10/8/08

EN DOS PALABRAS: IM-PRESIONISMO

El Descenso del Sella es una fiesta deportiva tan peculiar que Jesulín de Ubrique podría definirla con dos palabras: “im-presionista”. En la tele lo intuyen porque siempre la retransmiten colocando las cámaras en lo alto de grúas y en helicópteros que sobrevuelan el río. Pero se quedan cortos. Tal vez necesitaran cámaras situadas más arriba, a la altura que vuelan los aviones. O, quién sabe, los satélites artificiales.

Las Piraguas son de naturaleza impresionista porque son un acontecimiento descompuesto en colores primarios que deben recomponerse en la retina del espectador. Cada uno de los asistentes aporta sus pinceladas de color: los dorsales, las camisetas de cada equipo, los collares de flores de los selleros, las embarcaciones serpenteando río abajo, los remos brillando al sol por un instante antes de volver a sumergirse en el agua, los coches siguiendo el descenso por la carretera, los viajeros del Tren Fluvial moviéndose como un enjambre desde la vía hasta el río para ver pasar las primeras piraguas, las miles de manos aplaudiendo a lo largo de las orillas y los puentes, las tiendas de campaña que manchan de color el verde color del campo, las botellas de sidra alzándose al cielo hasta tapar el sol para hacer posible que los asistentes beban a la sombra en homenaje a aquellos espartanos que lucharon contra una multitud de arqueros persas.

El resultado son millones de pinceladas que sólo cobran sentido si el observador se aleja lo suficiente para que la retina haga su trabajo y obtenga una imagen final coherente. De cerca, y menos desde dentro, es imposible ver una fiesta tan grande. Luego veré grabado qué tal han hecho su trabajo los de la TPA, a ver cuánto ha logrado alejarse el helicóptero para acercar el Sella a los espectadores. No pude ver la retransmisión en directo porque tuve que ir a que mi camiseta de Los Simpson “Absolutely pissed in London” pusiera una pincelada de color en la salida del puente de Arriondas.

2 comentarios:

Erosè dijo...

jo.. y yo este año no pude pertenecer a esa imagen, no pude ser pincelada. No pude aportar mi tienda de campaña al lado del río, mejor dicho, entre el río y la vía del tren. Privilegiado sitio para pasar un fin de semana sin pagar un duro por una parcela. A pocos metros de los piragüistas, primera línea. La meta a unos cuantos metros, pero no es lo que me importa.

Qué mala es la gente.

Y yo con estos pelos dijo...

Pues yo me siento orgullosa de haber estado este año alli y haber contribuido a esa pincelada de color, con mi tienda cerca del rio, y con mi presencia cerquita del rio. Lo de los helicopteros es impresionante, nunca habia visto tantos y con tanta frecuencia!!

Volvere por muchos años siempre que pueda!