16/4/10

CONTRA LA EVALUACIÓN CONTINUA

Una vez cada tres meses la gente de la radio se pone muy nerviosa. Ayer fue uno de esos días. Se publica el Estudio General de Medios y todos tiemblan porque van a conocerse las audiencias que han tenido los programas y las cadenas a lo largo del trimestre. Una vez cada tres meses el pánico recorre la SER, la COPE, Onda Cero, Radio Nacional de España. En televisión la pauta es ligeramente diferente: el examen no es trimestral, sino diario. Todos los días por la mañana la gente de la televisión se pone muy nerviosa y revisa los índices de audiencia del día anterior. Ayer fue uno de esos días, claro. Y hoy es otro de ellos. Mañana también lo será. De hecho, no da tiempo a que el pánico descienda, y la ansiedad de cada mañana se une a la de la mañana siguiente creando un clima de permanente tensión que recorre TVE, Cuatro, Telecinco, Antena 3 y laSexta como la peste en la Europa medieval. ¿Alguien se imagina cómo sería la radio si se la evaluase a diario, programa a programa y minuto a minuto? ¿Alguien se imagina cómo sería la televisión si solamente se computaran sus audiencias acumuladas una vez cada tres meses?

Ejemplos: "En días como hoy", el magacine matinal de RNE, alcanzó 1.085.000 oyentes de media durante enero, febrero y marzo de 2010, frente a los 2.721.000 oyentes de "Hoy por hoy" en la Cadena SER. Y así todos los trimestres. Por el contrario, "Uau!", la nueva apuesta fuerte de Cuatro por el late night, consiguió el lunes de su estreno un 7,9% frente al 9,5% de "Buenafuente". El martes, "Uau!" subió al 8,5% y "Buenafuente" se mantuvo en el 9,4%. El miércoles, "Uau!" logró un importante 10,8%, ganando al 8,4% conseguido por "Buenafuente". Y así todos los días. Como en una comunicología cuántica, la forma de evaluación altera por completo el producto evaluado. El pánico atraviesa permanentemente los platós de televisión y en esas condiciones no hay forma de tomar decisiones acertadas. ¿Quién fue el pedagogo tonto que alabó las virtudes de la evaluación continua?

1 comentario:

Amarok dijo...

Creo que a la televisión le vendría bien instaurar un sistema de "pre-evaluación", es decir, examinar detenidamente el programa que desean emitir antes de ponerlo en antena para determinar si realmente reúne unas condiciones mínimas de calidad y de esta manera intentar evitar posibles atentados contra la salud de los telespectadores... Un sistema así, con buenos críticos y analistas haría un gran bien por la humanidad librándonos de la enorme cantidad de basura que inunda las cadenas.