7/2/09

KEPLER Y LORNE MICHAELS



Enfrentado a la variedad fenoménica infinita del Cosmos, Johannes Kepler tuvo la inmensa grandeza de formular tres leyes sobre el movimiento de los planetas de carácter universal. Kepler no poseía todavía telescopio, por lo que sus observaciones eran rudimentarias y se limitaban a los planetas directamente visibles desde la Tierra. Pero las fórmulas de Kepler funcionan por igual aplicadas al movimiento de Marte alrededor del Sol que al movimiento de cualquier otro cuerpo celeste alrededor de su centro de gravedad en los confines del universo. No importa en qué lugar del Cosmos nos encontremos: allí también rigen las fórmulas de Kepler. Lorne Michaels no estudió teología ni vivió en el siglo XVII, pero en 1975 dio con la formula perfecta del show de entretenimiento televisivo: números desternillantes a cargo de humoristas de raza, un famoso por semana participando en los gags, las mejores bandas musicales, un diseño delicioso de cada detalle. Y todo en vertiginoso directo. Lo llamó "Saturday Night Live" y ha supuesto para la televisión lo que las leyes de Kepler supusieron para la astronomía.

No importa en qué lugar del planeta nos encontremos: allí también funciona SNL. Lo comprobamos anteayer en Cuatro, que estrenó la versión local del show de Lorne Michaels y nos ofreció la mejor hora de entretenimiento del milenio. Resumamos: los gags moviéndose entre el notable y el sobresaliente; los actores, del primero al último, oscilando entre el sobresaliente alto y la matrícula de honor; Resines más que digno, los cameos de Nuria Roca y Pepe Viyuela, clavaítos. Y todo en un emocionantísimo directo, con una frescura y una calidad visual que te obligaba a mirar cada poco por la ventana seguro de que vas a ver al fondo el puente de Brooklyn bajo la nieve. El universo catódico tiene sus leyes y todos los jueves la televisión gira con una trayectoria elíptica teniendo a "Saturday Night Live" en uno de los focos.

6 comentarios:

Néstor dijo...

Pues parece ser que buena parte de la crítica española no cree en Kepler, porque siguen con el automático puesto: Un programa bueno en el mundo, hecho aquí es un truño. Con argumentos tan torticeros como que aquí "no tenemos a los de allí". Pais.

Alex dijo...

Lo poco que vi, sinceramente, me pareció poco original. Ya ha habido programas con buenos cómicos similares, que han caido a la primera de cambio. La corriente alterna y Splunge, por ejemplo. La diferencia de SNL es que es en directo, pero viene a ser lo mismo. Incluso Los irrepetibles cayeron.

Y es que todos tienen el mismo problema. Que la novedad es muy divertida y hace reir. Pero cuando llevas viendo "lo mismo" un tiempo... Es ridículo y termina aburriendo.

No pretendo quitarles merito a los humoristas, que lo tienen, y mucho. Pero el formato no creo que sea el tipo de formato destinado a durar. Igual el problema de que en EEUU dure y aquí no, no es nuestro, sino de EEUU.

Anónimo dijo...

Sinceramente, estimado Antonio Rico, qué difícil es a veces pillarle la ironía...

"... los gags moviéndose entre el notable y el sobresaliente...". Si es que es Vd. un cachondo!!

Anónimo dijo...

Me gustó bastante, aunque algunos gags...no eran demasiado buenos(para el sentido del humor que a mi me gusta)
En cuanto a los actores, todos son buenísimos, pero Secun...es....Sin Palabras!!y eso que desgraciadamente sólo lo he visto en Aida y en los Irrepetibles pero un actor que te hace reir tanto tiene que ser bueno en cualquier papel....
Lo peor del programa fue Resines...al menos la parte del "Red Bull"..me pareció demasiado larga y pesada...
De todos modos,espero que no quiten el programa,que ya me costó bastante superar el final de Los Irrepetibles...

Señor Insustancial dijo...

A mi me gustó mucho lo medido de las actuaciones de todos los actores, la buena puesta en escena y, sobre todo, lo bien que hemos adaptado aquí todas las sutilezas del humor americano. Maravilloso, no pienso perdérmelo.

Señor Insustancial dijo...

Ah, Splunge y la corriente alterna me parecían casi mejores que SNL en versión española...y flipo con la hora de José Mota.