20/2/20

JAMONJAMONJAMONJA


Mucha hipocresía es lo que hay. Por una monja en “Operación Triunfo”, mira cómo se ponen. Las monjas siempre fueron un recurso televisivo de primer orden, como las abuelas bondadosas y los niños traviesos. Si un anuncio de refrescos o sopas de sobre quería triunfar debía incluir una monja simpática y pizpireta. Y ahora unos intransigentes denuncian que una monja no pinta nada en la Academia de “OT” vendiendo sus productos durante una hora. Como si el objetivo de “OT” fuera la música y no hacer televisión. Como si la convivencia en la Academia buscara enseñar a los triunfitos y no producir contenidos para un reality show. Como si “OT” no fuera uno de los programas que mejor permite usar mil trucos para incluir publicidad en TVE pese a que la ley la prohíbe desde aquella campaña “Sin Publi”. Eso es lo que hay: mucha, mucha, hipocresía (más fuerza, Sabina).

Sabemos que “OT” programa actividades cuyo único fin es publicitar diferentes productos. Llevan a los concursantes como borregos a una sala donde hay Donettes y hacen un enorme anuncio publicitario en el que Noemí Galera los anima a comer Donettes y decir mucho “Donettes”, pero no a oír lo que dice un nutricionista de estos atracones ni a decir “bollería industrial”. Llevan a los concursantes como borregos en un coche Seat en vez de en autobús mientras hablan de lo bien que suena la música en un Seat y dicen mucho “Seat”. Llevan a los concursantes como borregos a una sala donde les regalan cámaras Olympus, estrenan las cámaras Olympus y dicen mucho “Olympus”. A ver por qué no pueden llevar a los concursantes como borregos a que una monja publicite su ideología y sus productos, regale merchandising, se emocionen y digan mucho “Invulnerables”.

Allá sor Lucía si es tan guay que suelta tacos como “jodido”, toma el nombre de Dios en vano diciendo “ni Dios”, o subida a la plataforma del universalismo católico usa
TVE para publicitar una asociación como “Invulnerables” que no es universal y está actuando en poco más de una decena de municipios catalanes. Lo que no se entiende es que TVE no pusiera el aviso de “Publicidad” como hizo otras veces. Si en vez de una monja, fuera un jamón, lo habría hecho.

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