22/12/08

LA GENTE SON LOS DEMÁS

La gente es muy burra. Lo que yo te diga. La gente hace cosas muy raras. Las hace siempre, pero más con la lotería de navidad. La gente se inventa un montón de chifladuras que no valen para nada. Bueno, sí, para perder dinero y hacer el ridículo. Aquí todo Dios tiene un sistema para que le toque la lotería. Claro que hoy se llama "sistema" a cualquier montón de estupideces sin base alguna. Y encima la gente lo anda contando por ahí como si fuera la repera. Ay, qué burra es la gente.

A ver, qué es eso de comprar un número porque soñaste con él. O porque tuviste un pálpito. ¡Un pálpito! Valiente tontería. Es como coger la matrícula del coche o la fecha de nacimiento para decidir a qué número jugar. Por Dios, si eso no lo recomiendan ni como número secreto de la tarjeta de crédito. Y luego están los que compran la lotería donde pasó un desastre natural o algo por el estilo porque creen que la suerte se dedica a hacer justicia o algo así. Sí, ya, vamos a tener que pintar a la Justicia con un bombo de la lotería en vez de con una balanza. Es que me parto. Pero vamos a ver, alma cándida, ¿no ves que el hecho de que ocurran dos sucesos improbables es menos probable que el hecho de que suceda un solo suceso improbable? ¿Y qué me dicen de los que compran la lotería en los lugares donde tocó otros años? Los combatientes de las viejas guerras sabían bien que el sitio más seguro en un bombardeo es justo el lugar donde acaba de caer un obús porque iba a ser mucha casualidad que cayera otro exactamente en el mismo sitio. Pues ya ves, la gente no se entera y cree que la lotería cae dos veces en el mismo lugar, ¡cuando es justo lo contrario!

Por eso yo compro un número con el que no soñé que no coincide con mi fecha de nacimiento en un lugar en el que no hubo ningún desastre natural ni tocó la lotería el año anterior. Fijo que me toca y hoy salgo en la tele.

6 comentarios:

Néstor dijo...

Mi sistema es más simple, compró en los lugares que frecuento, no vaya a ser yo el subnormal que se queda en casa dándose de cabezazos contra la pared mientras todos los conocidos salen en la tele brindando con cava.

Erosè dijo...

Antonio... no te veo salir por la tele... tu sistema no furrula... así que, pienso, es mejor no seguir nada. Creo que no me ha tocado ni la pedrea. Qué disgusto. Hum, qué desilusión.

Esther dijo...

Tu título lo dice todo: la gente son los demás.

Nosotros nunca vamos a los centros comerciales los sabados por la tarde, ni conducimos mal, ni tenemos mal gusto vistiendo... a ver si en vez de "No somos nadie" resulta que "No somos gente"

Eva Torices dijo...

Jajaja, obviando el hecho de que el suceso ocurrido resetea el marcador de la estadística. Qué sutil.

Alex dijo...

En realidad no es más improbable que sucedan dos sucesos improbables que uno.

Es tan probable que toque un número que coincida con tú matricula, una fecha de una catástrofe, un número que haya salido otro año, etc., como cualquier otro. En el bombo no pesa una bola más que otra. Son todas iguales. Así que elije lo que sea.

Lo mismo para el establecimiento donde cojas el número. Da igual donde saliese el año pasado o el anterior. Cada año tiene lás mismas probabilidades cada número, así que cada establecimiento tendrá más o menos probabilidades de vender el gordo dependiendo de cuantos números diferentes venda. Si vende todos los existentes, vende el gordo seguro. Y el segundo y el tercero, etc.

Así que cada uno use la técnica que le de la gana si le hace feliz. Al fin y al cabo va a seguir teniendo las mismas posibilidades de que le toque el gordo con cada número que compre.

Azul Sanchez dijo...

jejeje, muy bueno...felicidades por tu blog.