
A ver tú, Charles Xavier, explícamelo. Pero explícamelo con palabras de verdad; déjate de tus vaciladas de transmisiones telepáticas. Tanto control mental ¿y no puedes hacer que Kiko Rivera deje de hablar de Chabelitita y recomiende a la audiencia sintonizar Cuatro? ¿Tú has visto lo fantasma que quedas cuando te pones el coso ése en la cabeza para detectar mutantes? ¿No te da vergüenza ser vencido por un polígrafo que se ve a la legua que costó 5 euros y fue comprado en un outlet de bazares chinos? Y tú, Magneto, que tienes nombre del nuevo helado que Frigo sacará para este verano con un palo de metal, ¿puedes detener en el aire cuatrocientos misiles que te están disparando y no puedes hacer que los micrófonos de Chiqui y de Paula Souza se retuerzan y queden inutilizados? ¿Entonces el casco de mamarracho que llevas para qué vale?
Sólo hay una explicación: los verdaderos X-men son la peñita del “Sálvame Deluxe”. Matamoros y Hernández y Vázquez quizá no puedan convertir su cuerpo en diamante, desplegar alas de libélula o crear torbellinos de viento, pero tienen otro superpoder que está sólo al alcance de los mutantes más mutados: pueden emitir telebasura por televisión y conseguir ser el programa más visto de esa noche. Y eso vale tanto como tener un esqueleto y unas garras de adamantium.
1 comentario:
Para mí que su poder es ser inmune a los poderes de los demás. Si no, no se explica que se mantengan en antena.
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