13/3/14

TERAPIA HOMEOPATÉTICA


¿Se gasta usted una pasta en homeopatía porque le funciona? No se preocupe, le ayudaremos. A diferencia de la lenta, carísima y peligrosa terapia homeopática, eso se cura en un pispás, gratis y sin efectos secundarios. Solo tiene que repetir conmigo: es irrelevante que la homeopatía “me funcione”, da igual que “me haya ido bien”, no significa nada que a un amigo de confianza “le vaya de perlas”, no importa que “vea” que incluso los niños o los bebés “se encuentren mejor”, ni siquiera demuestra nada que un caballo o a cualquier animal o mascota y “se haya curado”. Hala, ya está.

No se enfade. No vamos contra quien sufre el engaño sino contra el timador, que se aprovecha de otro para quedarse con él y con su dinero. Y encima el timado defiende la trampa en que ha caído para que caigan otros. Así que repita: si las farmacias venden estos productos y el Gobierno los ha regularizado es porque han demostrado su eficacia produciendo grandes beneficios aun sin haber demostrado jamás su eficacia terapéutica. Si la tuviera, no se podría permitir -como se permite- que haya farmacias que se nieguen a vender tales engañifas.

La noche del viernes, laSexta emitió “El milagro de la homeopatía” en el programa “Equipo de investigación”. Y, sí, contó con el grandísimo James Randi y con el maestro Luis Alfonso Gámez, pero cayó una y otra vez en la trampa del “me funciona”. Con lo fácil que es: ni la ciencia “acierta” siempre ni la medicina seria lo cura todo, así que los medicamentos con eficacia terapéutica demostrada no le hacen inmortal. Por otra parte, ni los timos o el simple azar “fallan” siempre ni los homeópatas matan a todos sus pacientes, así que una pastilla de azúcar sin eficacia terapéutica demostrada no tiene por qué matarle o impedir que se cure: puede sobrevivir y después decir “me funciona”, pero eso es irrelevante.  Por último, repita: es falso que la homeopatía no tenga efectos secundarios: tanta pastillita de azúcar puede provocar caries, sobrepeso y diabetes… que no se curan con azúcar empapado con agua que una vez tuvo cerca una molécula de glucosa.

1 comentario:

Amarok dijo...

Genial entrada, en especial la última frase sobre el azúcar. Pues al final va a ser un buen negocio también para los dentistas, ¿no?