2/2/17

HORMIGAS A LA PANTOJA


“Stay”, el mayor éxito en la carrera de Jackson Browne, es sin duda la peor canción que grabó jamás este intérprete. Puedo aceptar la dignidad de algunos trabajos de Mercedes Milá a lo largo de muchas décadas de carrera, pero es obvio que nunca hizo nada peor que “Gran Hermano”, el programa que mayor reconocimiento le ha proporcionado. Tanto triunfó “Crónicas marcianas” que, por mucha tertulia política a la que acuda ahora Xavier Sardá, no olvidaremos la responsabilidad protagonista que tuvo en un programa tan detestable como aquél. “Vicky Cristina Barcelona”, la peor película de la maravillosa filmografía de Woody Allen y una de las peores que se han filmado en el planeta Tierra a partir de Georges Méliès, supuso el mayor éxito de taquilla en los Estados Unidos durante la segunda mitad de la carrera del neoyorkino. Sí, amigos, la columna de hoy trata sobre la visita de Isabel Pantoja a “El hormiguero”; resumiendo: “El hormiguero” más visto de la historia de “El hormiguero” fue el programa más vergonzoso que jamás realizó Pablo Motos.

Nunca tuve el gusto de saborear el pollo a la Pantoja, pero les aseguro que las hormigas a la Pantoja me supieron verdaderamente mal. No milito ni mucho menos en la nutrida Asociación de Despreciadores Acérrimos de “El hormiguero”, pero el programa del otro día fue una noria que te llevaba de forma mareante del patetismo -¡Kiko Rivera alabando lo guapa que estaba viendo a su madre en la televisión en un programa en diferido!- al aburrimiento -jamás preparar un gazpacho tuvo tan poca gracia-, pasando por el peloteo ridículo -¡se acordó previamente ni siquiera nombrar el único tema del que se ha estado hablando sobre Isabel Pantoja en los últimos años!- y el error completo de estrategia -Atresmedia no podría tener peor idea a largo plazo que intentar competir en terreno de Mediaset-.

Cinco millones de espectadores. La mayor audiencia de la historia de “El hormiguero”. Un listo se recupera pronto de un fracaso, pero un tonto jamás se recupera de un éxito, dijo Oscar Wilde. En la deriva que tome "El hormiguero" a partir de ahora Pablo Motos tendrá ocasión de demostrarnos si tiene o no un pelo -naranja- de tonto. Yo creo que no.

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