complementos, pobrecitos nosotros que no tenemos culpa de nada.

Quien quiera ser indeciso que lo sea. Es una opción, allá cada uno. Pero, coñonomejodan, el que sea tan indeciso que ni se decide a ver los debates organizados para sacarle de su indecisión, que sea indeciso de verdad. Es fácil. Cuando le hagan una encuesta electoral tiene que responder como la infanta Cristina en aquel juicio tan divertido en el que ni sabía, ni recordaba ni le constaba.
—¿Tienes decidido votar?
—No lo sé.
—En caso de ir a votar, ¿a quién votarías?
—No lo recuerdo.
—¿Fuiste a votar en las últimas elecciones?
—No me consta.
—¿Hay alguna posibilidad de que decidas querer votar, decidas elegir a qué partido votar y decidas ir a votar?
—No lo sé, no lo recuerdo, no me consta.

Con encuestas así, debates en la tele seguirá habiendo, pero al menos no se harán para traidores indecisos que deciden… escapar a Telecinco.

24/4/19

¿Y SI HABLAMOS EN SILENCIO?

¿Dos debates? Lo voy a decir. No es cierto que la política tenga que ser cada vez más televisiva, como repiten los organizadores de debates en TVE o Atresmedia con la insistencia de los vendedores de crecepelos milagrosos. No es verdad que un debate político en televisión en el que candidatos que nos explican con acritud por qué no tienen que gobernar los demás sea tan decisivo como el descubrimiento del mapa del tesoro en una novela de piratas. Es falso que la imagen es el mensaje como es falso que la alternativa a no gastar tanto dinero en la reconstrucción de la catedral de Notre Dame sea el fin del hambre en el mundo. O a lo mejor sí es cierto, sí es verdad y no es falso. Pero hay otros mundos, y no están en la televisión.

Propongo esta idea para un debate electoral verdaderamente decisivo. La cadena que organiza el debate debe comprometerse a no invitar a ningún político, no preparar un plató con muchas cámaras y atriles chulísimos, no concentrarse en repartir los tiempos con un sistema que parece inspirado por Sheldon Cooper y no tratar de convertir la política en un subproducto de la Liga de Campeones. No hay que hacer nada. Sin imágenes. Sin ruido. Así, los ciudadanos dispondremos de dos horas para leer los programas electorales de los partidos que previamente, y de forma gratuita, el Estado habría distribuido entre los ciudadanos. La lectura a fondo y en silencio, dice Carlos García Gual en “La luz de los lejanos faros”, es difícil en un mundo desgañitado por el ruido y abrumado por una inmensa e indigerible masa de informaciones urgentes, angustiosas, vocingleras y triviales. Pero la lectura a fondo y en silencio de los programas de los partidos políticos, sin resúmenes, sin aplicaciones que nos ofrecen ya masticadas las diferencias entre unos y otros, sin esfuerzos para infantilizar las propuestas políticas como quien se saca de la manga una versión de la “Odisea” para niños, es tan imprescindible como el estudio de la historia universal en el Bachillerato. La política, como la filología para Nietzsche, es un arte que pide a los ciudadanos que nos tomemos un tiempo en silencio. De acuerdo, el debate y el diálogo son imprescindibles, pero también lo es leer despacio, con intención penetrante, a puertas abiertas y con ojos y dedos delicados.

Propongo un tercer debate en silencio. Después, hablamos.

23/4/19

SÁNCHEZ GANÓ, SÁNCHEZ PERDIÓ, SÁNCHEZ EMPATÓ


No les voy a engañar: esta columna se escribe la víspera del día que ustedes la leen, de forma que me veo obligado a comentar el debate de ayer antes de que suceda. ¿Puede un detalle menor como éste impedirle realizar una brillantísima crítica, un certero análisis de lo ocurrido en TVE a un periodista de raza, un sagaz zorro del oficio gacetillero como el que esto escribe? Obviamente, no. En 1970, Miguel de los Santos no podía entrevistar a Julio Iglesias después del Festival de Eurovisión, por lo que le realizó tres entrevistas previas que fingirían ser posteriores. En la primera, Iglesias había quedado en una posición mediocre. En la segunda, había quedado cerca de la victoria. En la tercera, había ganado. Tras el Festival, TVE emitió la que procedía como si fuera en directo. Me considero un adelantado a mi tiempo, concretamente unas diez horas adelantado, por lo que les ofrezco tres minicolumnas alternativas. Lean ustedes la que se corresponda con lo que de verdad ocurrirá ayer.

1. Sánchez claramente perdió. “Como era de esperar, ahora entendemos los esfuerzos que hizo el líder del PSOE para evitar el debate. Llegado el momento de enfrentarse en directo a sus rivales, Sánchez se mostró dubitativo, rígido y carente de ideas. Su negativa a aclarar si ofrecerá el indulto a los presos del procés lastró todo el debate y le supuso un obstáculo insuperable”.

2. Sánchez claramente ganó. “Como era de esperar, durante las dos horas de bronco debate Sánchez se mostró como un estadista de mayor nivel que los demás candidatos. Su negativa a aclarar si ofrecerá el indulto a los presos del procés no le pasó una factura importante”.

3. No hubo un claro ganador. “Como era de esperar, al final, el ganador de estos atípicos debates se decidirá en la segunda parte del partido, hoy en Atresmedia. Veremos si Sánchez consigue seguir sin aclarar si indultará a los presos del procés a pesar de los requerimientos que constantemente le van a hacer Rivera, Casado e Iglesias (Pablo, no Julio)”.

22/4/19

UN JIM PARSONS DE 66 AÑOS

Queridos millenials: dentro de veinte años se anunciará la vuelta de “The big bang theory”. Fliparéis. Jim Parsons, el actor que interpreta a Sheldon, estará más cerca de los setenta que de los sesenta. Quizá ya haya fallecido alguno de los protagonistas. “Big bang” volverá en un formato que aún no existe. “Neural Hyperreality Boosterlive”. NIESI (Neural Interface Environmental Sensitive Images). Neural Cassette ++. Recibiréis la noticia a través del Neural Instawhatsappgram que tendréis conectados al hipocampo. A algunos os parecerá una buena noticia, ya que opinareis que la serie era muy buena. Por el mismo motivo, a otros os parecerá una mala noticia. Sólo entonces podréis entender lo que nosotros sentimos ayer al enterarnos de la vuelta de “Frasier”.

Hace veinte años “Frasier” hizo desternillarse de risa a una buena parte del planeta Tierra. Y, por estas vueltas raras que tienen las ficciones, consiguió enredarse en nuestra biografía mucho más que otras obras ambiciosas y trascendentes de los años noventa. En 2019 Frasier Crane pasa de los sesenta años. Niles Crane ha perdido su flequillo. Martin Crane ha perdido la vida. La reciente foto de Kelsey Grammer con un nuevo guion de “Frasier” bajo el brazo ha revuelto tantas respuestas condicionadas, que un montón de intensas emociones encontradas hace que no podamos esperar ni un solo segundo para conocer qué hay escrito en esas nuevas páginas. Frasier Crane, como buen psiquiatra, sabe a dónde lleva este estado de emoción: a la neurosis.

Es posible que las nuevas temporadas de “Frasier” alcancen el nivel que tenían las antiguas, pero es imposible que las nuevas temporadas de “Frasier” alcancen el nivel que recordamos que tenían las antiguas. Se puede luchar contra la realidad, pero no contra el deseo. Recordadlo, queridos millenials, cuando vuelva “Big bang” en 2039 y se difunda una foto de un Jim Parsons de sesenta y seis años con un guion bajo el brazo.

21/4/19

SANTOS OFICIOS


Leñador, secretario, guardia civil, electricista, fontanero, labrador, astronauta, médico, director, entibador. Santos oficios hay muchos. Cartero, mamporrero, repartidor, camionero, sexador de pollos, práctico de puerto. Si de santos oficios se trata, hay para aburrir. Payaso, taxista, torero, minero, estibador, capitán de la marina, deportista, domador, conductor de quitanieves, ingeniero de puentes, puertos y canales. La lista de santos oficios es interminable. Enfermero, tenista, conserje, zapador, técnico de laboratorio, biólogo especializado en conservación de especies amenazadas, ministro de la Guerra que se dice de Defensa.

Diferente es que hablemos solo de los santos oficios que hacen que nuestra Semana Santa sea lo que es. Ahí la cosa se restringe. Capitán de vuelo, recepcionista de hotel, guía turístico, monitor de esquí, cocinero, maquinista. Pero ya vemos que, incluso así, los santos oficios sigues siendo un montón. Conductor de autobuses, camarero de habitaciones, dueño de chiringuito, botones, parrillero, camarero de sala, torrijero (o como quiera que se llame ese santo oficio).

¿Y si nos limitamos aún más y nos ceñimos estrictamente a los santos oficios vinculados a la liturgia de la Semana Santa y las manifestaciones de religiosidad popular impulsada por la tridentina Contrarreforma católica a la Reforma protestante? Pues sigue habiendo campo. Viticultor, tallista, orfebre, capirotero, preboste, deán, obispo, restaurador de tallas especializado en insectos xilófagos, fabricante de bastoncillos de algodón utilizados para limpiar la pintura policromada en imágenes de Juan de Juni, cofrade, traumatólogo de cofrade, masajista de cofrade, quiropráctico de cofrade, saetero (no de los que lanzan saetas, sino de los que las cantan), velero (pero no un barco llamado “Libertad”, sino fabricante de velas). ¿Y qué me dicen de la devoción que concitan meteorólogos y paragüeros? ¡Hay tanta oferta!

Por eso no se entiende que la tele emita cada Semana Santa la misma aburrida y repetitiva chapa en el programa “Santos oficios”.

19/4/19

DEBATE MULTICADENA

A ver, ¿y si se celebra el debate el martes 23 y Sánchez habla desde Televisión Española mientras que Iglesias, Rivera y Casado hablan desde Atresmedia? Podría habilitarse un plató en los estudios centrales de TVE y otro en Antena 3. El primero, con un atril y tres plasmas. El segundo, con tres atriles y un plasma. Los espectadores elegiríamos el carácter público o privado de la televisión en donde seguiríamos el acto. Puede parecer una solución ridícula, pero, tras analizar las catorce millones seiscientas cinco posibles resoluciones al delirante quilombo que ha liado Pedro Sánchez, ésta parece la menos marciana. Imagínense las demás.

En el momento de escribir estas líneas -el asunto cambia minuto a minuto- el líder del PSOE está a punto de batir el récord Guinness de cagadas alrededor de un debate electoral. Fue absurda -e intolerable- su primera decisión de acudir a una cadena propiedad de sus accionistas en vez de acudir a una cadena propiedad de todos los ciudadanos. Fue absurda -e incomprensible- su rectificación para aceptar la oferta de TVE cuando la ley recordó que las cadenas privadas no pueden decidir los participantes en un debate como si decidieran los invitados a un magacín. Y es absurda -e inconfesablemente motivada, ¡qué vergüenza y qué decepción, Rosa María!- la nueva fecha decidida por la cadena pública, justo la única incompatible con el debate de Atresmedia, al que Casado, Rivera e Iglesias aún quieren ir.

Pongamos encima de la mesa la propuesta de un debate multicadena TVE-Atresmedia. No con la intención de que se realice, sino sólo para flipar con los trucos que usará Sánchez para boicotearla. Se difundió el otro día un chat de whatsapp en el que un dirigente de Vox reconocía el alivio que supuso para ellos su exclusión del debate electoral. Cuidado estos días con los chats de whatsapp, dirigentes del PSOE, no vaya a ser que se filtre alguno en donde reconocéis que estáis intentado que el debate no se celebre.

18/4/19

DEMASIADO CORAZÓN


De pronto la publicidad televisiva se llena de corazones. ¿Es la nueva campaña de Amor, Amor, el perfume de Cacharel? No, es la propaganda electoral del Partido Popular. A la antigua gaviota le ha crecido el ala izquierda y ahora es un corazón. Quizá Flora Proactiv ha sacado al mercado un nuevo producto recomendado por alguna asociación de cardiólogos creada por Flora Proactiv. Ah, no, que es el cartel de Unidas Podemos. Corazones, corazones. Corazones por todas partes. Espera, claro, ¡es San Valentín! Qué va, si fue hace dos meses. Esto es el nuevo logotipo del Partido Socialista Obrero Español, en el que han cambiado el puño por un corazón. ¿Puede ser que sea el lanzamiento de Evax Cottonlike Superplus ++, para los días iniciales del ciclo? Casi, pero no: es un cartel de propaganda de Ciudadanos. Un corazón normal tiene cuatro cavidades. El de Ciudadanos tiene tres. Como las derechas.

No sé… me da como cosa votar a un partido cuya propaganda no se distingue bien de la publicidad de unas compresas, una margarina o un perfume. Llamadme clásico, pero para mí la política debería ser todo lo contrario de la irracionalidad y el individualismo que representa el puto simbolito del corazón. Tenemos derecho a vivir en una democracia cuyos líderes no parezcan coaches de “La Voz” y en donde sea imposible encontrar emoticonos en los carteles de comunicación partidista. Políticamente, siempre me he considerado un antisistema; concretamente, un antisistema circulatorio.

Así que proclamo públicamente que daré mi voto al primer partido que incorpore un cerebro a su imagen de marca. Un cerebrito pequeñito al lado de las siglas. No aparecen cerebros en la publicidad de El Corte Inglés, ni en la de Coca-Cola, ni en la de Volkswagen. Corazones y cerebros. Podrían funcionar como estímulos discriminativos que nos indiquen si debemos acudir al supermercado o al colegio electoral. Si no, me veo yendo el domingo 28 al Carrefour.

17/4/19

EL CID CONTRA ESPARTACO


El imprescindible “Días de cine clásico” (La 2) había programado para hoy la película “El Cid”, dirigida por Anthony Mann y protagonizada por el gran Charlton Heston. Atención, preguntas: ¿la emisión en La 2 de “El Cid” en plena campaña electoral viola la neutralidad de la televisión pública? ¿Estaríamos ante una sutil y cinéfila venganza de los responsables de TVE tras la decisión de Pedro Sánchez de participar en un debate electoral con los tres líderes de los partidos con mayor intención de voto (más el caudillo de ese otro partido extraparlamentario) en Atresmedia, y no en La 1? ¿Es “El Cid” una película que puede convertirse en un anuncio electoral de ese partido que juega con la idea de la “reconquista” como Nerón fantaseaba en la película “Quo Vadis” con la idea de quemar Roma para construir una nueva ciudad? ¿Rodrigo Díaz de Vivar es un personaje histórico de derechas que encantará a los ciudadanos que se excitan con la idea de España y que disfrutan viendo cómo un caballero español se gana la vida dando “leña al moro” (como decía aquél alucinante y terrible titular de un diario deportivo que hacía referencia los grandes atletas marroquíes Morceli y El Grerrouj) y ganando batallas después de muerto? ¿Para compensar la posible propaganda del programa electoral de cierto partido de extrema derecha que se presenta a estas elecciones (en “El Cid” se dice que Rodrigo Díaz de Vivar “se elevó sobre las rencillas locales y convocó a todos los habitantes de España a luchar contra el enemigo común”), La 2 debería programar “Espartaco”, “Novecento”, “¡Qué verde era mi valle!”, “El acorazado Potemkin” o “Tiempos modernos”? Muchas preguntas.

¿Respuestas? Ni idea. Pero, tal y como están las cosas, me temo que ninguna de las preguntas planteadas sonará a broma y estoy seguro de que alguien ya está pensando en trazar una línea de Covadonga a Granada pasando por el Cid. Como es imposible discutir con los que están dispuestos a cubrir el cuerpo incorrupto del Cid con la bandera de España, creo que la mejor opción es que La 2 ofrezca un programa doble con “El Cid” y “Espartaco”, y así en el debate electoral de Atresmedia nuestros líderes políticos (más ese otro caudillo) tendrán que hablar de cine y de historia. El Cid contra Espartaco.

Hala, a estudiar.

16/4/19

VOTA BRILLI-BRILLI


¿Es que nadie tiene agallas? ¿Nadie se atreve a sacar tajada política de los prejuicios contra los gitanos? Venga ya, un poco de valor, coño. Si queremos votos, que se note. Un par de barbaridades bien dichas, un poco de ruido mediático y a contar escaños. Y sale baratísimo.

Solo hay que seguir el camino abierto por “Los Gipsy Kings”. El programa lleva varias temporadas triunfando en Cuatro. Tanto éxito de audiencia quiere decir algo. Hay una gana de reírse de los gitanos, una fascinación ante los viejos prejuicios hechos espectáculo que la tele ha sabido ver. Ahora solo hay que tener el valor de rentabilizar políticamente ese racismo poderoso y antiguo. El primero que golpee aquí, golpeará dos veces. Pero hacen falta huevos.

Ya se utilizan todo tipo de artes de pesca para sacar votos en los caladeros del machismo, la homofobia y el miedo a los inmigrantes. No se entiende que nadie haya echado sus redes en este racismo patrio que tenemos tan a mano, tan nuestro, tan interiorizado, tan profundo. Solo hay que atreverse a darle, en clave política, lo que Cuatro les da en clave televisiva a los cientos de miles de espectadores incondicionales de “Los Gipsy Kings”. Reírse del brilli-brilli podía ser un buen principio. Si se monta una polémica con declaraciones, aspavientos y algún insulto, estupendo: todo el mundo hablando de lo que tú dices. Y si no pasa nada, no hay que desanimarse, se van subiendo peldaños hasta que se líe una buena. Seguro que no falla decir que hay muchas mamandurrias y ayudas sociales para los gitanos, y que deberían sustituirse por ayudas a todos los españoles que lo necesitan de verdad y se quieren integrar. ¿Y qué me dicen de recordar que los gitanos descienden de inmigrantes que llegaron a España sin papeles?

Cientos de miles de votos esperan. Si cuela eso de recuperar el invento de la historiografía del siglo XIX que es la Reconquista, a ver por qué no iba a colar esto. Con un par. Y para las municipales volvemos a expulsar a los moriscos.

15/4/19

TELECUATRO


Da igual la noticia. “GH Dúo” ya tiene ganadora. “Sálvame” se funde con “Gran hermano” en “Sálvame okupa”. Isabel Pantoja entra en “Supervivientes”. Son noticias que no son noticia, titulares que deberían ser suplentes, la rutina disfrazada de excepción.

Solo está ocurriendo lo inevitable. Uno de los concursantes estabulados en “GH Dúo” ha ganado porque forzosamente alguien tenía que ganar. “Sálvame” se funde con “GH” porque es normal que un irreality show largo y aburrido siga siendo un irreality show largo y aburrido, da igual que cambie el plató por la casa de Guadalix de la Sierra. Isabel Pantoja cae definitivamente en el agujero negro de Mediaset porque lleva años orbitando y solo era cuestión de tiempo que el tirón gravitatorio del dinero fácil la hiciera atravesar el horizonte de sucesos.

La noticia, la mala noticia, es que “Supervivientes” deja de ser un programa de Telecinco y ahora lo es también de Cuatro. Cuatro, ¿recuerdan?, la cadena que hace años compraba Mediaset con la promesa de mantener sus señas de identidad. Cuatro, qué espejismo, la cadena que pronto empezó a cambiar su programación y a perder su identidad, pero nos resistíamos a darla por perdida y soñábamos con que podría ser la segunda cadena de Telecinco, igual que La 2 lo era de La 1 o laSexta lo era de Antena 3. Cuatro, vana ilusión, la cadena que está convirtiéndose en Telecuatro. Así que hablemos de Telecuatro, cojones ya. Estamos hablando de Telecinco, y hablemos de Telecuatro. Telecuatro… va a llegar.

Telecuatro es la cadena que ya no dispone de un programa de noticias porque el entretenimiento es lo primero. Telecuatro es la cadena que da motivos para la esperanza emitiendo en las sobremesas “Todo es mentira”, pero luego lo supedita a los personajes de “Sálvame” y es capaz de meter con calzador a Belén Esteban a preguntar por las pensiones en un debate político. Telecuatro no es la segunda cadena de Telecinco, es su admiradora, su esclava, su sierva. Telecuatro es un Telecinco de segunda división. Telecuatro es la derrota de la cadena que inauguró Iñaki Gabilondo. Telecuatro es la victoria de Telecinco.

14/4/19

NO HAGAS CLICK


No hagas click. “La increíble respuesta que dio Jorge Javier Vázquez al espectador que le insultó”. Si pasas el ratón por encima de esa frase el enlace se pone de color azul. Pero no hagas click. “La broma de Juanra Bonet que ha enfurecido a los seguidores de Los Lobos. Si haces click verás que ni Juanra Bonet dijo nada especial ni ningún seguidor de Los Lobos se enfadó ni un poquito. No hagas click. “El conmovedor testimonio de una víctima de abusos que hizo que Ana Rosa Quintana se emocionara”. Lo mismo. Nada. Nada de nada. “La extravagante condición que puso Kiko Rivera para participar en ‘GH Dúo’”. Las páginas web sólo quieren que hagas click sobre ese enlace. En ese momento ya les has hecho ganar dinero. A partir de ese momento ya no les interesas en absoluto.

“La vez que Pablo Motos estuvo a punto de agredir a un invitado en ‘El hormiguero’”. Si haces click verás que el titular era ridículamente sensacionalista. Las páginas web saben que te vas a decepcionar el cien por cien de las veces, pero también saben que hacer click cuesta tan poco que es muy posible que la vez siguiente vuelvas a hacer click. “Las redes estallan ante esto que dijo Ana Pastor durante el sorteo de los turnos para el debate electoral”. “Por qué Jordi Évole no quiere que hoy veas ‘Salvados’”. Cada click queda registrado y aumenta el valor de la página de cara al negocio publicitario. No hagas click. “Lo que bebe siempre Pedro Piqueras antes de presentar un informativo”. No hagas click.

Se dice que en las democracias modernas se vota cada cuatro años. No es verdad. Votamos sesenta, ochenta veces al día. Votamos con el carrito en el supermercado. Votamos con el mando a distancia una vez cada veinte minutos. Y, últimamente, votamos sobre todo con el ratón. Se teme que las fake news interfieran en el proceso electoral, ignorando que las fake news ya son de por sí un proceso electoral. No las votes. No hagas click.

13/4/19

MIRAR Y NO VER A SANTIAGO ABASCAL


Han sido necesarias décadas de investigación, miles de millones de dólares, proyectos a escala planetaria, pero finalmente esta semana la humanidad ha conseguido una imagen en la que no se ve un agujero negro. Habíamos logrado fotografiar planetas, supernovas, púlsares, incluso galaxias enteras, pero nunca hasta ahora habíamos conseguido no fotografiar un agujero negro. El agujero negro que no aparece en la imagen es uno de los mayores que ha descubierto la astronomía, situado en el centro de la galaxia M87, con una masa unas mil quinientas veces la de nuestra Vía Láctea, y a cincuenta y cinco millones de años luz de distancia. Tal es la trascendencia de dicha imagen, que ha abierto los informativos de todos los países del mundo y ya se considera que estamos ante la fotografía más teledifundida de la década. 

En el pasado tampoco habíamos visto nunca un agujero negro, pero antes el motivo de no verlo era que no lo estábamos mirando. Las imágenes que nos ha servido la NASA esta semana suponen un gran avance porque nos permiten no verlo a pesar de que ahora ya sí lo estamos mirando. No ver las cosas cuando no las miras parece fácil, lo prodigioso es no verlas a pesar de estar mirándolas. Mimemos la distinción entre “ver” y “mirar”, ahora que tristemente ya se han vuelto sinónimos “oír” y “escuchar”. Para mirar y no ver hace falta una masa miles de veces superior a la de nuestro sol, que cause una singularidad en el espacio-tiempo alrededor de un colapso gravitatorio del que no pueda salir la luz. Eso, o un buen dogmatismo político o religioso, que es también una masa tan densa que impide que salga cualquier luz de ella.

Ayer comenzó la campaña electoral y mañana comienza la Semana Santa. Qué dos magníficas ocasiones para mirar y no ver. Que alguien le haga una foto a Santiago Abascal durante una procesión. Podría ser la primera imagen de la historia en la que no se ve a un líder político no asistiendo a un acto religioso. Rodeado de una aureola naranja.

12/4/19

DEBATE QUE BATE


Desconcertante. Ni el papa Francisco en Trece, ni el presidente Pedro Sánchez en TVE. Así de mal está la televisión de la Iglesia y así de mal está Televisión Española. Así de mal está la Iglesia y así de mal está España.

Francisco es un líder político (jefe de Estado en el Vaticano) y religioso (jefe de la Iglesia Católica de eterna infalibilidad doctrinal garantizada por obra y gracia del Espíritu Santo). Hace unas semanas, Francisco concedió una entrevista en exclusiva a “Salvados” en laSexta. Eso está muy bien, pero dejó en mala situación la cadena Trece (de la que es superjefazo a través de los jefazos de la Conferencia Episcopal). Para compensar el favor regalado a la competencia, Francisco no concedió otra entrevista en exclusiva a Trece, que vio así mermada su audiencia, y, lo que es peor, la dejó vacía de contenido al confiar en otras manos esa labor de divulgación política y religiosa para la que fue concebida y que es su razón de ser.

Sánchez es un líder político (presidente del Gobierno en España con tan contrastada falibilidad doctrinal que su mandato nunca puede superar los cuatro años sin someterse al refrendo del pueblo soberano por obra y gracia de las leyes de los hombres). Ayer supimos que Sánchez asistirá a un debate electoral televisivo que retransmitirá Atresmedia a través de Antena 3 y laSexta. Eso está muy bien, pero deja en mala situación las cadenas de RTVE (de las que es superjefazo a través de los jefazos que pinten). Para compensar el favor regalado a la competencia, Sánchez no participará en otro debate electoral en RTVE, que verá así mermada su audiencia, y, lo que es peor, la dejará vacía de contenido al confiar en otras manos esa labor de divulgación política y social para la que fue concebida y que es su razón de ser.

Lo del papa ya pasó. Ahora veremos cómo el actual presidente y candidato a futuro presidente contará lo que nos ofrece como gestor de la cosa pública (lo que incluye RTVE). Será en un único debate electoral televisado organizado por un conglomerado mediático privado. Que Dios le conserve la vista.

11/4/19

2001, LA ODISEA DE UN ESPACIO


La semana pasada “El intermedio” llegó a las dos mil emisiones. Lo celebró con un especial lleno de amigos famosos, guiños cómplices, música en directo, humor del bueno –o sea, humor– y el horario de máxima audiencia a sus pies, algo que solo se permite a caballos ganadores. Salió tan bien, que la dosmilésima emisión no fue noticia. El buen hacer del equipo se daba por descontado. La expectación se produjo este lunes: el espacio comenzaba, con la entrega dos mil uno, una nueva odisea rumbo al tres mil. Y fue entonces cuando “El intermedio” lo petó.

Hace mucho que ocurrió, pero ya es oficial. Aunque “El intermedio” nació como programa de humor con un pretexto informativo, desde este lunes es un informativo con pretexto humorístico. Antes, “El intermedio” no podía permitir que la información estropeara un chiste. Ahora, “El intermedio” no puede permitir que un chiste estropee la información. El lunes vimos que nada más ayudar a morir a su esposa María José, antes de llamar a los servicios sanitarios, la policía, los servicios informativos de TVE, o a Iñaki Gabilondo, Ángel Hernández telefoneó a “El intermedio” para contar lo sucedido y para que un equipo fuera a su casa a documentar lo que había pasado y lo que pasaría cuando empezara a hacer llamadas, y la casa se llenara de gente, y le leyeran sus derechos, y cayera sobre él el peso de la ley que tenemos, la ley que nos hemos dado, la ley que queremos todos mientras no demostremos lo contrario.

Como informativo que es, “El intermedio” se mide con otros informativos. Por eso Susanna Griso se queja de que no critiquen a Gonzo, pero sí a ella, por preguntar a Ángel si quería incidir en la campaña y en el debate político. Gonzo dijo esto: “¿Cuánto hay de estrategia de defensa judicial y cuánto hay de campaña de concienciación en todo lo que habéis hecho, en los pasos que habéis dado, en la divulgación a los medios? ¿Qué crees que puede aportar al debate público y político sobre la eutanasia lo que habéis hecho?”. Griso, eso que notas, que todos notamos, se llama tacto; y es imprescindible en un espacio informativo.

10/4/19

JUSTO ANTES DE AHORA


La serie “Justo antes de Cristo” (Movistar +) se parece a “La vida Brian” tanto como “Aquí no hay quien viva” al inolvidable “13, Rue del Percebe” de Ibáñez. Sí, pero no. Así que no hagamos comparaciones odiosas entre Pepón Montero y Juan Maidagán (guionistas de “Justo antes de Cristo”) y los Monty Python. No perdamos el tiempo buscando la huella de Brian, al que muchos confundieron con el Mesías, en Manio Sempronio, al que todos confunden con un orador digno de Cicerón. No permanezcamos atentos a nuestra pantalla con intención de resucitar las risas que nos provocó Pijus Magnificus, porque eso nos impedirá descacharrarnos de risa con los enredos en ese campamento romano en Tracia. Si hay que buscar las raíces de “Justo antes de Cristo”, es mejor rebuscar en “Escipión el africano”, la película protagonizada por Marcello Mastroianni que habla de nuestro tiempo con la excusa de la antigua Roma.

En “Escipión el Africano”, Escipión recuerda a Catón que un legionario en campaña solo piensa en comer, que los soldados mueren y la civilización avanza, y que el Senado no se reúne en la ciudad ideal de Platón, sino en la ciudad fangosa de Roma. Enseñanzas valiosas. Los divertidos guiones de “Justo antes de Cristo” no nos llevan a la antigua Roma ni a la ciudad ideal de Platón, sino a nuestro tiempo y la ciudad fangosa en la que vivimos, amamos, nos equivocamos y buscamos –casi siempre sin éxito- el sentido a las cosas. En “Justo antes de Cristo” las risas son para todos los públicos porque hay chistes sobre la vida cotidiana, bromas políticamente incorrectas, apuntes escatológicos, burlas políticas y humor unas veces absurdo, otras veces negro y muchas veces blanco. Aunque Julián López (siempre desternillante, sobre todo cuando busca excusas para no tener que suicidarse bebiendo cicuta) no es Mastroianni, y el patricio quejica Manio Sempronio no tiene nada que ver con Publio Cornelio Escipión, el general romano que derrotó a Aníbal en la batalla de Zama, el actor y su personaje llenan de gracia los capítulos de “Justo antes de Cristo” y permiten el despegue de los estupendos personajes secundarios (el general Neo Valerio, su hija Valeria o el esclavo Agorastocles). Todo en capítulos de menos de media hora.

Las calles fangosas de “Justo antes de Cristo” son nuestras calles. Por eso nos reímos.

9/4/19

EL PATO DONALD NO ES UN PATO

El pato Donald no es un pato. Es un ser humano. Es cierto que si ves “Patoaventuras, la película: el tesoro de la lámpara perdida” (Disney Channel) te podría dar la impresión de que Donald es un pato. Al fin y al cabo, tiene pico, el cuerpo lleno de plumas, y los dedos de sus pies están rodeados por una membrana interdigital propia de los palmípedos. Pero si te fijas un poco más, te darás cuenta de que tiene otro montón de características imposibles en un pato: discute con los que le rodean, crea normas y se enfrenta a las que ya existen, utiliza el lenguaje para representarse cómo podrían ser las cosas. De verdad, Donald es un ser humano. No entiendo por qué Walt Disney dibujó a ese ser humano con unas características anatómicas tan ajenas a su condición humana. Pero no fue la única vez que lo hizo. Simba no es un león, es un ser humano disfrazado de león. Winnie the Pooh no es un oso, es un ser humano disfrazado de oso. Goofy no es un perro, es un ser humano disfrazado de perro.

Y gracias a que son humanos, puede existir “Patoaventuras”. Si en verdad Donald, el Tío Gilito y Daisy fueran patos y no humanos, la película de “Patoaventuras” sería aburridísima. Veríamos a unos patos durante hora y media en una charca, darían una vuelta alrededor, caminarían un poco por el terreno, mordisquearían unos hierbajos y terminaría la película. Como mucho, en su momento más álgido, volarían unos metros. Nada de luchar contra magos malvados, nada de encontrar tesoros en una pirámide. Vaya diferencia entre las cosas que hacemos los humanos y los patos. “La casa de Mickey Mouse” (Disney Junior) es un programa de entretenimiento para los más pequeños en donde hay humanos que afirman ser ratones, perros o patos. Es verdad que los niños se lo pasan bomba, pero ¿qué puñetas le pasa a Disney con el tema furry?

Donald parece un pato, nada como un pato y grazna como un pato. Pero no es un pato. Es un ser humano disfrazado de pato. Él sabrá por qué se oculta de esa forma. Ya no tiene edad para andarse con esas tonterías.

8/4/19

LA ÉTICA DE LA INFUSIÓN Y LA INFUSIÓN DE LA ÉTICA



Hornimans Veggie. Infusiones, pero veganas. El último anuncio de la televisión que me ha impactado. Hornimans Veggie. A tenor del spot, se trata de un producto especialmente pensado para las mujeres que olvidan poner la tapa a la batidora cuando se preparan un batido de frutas con su mejor camisa. La opción vegana ha llegado al mundo de la infusión. Para los que optamos por esta forma de alimentación era muy frustrante llegar al lineal del supermercado y encontrar sólo infusiones de chuletón de ternera, churrasco con chimichurri o bonito encebollado. Como última solución, optábamos por comprar bolsitas con infusiones de tortilla de chorizo, empanada de cecina con queso de cabra o el tan socorrido té de pollo al ajillo. Pero eso se acabó. Hornimans Veggie. Tés, pero sin vitaminas B12 ni proteínas animales.

La ética de la infusión y la infusión de la ética. Sería estupendo aprovechar la valiente apuesta de Hornimans a favor de las minoritarias vanguardias morales para que otras empresas comiencen a ofertar productos en esta misma línea. ¿Para cuándo el Pan Bimbo vegano, hecho a base de harina vegana, levadura vegana y una pizca de sal vegana? ¿Es que nadie piensa en los fumadores veganos, es que ninguna tabacalera va a ofrecer tabaco vegano con nicotina vegana y alquitrán vegano que provoque cáncer vegano? ¿Y el agua? Las infusiones veggies de Hornimans necesitan agua para prepararse. ¿De qué sirve sumergir una infusión vegana en agua no vegana? ¿A qué espera Font Bella para ofrecernos una refrescante agua veggie, para los que han convertido la naturaleza en su forma de vida?

“No importa la tontería que te inventes; cada minuto nace un idiota que se la creerá”, repetía en el siglo XIX el gran Phileas T. Barnum. Que a lo mejor Barnum lo decía porque él era más de whisky de centeno que de Hornimans Veggie. Infusiones veganas. Porque pongas donde pongas la línea de la insensatez y el puritanismo, siempre habrá alguien dispuesto a ir un poquito más allá.

7/4/19

¡MUERTE A LA EUTANASIA!



Demos a la eutanasia una muerte digna. Tanto hablar de ella en la tele no está bien. Callemos la boca, cambiemos de tema, guardemos silencio. Ni pensemos en ella, mejor así. ¿No hay alguna polémica abierta en Telecinco sobre lo mucho que sufre Paquirrín en “GH Dúo”? ¿No es más entretenido hablar de que hay quien no le comprende (y el chiquillo se enfada), hay quien no le apoya (y el niño se irrita), y el mundo en general no se acomoda a sus caprichos (y el crío se enfurece)? Pues ocupémonos de eso. A divertirse, ¡esto es televisión!

¿A qué tanto debate de la eutanasia en la tele? La tele es alegría, que lo manda el capitán. La tele es entretenimiento, que lo dice Jorge Javier Vázquez. Dejemos la eutanasia morir en silencio a un lado. Que muera por falta de pensamiento, por ausencia de palabra, por omisión. Lo que no puede ser es que cada dos por tres un caso terrible de desesperación, de vida prolongada más allá de lo que se quiere vivir, salte a la tele solo porque hay que rellenar horas de programación.

Fue mala suerte que un periodista de Cuatro (de cuando la cadena tenía informativos y emitía “Noticias Cuatro”) conociera el caso de María José Carrasco tan de cerca que incluso el marido le llamó tras aplicar la eutanasia a su esposa. Ya está la tele metiendo las narices. Y como Ana Rosa Quintana le dio bola en Telecinco, la caprichosa Susanna Griso no quiso quedarse atrás y entrevistó al marido. Peor aún: Griso metió la pata preguntándole si quería incidir en la campaña electoral y en el debate político. Ay, Grisete, Grisete, si no sabes entrevistar, pa’ qué te metes.

Resumiendo: nada de eutanasia, de dignidad humana, de soberanía personal. ¡A ver si ahora la tele va hacernos creer que nuestra vida es nuestra! La eutanasia es una aberración, un delito, un pecado que no se debe alimentar para que muera de inanición. Menos mal que llega la Semana Santa y la tele va a repetirnos a todas horas lo importante que es la resignación, aceptar el dolor y el sufrimiento, esperar la muerte como Dios manda.

6/4/19

PATAPÚM P'ARRIBA


Sí, la tele, ya voy, pero antes debo señalar que hay carreteras con baches y curvas peligrosas. Habría que cerrarlas. De hecho todas las carreteras y autovías del Estado tienen en algún sitio algún defecto en el firme, alguna señal o algún peralte, así que habría que enfrentarse al problema cerrándolas todas.

Respecto a la tele, hay cosas muy malas, pero es que hay centros educativos públicos que tienen alumnado que suspende. Habría que cerrarlos. De hecho, todos los colegios, universidades e institutos públicos llevan siglos con el fracaso escolar en todos los cursos de todos los niveles educativos, así que habría que enfrentarse al problema cerrándolo todo de arriba abajo.

En la tele, además, muchas cosas no nos gustan, pero tampoco nos gustan las listas de espera en el sistema sanitario público. Y hay alguna especialidad médica con una lista de espera que hace esperar más que en un chiringuito de verano en hora punta. Habría que cerrarla. De hecho, en nuestro sistema sanitario público hay algún grifo que gotea, algún baño con algo sucio, y alguna bacteria malota por algún resquicio de algún rincón de algún edificio de algún hospital, así que habría que enfrentarse al problema cerrándolo todo de todo del todo.

¡Y la tele! Hay algunas teles públicas que algunas veces hacen algunas cosas mal. A mí me lo van a decir. Habría que cerrarlas. De hecho, en todas las cadenas de todas las corporaciones y organismos nacionales y autonómicos que gestionan todas las teles públicas hay algunos informativos que informan mal, algunos programas de humor que maldita la gracia, y algunos programas de entretenimiento que aburren, así que habría que cerrarlo todo de todo con todo sobre todo del todo.

Primero, Vox pidió el cierre del andaluz Canal Sur, y Teodoro García, secretario general del PP, dijo preferir “no tener Canal Sur y tener endoscopios”. Ahora, Pablo Casado dice en “El hormiguero”, que cerraría la catalana TV3 “si se estima que hay programas en los que directamente la línea editorial no es resoluble”. Cómo los entiendo. No hay mejor manera de gestionar un servicio público, de administrar lo común, de gobernar, que cerrar y patapúm p’arriba.

5/4/19

NO SOY PARTIDARIO DE "PARTIDARIO"

No soy partidario de la palabra “partidario” con el significado de “partidista”. Me pone de mal humor. Me rayo. Me empieza a temblar un párpado. Una extraña espora alienígena debió de caer desde los cielos hará cosa de dos o tres años, provocando un tipo de afección cerebral en la clase política que les hace confundir “partidario” con “partidista”. Nunca antes lo habíamos oído. Desconozco quién fue el paciente cero de esta epidemia, pero desde entonces se ha extendido a diestro (es decir, el PP) y siniestro (es decir, VOX). Escucho a Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, en el telediario de ayer, jueves: “El PP y su presidente, Pablo Casado, han demostrado que sus intereses partidarios están muy por encima de los intereses de España”. Un momento, Carmen, ¿intereses partidarios de qué? ¿De las corridas de toros? ¿De la cebolla en la tortilla de patatas? ¿De la legalización de la marihuana medicinal?

La democracia española moderna ha atravesado momentos difíciles a lo largo de sus más de cuatro décadas de existencia. Golpes de Estado, crisis económicas, Josemaría Aznar. De todos estos trances hemos salido manteniendo una fe inquebrantable en un pequeño número de certezas básicas. Y una de ellas es la que asegura que “partidario” es un adjetivo que indica una preferencia por algo que se citará a continuación en la frase. Si lo que se quiere significar es algo referido a los tejemanejes de un partido político, entonces el adjetivo adecuado es “partidista”. Adolfo Suárez senior nunca usó “partidario” para referirse a la UCD. Felipe González al principio no fue partidario y luego sí fue partidario, pero de la OTAN. Nos esperan dos campañas electorales de cinco partidos nacionales para cuatro elecciones. Cuarenta ocasiones para que nuestros pródigos estadistas nos peten la cabeza en cada aparición pública televisiva confundiendo “partidario” con “partidista”. Vehementemente, me declaro partidario de “partidista”. Exijo mi derecho a ser parte sin necesidad de ser partido.

4/4/19

¡ARRIESGANDO!


“Estamos en crisis. Llevamos años fracasando en el access time, esa maldita hora de la cena. No podemos permitirnos un fallo más. Necesitamos ideas nuevas, brillantes, ¡arriesgadas!”. El Gran Programador de TVE acompañó el “arriesgadas” con un puñetazo encima de la mesa que sobrecogió al equipo de becarios. Clavó su mirada en Becaria 3. “Bueno…”. Becaria 3 se había incorporado al grupo la semana anterior y ésta era su primera reunión plenaria. “Algunas cadenas de la BBC programan a esa hora entrevistas en profundidad con científicos o artistas destacados…”. “Li Bibicí, li Bibicí, ya estamos con el paletismo. Que resuelvan primero el brexit. El Gran Programador hervía de ira. Becario 7 sintió que ésta podría ser su gran oportunidad. “‘Extranjeros por España’, lo contrario de ‘Españoles por el mundo’. Un chino probando por primera vez el queso Cabrales, o un canadiense en la Semana Santa de Valladolid. Barato, eficaz y entrañable. No puede fallar”. “Ixtrinjiris pir Ispiñi, Ixtrinjiris pir Ispiñi”, el jefe imitaba la voz de Becario 7 mucho mejor que la de Becaria 3, “¿os creéis que así vamos a ganar a Pablo Motos?”.

Marchó enfadado al baño, pero según comenzó a orinar se le ocurrió la mejor idea de su vida. Se puso tan nervioso que, tras comprobar que estaba solo, la empezó a gritar en voz alta para evitar que se le olvidase. “¡Un programa de vídeos curiosos cogidos de internet! ¡Gatitos, gente cayéndose, bebés que hacen cosas simpáticas! ¡Actuaciones escolares que salen mal! ¡Lo nunca visto!”. Ya había terminado, pero seguía sin moverse del urinario. “Y presentado por… presentado por… ¡una chica joven y guapa! ¡Salada, que sea muy salada! ¡Arriesgando! ¡A lo innovador! Y que se aproveche también para hacer promoción de programas de la cadena, como ‘Masterchef’, que nunca se ha hecho”. Salió de su arrebato cuando Becario 1 entró al baño. “Jefe, ¿se encuentra bien?”. Según se guardaba la chorra se le ocurrió el nombre del espacio. “TVEmos”. Contuvo un grito de entusiasmo. Se sintió levemente asustado de su portentosa inteligencia.

3/4/19

CICERÓN ESTABA DE PARRANDA


Los discursos de la precampaña electoral nos están helando el corazón, así que me temo que con la campaña electoral llegará también el invierno a las ideas, a los argumentos y a los discursos fundamentados. Es triste que la máxima expresión de la política en democracia se haya convertido, como sostiene el filósofo Roger-Pol Droit, no solo en comunicación, sino en mala comunicación. Droit dice en “Vivir hoy”, un ensayo que reivindica el valor y la fuerza de Sócrates, Epicuro, Séneca y otros grandes clásicos, que Cicerón o Demóstenes ni siquiera pueden aburrir porque ya no existen. Y si Cicerón no existe, lo que desaparecen son las frases bien construidas, siguiendo un guion, con argumentos y posiciones claras.

Sin Cicerón, hay que abandonar toda esperanza de que el discurso político esté construido, escenificado, desarrollado, expuesto y ofrecido a la comprensión, al poder de convencer y a la posibilidad de objetar. Sin Cicerón, mueren los políticos que no desprecian a su auditorio al utilizar trucos burdos como elevar la voz y poner cara de malotes cuando se espera una ovación. Sin Cicerón, los políticos tienen carta blanca para insultar y atacar a sus adversarios mostrando todo el catálogo de falacias, mentiras y medias verdades. Sin Cicerón, el debate, el juicio público y el tribunal de la razón se derrumban como un castillo de arena en Mozambique ante la fuerza bruta del ciclón Idai (por cierto, ¿el desastre en Mozambique no es un asunto mucho más importante ahora mismo –y siempre- que la asquerosa polémica acerca de la tenencia de armas y el derecho a la legítima defensa?). Sin Cicerón, es fácil provocar vergüenza ajena en los ciudadanos porque la política se convierte en un asunto de “echarle huevos” a los problemas en plan Diego Simeone. Sin Cicerón, nos queda el “Candy Crush” de Celia Villalobos, el inmenso desierto de ideas de Quim Torra, los comentarios acerca de lo bien que le queda la toga a Pedro Sánchez y la coletilla “los que quieren romper España” como herramienta multiusos que lo mismo sirve para un roto en Cataluña que para un descosido en la derecha.

Tenemos por delante muchos días de telediarios en campaña electoral. Seamos optimistas. Cicerón no estaba muerto, estaba de parranda.

2/4/19

BERLUSCONI, BERGOGLIO


Hay algo mejor que Pedro Piqueras entrevistando a Pablo Iglesias en “Informativos Telecinco”. Mejor que Piqueras aguantando el tipo mientras Iglesias da leña a su jefe, no a cualquier jefecillo, ni siquiera al jefazo Paolo Vasile, sino a Silvio Berlusconi, el superjefazo, el jefacísimo, el jefe de jefes sebiunouba majabi an de bugui an de buididipí.

La entrevista de Jordi Évole al papa Francisco fue la noticia televisiva de la semana, el mayor ‘scoop’, con perdón, de la historia de “Salvados”, la definitiva consagración (alabado sea Dios) del Follonero. Pero esta entrevista fue, ante todo, un juego de espejos difícil de superar, una pirueta televisiva que deja en anécdota que el líder de Podemos nos recordara en directo en Telecinco dos importantes asuntos que a veces se olvidan: que Berlusconi es un italiano dueño de la cadena con más audiencia de España, y“un tipo que estuvo en orgías con menores de edad”.

Como Iglesias, Francisco habló sobre televisión; y, como Iglesias, atizó donde más duele. ¿Atacó Bergoglio a los dueños de laSexta? No, algo mejor: se pegó un tiro en el pie. Si hay un jefe supremo de innumerables negocios millonarios, incluidas cadenas televisivas por todo el mundo, ese es el papa. Asusta la candidez de Évole: “Para no ver la tele ha hecho un análisis de la televisión actual bastante importante”. ¿Alguien se cree que el jefacérrimo de tantos canales necesita ver la tele para señalar que sus pecados son la desinformación, la calumnia, la difamación y la coprofilia? ¿Fuman los dueños de las tabaqueras? ¿Ve Berlusconi “Gran Hermano Dúo”? No, Évole, lo curioso es esto otro: ¿Por qué el papa te dio esta entrevista a ti, y no a Trece, la muy deficitaria cadena de la Conferencia Episcopal Española que sobrevive gracias a los impuestos que recauda el Estado —no el Vaticano, sino España—, y que recibiría así sendas inyecciones de audiencia y dinerito que vendrían a cual mejor? Cuando Évole le señaló que hay medios eclesiásticos que siguen esas malas prácticas que denunciaba, Bergoglio dijo: “A algunos los conozco, católicos de misa, sí, y tienen medios que no hacen más que ensuciar a los demás”. Berlusconi ya habría puesto orden ahí.

1/4/19

DISPAREN AL GUIONISTA


Pasan los días y nada. Ni un destierro, ni un boicot, ni una denuncia, ni una amenaza. Por no haber, no hay siquiera un insulto. Ya no digo una imprecación grandota y babosa como aquél “¡Marinconsón!” que disparó Fidel Castro al humorista que le gastó una broma telefónica hace unos años —cuando ni él ni la Revolución estaban para bromas—, es que no se oye ni la menor ofensa, ni un desprecio de trámite, testimonial, pequeñito. Desde la entrega de los primeros ALMA a los mejores guiones del año pasado solo hay un silencio que da vergüenza oírlo.

Es sorprendente tanta calma, porque hace casi una semana que el sindicato de guionistas entregó sus primeros premios; y, aunque entre los agasajados estaban los guionistas de “El Intermedio”, nadie ha dicho todavía esta ofensa es mía. Está muy bien que la gente a la que no le gustó “Fariña”, “Amar es para siempre” o “Arde Madrid” aceptaran deportivamente que sus guionistas recibieran los premios al mejor guion de serie dramática, serie diaria y serie de comedia respectivamente, pero, coño, es que entre los diecinueve guionistas de “El Intermedio” que recibieron el premio al mejor guion de programa está sin duda el (o la) sinvergüenza antipatriota que el pasado otoño tuvo la infame ocurrencia de que Dani Mateo simulara sonarse con la bandera de España.

¿No le hierve la sangre a nadie al saber que el (o la) guionista que parió tan ofensiva ofensa escapó de rositas mientras a Mateo le caía la del pulpo y ahora está recibiendo premios y aplausos? ¿No quedan patriotas en nuestra patria? ¿Nadie defiende España porque ya solo queremos España para llenarnos la boca de España cuando decimos “España”? ¿No hay ninguna asociación de fanáticos ociosos dispuesta a causarnos el sonrojo de vivir en un país que se preocupa más de vigilar a quienes nos hacen reír que a quienes nos roban? ¿O es que el desprecio al nobilísimo oficio de guionista llega a tal punto que incluso desprecian otorgarle su desprecio? Por favor, no disparen tanto al pianista y disparen si quiera un poquito al guionista. ¡Qué iba a ser de nuestra tele, de nuestras vidas y de nosotros mismos sin guiones!