11/1/20

EL NIÑO QUE MIRABA LOS ESCAPARATES



Señores publicistas de televisores OLED, sabemos que están ustedes muy nerviosos con el magnífico producto que tienen entre manos. La tecnología OLED supone un importante avance en la ya de por sí sorprendente calidad de imagen de las pantallas actuales. La potenciación del color negro permite resaltar los contrastes de forma más brillante y expresiva. Pero, por favor, no hagan anuncios en donde nos muestran lo bien que se ven las imágenes en los televisores OLED, porque los vamos a ver en nuestros televisores no OLED y, por tanto, no vamos a poder apreciar los magníficos contrastes que poseen sus monitores en nuestros monitores.

La situación es semejante a la que ocurrió en la década de los setenta, cuando llegaron a nuestro país los televisores en color. Todos los anuncios se centraban en el mensaje “vean, vean lo bien que se ven los colores en nuestros televisores”. ¡Pero aquellos anuncios los veíamos en nuestros antiguos televisores en blanco y negro! Recuerdo ser un niño y desesperarme con aquella contradicción lógica. Me paraba delante de los escaparates de las tiendas de electrodomésticos a la vuelta del colegio, y veía un anuncio de televisores en color Telefunken en un televisor en color Philips. La imagen era estupenda: ¿el mérito correspondía a Telefunken o a Philips?

Era muy joven para entender que cuando se nos muestra producto en un anuncio comercial, lo de menos es que dicho producto se muestre correctamente al espectador, y lo de más es que el texto del anuncio ponga ese producto por las nubes. Cuarenta y muchos años después ya no me desespero con el anuncio de televisores LG OLED. Sus imágenes se ven en mi televisor no OLED igual que cualesquiera otras, obviamente. Pero, aunque me divierte pensar que si yo pudiera apreciar la calidad de las imágenes OLED en mi monitor no OLED quedaría demostrado que no necesito un televisor OLED, pediría a los publicistas un poco de respeto para aquel niño que miraba los escaparates en los años setenta y no entendía nada.

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