17/2/10

PERDIDOS EN LA TRINCHERA


Si Indiana Jones es un James Bond sin tecnología, la serie “Perdidos” es un “Supervivientes” sin chorradas sociológicas, mucha física recreativa y muchísima metafísica. Y con poca tecnología, es decir, efectos especiales en su justa medida, unas cuantas pistolas, los cuchillos de John Locke, algunas furgonetas, un búnker de lo más espartano, sangre de metirijillas en las caras de Jack y Sawyer, una pulcra zona residencial y una isla muy coqueta. ¡Ah! Y los protagonistas de “Perdidos” no tienen nada que ver con Indiana Jones, ni con James Bond, ni siquiera con John Rambo, ese Superman sin pijama azul ni poderes extraordinarios. Jack Shephard es un tipo como usted o como yo con conocimientos de medicina y un pasado tormentoso.

Los dos primeros episodios de la sexta y última temporada de “Perdidos” (Fox y Cuatro) no fueron un éxito total de audiencia, pero es que “Perdidos” no aspira a ser un “Gran hermano” en una isla donde pasan cosas raras. De todas formas, el objetivo principal de este artículo es recomendar a todos los espectadores que no hayan seguido “Perdidos” desde el principio o que se hayan desenganchado en la vigésimo cuarta (o así) vuelta de tuerca argumental, que no se pierdan el final de una serie que ha marcado una época. Cuantos más seamos para poder discutir qué demonios es la isla o qué significan los Números, mucho mejor. No se preocupe, basta con viajar un poco por internet o charlar con algún seguidor fiel de la serie (hay miles) para enterarse de qué va todo y poder unirse al juego. “Perdidos” es, y perdonen el mal gusto de la comparación, como la batalla de Verdún.

En la batalla de Verdún, durante la I Guerra Mundial, murieron setecientos mil soldados franceses y alemanes, pero la línea del frente casi no se movió. En la serie “Perdidos” ya han sucedido setecientas mil cosas, pero la línea del frente casi no se ha movido y todo el mundo está tan despistado como al principio. En esta guerra de trincheras que es “Perdidos”, las teorías sobre lo que ocurre en la isla mueren a escala industrial, como lo hicieron los pobres soldados obligados a morir en Verdún. Si usted decide meterse en la trinchera de “Perdidos”, enseguida será un seguidor veterano. Únase a nosotros. En televisión, las trincheras solitarias son muy tristes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Me he encontrado con Perdidos gracias a tu comentario!