2/12/18

EL COCHE FANTÁSTICO DE ANA ROSA QUINTANA


Restricciones al tráfico en Madrid. No afecta al resto de España, pero es la noticia del día y todas las cadenas lo tratan. Ana Rosa Quintana (Telecinco) no está afectada porque, dice, no vive en el centro y tiene coche eléctrico. Aun así, se erige en portavoz del descontento popular: “La calle es un clamor”. A la inmensa mayoría de los españoles tampoco nos afecta, pero gracias a profesionales como ella sabemos cómo están las cosas.

Mientras, en “Buenos días, Madrid” (Telemadrid), el reportero José Antonio Masegosa se la juega entre el tráfico de la Gran Vía preguntando en directo a quien pasa por allí. Un motorista (“¿Está usted a favor o en contra?”. “A favor, total”. “¿Por qué?, ¿no le afecta?”. “No es que no me afecte, es que creo que la ciudad tiene que ser más transitable y los peatones necesitan una ciudad más habitable”). Un conductor de coche (“¿A favor o en contra?”. “A favor”. “¿No le afecta?”. “No”. “Si le afectara, ¿pensaría de otra manera?”. “Bueno, estoy a favor de menos contaminación, lo veo bien”). Un peatón (¿A favor o en contra?”. “A favor. A favor de que haya menos contaminación”. “¿Eso es fundamental?”. “Claro, yo vengo en tren”. “¿Antes venía en coche?”. “Moto”. “¿Con moto se puede?”. “Se puede, pero vamos a colaborar”). Un peatón con prisa (“A favor o en contra?”. “Súper a favor”). Una peatona con niños (“¿Y usted señora?”. “Súper a favor”. “¿Tiene coche? ¿Le afecta?”. “Tenemos coche y nos afecta, pero...”.). Y así.

Para terminar, quiero dar las gracias al reportero por patear la calle. Y a Telemadrid por emitir entrevistas en directo sin filtrar, a riesgo de que no coincidan con los intereses del Gobierno autonómico. También a todos los que entienden que las leyes siempre nos afectan, pero la política (o sea, lo que es de la polis, de la ciudad, del Estado, de la sociedad, de todos), va más allá de cómo algo nos afecta personalmente y llega a lo que nos atañe como ciudadanos. Y a la señora Quintana por… por tener coche eléctrico. Aunque a mí eso no me afecta. ¿O sí?

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