Estos días Telecinco subió los precios de sus anuncios hasta niveles que sólo se sueñan tras las campanadas de Nochevieja. Tuvo tal demanda de los anunciantes que se le saltaban los spots por las costuras de la ley que limita su emisión. Y la prórroga del partido sirvió para prolongar los minutos de gloria. Hubiera venido bien una victoria en los penaltis para poder colocar más anuncios, pero no se quejan: después alargaron la juerga por su cuenta el tiempo suficiente como para ir dando salida a todos los compromisos publicitarios que antes habían contraído al mejor precio.
Respecto a la imagen de marca, no sé en qué estaría pensando Silvio González cuando habló, pero Telecinco (cadena con tan buena imagen en España como la tiene la qatarí Al Jazeera en EEUU) parece otra desde que por encima de su logotipo ondea la popular bandera del país que ganó el Mundial de fútbol. En España, al nombre más buscado en Google era “Belén Esteban” hasta que fue felizmente desbancado por otro nombre de la casa: “Sara Carbonero”. TVE dio el pelotazo casando a una presentadora del “Telediario” con Felipe de Borbón, pero el príncipe nunca le dio un beso en directo como el que Casillas le plantó a Telecinco en los morros de la nueva Saritísima.
2 comentarios:
Ah, ¿Que al final gana España?
Ni me entere...
PD: los acentos son omitidos voluntariamente por problemas tecnologicos. La ironia esta puesta voluntariamente por desesperacion acustica y televisiva
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