29/7/10

BROTE PSICÓTICO

A veces la realidad es tan insoportable que lo más saludable es sufrir un brote psicótico. Alucinar, vamos. Por motivos estrictamente profesionales uno debe ver "Enemigos íntimos", la última deposición de Santi Acosta para T5. En esta ocasión la coplista Lola Reina (¿?) acudía al plató para confesar que su enemiga íntima era su hermana y también jotera Charo Reina (¿?). En el curso de la charla Charo se plantó en el plató entablando un cara a cara entre cutredivas que convirtió a las tarotistas de madrugada de las televisiones locales en cine de arte y ensayo. Porque yo pagué a los músicos de tu actuación de Torrefresnillo. Porque tú mucho ir a tocar la mano del Gran Poder pero no me llamaste cuando estuve enferma. Porque yo llené el Teatro de Marchena del Real pero tú sólo metiste a cien pesonas en las Jornadas de la Copla Amojamá de Jerez.

Y entonces, justo cuando Charo le juraba a su sister in faralaes que no quería volver a verla ni el día de su muerte, el Ángel Exterminador de la Biblia descendió desde los cielos hasta colocarse al lado de Santi Acosta y comenzó a hacer su trabajo. Su origen veterotestamentario (¡me encanta esta palabra!) no le impedía ir provisto de un lanzallamas FirMolding VB-82 de última generación que encendió y con el que comenzó a purificar hasta las cenizas cada elemento de aquel aterrador show. Santi, Reina la Mayor, Reina la Menor, los proctotertulianos, el público asistente, el equipo médico habitual, las sillas, las gradas, el decorado, nada quedó en pie tras el paso de Abaddon que, terminada su función, apagó el FirMolding con un gesto de chulería y regresó al Más Allá. Llamé reventando de plenitud a mis amigos. ¿Lo visteis, lo visteis? Nadie había visto nada. Corrí a internet. Tampoco había rastro del suceso. No podía creerlo: al parecer la entrevista continuó hasta al final sin ángel, lanzallamas, llanto ni crujir de dientes. Quedé desolado. El médico me diagnosticó un brote psicótico transitorio debido a un episodio de estrés insuperable. No quiso darme fármacos, pero me prohibió volver a ver a Santi Acosta.

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