16/4/17

PERDONA, MAMÁ


“MasterChef” y similares son a los programas de cocina lo que los dolores de espalda de mi madre son al pronóstico del tiempo: a veces aciertan, pero eso no significa que unos concursantes llorosos espoleados por unos jueces engolados nos hablen de algo más que de sí mismos, ni quiere decir que mi madre podría ocupar el puesto de Mónica López en las noticias del tiempo de TVE. Si a usted le gustan los programas de cocina, le recomiendo “Rick Stein por el Mediterráneo”, y si quiere estar informado acerca del tiempo que hará mañana, le sugiero seguir las explicaciones de Mónica López. Perdona, mamá.

No hay nada mejor para quitarse la resaca de “MasterChef” que recorrer Córcega, Cerdeña, Sicilia, Corfú, Mallorca, Marruecos y Turquía con Rick Stein, un tipo que ama tanto el Mediterráneo que se lo come en cada programa con aceite, ajo, pasta, cuscús y queso feta. Pero si de verdad quieren olvidar el cansino trajín de “MasterChef”, engánchense a “La comida reconfortante con Jamie Oliver” en La 2. Jamie Oliver es un cocinero británico que es capaz de preparar ante nuestros ojos unos platos maravillosos y sencillos a la vez que consigue que nuestros oídos entiendan sus olores, colores y sabores. De todos los capítulos de “La comida reconfortante con Jamie Oliver”, yo me quedo con el dedicado a Atenas no sólo porque Oliver prepara un delicioso souvlaki en una terraza con vistas a la Acrópolis, sino porque de sus manos (literalmente) sale una ensalada griega que nos permite entender el Mediterráneo casi tan bien como un poema de Cavafis o la inmortal canción de Serrat. Decía el filósofo Roland Barthes que, por naturaleza, la fotografía tiene algo de tautológica, y la ensalada griega que presenta Jamie Oliver, mientras explica paso a  paso cómo cortar los tomates y los pimientos, dejar caer el orégano, aplastar las aceitunas y coronarlo todo con un buen trozo de queso feta tiene también algo de tautológico porque, en verdad, Oliver se limita a hacer lo que dice y no parece que su forma de preparar una ensalada griega aporte más información que la que contiene la propia definición de ensalada griega. Pero no es así. La ensalada griega de Oliver no es tautológica del mismo modo que las explicaciones de Mónica López sobre un mapa de España con nubecitas, pequeños soles y gotitas de lluvia no tienen nada de tautológicas. “MasterChef” sí es un programa tautológico, como los dolores de espalda de mi madre cuando se pone en plan meteoróloga.

Perdona, mamá.

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