7/1/09

REYES Y PSEUDOCIENCIA

Los protagonistas de la serie “Fringe” (Canal +) investigan en cada episodio fenómenos de la llamada ciencia fringe (telepatía, levitación, invisibilidad, mutaciones...), y tienen que vérselas con sucesos inexplicables, extrañas conspiraciones, empresas poderosísimas, individuos misteriosos y una audiencia que hará todo tipo de comparaciones entre “Fringe” y “Expediente X”. La agente del FBI Olivia Dunham, acompañada de Peter Bishop (un genio de la química empufado con la Mafia) y de Walter Bishop (otro genio que estuvo 17 años encerrado en un manicomio), se enfrentarán a casos tan complicados como el del primer episodio, en el que un agente químico que disuelve la piel y los huesos se carga a todos los pasajeros de un avión, pero el caso más difícil será el de las odiosas comparaciones con “Expediente X”.

Después de ver el primer episodio de “Fringe”, creo que no es justo empezar ya a comparar a Olivia Dumhan con Dana Scully. Dice Ramón Gómez de la Serna en una de sus greguerías que prefiere las máquinas de escribir usadas porque ya tienen experiencia y ortografía. “Expediente X” es una máquina de escribir usada, con experiencia, ortografía y, sobre todo, extraterrestres. “Fringe”, una máquina de escribir recién salida de la fábrica de J. J. Abrams, el creador de “Perdidos”, necesita unos capítulos para coger experiencia, aprender esa ortografía que manejaban al dedillo Mulder y Scully, y hacer que los aficionados a la ciencia-ficción no echemos de menos a los entrañables platillos volantes que tanto juego daban en “Expediente X”.

Telepatía, comunicación con la mente de los muertos (sólo hasta seis horas después de la muerte) y demás pseudociencias duras aliñarán los capítulos de “Fringe”. Pues muy bien. El lugar de los reyes está (o debería estar) en los cuentos o en los belenes, no en la jefatura del Estado. Y el lugar de la pseudociencia está en series como “Fringe” o “Expediente X”, no en los telediarios, las universidades o en la nueva asignatura de “Ciencias para el mundo contemporáneo”. Los reyes en los cuentos, los extraterrestres en “Expediente X” y la comunicación con los muertos en “Fringe”. Todo sale de una máquina de escribir.

3 comentarios:

Néstor dijo...

Cierto es que las pseudociencias deberían estar solo en series de televisión y pelis, donde la suspensión de la incredulidad nos ayuda a tragarnos eso y que pasemos un rato entretenido. Pero, claro, llega un momento en que hay que rellenar horas de televisión y lo mismo les da llenarlo de pseudomemeces, así que ponen esas máquinas de escribir en la redaciones de los telediarios. Y eso de meter una asignatura nueva en el bachillerato donde se expliquen esas memeces es una oportunidad para proporcionar a los jóvenes de ahora un poco de pensamiento crítico con esas memeces, creo yo, aunque he mirado el temario y no pone nada, pero nunca se sabe, lo miré nada más que por encima y por lo que he visto, creo que es mejor y más entretenido que les den el "Muy Interesante" gratis. Sobre todo el de este mes, donde hay un excelente reportaje sobre fraudes y timos de las pseudociencias.

Señor Insustancial dijo...

A mi me parece una estupenda serie de TV...la pena es que, como siempre, los científicos son una gente muy maligna y listilla que nos dominan (jo, sólo hay que ver como está el personal científico en nuestro país).

El problema es que siempre habrá tontos que, como en X Files, crean que todo es verdad.

El Malvado Ming dijo...

Terrible, desde el primer al último capítulo es infumable, pero Anna Torv es tan increíblemente atractiva que me la tragué enterita.
Es que hasta la tercera parte de "Heroes" tiene más sentido, y ya es decir.