15/1/19

NETFLIX Y LAS HAMBURGUESAS VEGANAS

La emisión de “Bandersnatch” por televisión me extraña tanto como la venta de hamburguesas veganas en las carnicerías. Alguien no está sabiendo distinguir bien entre forma y materia. Las hamburguesas veganas tienen la forma de las tradicionales hamburguesas de ternera, es cierto, pero su materia no está hecha de proteínas y grasas animales, sino de lentejas, zanahorias y guisantes. Obviamente, deberían venderse en las fruterías, al lado de las patatas, el cebollino y los nabos, y muy lejos del hígado, las pechugas de pollo y la morcilla de León.

Y “Bandersnatch”, se mire como se mire, es un vídeojuego y no un capítulo de televisión. Como sabrán, me refiero a la nueva entrega de “Black mirror”, nuestra serie distópica favorita. En este caso, se destaca su carácter interactivo, de forma que el espectador, con las decisiones que toma a través de su mando, va guiando al protagonista a través de la aventura. Algunas opciones conducen a puntos muertos o a finales prematuros, mientras que otras consiguen llevar hasta su término la historia que se nos quiere contar. No hay duda: acabo de definir qué es un vídeojuego. “Bandersnatch” tiene la forma de un episodio televisivo, pero tiene la materia de un vídeojuego -un vídeojuego de gráficos muy sofisticados, sin duda-, y, como tal, debería jugarse en la PS4 Pro o en la Nintendo Switch más que en Netflix.

Todo iría mejor si distinguiéramos correctamente entre materia y forma. La obra de Leonard Cohen tiene forma musical, pero su materia es literaria. El independentismo catalán es un movimiento de forma izquierdista, pero su materia está compuesta por la derecha más pura. Los murciélagos tienen forma de aves, pero materia de mamíferos. Si no puedo comprar un entrecot en una frutería, no quiero comprar una hamburguesa vegana en una carnicería. Si no puedo ver la magnífica “A very English scandal” en la Xbox One X, no quiero jugar una partida de “Bandersnatch” en Netflix.

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