22/6/18

FERRERAS COMO ALGO IRREVERSIBLE


La concesión a Antonio García Ferreras del Premio al Mejor Periodista por parte de la Asociación de la Prensa de Madrid es un hito que da ocasión para señalar un hecho indiscutible: el periodismo político que ha practicado laSexta -lo personalizamos en Ferreras, aunque obviamente no estamos ante un trabajo individual, sino ante el fruto de un amplio equipo de profesionales- a lo largo de los últimos meses ha cambiado el estilo del periodismo televisivo en nuestro país. Y, de hecho, lo ha cambiado de forma tan notable e irreversible que la valoración de tal cambio como positiva o negativa se vuelve secundaria respecto de su constatación. HBO cambió la televisión. Los realities cambiaron la televisión. Discutir si para bien o para mal es materia de nostálgicos. “Al rojo vivo” cambió la televisión. Es lo que hay.

Y lo que hay es ambivalente. Es un periodismo televisivo más radiofónico, pero también visualmente más espectacular. Es un periodismo más centrado en la construcción mediática de los acontecimientos, pero también más centrado en sus analistas. Es periodismo deportivo, pero no porque no sea político, sino porque ha convertido la política en una liga deportiva. Un periodismo que se autoproclama impulsado por estrictas motivaciones éticas, convertido en el principal activo crematístico de su empresa. Es televisión barata de hacer y eficaz en términos de audiencia. Ha de llenar horas hablando de temas que quedarían completamente analizados en minutos. Y su recurso al apasionamiento distrae del hecho de que las cuestiones que se están discutiendo superan con creces cualquier escala emotiva individual.

Ha venido a quedarse, a diluir un poco más la siempre falsa frontera entre los hechos y su análisis. Es periodismo llegado a un punto de no retorno, auténtica televisión del siglo XXI magníficamente realizada. Cada vez que Ferreras se para y dice “periodismo” no está haciendo una defensa de su trabajo: está ofreciendo, para bien o para mal, la nueva definición del término.

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