8/2/15

TRÍPTICO


1. Las treinta y cinco veces que ha aparecido Jordi Évole esta semana en programas de Atresmedia promocionando la vuelta de “Salvados” ¿no deberíamos haber visto en la pantalla sobreimpresionado el cartelín ése que dice “Publicidad”? ¿Por qué si se nos ofrece al genial Évole contando que entrevistar a Esperanza Aguirre fue como jugar un partido de fútbol contra un equipo entrenado por Mourinho en “El intermedio”, y después en “Al rojo vivo”, y después en “El hormiguero”, y después en “Zapeando”, y después en “En el aire”, no se nos advierte de que estamos ante una promoción de un producto comercial? ¿Es publicidad que una cadena haga publicidad de sí misma?

2. La noche de los viernes “Sálvame” me resbala. “Me resbala” me salva la noche de los viernes. Parece como sí Antena 3 y Telecinco se estuvieran haciendo referencia mutua con los títulos de sus programas estrella. El pasado viernes ambos obtuvieron buenos resultados de audiencia. Es imposible ver a Jorge Javier Vázquez entrevistar a Olvido Hormigos y no imaginárselos haciendo mucha fuerza con los pies contra el suelo, intentando no resbalar y caer rodando dentro de un enorme saco de mierda. Y es gratificante ver una vez más a Antena 3 salvando el entretenimiento televisivo de forma sencilla sin dar vergüenza ajena.

3. ¿Por qué no nos ofrecen nunca el making of de “Hermano Mayor”? Quiero ver cómo se filman las escenas de violencia doméstica, lo cerca que están lás cámaras, los micrófonos y los focos del adolescente que está destrozando una puerta a patadas. Quiero ver cómo se toma contacto con la familia, cómo se les explica en qué va a consistir el programa y qué preguntas hacen. Quiero ver qué comentan cuando se apagan las cámaras y qué tal funciona la casa meses después de haber pasado por el programa. El making of de “Hermano mayor” resolvería muchas sospechas que tengo sobre la labor de Pedro García Aguado. Que no nos lo ofrezcan nunca las confirma.

1 comentario:

Maron Penrose dijo...

"Hermano mayor" nació "a rueda" de "Supernanny" pero con la "ventaja" (para Mediaset) de la violencia explícita, que por lo que se ve atrae más a la audiencia.

Seguí los primeros capítulos hasta que reparé en lo que tú dices: que aunque esos niñatos/as malnacidos/as necesitarían un destierro de unos años en pelotas en Siberia a ver si recapacitan, todo el percal era algo orquestado, que evidentemente hay contraprestación económica y que esos niñatos/as seguirán maltratando a sus progenitores cuando se vayan las cámaras.