13/5/09

NOS VAMOS A ATENAS

En la película “Harper, detective privado”, una bella señorita le dice a Harper (maravilloso Paul Newman): “¿Por qué conduce tan rápido, Harper? ¿Para impresionarme?”. Y Harper responde: “Tiene usted un modo de empezar las conversaciones que les pone término”. Aunque un servidor no es Paul Newman, también hay modos de empezar una conversación que, para mí, les pone término. Ahí va una: “Yo no soy un turista, yo soy un viajero”. Vale, adiós.


Este artículo va dedicado a los turistas, es decir, a todos los que viajamos cuando podemos y como podemos, viendo lo que podemos, gastando lo que podemos y disfrutando lo que podemos. Si usted es un viajero, enhorabuena. Y adiós. Ahora que nos hemos librado de los viajeros que se lamentan de las masas que inundan la capilla Sixtina y que impiden a los viajeros de verdad pasear por Praga o contemplar con calma la pirámide de Keops, les voy a recomendar un programa de viajes. Se llama “Los escapistas” (Sony Entertainment Television), y es sencillo como un menú de Obélix. Cuatro amigos se largan un fin de semana a Atenas, por ejemplo, y no pueden gastar más de 300 euros por persona. Manu se ocupa del presupuesto, Iñaki de la comida, Juanki de las visitas culturales y Boto de la vida nocturna. Con 300 euros se puede volar a Atenas, dormir en un hotel limpio, comer decentemente, visitar la Acrópolis, comprar en Monastiraki, tomar unas copas y, sobre todo, pasear. Los donuts griegos son cortesía ateniense.

Decía Maquiavelo que en general los hombres juzgan más por los ojos que por las manos, ya que a todos les es dado ver, pero palpar a pocos. No es cierto. Podemos juzgar con los ojos los viajes de “Los escapistas”, pero luego podemos palpar Atenas o Dublín si conseguimos que lo urgente no impida lo importante, es decir, si somos capaces de reunir 300 euros libres de las urgencias de la vida. Alguien podrá decir que ver Atenas en un fin de semana es imposible, y que el turismo rápido y barato es la comida basura del viajero. Pero ese modo de empezar la conversación le pondría fin. Mientras los viajeros se quedan en casa, los turistas nos vamos a Atenas. Adiós.

4 comentarios:

Elena dijo...

Incluso te puedes ir a Londres, a un hotel de 5* por 350 €/ persona durante 4 días. Y no hay que ser mago sino buscarse la vida.

Ahora bien, también apoyo el viajar con calidad. Todavía recuerdo cuando, durante mi semana en París, los dueños del hotel me dijeron que no podían darme una almohada para la cama supletoria en la que me tocaba dormir porque ya no les quedaba ninguna. La maleta llena de toallas también es blandita...¡pero no como una almohada decente!

Theo dijo...

Hace ya años que hay una pose de monja que fuma bastante irritante, la del TNT, el Turista no-turista, que parece que va por el mundo de un modo distinto, que sí sabe viajar, porque conoce los veraderos rincones de la ciudad, que no va con los turistas, como borregos, sino que se mete por los barrios 'auténticos' (otra palabra del TNT), para conocer a la gente 'de verdad', que comen la 'comida real' en un sitio cutre pero que para ellos es 'auténtico'... Sinceramente, con tanto gilipollas suelto no sé cómo no hay más turistas (perdón, viajeros) españoles asesinados u hospitalizados por los países de Dios, por andar buscando lo auténtico.
y sí, que digan lo que quieran, pero se puede ir a pasar el fin de semana a Atenas por 300 euros, aunque haya que compartir autobús con el Inserso.

Saludos!

Señor Insustancial dijo...

No negaré que el formato es interesante pero, la verdad, tiene algo de truco. A la hora de hacer el presupuesto final siempre se les escapan algunos gastos que nunca aparecen en las cuentas como los copazos nocturnos.

Por otro lado estoy de acuerdo con los comentarios: es odioso el típico turista español que se empeña en que en Brasil son unos salvajes porque no comen a las tres de la tarde o porque no saben hacer una paella (eso lo han visto mis ojitos), es odioso el tipo que habla a gritos en cualquier parte e intenta hacerse oir por el método de "si hablo alto en mi idioma seguro que me entienden" y algunos fenotipos más.

Pero, igualmente asqueroso, es el turista que se traslada a Senegal, Marruecos o India con las mismas ínfulas que las haría un misionero o un explorador del siglo XIX en busca de una espiritualidad y una conexión que sólo existe en sus cabezas y que suele provocar un enorme sonrojo entre los que los observan cuando hacen comentarios del tipo "esta gente es mucho más humana y auténtica que nosotros porque no están poseídos por el consumo" o, peor, "si yo pudiera viviría como ellos". Esto se suele sostener con mucha vehemencia mientras se bebe agua embotellada o se hace una foto con un móvil de última generación a alguna persona particularmente jodida por la situación de miseria del país visitado. Y eso también lo he visto con mucha vergüenza y también con muchas ganas de que se aparecieran unos hutus y le dieran al blanquito lo suyo.

N H E dijo...

también lo echan en AXN... ¡¡SE SALE!!