26/2/17

OSCAR A EL/LA MEJOR DIRECTOR/A

Encuentro lógico el uso tradicional de los géneros gramaticales, en donde existe una forma no marcada genéricamente que se usa también para indicar el masculino y otra forma marcada genéricamente para uso exclusivo del femenino (“los alumnos están agotados tras la excursión en la que los llevaron al monte”). También encuentro lógico el llamado uso inclusivo de los géneros gramaticales, en donde ambas formas están igualmente marcadas, por lo que la masculina sólo se refiere a los varones y la femenina sólo se refiere a las mujeres; así, se han de desdoblar las palabras con marca de género: artículos, sustantivos, adjetivos, pronombres… (“los alumnos y las alumnas están agotados y agotadas tras la excursión en la que los llevaron y las llevaron al monte”). Me da cien patadas la mezcla arbitraria de estos dos usos cuando, manteniendo el uso tradicional, se deja caer de vez en cuando al tuntún un uso inclusivo, volviendo absurdo el texto y convirtiendo la sintaxis en un juego de azar (“los alumnos y las alumnas se encuentran agotados tras la excursión en la que los llevaron al monte”). Y respecto a los hablantes que optan por soluciones jeroglíficas que ni siquiera tienen transcripción fonética y, por tanto, no pueden ser leídas (“lxs alumn@s están agotados/as…”), sólo deseo que ellos, su analfabetismo y sus intentos de devolver la lengua escrita a la barbarie se hundan en la mar océana y los devore el Kraken.

Por eso, cada año, cuando llega la entrega de los Oscars, el trastorno obsesivo compulsivo que me habita toma el timón y se revuelve ante el absurdo de que algunas categorías estén desdobladas por sexos y otras no. Encuentro lógico que no se desdoble ninguna, y haya un único premio a la mejor interpretación -mujer u hombre, siempre que no haya actuado en “La La Land”-. También encuentro lógico que se desdoblen todas y haya un Oscar al mejor director, otro a la mejor directora, uno a la mejor guionista, otro al mejor guionista… -siempre que ninguno haya trabajado en “La La Land”-. Me da cien patadas que se mezclen arbitrariamente estas dos lógicas. Y ruego al Kraken que dé cuenta de aquél que intente resolver el problema creando el Oscar a el/la mejor director/a. Casi hasta prefiero que se lo den a “La La Land”.

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