31/5/16

"PERMANECEMOS 50 SEGUNDOS"

¿Y si al igual que se señala cuánto va a durar una interrupción publicitaria las cadenas señalaran cuánto tiempo va a proseguir el espacio hasta la próxima interrupción publicitaria? “Volvemos dentro de 6 minutos”, “1 minuto y volvemos”, “volvemos en… 4 minutos”, son informaciones muy útiles. 1 minuto: pis rápido. 4 minutos: pequeño refrigerio en la cocina. 6 minutos: consulta al correo electrónico + actualización en twitter denunciando la porquería de programa que se está viendo. Muy bien. Pero a la vuelta sería de agradecer que Atresmedia y Mediaset también reiniciaran el espacio interrumpido con un cartelín orientador: “Permaneceremos con usted 20 minutos”, “10 minutos sin interrupciones publicitarias”, “15 minutos del tirón”. Al igual que la longitud del bloque de anuncios es muchas veces el elemento determinante de que sigamos viendo un programa o no, la cercanía del siguiente corte también podría orientarnos sobre si merece la pena o no continuar sintonizando la cadena.

En efecto, queridos lectores, lo han adivinado: ésta es una nueva columna de denuncia de las indignantes irritantes irrespetuosas insultantes indecentes inaguantables e infames dobles interrupciones publicitarias que practica laSexta. Mamen Mendizábal –te queremos, Mamen, pero esto que hacéis está muy feo- nos promete que a la vuelta de un corte de seis minutos en “Más vale tarde” se darán todos los detalles sobre los conflictos del barrio de Gracia, pero a la vuelta de ese corte de seis minutos sólo nos encontramos con unas entradillas pregrabadas de cincuenta segundos de duración que de nuevo dan paso a otros siete minutos de publicidad. Seis más uno más siete son catorce minutacos que, de haber sido avisados, yo podría haber utilizado para estudiar por mi cuenta ampliamente el concepto jurídico de proporcionalidad de la carga policial.

Y todo esto se arreglaba con el cartelín al que me refiero: “Permanecemos 20 minutos”: estupendo. “Permanecemos 10 minutos”: a ver qué cuentan. “Permanecemos 50 segundos”: pues paso de vosotros, “Más vale tarde”, “El intermedio”, “Al rojo vivo”, “La sexta noche”…

30/5/16

"625 RANAS" EN VENEZUELA

Estimados lectores: es un placer anunciarles que “625 ranas”, el blog de televisión más longevo y prolífico de España, inicia a partir del día de hoy unas entradas especiales dedicadas a analizar el principal asunto que afecta a la situación de la televisión en nuestro país: la televisión en Venezuela. Sabedores del importante papel que pueden desempeñar los medios de comunicación en este trascendental momento de nuestra historia y la cercanía del inicio de la campaña electoral del 26 de junio, entendemos que es necesario que el periodismo responsable agarre el toro por los cuernos y se atreva a analizar la programación de cadenas como Televen, Venevisión o Venezolana de Televisión. A nadie se le oculta la simpatía que algunas cadenas de televisión españolas sienten por la televisión venezolana, así como el riesgo que corremos de que se empiecen a emitir en nuestro país espacios como “Cayendo corriendo”, el magacine “Super sábado sensacional” o la telenovela “Piel salvaje”, según cuáles sean los resultados de los próximos comicios.

“625 ranas” siempre se ha preocupado por la situación de la televisión latinoamericana y ha sentido como propios los problemas de las cadenas de televisión de nuestros hermanos del otro lado del Atlántico. Es por ello que analizaremos en detalle la reciente emisión en Venevisión de la Gala de Mister Venezuela 2016, amenizada por Kerly Ruiz y Fani Otati; repasaremos el mundo de los culebrones tras el reciente estreno de “Macarena no tiene remedio” y “Lo que diga el corazón”; y nos preguntaremos qué fue de los excelentes profesionales de Radio Caracas Televisión tras el cierre de la cadena por motivos administrativos en nada relacionados con la restricción de la libertad de expresión. Vivimos tiempos decisivos en España y, por extensión, en todos los países del sur de Europa, y no podemos dejar de dedicar todo el tiempo que haga falta a hablar de Venezuela. “625 ranas” asume esta tarea hasta el 26 de junio en lo referente al mundo de la televisión.

29/5/16

EL ESPÍRITU SANTO EN CALMA CHICHA


Los obispos tendrán el don de la santidad, la piedad y si me apuran la sabiduría, que para eso sopla el Espíritu Santo. Pero, que no me fastidien, no tienen el don de la oportunidad ni de coña. Si lo tuvieran siquiera un poquito, hubieran encargado y difundido un estudio sobre 13TV en cualquier momento del año menos en esta época en que los españoles hacemos la declaración de la renta: es ahora cuando decidimos marcar o no esa equis católica que permite estirar y estirar las costuras de los evangelios hasta lograr que el recaudador de impuestos del césar le dé a Dios el 0,7% de lo que es del césar.

Puede extrañar que la media de audiencia de 13TV sea muy inferior al número de católicos que proclama la Iglesia, pero el desajuste que hace peligroso el estudio encargado por la Conferencia Episcopal es que la cadena no reúna ni al tres por ciento de los espectadores, más de diez veces menos que los contribuyentes que al marcar la equis católica subvencionan con su dinero una cadena que no ven ni ellos mismos. Que los propios obispos aireen que el estudio señala lo poco que 13TV se dedica a evangelizar y lo mucho que se dedica a hacer política partidista es tan inoportuno como llevar al portal de Belén unos preservativos de regalo para san José. Se corre el riesgo que haya contribuyentes que se enteren de lo que hay y que lo que hay no les guste: podían creer que donaban a Cáritas para que ayudara a las víctimas de esta bonanza económica que tanto se parece a una tormenta, y descubren que en realidad están destinando más dinero a que 13TV alivie pérdidas millonarias que a que Cáritas alivie a los necesitados con un poco de comida.

Así que sí: es inoportuno que justo ahora los obispos divulguen lo que hace su mano derecha en 13TV con las limosnas que recibe su mano izquierda. Otra cosa es que tuvieran que encargar un estudio para enterarse de que su cadena no se dedica al proselitismo religioso sino al político. Eso solo se explica porque ellos tampoco ven 13TV y el Espíritu Santo está en calma chicha.

28/5/16

VENDAJE SOBRE RUEDAS


Tal vez TVE censure el trabajo de investigación y denuncia que realizan programas de la casa como “El escarabajo verde” (La 2), pero igual no hace ni falta. El Consejo de Informativos de TVE denunció hace unos días que la tele de todos había suspendido a última hora y sin justificación alguna la emisión de dos reportajes que previamente había programado y anunciado sobre las protestas realizadas por diferentes organizaciones no gubernamentales que denunciaban la mala gestión de los recursos y la degradación del medio ambiente. Tal vez el Consejo de Informativos de TVE tenga razón y deberíamos montar un pollo a los responsables del antiguo Ente, actual Corporación, para exigirles una buena gestión de lo público y un adecuado uso de los recursos que pagamos entre todos. Pero a lo mejor a quien deberíamos montar un pollo es a nosotros mismos, a los telespectadores, para exigirnos más de atención y un mejor uso de los recursos públicos que pagamos entre todos y no valoramos como es debido.

Lo que sería terrible es que los responsables de TVE se estuvieran tomando molestias innecesarias para apartar temas y contenidos del debate político y social (que no deja de ser lo mismo). Lo que sería vergonzoso es que ya nos ocupáramos nosotros de pasar de todo no prestando atención a aquellos asuntos que son tan importantes y nos afectan tanto que merecen el esfuerzo de quien manda para ocultarlos, pero no el nuestro para abrir los ojos y obrar en consecuencia.

Viendo “La huella” (Joseph Mankiewicz, 1972) aprendimos que una de los mejores modos de ocultar algo es dejarlo a la vista. Hay veces que uno piensa que La 2 ha quedado para eso. La mañana del pasado lunes, La 2 reemitió el reportaje “Reciclaje sobre ruedas” de “El escarabajo verde” sobre el vertedero de Seseña. Ya lo había emitido en octubre del año pasado, y ni tras aquella ni tras esta emisión pasó nada. Solo que entremedias ardió el vertedero. Pero, por lo demás, seguimos como estábamos, con los ojos vendados y el vendaje sobre ruedas.

27/5/16

EL MINISTERIO DEL MINISTERIO DEL TIEMPO

Señores de TVE: renueven “El Ministerio del Tiempo” ya. Total, van a acabar renovándolo seguro. Un conjunto de fanáticos ministéricos al que pertenezco hemos diseñado un plan que no puede fallar: si ustedes no renuevan MdT para una tercera temporada retrocederemos un par de meses cruzando una puerta del tiempo que hemos encontrado en los sótanos de Prado del Rey y aumentaremos nuestras medidas de presión –fan parades, artículos en prensa, manipulación de los índices de audiencia- para conseguir que prolonguen un año más la mejor serie de ficción española del momento. Si no lo conseguimos, viajaremos al pasado una y otra vez hasta que finalmente los responsables de TVE entren en razón, entiendan que una cadena pública no puede regirse por los mismos parámetros que una cadena privada, y den luz verde a otra docena de aventuras de Alonso, Amelia y Julián a lo largo de la historia de España.

Sabemos que Salvador Martí no lo aprobaría. El Ministerio nos ha enseñado que nunca se debe retroceder en el tiempo para modificar la Historia a nuestra conveniencia, pero también hemos aprendido que cada día es efecto del anterior y que el aleteo de una mariposa en 1588 puede provocar un terremoto en 2016. El efecto mariposa no sólo ocurre a través del espacio; funciona principalmente a través del tiempo. Y de la decisión que tome TVE acerca de la renovación de MdT no sólo se deriva el futuro de la serie de Javier Olivares: también el futuro de Televisión Española en su conjunto y, con él, parte del futuro de toda nuestra televisión.

Comprendemos que no se permitiera a Felipe II retroceder en el tiempo para conseguir la victoria de la Armada Invencible. Pero garantizar la presencia de la inteligencia y el ingenio sencillos en los medios de comunicación de masas nos parece un objetivo más importante que la mismísima invasión de Inglaterra. Somos muchos los ministéricos sabios como Amelia, sensatos como Julián y valientes como Alonso, dispuestos a tomarnos el tiempo por nuestra mano: renueven “El Ministerio del Tiempo” ya o cambiaremos la Historia hasta que lo hagan.

26/5/16

LA LUNA Y ELEANOR RIGBY

¿Disfruta de la luna más el poeta o el astrónomo? Si creen que el poeta, si piensan que el conocimiento técnico de un objeto lo despoja de su belleza, entonces no vean “Soundbreaking”, la extraordinaria serie documental que estrenó Odisea anteayer dedicada a desvelar la historia técnica de la grabación de las canciones que forman la banda sonora de nuestras vidas. Si saber los problemas sonoros concretos a los que se enfrentó Phil Spector va a hacer que se emocionen menos cada vez que escuchan “River deep, mountain high”, entonces deben evitar durante ocho semanas la noche de los martes en la mejor cadena de documentales de la televisión española. Si escuchar a Cat Stevens explicar por qué él no es responsable del sonido de “Matthew and son” va a hacer que se pierda la magia de esas campanitas horteras, entonces “Soundbreaking” no es una serie pensada para ustedes.

Pero si no es así, si son como yo y creen que el astrónomo disfruta de la luna más que el poeta, si piensan que el conocimiento técnico de un objeto no sólo no acaba con su belleza sino que la potencia, entonces no se pierdan esta interesantísima serie de documentales. Si disfrutar de “Eleanor Rigby” ya de por sí justificaba levantarse de la cama, imagínense después de escuchar a George Martin contar cómo imitó con el cuarteto de cuerda de esa canción los ostinatos rítmicos que Bernard Herrmann había escrito para la escena de la ducha de “Psicosis”. Si cualquier momento del día es bueno para detenerse y oír otra vez “Free fallin’”, mucho más ahora que Jeff Lynne nos ha explicado cómo era el tema guitarrero original que le presentó Tom Petty y cómo entre los dos lo retocaron para crear el temazo que abre “Full moon fever”.

El enorme placer que las canciones han supuesto en nuestras vidas no procede únicamente de la genialidad de unos artistas inspirados. Hicieron falta productores técnicos que crearan los sonidos concretos que han cambiado nuestras vidas. “Soundbreaking” nos desvela la verdadera naturaleza astronómica de los cuerpos celestes. Y resultan todavía más hermosos.

25/5/16

ANAXÁGORAS Y "LA MARSELLESA"


Cuentan que, cuando Anaxágoras recibió la noticia de que su hijo había muerto, el filósofo griego no se asombró ni mostró pena porque sabía que había engendrado a un mortal. Los mortales engendramos mortales, es cierto, pero saber que todos moriremos no evita la pena tras la muerte de un ser querido, ni tampoco el asombro ante la tozudez de lo inevitable. La fortaleza de Anaxágoras ante la noticia de la muerte de su hijo, entonces, no es más que lo que hoy llamaríamos “postureo” filosófico.

La semana pasada murió Madeleine LeBeau, la última actriz viva del reparto de la película “Casablanca”. Sólo un Anaxágoras cinéfilo se limitaría a decir que sabíamos que Madeleine era mortal, y que era cuestión de tiempo que la actriz abandonara este valle de lágrimas para reunirse con Bogart, Bergman y los demás miembros del reparto de “Casablanca” en los Campos Elíseos del cine. Por favor. ¿Quién no recuerda el primer plano en el que Madeleine LeBeau grita, tras cantar “La Marsellesa” en el café de Rick, “¡Vive la France!”? Si Woody Allen dice en “Misterioso asesinato en Manhattan” que cuando escucha a Wagner le entran ganas de invadir Polonia, los espectadores de “Casablanca” no podemos escuchar “La Marsellesa” y el patriótico grito de Yvonne, el personaje interpretado por Madeleine, sin que nos entren ganas de liberar a Francia de los invasores nazis. Todo es perfecto en “Casablanca” porque el funcionamiento de la creación artística no es diferente del funcionamiento de una máquina de vapor, así que rendimiento de una película y el de una máquina de vapor se pueden definir de la misma manera: el cociente entre el trabajo que produce y el calor que absorbe. Si todo el calor se transformara en trabajo, sin que parte de él fuera desechado, el rendimiento sería máximo. “Casablanca” es la máquina de vapor perfecta, termodinámicamente ideal, porque proporciona el rendimiento máximo de forma que no es posible incrementar el rendimiento de una máquina térmico-cinéfila más allá del límite marcado por la película en la que Ilsa pide a Sam que toque “El tiempo pasará” y Rick consuela a Ilsa en el aeropuerto diciendo “siempre nos quedará París”. ¿Quién no plantaría cara al mayor Strasser en el café de Rick después de que Yvonne grite entre lágrimas “¡Vive la France!”? El mismo Anaxágoras cantaría “La Marsellesa”, y entendería que hay películas que fueron engendradas para ser inmortales.

24/5/16

QUIEN CONTAMINA, PAGA

¿Eres un señorito con un morro que se lo pisa que confunde la irresponsabilidad con la espontaneidad pero tú prefieres decir que eres un tipo campechano al que le gusta llamar al pan, pan y al vino, vino? De acuerdo, señor Bertín Osborne, adelante. Eso sí, anda con cuidado porque la Plataforma Quien Contamina Paga defiende la implantación un nuevo impuesto audiovisual: “Quien contamina, paga”. Ya no trabajas para una tele pública, así que allá Telecinco si le mola contratar a quien primero dice Hitler sería mi entrevista soñada. Saber lo que tiene un tío como ese en la cabeza debe de ser surrealista”, y después rechaza entrevistar a Nicolás Maduro diciendo: “Bueno, es que a sinvergüenzas y delincuentes procuro no tenerlos cerca, y entrevistarles, menos”. Pero ahora, por tu culpa, cientos de profesores de Historia, Valores Éticos y Filosofía tendrán que trabajar el doble para arreglar el daño que has hecho vertiendo al medio ambiente y social tan tóxica palabrería. Recoger esa contaminación social y reciclarla tiene un precio que debe costear quien causa el daño. A pagar.

¿Eres Íker Jiménez y te pasas el Principio de inercia y el conocimiento racional y científico por el arco de triunfo porque así tu jefe y tú ganáis dinero fácil? Vale, pero cientos de profesores de ciencias tendrán que deshacer el entuerto enseñando ciencia en un medio contaminado por tus sofismas y engaños. ¿Quién paga? Quien primero ensució.

Ya solo falta establecer un mercado de emisiones de basura audiovisual que regule los costes del derecho a contaminar. Esto permitirá que sean las propias empresas y agentes contaminantes quienes comprando y vendiendo derechos de emisión seguirán llenándolo todo de mierda, sí, pero por lo menos no lo harán como ahora, que les sale gratis. Cuando la Plataforma Quien Contamina Paga tenga éxito, al menos nos quedará el consuelo de que quien contamine, pague.

23/5/16

VIVALDI EN EL PUBIS


“9 meses con Samanta” cerró con éxito de audiencia. Buen negocio para Cuatro, pero lo importante fue ver tanta gente superfeliz. Lo dice su web: “En redes sociales, cosechó un espectacular sentimiento favorable de casi 8 comentarios positivos por cada crítica”. ¡Vivan la era Acuario y los sentimientos favorables! ¡Mueran las críticas, las actitudes críticas y las personas críticas! Por ejemplo:

“He estado pensando en la última visita con el médico. Me gustaría tener un parto vaginal pero necesito que la niña se ponga cabeza abajo. Estoy esperando la llamada de una especialista, es comadrona y acupuntora también”. Samanta Villar se pone alegremente en manos de este peligro público que le pasa consulta ¡por teléfono! Una voz con esa entonación pija de Tamara Falcó dice: “Vaaale. Es muy probable que se vuelva a girar, porque estos chiquitines son como ‘bebés-lavadora’. Lo que puedes hacer es poner música abajo, ¿sabes?, a la altura de… de… del pubis. Sí, porque les gusta la música clásica. O sea, sí, sí. Tú pones música abajo y ellos lo que hacen es intentar ‘torsionar’ un poco el cuello para escucharlo mejor. Sobre todo hazlo por la noche, cuando estás relajada, y luego andas a cuatro patas durante diez minutitos. Habla con la niña, ¿vale?, no tengas miedo”. ¿Villar no aprendió ciencia ni filosofía en bachillerato?: “Voy a tener fe y voy a hablar con ella”.

Después, ya sola, ríe feliz: “¡Voy a poner música clásica en el pubis! No sé si funcionará, pero nos vamos a divertir. Me siento ridícula, pero, total, daño no va a hacer” (¡el argumento favorito de los timadores!). Suena Vivaldi en el móvil. Está comprobado que a través del líquido amniótico el feto no oye una mierda, pero da igual. “¡Se mueve!” (otro engaño: ‘post hoc, propter hoc’). “Un cuartito de hora de música y ahora diez minutos gateando. No sé si servirá para que se gire la nena, pero para que el suelo quede brillante va estupendo”. Qué felicidad. Al menos no hizo caso a una madre que visitó antes, y que, tras el parto, se tomó parte de la placenta en un zumo y el resto lo momificó. Y qué feliz reía ella también.

22/5/16

LA BATALLA DE "HORACE AND PETE"


La guerra entre Netflix y Movistar+ por convertirse en la plataforma de referencia para los amantes de las series en España acaba de llegar a una de sus batallas más emocionantes, completamente decisiva para muchos aficionados entre los que me incluyo: cuál de las dos marcas conseguirá hacerse con los derechos de distribución de “Horace and Pete” en nuestro país. Ahí se juegan todo su prestigio, por encima del tamaño de sus catálogos o la inmediatez con la que ofrecen los capítulos en relación a su fecha de emisión en Estados Unidos.

Louis C.K. ha cuajado en “Horace and Pete” la obra más inclasificable y rica en matices de la televisión actual. Como todo lo que hace, es imposible incluirla dentro de ningún género. Es radical pero no gratuitamente triste, obscena en su sinceridad, surrealista, inteligentísima. Supera a Woody Allen de la misma forma que Woody Allen superó a Charlie Chaplin. Sus diálogos revientan de lucidez espesa por todas partes. La interpretación de sus cinco personajes principales debería acaparar todos los próximos Emmys. Demasiado libre para explicársela al que no la haya visto. Totalmente moderna, totalmente clásica. Televisión vanguardista, teatro tradicional. Deja el regusto denso de las obras importantes, pero importantes de verdad, de los autores llamados a protagonizar la creación literaria y audiovisual en las próximas décadas.

Y, en su ir a su aire, C.K. ha rodado esta maravilla de forma completamente independiente, al margen de cadenas, plataformas y productoras, de forma que sólo es posible verla comprándola directamente en su página web. Esto dificulta muchísimo su difusión en sociedades no angloparlantes fuera de los EE.UU., y abre la puerta a que en países como España plataformas como Netflix o Movistar+ puedan llegar a negociar directamente con Louie para incluirla en sus catálogos. La reciente llegada de la nueva televisión hace que todavía la guerra entre marcas esté demasiado empatada. Aquella plataforma que consiga ofrecer a los españoles la brutal obra maestra que es “Horace and Pete” se habrá apuntado un tanto de prestigio y calidad difícilmente superable a corto y medio plazo.

21/5/16

LAS SALCHICHAS DE LA LIBERTAD



¿Que qué opino sobre el nuevo anuncio de Pavofrío? ¿Ése en el que se anuncia una carne baja en grasas para un nuevo modelo de mujer y en el que sólo aparecen mujeres en su peso perfecto, atractivas, sanas, de nivel adquisitivo medio alto, indicando con chulería lo poco que les importa estar en su peso perfecto, ser atractivas, sanas, y lo mucho que rechazan cualquier presión social? Permítanme responder contando una historia:

Durante los años 20 del siglo pasado la industria tabaquera norteamericana estaba buscando formas de conseguir que aumentase el consumo de cigarrillos entre las mujeres. Según George Hill, presidente por entonces de la American Tobacco Company, lograr que las mujeres norteamericanas fumasen tanto como los hombres “sería como encontrar una mina de oro en nuestro propio jardín”. Así que Hill contactó con Edward Bernays, un joven publicista –entonces se llamaban “relaciones públicas”- sobrino de Sigmund Freud y mucho más inteligente que su tío, para que consiguiera ese objetivo. Bernays contrató a actrices conocidas para que aparecieran en público fumando Lucky Strike en el desfile de Pascua de Nueva York de 1929, e inició varias campañas publicitarias en prensa en donde se presentaba a los cigarrillos como las “antorchas de la libertad” de las mujeres, asociando su consumo con el empoderamiento y la independencia. “Hemos eliminado un prejuicio anticuado”, “las mujeres son libres”, “cree en ti misma”, “enciende un cigarrillo aunque se enfade tu marido” fueron algunos de los eslóganes usados en dichos anuncios. A mitad de los años 30, sólo unos cinco años después del inicio de las campañas de Bernays, el consumo de tabaco entre las mujeres norteamericanas había aumentado en más de un 300%.

Esto es lo que opino sobre el nuevo anuncio de Pavofrío, dedicado a defender a las mujeres españolas contra el estrés de la vida cotidiana y la presión social que las asfixia. Y me gustaría que se hiciesen públicos los nombres de los George Hill y Edward Bernays de esta historia.

20/5/16

"LOS SIMPSON", EL QUÉ Y EL CÓMO


En 2001, la odisea de “Los Simpson” surcaba su décimo segunda temporada con más de 250 capítulos a sus espaldas sin temer a los lestrigones ni a los cíclopes. El primer episodio de aquel año, titulado “HOMR”, se abre con una visita de la familia amarilla a un festival de animación. Allí, Homer descubre fascinado una tecnología que mediante sensores colocados en su cuerpo permite transferir sus posturas al dibujo animado de un perro que reproduce así los movimientos. El pasado domingo, más de 250 capítulos después y 15 temporadas más tarde, en EE.UU. se emitió el episodio “Simprovised”. En él, Dan Castellaneta, doblador de Homer desde sus inicios en 1987, no solo dio al personaje su voz, sino también sus gestos. Varias personas afortunadas pudieron hacerle una pregunta a Homer y este contestó en directo sobre asuntos tan importantes como si su amigo preferido es Carl o Lenny, o cómo simular que se está trabajando mientras uno echa una siesta en el curro.

Dibujos animados en directo: una pasada más entre las virguerías con las que la serie nos sorprende cada vez más. Pero ¿“Los Simpson” hace los alardes técnicos que hace porque se lo puede permitir o porque ya es lo único que le queda por hacer? ¿Vuela más alto para demostrar que nadie más puede volar tan alto o porque el Sol derrite sus alas y está en trance de morir de éxito al precipitarse contra el suelo? ¿Es una serie zombi que desde hace años camina sin cerebro o es una serie inmortal que sigue viva gracias a que los implantes, añadidos y alardes tecnológicos a los que recurre le permiten seguir avanzando?

Ya hace 20 años, en el episodio de “La casa-árbol del terror” de la séptima temporada, “Los Simpson” nos dejó boquiabiertos con aquella aventura (“Homer³”) en la que Homer salta de dos a tres dimensiones y camina por una calle del mundo real tras vivir los minutos más intensamente matemáticos de la historia de la animación mundial. Que “Los Simpson” siga asombrándonos por muchos años, pero no olvide que, como siempre ha sido y siempre será, el qué es más importante que el cómo.

19/5/16

NO QUIERO SER MONJA, QUIERO PAELLA


Cuatro ya terminó de emitir “Quiero ser monja”, alabado sea el Señor. ¿Qué balance hacer de este extraño reality en el que no se sabe si concursaban cinco zagalas que aspiraban a servir a Dios o concursaba Dios que aspiraba a convencerlas para que fueran sus siervas? Bueno, que no se enfade Dios en su infinita omnipotencia, pero parece que el Sumo Hacedor no consiguió un buen resultado con Su llamada a las aspirantes a monjas. Él venga a llamarlas, ellas venga a sentir Su llamada, pero cuando vieron Su oferta a tres de las cinco chicas no les gustó lo que Dios les ofreció y se piraron. Una quería ver a su novio y recuperar su maquillaje; otra, comer una paella; otra, reencontrarse con su familia y hacer “cosas normales”. ¡Cosas normales! O sea: Dios, 2; Mundo, Demonio y Carne, 3. El resultado deja a Dios fuera de la eliminatoria. Los caminos del Señor son inescrutables, pero lo escrutado en seis semanas de programa no pareció lo suficientemente divino, glorioso o celestial en estos tiempos de perdición en que una mujer puede tiene vida propia más allá de un convento o un matrimonio como Dios manda.

Al Dios de las televisiones no le fue mejor: tampoco los espectadores seguimos Su llamada. “Quiero ser monja” tuvo la mitad de audiencia que había tenido “Los Gipsy Kings”, así que no volverá. A no ser que lo haga como un apartado de “Cuarto milenio”.

Hubo un tiempo en que el catolicismo era una garantía de lucha contra las supersticiones y las pamplinas de todos los ikerjiménez que en el mundo han sido. Ahora, una aspirante a monja es capaz de preguntar “¿Nunca han escuchado nada así como paranormal en el convento?”, y de concluir “El lugar es un poco así, como inquietante, ¿sabes? Hay como una energía… una energía nerviosa. No sé, no me ha dado buena vibración. Y más que esté el cementerio dentro de la casa”. Ay, mocina, como te oiga la Congregación para la Doctrina de la Fe te regala un catecismo para que enteres de lo que hay y te dejes de paganismo y supersticiones diabólicas.

18/5/16

BUENAFUENTE Y LAS PALOMAS


“Yo no sé mucho sobre economía”, dijo en cierta ocasión Groucho Marx, “pero sé que si los neoyorquinos alimentan a las palomas de Central Park las cosas van bien; por el contrario, si las palomas de Central Park alimentan a los neoyorquinos las cosas van mal”. Algo parecido me pasa a mí, pero uso los programas de televisión en vez de las palomas para evaluar la situación económica: si los programas de humor me divierten y los programas sobre política me interesan sé que las cosas van bien; por el contrario, si los programas de humor me interesan y los programas sobre política me divierten sé que las cosas van mal.

Así que me temo que las cosas están yendo muy mal por esta parte del mundo. Porque el programa que más me interesó la noche del lunes fue el “Late Motiv” que Buenafuente nos ofreció desde la isla griega de Lesbos, y el programa con el que más me reí la noche del domingo fue “El objetivo” que Ana Pastor intentó –vamos a decirlo suavemente así- realizar desde la Puerta del Sol para conmemorar el quinto aniversario del 15-M. No es nuevo que un excelente programa de humor como “Late Motiv” te deje pegado a la pantalla cuando se pone serio; durante los últimos años hemos visto cómo “Salvados” –que, no se olvide, comenzó como un programa gamberrete durante una campaña electoral- se metía con seriedad y valentía en algunos de los asuntos más ásperos de la historia reciente de España, y también hemos asistido a la lenta transformación de “El intermedio”, cada día más cercano a un telediario y más lejano a la parodia de un telediario. Tampoco la deriva humorística de “El objetivo” es nueva; “La sexta noche”, por ejemplo, hace tiempo que es un club de la comedia bajo la dirección impuesta por ese incomprendido genio de la bufa surrealista que es Eduardo Inda.

Las palomas de Central Park alimentan a los neoyorkinos mientras Andréu Buenafuente no hace reír a nadie sentado al lado del Serrat cantando “Mediterráneo” desde Lesbos. El economista que sólo sabe economía ni siquiera sabe economía.

17/5/16

BLANCO, NEGRO Y AZUL


El filósofo alemán Walter Benjamin escribió que en la época de la reproducción técnica de la obra de arte lo que se atrofia es el aura de esa obra, debido a que la multiplicación de las reproducciones pone la presencia masiva de la obra de arte en el lugar de una presencia irrepetible. Sin embargo, he vuelto a ver en TCM “La mujer y el monstruo”, la maravillosa película de Jack Arnold que es una especie de “King Kong” acuático, y me parece que no ha perdido ni un trocito de su aura a pesar de que las aventuras y desventuras del pobre “monstruo” ya no forman parte de una experiencia irrepetible vivida en una sala de cine, sino que pueden verse mil veces en DVD o incluso en un teléfono que cabe en las branquias de la criatura de la Laguna Negra. Por otro lado, cuando veo “Avatar” en Telecinco me da la impresión de que la película de James Cameron ha perdido gran parte de su aura en el camino que va de la sala de cine a la reproducción masiva en las cadenas televisivas. Parecería así que las palabras de Benjamin no sirven para el cine, sino para otro tipo de obras de arte, si no fuera porque estoy seguro de que muchos amantes del cine defenderán que hoy el aura de “La mujer del monstruo” tiende a cero, mientras que el aura de “Avatar” se agiganta cada vez que una cadena televisiva decide programar las aventuras y desventuras de Jack Sully entre los humanoides azules en la selva de Pandora. Un lío.

Lo del “aura” es un lío porque no podemos decir que el mundo en blanco y negro de la criatura de la Laguna Negra es el mundo azul de los na´vi de Pandora pero con otras reglas de etiqueta, sino que son dos mundos completamente diferentes. Y así como, según Edward Sapir, dos lenguas nunca son suficientemente similares como para que se considere que representan la misma realidad social, dos mundos cinéfilos nunca son lo bastante similares como para que se considere que comparten esa cosa que llamamos “aura”. Los que hemos sido formados en las viejas salas de cine por películas como “La mujer y el monstruo” o, si lo prefieren, por el péplum clásico, las películas de vaqueros o las aventuras de Tarzán, hemos sido también transformados por esas salas y películas como la acción humana transformó el medio natural en Las Médulas. Y lo mismo puede decirse con respecto a películas como “Avatar” o, si lo prefieren, las últimas entregas de la saga galáctica de Lucas o los cacharros de “Transformers”. Y no sé si la criatura de la Laguna Negra podría vivir en Pandora.

16/5/16

SAMANTA ESTÁ DESNUDA


¿Pero no lo veis? Está completamente desnuda. No lleva ningún lujoso traje nuevo. La ha engañado su sastre y pretende engañarnos a todos. “9 meses con Samanta” es un programa completamente vacío, no tiene nada dentro. Las vivencias que pretende transmitirnos la futura mamá con su selfie vital son como los disparos de fogueo: deslumbran durante un segundo, pero cuando se apaga el ruido y el fogonazo no queda un agujero en ningún sitio. La casuística, los testimonios, las experiencias curiosas que Samanta nos presenta en su programa existen únicamente en el contexto de su exhibición mediática. Se ha corrido la voz de las bondades del traje nuevo de Samanta y parece que cualquier persona mínimamente sensible habrá de emocionarse con el exhibicionismo de la reportera factual. Pero no. Yo soy el niño del cuento. Créedme. Samanta no tiene absolutamente nada importante que contarnos. Los espectadores que disfrutan con el programa se limitan a creer ver lo que quisieran ver sin que en realidad se encuentre en la pantalla. Samanta se pasea por Cuatro completamente desnuda.

No es la única. La televisión se ha convertido en una playa nudista. Están desnudos Bertín y todos los bertinables de su programa. Están desnudas –oh, pecado- las chicas ésas que se plantean ser monjas. Carlos Lozano y el resto de VIPs y el resto de Supervivientes parecen salidos de “Adán y Eva”. No sé cómo vieron ustedes a Matamoros y a Makoke en el “Deluxe”, pero yo les juro que iban en pelota picada. Samanta Villar ya resultaba estomagante cuando se dedicaba a convertirse durante veintiún días en otros yoes para vendernos sus experiencias de transformación; ahora que las tres semanas se han convertido en nueve meses y los otros yoes se han convertido en el propio, el resultado ya es embarazosamente bochornoso. Su gestación es real, pero el traje con el que lo viste en “9 meses con Samanta” sencillamente no existe. Estos programas son los responsables de que actualmente “especial” e “íntimo” sean sinónimos de “nadería” y “banalidad”. Quizá debiéramos plantearnos denunciar al sastre.

15/5/16

TELECINCO Y YO


Felicidades, Telecinco. Las cosas, como son: los bloques publicitarios de Telecinco son mucho más cortos que los que se gasta Antena 3, y, por tanto, más llevaderos. Pasan pronto y se puede seguir viendo la programación tranquilamente. Eso hace de Telecinco una mejor cadena. Se preocupa por los telespectadores. Telecinco es especialmente cuidadosa en horario de máxima audiencia porque nunca nos martiriza con más de seis minutos seguidos de anuncios. Coloca un máximo de 25 anuncios, mientras que Antena 3 puede llegar a atizar con 50.

Muy mal, Telecinco. Las cosas, como son: los bloques publicitarios de Telecinco son mucho más cortos que los que nos regala Antena 3, y, por tanto, más insoportables. Pasan pronto y enseguida hay que seguir sufriendo su desquiciante programación. Eso hace de Telecinco una peor cadena. No se preocupa por los telespectadores. Telecinco es especialmente descuidada en horario de máxima audiencia porque nunca nos permite descansar más de seis minutos seguidos con anuncios variados antes de seguir martirizándonos con “Sálvame deluxe” o el reality show de cada día que también nos atiza hoy. Coloca un máximo de 25 anuncios, mientras que Antena 3 es más generosa y puede llegar a los 50.

Ni tanto ni tan calvo, Telecinco. Las cosas, como son: los bloques publicitarios de Telecinco son mucho más cortos que los de Antena 3 solo porque utiliza una diferente y eficaz estrategia a la hora de rentabilizar la subasta de audiencia que realiza en el mercado publicitario. Eso hace de Telecinco una empresa rentable. Los telespectadores son el producto con el que comercia y Telecinco los captura con productos baratos y repetitivos para después, ya cautivos, venderlos frescos y dispuestos a prestar atención a lo que quieran decirles esas empresas que manipulan la conducta de los demás pero no la mía, porque con ellos harán lo que quieran pero conmigo no, así que me da igual que me lo digan en bloques de 25 o de 50 anuncios, que a mí no me la pega nadie. Con lo listísimo que soy yo.

14/5/16

EUROFANS Y EUROESCÉPTICOS


Igual que la programación religiosa de TVE solo está hecha pensando en los creyentes, la programación eurovisiva de TVE solo está hecha pensando en los eurofans. Pongan La 1 hoy por la noche y La 2 mañana por la mañana si quieren comprobarlo. No está ni se espera que en La 2 un programa agnóstico manifieste prudente que no sabe si Dios existe o no. Ni que uno ateo proclame orgulloso que Dios no existe ni de coña, tíos. Del mismo modo, la tele pública trata a los eurofans como si fueran los únicos destinatarios del “Festival de la Canción de Eurovisión” (y todo lo que lo rodea, que cada vez es más: ¿se acuerdan de cuando se hablaba de la “noche de Eurovisión”? Pues ya vamos por la “semana de Eurovisión”).

Del salón en el ángulo luminoso, de su dueño nunca olvidada, bulliciosa y cubierta de un tapete de ganchillo, veíase la tele en familia la noche de “Eurovisión” antes de que el fenómeno eurofán se adueñara del invento. Así veía el festival la familia Alcántara en el primer capítulo de la primera temporada de la serie, ambientado en 1968. Ahora ya no. En 2016 solo lo vería la hija eurofán de Carlitos y su novio friki mientras los demás estarían a sus cosas.

Este año Rumanía fue expulsada del festival por falta de pago. Nuestra participación no solo la pagan los eurofans, así que TVE también debería tener en cuenta a los euroescépticos, ya seamos euroagnósticos o euroateos. Nuestra única esperanza hoy es José María Íñigo, un profesional de vuelta de todo capaz de ir más allá de los miles de cotilleos tontorrones que rodean el festival, capaz de mirar estas oleadas de entusiasmo prefabricado que rodean cada año a los recién llegados al mundo de la música y la fama con la distancia de quien ya vio mucho y sabe mucho, capaz de no dar primero la tabarra echando las campanas al vuelo para después acabar hablando de mala suerte, de complot internacional o de vencedores morales. Íñigo, porfa, hoy por la noche piensa que también puede haber euroescépticos viendo la tele.

13/5/16

SIN IDEOLOGÍA POLÍTICA



TEN, la nueva cadena de TDT que comenzó sus emisiones hace pocas semanas, no tiene ideología política. No lo digo yo. Lo dicen ellos. Y lo dicen tan abiertamente que han incluido esta tesis en su spot publicitario. Salen Martina Klein, Carlos Jean y otro tío y dicen: “TEN, una televisión distinta, sin guiones, sin actores, sin mapas, sin ideología política. Rebeldía, tentación, desafíos, tendencias… Autenticidad. Para personas de verdad como tú”. Sin embargo, pocas frases son tan políticas como este eslogan, y pocos éxitos de la derecha son mayores que hacernos creer que sólo hay política en el debate político explícito y no en el ejercicio implícito de ideologías políticas aplicadas a los temas más diversos. Si no se habla de política no se está haciendo política, ¿verdad? Tararí.

En ocasiones los árboles no te dejan ver el bosque. Mucha gente cree que las casas de los demás tienen un olor característico, pero no la propia. Hay muchas personas que están convencidas de que carecen de ideología política no porque no hayan tomado partido por una manera de entender las cosas, sino porque ni siquiera saben que habría otras formas de ver la vida y la sociedad. “No hay escape de la filosofía”, dijo Karl Jaspers, “la cuestión es si es buena o mala. El que rechaza la filosofía está haciendo filosofía al rechazarla”; cambien en el texto anterior “filosofía” por “política” y mándenselo a Martina Klein, a Carlos Jean y al otro tío, a ver si se dan cuenta de que el factual –“factual”: mezcla barata de documental y reality; programas sobre subastas en Canadá, anécdotas de aeropuertos o parejas interraciales; un truño como “9 meses con Samanta”, por ejemplo, es un factual- “Eso es amor” o el programa de aventuras “72 horas” es tan político como “La Sexta noche” o “El día del Señor”. “Yo soy apolítico. De derechas. Como mi padre”, decía Saza en “La escopeta nacional”. Hasta la llegada de Podemos, los apolíticos siempre eran de derechas. Tras la llegada de Podemos, también.

(Ah, el otro tío es Josef Ajram, un agente de bolsa especializado en el day trading, actividad que, claro, tampoco tiene ideología política…. Como TEN).

12/5/16

ADIÓS, TEFLÓN; HOLA, BAREI

Durante años los fabricantes de instrumentos de cocina se han enfrentado al grave problema de encontrar recubrimientos antiadherentes que evitaran que los alimentos se pegaran a ollas y sartenes. Se ha probado la eficacia de recubrimientos cerámicos y metálicos diversos, y algunas sustancias como el teflón han alcanzado gran popularidad entre los profesionales y aficionados a la cocina. Sin embargo, todo parece indicar que la era del teflón se ha terminado, y su sustituto proviene de un terreno absolutamente inesperado: el mismísimo Festival de Eurovisión. Hagamos una pequeña prueba: intenten tararear la canción “Say yay”, que representa a España en el certamen de este año. No pueden, ¿verdad? A que no… ¿Saben por qué? Porque no se pega. No importa la cantidad de veces que la hayan escuchado o la atención que hayan puesto en ella. La canción de Barei no se pega. No se pega nada. Ni las estrofas, ni el estribillo, ni el puente. Ni el comienzo ni el final. Nada de nada de nada.

Da igual la cantidad de años que los físicos se pasen encerrados en sus laboratorios o la tecnología de última generación con la que construyan los revestimientos: nunca podrán obtener un material tan radicalmente antiadherente como la canción que representa a España este año en Eurovisión. Nunca hubo una canción menos pegadiza en la historia. Se rumorea incluso que la propia Barei se ha enfrentado a grandes dificultades para recordar la melodía cada vez que ha tenido que interpretarla en los ensayos de estos días. Ya nadie duda de que a “Say yay” le espera un gran futuro a partir de este sábado, pero no en el mundo de la canción sino como nuevo material para recubrir sartenes y ollas consiguiendo que no se pegue en absoluto a ningún alimento. De hecho, la NASA ya ha mostrado su interés por “Say yay” como elemento componente de algunas piezas de las naves espaciales que requieren bajísimos coeficientes de rozamiento y fricción y altísimos niveles de antiadherencia. Aquí abajo en la Tierra, la verdad, a todos nos parece muy buena idea mandar esa canción al espacio exterior y librarnos de ella.

11/5/16

ESTO ES FÚTBOL


Creo que lo que sucedió el pasado jueves en el estadio de Anfield antes del partido Liverpool-Villarreal es bastante más emocionante que un capítulo de la sexta temporada de “Juego de tronos”. Y creo que Anfield es más emocionante que “Juego de tronos” no porque, como diría Jorge Luis Borges, en “Juego de tronos” salgan dragones de vez en cuando contagiando de puerilidad todo el relato, sino porque lo que le pase o le deje de pasar a Jon Nieve nunca tendrá la carga emocional de un estadio cantando “You´ll Never Walk Alone” en una semifinal de una competición europea. En el escudo del Liverpool está el “Liverbird”, el pájaro símbolo de la ciudad que sostiene una ramita en el pico, que impresiona más que el aliento de fuego de los dragones de Daenerys Targaryen; y en el pasillo de entrada al terreno de juego de Anfield hay un cartel que dice “This is Anfield” que hace que las piernas de los jugadores que visitan Anfield tiemblen más que los corazones de los que llegan a Desembarco del Rey. Pero el principal argumento en favor de la superioridad emocional de Anfield, y del fútbol en general, sobre “Juego de tronos”, y las series televisivas en general, es que es más difícil evitar que nos destripen el resultado de un partido de fútbol que intentar no saber si un personaje de “Juego de tronos” está vivo o muerto.

¿Les parece difícil estar en la cola del pan, viajar en autobús, tomar el café en un bar, ver las noticias, encontrase con unos conocidos o navegar por internet sin enterarse de qué fue eso tan importante que pasó en el segundo capítulo de la sexta temporada de “Juego de tronos”? Intenten comprar pan, ir al trabajo en autobús, apoyarse en la barra de un bar, sentarse en el sofá a ver el telediario, charlar con los amigos o encender un ordenador sin saber a los tres segundos (puede que cuatro) que el Real Madrid ganó al Manchester City o que la eliminación del Villarreal ante el Liverpool evitó un pleno de equipos españoles en las finales de las competiciones europeas de fútbol. ¿Los seguidores de “Juego de Tronos” tienen que hacer equilibrios para evitar que alguien les destripe la serie? Los futboleros saben que ni Houdini puede escapar del fútbol y que es mucho más difícil vivir sin saber quién jugará la final de la Liga de Campeones que vivir sin saber si Jon Nieve está vivo o muerto. Esto es fútbol.

10/5/16

¡VIVA "PODER CANIJO"!


Venga, venga, rapidito. Vamos a felicitar urgentemente a TVE por su nuevo programa “Poder canijo” para que nazca con bien. “Poder canijo” es un programa estupendo, tiene un planteamiento maravilloso y persigue un objetivo loable (Vaya. He ahí el poder de los monólogos televisivos: ¿hay alguien que, tras leer “loable”, no haya pensado automáticamente en el “lo hable quien lo hable” de Luis Piedrahita?). Lo único que le falta a “Poder canijo” para ser perfecto es realizarse, emitirse, existir. Pues ánimo, a ello.

Hay programas en TVE que a priori no son ni buenos ni malos. Será después de su emisión y rodaje cuando podremos saber si son buenos (es el caso de una serie como “El ministerio del tiempo”) o malos (es el caso de un magacín como “La mañana” de Mariló Montero). Hay otros que antes de ser emitidos ya son buenos o malos. Ya era malo “En la tuya o en la mía” antes de su estreno, sabiendo que iba a ser un frívolo programa de entrevistas en el que el periodista cualificado sería sustituido por un señorito campechano como Bertín Osborne intentando hacer de la necesidad virtud, y las entrevistas serían sustituidas por unos compadreos de vergüenza ajena. Del mismo modo, ya es bueno “Poder canijo” antes de su estreno, sabiendo que va a ser un programa familiar en el que los padres podrán ver en la tele junto a sus hijos cómo unos señores no compiten a ver quiénes son los mejores haciendo algo tan importante para su futuro como cocinar un “León come gamba”, sino quiénes son los profes mejores y más innovadores en su trabajo. ¿Se gasta el Estado una pasta en ofrecer a sus ciudadanos un costoso y beneficioso sistema educativo? Bienvenido sea un programa en el que la tele pública y los servicios públicos que nos damos entre todos coinciden buscando lo mismo.

Ahora solo hace falta que “Poder canijo” se realice y se remate como se merece una buena idea y como nos merecemos quienes lo pagamos. Ah, y puestos a pedir, que vuelva ya “Órbita Laika”. Un buen programa echado a perder por culpa de algún listo que ha decidido dejarlo morir.

9/5/16

EL TTIP ES POR NUESTRO BIEN


Volvamos a la normalidad. Los programas informativos no están ahí para ponernos nerviosos ni para preocuparnos. Están ahí para que sepamos que todo va bien, que el mundo es un lugar cómodo y predecible, que pase lo que pase no pasa nada. Como en los tiempos del blanco y negro, de la Carta de ajuste, del fin de la emisión con el himno nacional. Como cuando aquel reloj ocupaba toda la pantalla mientras el segundero avanzaba en una cuenta atrás. Como cuando a la hora en punto empezaba el “Telediario” y sabíamos que nos traería las noticias de un día que había sido esencialmente idéntico al anterior y al siguiente por los siglos de los siglos. Entonces sí que daba gusto ser gente de paz y de orden.

Qué tiempo tan feliz era aquel en el que un matrimonio trabajador de clase media con un hijo llamado Carlitos era solo un matrimonio trabajador de clase media con un hijo llamado Carlitos, y no el papel que interpretan para la tele unos actores manchados con los papeles de Panamá. Qué tiempo tan feliz era aquel en el que María Teresa Campos criaba a su pizpireta hijita sin verse obligada a aguantar el tirón en “Qué tiempo tan feliz!” a la espera a que le den un trabajo fijo a la chiquilla. Qué tiempo tan feliz era aquel de rutina y sosiego, y no este de noticias tan desasosegantes como la de los documentos secretos que destapó el otro día Greenpeace.

En algún informativo hablaban del “escándalo de las filtraciones de Greenpeace”. Qué certeros. El escándalo no es el secretismo, la ocultación, la falta de transparencia. El escándalo es que haya quien esté empeñado en estropearnos los telediarios destapando asuntos que están mejor tapados, obligándonos a saber sobre lo que es mejor ignorar. Como ese Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) entre Europa y EE.UU, de nombre tan aburrido y contenido tan terriblemente complejo. No hagamos caso a los revoltosos. No nos preocupemos a lo tonto. Dejemos que las aguas vuelvan a su cauce. Dejemos que otros tomen las decisiones por nosotros. Lo hacen por nuestro bien.

8/5/16

I CONCURSO "CUÉNTAME"

Ante la magnitud de la respuesta social que han generado las noticias acerca de las presuntas irregularidades fiscales cometidas por Imanol Arias y Ana Duato, protagonistas de “Cuéntame cómo pasó”, 625 Ranas tiene el placer de convocar el I Concurso Nacional de Juegos de Palabras y Chistes Referidos a Problemas Fiscales con Antonio y Merche Alcántara. Podrán participar en él todos los españoles mayores de edad, poseedores de una cuenta de Facebook o Twitter, y que durante los últimos días hayan colgado en las redes sociales algún meme o mensaje ironizando sobre la situación de Arias y Duato en relación con dicha serie.

Se podrá concursar en una de las siguientes tres modalidades: (1) Alusiones al título de la serie. Por ejemplo, montajes con las carátulas de los DVDs en donde se haya alterado el título original para dar lugar a “Cuéntame cómo defraudaste”, “Cuéntale cómo pasó (al juez)” o “Deja de contarme cuentos”, (2) Referencias a algunas de las muletillas más conocidas de los personajes en la serie. Por ejemplo, “¡nos han bloqueado las cuentas, me cago en la leche, Merche!”, “tenemos que hablar con don Pablo, a ver si él puede arreglarlo” o “ya me decía mi madre que lo de Nummaria era demasiado bueno, ¿pero tú estás tonto, Antonio?”, y (3) Falsas noticias referidas a futuros acontecimientos de la serie. Por ejemplo, “en la próxima temporada Antonio y Merche irán a la cárcel por fraude fiscal” o “Imanol Arias y Ana Duato proponen a TVE seguir rodando las nuevas temporadas de ‘Cuéntame cómo pasó’ desde Panamá”.

El premio consistirá en una colección completa de DVDs de “Cuéntame cómo pasó” y una inspección fiscal exhaustiva. El jurado estará formado por una selección de los lectores más fieles y entusiastas de 625 Ranas. El plazo para la presentación de los materiales se abre en este momento y se cerrará en cuanto explote otro escándalo con otro famoso con el que se puedan hacer mejores juegos de palabras y chistes. El fallo del jurado se hará público a través de una entrada de 625 Ranas y será inapeleibol.

7/5/16

¡REPETICIÓN DE LA PROGRAMACIÓN!


El empate que se registró en audiencia el pasado jueves entre el episodio de “Cuéntame cómo pasó” (La 1) y la nueva entrega de “Supervivientes” (Telecinco) ha provocado una situación inédita en la historia de la televisión española, ya que por primera vez no es posible proclamar un ganador de la programación del día. Ambos programas rondaron los 3.600.000 espectadores cada uno, con pequeñas diferencias a favor de uno u otro en diversos momentos de la noche. Habitualmente, algún espacio emitido en el prime time se alza con la audiencia ganadora de la jornada, o, cuando esto no es así, las agencias de rating y los canales de televisión llegan a un acuerdo para repartirse tal galardón. No ha sido así esta vez, y la incapacidad para resolver cuál es el programa más visto de la jornada amenaza con bloquear indefinidamente el normal funcionamiento de las instituciones televisivas.

Ante esta situación, y pasado el plazo que el reglamento vigente contempla para que se proclame uno de esos programas como el más visto de la jornada, el rey Felipe VI, a través de la Junta Televisiva General, ha ordenado la anulación de la programación del jueves 5 de mayo y la repetición en una fecha próxima de los programas que las cadenas emitieron durante esa noche, para que los españoles puedan volver a elegir cuál es su programa favorito y desbloquear de esta manera la situación que se ha creado por la falta de acuerdo entre las cadenas de televisión. Telecinco y La 1 se acusan mutuamente de lo que todo el mundo ya califica como un fracaso en la democracia televisiva, y confían en ganar ampliamente la repetición de las emisiones del 5 de mayo. Los españoles, por tanto, están llamados a acudir de nuevo a sus televisores para elegir entre los Alcántara y los acontecimientos que tienen lugar en la playa Paraíso y la laguna Cacao. Ante la novedad de la situación, se ha filtrado que Antena 3 y laSexta han iniciado conversaciones para alcanzar un acuerdo que les permitiera emitir ambas el mismo espacio, sumando así sus audiencias y disputando la victoria a las dos cadenas mayoritarias.

6/5/16

JORGE JAVIER VÁZQUEZ, ¿MACHIRULO O EASY GOING?


“The story of God with Morgan Freeman” (National Geographic) es una serie documental mala sin contemplaciones por tres motivos. Primero, porque desaprovecha un buen tema ofreciendo un enfoque anodino formado por trocitos flojos y deslavazados  (anda que no podría ser deslumbrante una historia de Dios). Segundo, porque desaprovecha el despliegue de medios del que dispone para obtener un mal resultado formado por retales anodinos e inconexos (anda que no podía hacer maravillas viajando, como viaja, donde se le apetece para entrevistarse, como se entrevista, con quien le da la gana). Tercero, porque a todos nos cae bien Morgan Freeman y no sabemos qué falta tiene de meterse en estos berenjenales (anda que no podía estar, zapatero a tus zapatos, calzándose pelis mejores que estas botas de siete leguas que le quedan grandes).

Si tienen prisa por ir al grano, háganse el favor de perderse el tercer capítulo de la serie: “¿Por qué existe el mal?”. Es tan malo que no apetece ni hacer un juego de palabras con el desaguisado: qué malo es el capítulo del mal, etcétera. No viéndolo se encontrarán lo mismo que quienes tuvimos la paciencia de verlo: ni sombra de san Agustín, de Leibniz, de Hannah Arendt. ¡Por faltar, falta hasta Fu-Manchú! Puestos a hacer una aproximación tan floja al problema del mal, al menos podía haber escapado de los tópicos y visitado las provincias del imperio para conocer cómo es el mal por aquí.

El mal. ¿Por qué existe Jorge Javier Vázquez? Salta la noticia de que en dos años dejará los programas que lo han hecho insoportable. ¿Dejará entonces Telecinco de ser Telecinco o tiene banquillo de sobra? Jorgeja lleva un tiempo de analista de lo que quiere (Política: “Pablo Iglesias nos habla como si fuéramos retrasados”. Televisión: “(Antonio) Ferreras es muy machirulo, Cristina (Pardo) más easy going”). ¿Empeora el mal si se le añade petulancia o solo se hace menos ‘easy going’? Que lo investigue Freeman y que se lleve, de paso, a este hombre con él para que sepa qué es el mal pero bien.

5/5/16

"TOP DANCE": NADIE BAILE AQUÍ SIN SABER ARITMÉTICA


Justiniano cerró la Academia de Platón hace quince siglos. Antena 3 cerró anteayer la Academia de “Top Dance”. Todo son desgracias. Platón había fundado la Academia en el siglo IV antes de Cristo para estudiar y enseñar filosofía. Casi mil años después, la cerró un emperador cristiano porque aquel ayuntamiento de maestros y discípulos le parecía un foco de paganismo. Antena 3 se dio más prisa. Un mes después de fundar su propia Academia “Top Dance” en la que enseñaran su arte grandes figuras del baile como David Bustamante, decidió cerrarla porque aquello no era el foco de nada de nada.

Justiniano y Antena 3, Platón y Bustamante, la filosofía y el baile parecen diferentes, pero están unidos por el hilo invisible y certero de las matemáticas. “Nadie entre aquí sin saber geometría”, figuraba escrito en la entrada de la Academia platónica. “Nadie baile aquí sin saber aritmética”, figuraba escrito en la entrada de la Academia “Top Dance”.

Platón ideó un exigente sistema educativo en el que tras décadas de estudio (de geometría, entre otras cosas) los mejores alcanzarían la sabiduría y estarían en condiciones de entender el mundo y gobernar las ciudades. Antena 3 no apuntó tan alto. En la Academia de “Top Dance” se podría alcanzar en dos o tres meses la fama y a bailar (igual que en “Fama, ¡a bailar!, qué coincidencia). Pero descuidaron la aritmética. Distraídos con ‘castings’, ensayos, galas, lloros, expulsiones, visitas de Auryn, apoyo del espacio diario “Top Dance: la Academia” en Neox, retirada del espacio diario “Top Dance: la Academia” en Neox, y cambios en el día de emisión en Antena 3 olvidaron los números. La aritmética de los audímetros fallaba. Y cada semana los números eran peores. Así que, viendo que las cuentas no salían, Antena 3 hizo un “Top Dance” interruptus, despidió a Manel Fuentes y al jurado, y dejó a sus estudiantes sin clase pero más sabios: todos aprendieron que en la tele no se puede bailar sin saber aritmética.

4/5/16

QUE LE CORTEN LA CABEZA


Como dice mi amigo Pepe Garrido, profesor de filosofía en un instituto asturiano, es inútil criticar al guionista de la serie “Merlí” porque ese guionista no tiene ojos, manos, órganos, dimensiones, sentidos, afectos o pasiones como los humanos. El guionista de “Merlí” no come lo mismo que nosotros, no le hieren las mismas armas, no sufre las mismas dolencias ni le curan los mismos remedios, no sufre en verano el mismo frío y el mismo calor que los organismos basados en la química del carbono. Si pincháis al guionista de “Merlí”, no sangra. Si le hacéis cosquillas, no ríe. Si lo envenenáis, no perece. Si ofendéis al guionista de “Merlí”, no querrá vengarse. ¿Por qué? Porque el guionista de “Merlí” no es un hombre, sino una máquina.

Sólo una máquina puede producir esos guiones llenos de aburridísimos tópicos acerca de la educación, la juventud y la filosofía, esos capítulos abarrotados de triviales reflexiones acerca de la vida, el amor y el universo, esos personajes plagados de lugares comunes, ombligos propios y expresiones extraterrestres. Si Merlí fuera cartero, astronauta, sargento de la Legión o concejal de hacienda, los carteros estarían ahora sonriendo, los astronautas alucinarían, los sargentos de la Legión se desabrocharían un botón más de la camisa y los concejales de hacienda pasarían a la oposición. Pero Merlí es profesor de filosofía, así que debemos entender que la máquina que escribe los guiones de la serie cumple instrucciones del Ministerio de la Verdad para conseguir que la ciudadanía crea que la filosofía es una asignatura extravagante en la que vale todo y que los profesores de filosofía son unos tipos que citan a Platón, a Heráclito, a Nietzsche y a Protágoras por la mañana y por la tarde roban un examen de catalán de la sala de profesores para hacer un favor a su hijo idiota, que así podrá aprobar sin ni siquiera tener que recitar aquello de “Virgen santa, virgen pura, haz que apruebe esta asignatura”. ¿Qué alumno con problemas para ligar con la chica de sus sueños no ha acudido a su profesor de filosofía para que le dé consejos inspirados en, por ejemplo, Maquiavelo? ¿Qué padre, madre, tío o abuela no miraría con recelo a un maestro filosófico de la sospecha que se cree el profesor Keating de “El club de los poetas muertos” pero que se queda en el típico profe raro que no da el temario y encandila a los alumnos con chorradas? ¿Y esto es la filosofía? Que le corten la cabeza.

3/5/16

PERDÓN POR PEDIR PERDÓN



Exijo que TVE pida perdón por pedir perdón por un gag banal de José Mota. Tengo todo el derecho a que se me tenga tan en cuenta como al espectador que escribió al espacio “RTVE responde” para quejarse por un trivial chiste de médicos. Me ofende que alguien se haya ofendido y me ofende más que mi televisión haya accedido a disculparse. Considero que no sólo se puede hacer humor sobre las desgracias humanas –enfermedades, muertes, gobiernos, catástrofes- sino que se debe hacer humor sobre estas cuestiones, ya que es una forma de aliviar la parte más dolorosa de la vida y marcar cierta sanísima distancia emocional respecto de estos terribles asuntos que tarde o temprano nos alcanzarán a todos. Esta creencia está profundamente arraigada en mí y cualquiera que la ponga en cuestión me ofende. Si ese espectador no tiene por qué soportar sus ofensas, yo tampoco.

Ya está bien, carajo. Ya está bien de hacer concesión tras concesión al puritanismo, al infantilismo y al victimismo más rancio. Ya está bien de tanto cenizo que usa su debilidad de una forma tan perversamente agresiva. En el siglo XIX los ofendidos nos retaban a duelos al amanecer, ahora nos intimidan con la constante amenaza de echarse a llorar y obligarnos así a arrojarnos a sus pies para pedirles perdón, sin que quepa pararse un momento a pensar si verdaderamente se les ha perjudicado o sólo se ha rozado la permanente carne viva del narcisismo epidémico bajo el que alguna gente vive. Tras ver el gag de José Mota nadie en su sano juicio puede llegar a otra conclusión: lo que tiene que hacer el que se haya sentido ofendido es a-guan-tar-se. Y replantearse su educación. Punto.

Porque si no, nosotros también querremos usar esa llave mágica que todo lo consigue: también vamos a ofendernos. Si no hay otra forma, defenderemos así un mínimo espacio estimulante e inteligente donde vivir la libertad. Enviemos cartas a “RTVE responde” exigiendo que se nos pida perdón por haber pedido perdón. Confrontemos las ofensas y obliguemos a Televisión Española a desairar a una de las partes ofendidas por defender a la otra. ¿Cuánto se apuestan a que son nuestras ofensas las que les van a importar una mierda?

2/5/16

A LO MEJOR NO MERECIÓ LA PENA...


A lo mejor no mereció la pena… No, lo digo en serio. Yo pensaba que sí, que con todo lo que tiene de malo, así, en conjunto, la televisión había sido un buen invento que había contribuido positivamente a la historia de la humanidad. Pensaba en “Friends” y en “Frasier”, en el “Cosmos” de Carl Sagan y el “Cosmos” de Neil DeGrasse Tyson, en “El Orgullo del Tercer Mundo”, en aquella retransmisión del “Live Aid” con Freddie Mercury cantando “Radio Gaga”… Pensaba en tantísimo buen cine visto en televisión, en el discurso de dimisión de Adolfo Suárez, en la cobertura del 11-S. “Los Soprano”, “A dos metros bajo tierra”, “Homeland”, las cuatro primeras temporadas de “House”, las dos primeras de “The newsroom”, todo “Treme”, todo “Los Tudor”. Pensaba en cualquier cosa que haya hecho, haga o hará la BBC. En los documentales de David Attenborough. En el “Un, dos, tres” y “La cabina”. “La clave”, “Popgrama”, “Un país en la mochila”. Que nadie se olvide de “Seinfeld” y “Larry David”. Ni de todo lo que va desde “Colombo” hasta “Fargo”. “Sherlock”, “Horace & Pete”, “Mad men”, “Roma”, “The Americans”. Tina Fey y Amy Poehler en “Saturday Night Live”. Homer Simpson. La versión española de “Doce hombres sin piedad”.

Pero desde el viernes, después de haber visto el estreno de “Levántate: All Stars” en Telecinco, pues… no sé… ¿qué quieren que les diga? Por muy bueno que haya sido todo lo anterior, una basura de este tamaño cambia por completo el balance global. A lo mejor no mereció la pena… A lo mejor hubiera sido mejor que Edison o Marconi o Isaac Peral, quien quiera que haya sido el responsable del invento de la televisión y su difusión por todo el planeta, sufriera un cólico nefrítico cuando iba a descubrir cómo transmitir imágenes a distancia y hubiera tenido que pasar un par de días o un par de meses en la cama, mientras un terrible terremoto sepultaba para siempre los planos del nuevo invento. Nos habríamos quedado sin “Doctor en Alaska”, es verdad, pero también nos habríamos librado de Bimba Bosé cantando “Passenger” de Iggy Pop jaleada por Alaska y Mario Vaquerizo.

1/5/16

ME FALLA LA MASCULININA. ¡AY!, ME FALLA LA MASCULININA


El nuevo canal Be Mad me importa una mierda. Estoy fatal, pero no me queda otra que sobreponerme y donar mi cuerpo a la ciencia. Hay muchos programas que no me gustan e incluso canales enteros que no me interesan, pero lo de Be Mad es diferente. Que “MasterChef” no me guste y “Canal Cocina” no me interese solo me afecta a mí mismo con mi propio mecanismo. Pero Be Mad me importa una mierda porque sufro una desconocida mutación genética en el cromosoma Y. Pues aquí estoy dispuesto a todo. Que la ciencia lo investigue y me haga lo que tenga que hacer.

Paolo Vasile, jefazo de Mediaset, dijo que Be Mad es un “Canal divulgativo masculino, una nueva ventana al público más luminoso y dinámico de la televisión”. Vaya, siento que las mujeres no formen parte del público más luminoso y dinámico de la televisión, pero hay que aprender de alguien como Vasile que lo sabe todo en este negocio. Lo malo es cuando empiezo a notar que algo falla en mi condición masculina. Una mutación me tira para atrás cuando presentan el canal Jorge Javier Vázquez, Íker Jiménez y Carlos Lozano. Mi cromosoma Y falla cuando lo veo repleto de ‘docurealities’, esa mezcla insufrible de reality y documental. Mi genoma entero conspira contra mí al ver que el canal se define como “foodie, hípster, millenial, cool y techky”. Be Mad me parece una mierda y, como ellas, quedo fuera del público más luminoso y dinámico de la televisión.

Asumo mis limitaciones para acceder al canal FDF, dedicado a la ficción femenina adulta; al canal generalista femenino Divinity o al nuevo DKiss, “dirigido a mujeres inquietas, positivas, independientes y, sobre todo, mujeres que buscan expandir su mundo”. Pero ¿qué me pasa con Be Mad? ¿Será que fallo en la síntesis de la masculinina, una proteína específica del varón aún por descubrir?  ¿Y si la falta de masculinina (que explicaría que Cristina y Elena Borbón no hayan heredado la corona) también me impidiera recibir el sacramento de la ordenación sacerdotal? ¿Podré, entonces, participar en el reality de Cuatro “Quiero ser monja”?