5/9/19

LA HOGUERA, LA HOGUERA, LA HOGUERA


Juan Carlos Girauta es un artista, pero le falta perseverancia. Si usted se tropezara en la tele con unos comentarios que le parecen inadecuados, realizados con un sentido del humor que no comparte, hechos por una humorista que le pareciera nefasta, en un programa humorístico al que no le ve la gracia, tomaría la decisión de pirarse de allí y no volver ni harto de vino. Girauta, en cambio, prefirió hacer una obra de arte, pero, ay, sin el empuje suficiente para completar una obra maestra.

Hace ya varios días que, en el programa de humor “Las que faltaban” de Movistar+, la humorista Victoria Martín bromeaba sobre la tontería de la ola de influencers que nos inunda. Para ridiculizar la supuesta novedad de algo tan viejo como influir en los demás, así como la falta de bagaje de quien aspira a tener un peso social cuando solo dispone de un libro publicado (como es el caso de Laura Escanes o Marta Carriedo) plantea que, según esto, no solo hace mucho que existen las influencers, sino que Ana Frank ya lo fue porque también es conocida teniendo solo un libro publicado. Como les pasa a quienes miran el dedo cuando se señala la Luna, Girauta creyó que Victoria Martín no apuntaba a las influencers sino a Ana Frank, así que se enfadó y lanzó a las redes esta obra de arte: “Esta ignominia no solo compromete a la descerebrada que hace chistecitos sobre Ana Frank, adolescente víctima del Holocausto que para muchos de nosotros es sagrada. Esta ignominia también compromete a la productora y a @movistar_es”.

Es triste que un señor diputado insulte a una dinámica emprendedora, ridiculice su trabajo, someta la libertad de expresión a sus criterios particulares, ataque a una empresa que según los principios liberales solo debería ser juzgada por el libre juego de oferta y demanda del mercado, y aplique tan alegremente el término “sagrado” a una mujer laica (con grave riesgo de ofender los sacrosantos sentimientos religiosos). Pero lo peor es que le faltó añadir a su obra de arte una muchedumbre con antorchas rodeando una hermosa hoguera para rozar el cielo de lo sublime.

2 comentarios:

Miguel dijo...

¿Cómo era aquello? Algo así como "Es mejor estar callado y parecer tonto, que abrir la boca y despejar cualquier duda". Pues esta máxima tan sabia se la pasan por el forro a diario varias veces los que andan todo el santo día en las redes sociales...
¡¡GILIPOLLAS AL PODER!! (Es broma, por favor, que no toquen poder nunca...)

Lockhart dijo...

Si ye que de donde no hay no se puede sacar.