3/9/18

AMIGUITAS Y CONOCIDITAS


No se me ocurre ninguna forma de justificar la existencia del programa “Amigas y conocidas”, así que solo puedo alegrarme de su desaparición. TVE lo presentaba como una “tertulia de mujeres que hablan de la vida sin tapujos”, y puede que hasta creyera que suponía un avance en la lucha por dar más protagonismo a las mujeres para que accedan a puestos tradicionalmente ocupados por hombres, algo que deben asumir incluso los más reaccionarios, aunque solo sea porque nuestra sociedad no puede seguir dando la espalda a la mitad de su població. Pero no lo era.

La presentadora, Inés Ballester, en su despedida se presentó como víctima de una cancelación arbitraria e injusta: “Mujeres de diferentes sensibilidades, diferentes trayectorias e ideologías cada mañana nos hemos sentado en una mesa para hablar de la vida. Hemos dado espacio, tiempo y voz a muchas mujeres”. Sí, a mujeres a las que se les daba visibilidad y total libertad para hablar y decir lo que quisieran siempre y cuando se sometieran y aceptaran tratar de los asuntos que el programa decidía que debían tratar, y que eran en su gran mayoría temas ligeritos, banalidades, curiosidades muy cuquis, vestiditos, pijaditas, y mucho cotilleo, famoseo y petardeo. Es dañino, muy dañino, creer y hacernos creer que hablar de eso es “hablar de la vida”. Eso es solo una parte de la vida superficial y menor que ni es, ni debería ser, ni una tele pública debería presentar como un asunto propio de las mujeres que estén en el plató, ni de las mujeres que ven la tele. Que durante cuatro años hayan pasado por el aro “mujeres de diferentes sensibilidades, diferentes trayectorias e ideologías” solo profundiza la derrota que supone que cualquier mujer, por el hecho biológico de serlo y al margen de su sensibilidad, trayectoria e ideología, deba aceptar un planteamiento tan limitador, reaccionario y perverso.

Es una derrota defender desde la tele pública que la vida no es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes, como decía John Lennon, sino ese batiburrillo de asuntitos de los que trataba “Amigas y conocidas”. Por eso su desaparición es nuestra victoria.

3 comentarios:

Pepin el de poreñu dijo...


Hoy tu artículo te ha salido demasido moralista e intransigente lo que no concuerda con tu estrecho contexto mental.

A ver el de mañana si te sale menos rígido

Pepin el de Poreñu dijo...

Corrijo: Hoy tu artículo te ha salido demasido moralista e intransigente con lo que no concuerda con tu estrecho contexto mental.

A ver el de mañana si te sale menos rígido

Miguel dijo...

Hola, Pepín el de Poreñu.

No termino de entender dónde está lo moralista en el artículo; quizá sí veo intransigencia, pero eso es habitual en Antonio —intransigencia muy necesaria, normalmente, y de agradecer ante la estupidez que nos bombardea—, del que nunca diría que tiene un "estrecho contexto mental", sea eso lo que sea...

Saludos