17/5/19

NADA HAY MÁS CRUEL QUE UN NIÑO


Me niego a aceptar que la enfermedad dé altura moral ni profundidad intelectual. Me niego a confundir el reconocimiento y la empatía que le debemos a quien tenga la mala suerte de sufrir graves problemas de salud con una benevolencia condescendiente que nos haga ver una aureola de sabiduría en sus palabras. El otro día “El hormiguero” ofreció una entrevista al escritor Albert Espinosa, una retahíla de la peor cursilería nacida del más dañino pensamiento Mr. Wonderful. Espinosa sufrió varios cánceres en su juventud que le dejaron importantes secuelas. Y eso hace que lo que hubiera abochornado a cualquiera lleve a Pablo Motos al éxtasis místico.

Las personas pueden tener buena salud y decir cosas sensatas, buena salud y decir tonterías, mala salud y decir cosas sensatas, y mala salud y decir tonterías. La frase “si se puede vivir con una sonrisa, ¿por qué vivir sin esa sonrisa?” es una bobada hueca, la diga un atleta o un niño enfermo. Oír “en la vida todo es posible; si crees en los sueños ellos se crearán, porque el creer y el crear están sólo a una letra de distancia” da vergüenza ajena incluso en una canción de Fito y Fitipaldis. La frase “en esta vida nunca hay que tirar la toalla, y para eso lo mejor es no tener toalla” no tiene ni pies ni cabeza al margen de los cánceres que haya sufrido quien la pronuncie.

A muchos les parecerá que esta columna es cruel. Y se equivocarán. Es profundamente compasiva hacia el sufrimiento humano y está profundamente indignada ante su barata explotación comercial por parte de la industria del entretenimiento. La crueldad, como es frecuente, está precisamente en el otro lado, donde no lo parece: en confundir la ternura con la mentira, en la autocomplacencia facilona, en ese ejercicio mezquino de meter la puntita de un dedo en el horror de la vida, sacarla antes de que duela y repantigarse el resto de la noche en el sofá convencidos de haber cumplido ya con la buena acción del día. Resumiendo: nada hay más cruel que un niño. Y nada más incómodo que escribir columnas como ésta.

22 comentarios:

Guti dijo...

Pero es excelente. Y no porque sea incómoda, sino porque es excelente.

Sergiov dijo...
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Sergiov dijo...

Bravo!

Jos dijo...

Completamente de acuerdo. Buenismo ñoño que no tiene por qué corresponderse con densidad humana, inteligencia o asunción pacífica de la propia vulnerabilidad y finitud. A veces se utiliza esta posición un tanto bobalicona contra quienes no lo comparten, culpabilizándoles y tratando de hacerles sentir peores. Vivimos tiempos de 'estética bienqueda' que en este caso es 'cuéntame cosas bonitas a propósito de la enfermedad y la muerte para que no me angustie mucho'

Anónimo dijo...

Odio a esos hijos de puta que intentan hacerte sentir culpable por no ser positivo ante una desgracia.

Anónimo dijo...

Un artículo excelente.

Rubén dijo...

Gracias por la reflexión

Diego dijo...

"No llores, porque las lágrimas no te dejarán ver el brillo de las estrellas"

Irse al carajo! Es que no puede uno ya ni deprimirse, joder. Chachipirulismo lo llamo yo.

Gracias por la necesaria reflexión.

Anónimo dijo...

Este hombre ayuda a mucha gente y eso es lo que importa.

El Cielo Protector dijo...
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El Cielo Protector dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Muy buena y necesaria reflexión

Daniel Hernández dijo...

Por fin alguien que opina de Albert Espinosa lo mismo que yo. Qué asco.

Anónimo dijo...

En que los ayuda? En decirles sonríe, te morirás igual pero te morirás contento?

Lockhart dijo...

Un artículo muy justo y necesario, hasta el piloro.

Muchas gracias.

Madeleine Arouet dijo...

Hay mucha gente que acude a la obra de espinosa y eso es importante porqué es peligroso. Envuelve la enfermedad de un factor intencional, te convence de que tienes que "luchar" y de que "vale la pena seguir", pero no te dice seguir con qué. Leí uno de sus libros por insistencia de una antigua pareja y, como correctora, voraz lectora, estudiante de filosofía, y enferma crónica me pareció insultante a nivel personal, terriblemente superficial a nivel intelectual, una aberración estilística y, sobre todo, un mensaje moral vacío y contraproducente. Respeto y empatía hacia Espinosa como superviviente. Pero ningún tipo de crédito como autor, gurú o coach.

Keko dijo...

Leí el Mundo amarillo y me pareció cursi y frívolo.
Creo que vende un estereotipo de vida yupi que la mayoría de mortales nos debiéramos sentir muy infelices a su lado. Y no es así.
Le deseo lo mejor y espero que le vaya muy bien. La infancia que ha tenido no se la deseo a nadie.
Muy de acuerdo con tu columna.

Keko dijo...

Totalmente de acuerdo

yomismo dijo...

Intentar dejar por los suelos a quien le queda más poco que mucho de vida,,,da cuenta de tu bajeza moral.
Quizás no sea un Shakespeare,ni un Spielberg...
pero nadie duda de sus ganas de vivir,cuando cualquier otra persona hubiera tirado la toalla hace rato
Su aparición en los medios no es más que animar a cualquier persona a realizar sus sueños independientemente de sus limitaciones.



d dijo...

Hace años tuve que escribir sobre el libro de Albert Espinosa "el mundo amarillo" me pareció la mayor colección de frases vacías y clichés estúpidos que jamás había leído. así se lo hice saber a la profesora. Ésta no daba crédito, me sentí un poco incomprendido.
Ahora veo que no soy el único que lo piensa.

Miguel dijo...

¡Bravo, Antonio! Ante una gilipollez solo se puede sentir desprecio, repugnancia o pena, aunque los problemas de la persona que la suelta nos hagan compadecernos de ella, que nos sintamos solidarios y queramos darle todo nuestro cariño y apoyo en su desgracia.
Es exactamente lo mismo que pienso de todos esos asquerosos aprovechados que pretenden darnos lecciones de democracia porque algún familiar haya sido víctima de los criminales descerebrados de la banda terrorista afortunadamente finiquitada. ¿Qué autoridad moral tienen, unos por enfermos, otros por familiares de víctimas, para pontificar sobre NADA? No sigo porque me cabreo...

Unknown dijo...

Mi hermana lleva más de cinco años y medio con cáncer de mama. Ahora tiene 5 metástasis en el cerebro. No va a sobrevivir, claro.
Es mi única hermana, mi vida, y no puedo ni pensar en que puede morir en cualquier momento.
En todos estos años hemos hablado de la gente que utiliza eufemismos...luchar, perder la batalla o ganarla (a un dragón, escuché a una chica superviviente), etc, y cagaleradas como esas.
Que si del dolor se aprende...ah, mira tú, resulta que en casi 6 años solo he vivido angustia y dolor por no ver la luz, y parece que de eso se debe aprender, que es bueno.

Pues no. Para mí y mi familia no nos ha enseñado nada. Y eso de que "del cáncer se sale...", Sale quien sale, y en esos casos me alegro infinito.
Pero que nadie venda motos. Esto es carne cruda, cáncer.

Imposible escribir nada con lo que esté más de acuerdo, Antonio. Gracias.
Mi José