20/12/07

LOS TORMENTOS DE LA VOLUNTAD

El pasado martes, La 2 ofreció un partido de cuartos de final de la Curling Cup inglesa entre el Blackburn Rovers y el Arsenal. El próximo domingo, llega el gran clásico del fútbol español, la madre de todos los partidos, el partido total entre el Barça y el Real Madrid. Atención, pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre un partido de la Curling Cup o de la Liga inglesa y un Barça-Madrid? Que el fútbol inglés es gratis y para ver el Barça-Madrid hay que pasar por caja. Ya. Pero, por una vez, no seamos materialistas. Que los árboles del negocio del fútbol no nos impidan ver el bosque del maravilloso espectáculo del balompié. Venga, ¿cuál es la diferencia?

La diferencia entre la Curling Cup y el Barça-Madrid es la distancia que existe entre la contemplación y la voluntad. Decía el filósofo Schopenhauer que sólo la contemplación proporciona la felicidad, mientras que en la voluntad residen todos los tormentos. Piénselo. ¿No es cierto que contemplar el partido Blackburn Rovers-Arsenal hace felices a los aficionados al fútbol que no son seguidores ni del Blackburn ni del Arsenal, mientras que el próximo domingo un aficionado del Barça o del Madrid sufrirá viendo el partido porque lo que quiere sobre todas las cosas es que su equipo gane? La voluntad es lo que hace que los aficionados sufran tormento mientras ven un partido de fútbol, pero cuando no hay voluntad sino pura contemplación, el fútbol se muestra también puro, desnudo y feliz. Creo que Maldini, el enorme comentarista de Canal +, es absolutamente feliz porque siempre contempla partidos. Un seguidor del Barça no será feliz mientras su equipo se enfrenta al Gran Satán porque, aunque Eto´o marque en el minuto uno, siempre se puede esperar el habitual gol de Van Nistelrooy. Si la felicidad consiste en la contemplación, ¿por qué nos empeñamos en querer que gane un equipo?

El sufrimiento deportivo no nos hace más felices (otra cosa es cuando el partido acaba con la victoria de nuestro equipo) ni mejores personas, pero es lo que tiene estar vivos. Nos gustan los tormentos de la voluntad. No somos masoquistas, es que nos dibujaron así.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora que dices lo de "Es que nos dibujaron asi". ¿Cuanto hace que no echan Quien Engaño A Roger Rabbit en la tele? A ver si cae estas navidades...

Anónimo dijo...

Los seres humanos somos así, nos gusta sufrir. Además, los que les gusta el fútbol (yo no soy muy aficionao, soy del Marino y me gusta que gane el Sporting) dicen que hay emoción.
En fin, ellos sabrán

taLueguin...

Anónimo dijo...

Este verano tuve la suerte de ver en directo un partido de la Carling, de 2º ronda entre el Bristol City (de 2ª división) y el Manchester City. ¡Una pasada!, solo entrar al campo ya era flipante y ponía los pelos de punta ver como todo el estadio, Ashton Gate de unos 20.000 espectadores, cantaba el himno del Bristol City. Una vez que comenzó el partido todo el estadio animaba, todo (¿alguien se imagina a la tribunona del Molinón animando a grito pelao?); una buena cesión al portero, un despeje de un defensa eran jaleados casi como un gol aquí. Y no digamos las llegadas al área, que si conseguías un corner parecía que ya habían ganado el partido. Pero lo mejor fue cuando en el descuento le anulan un gol al Bristol City por fuera de juego, perdiendo dos uno. La gente empezó a abuchear (uuuuuuuuuuuuuuuuuu!), pero fue ponerse el balón en juego y ya nadie se acordó para nada del árbitro; vamos, casi lo mismo que hubisese pasado en nuestro país, uy perdón, en nuestro estado. Un recuerdo inolvidable, parecido a nuestra copa del rey, que no hacen más que cambiarla cuando coge algo de interés, como con las eliminatorias a partido único. Que no la juegue nadie y que juegeun de frente la final el Madrid y el Barcelona, que es lo que quiere la federación.

Anónimo dijo...

¿Qué es mejor, tener sed y tener agua, o no tener sed?