14/1/08

INCOLORAS TETAS VERDES

Incoloras ideas verdes duermen furiosamente. Acaban de leer una famosa frase de la lingüística moderna, generada por Noam Chomsky en el curso de los debates que mantuvo durante la mitad del siglo pasado con Fred Skinner acerca de la génesis del lenguaje. Skinner estaba convencido de que el lenguaje no era sino un tipo de actividad humana para cuya explicación no hacía falta más que los principios generales del comportamiento humano, a cuyo conocimiento él, -como el psicólogo más importante de aquel momento y de bastantes más-, dedicaba su actividad académica. Chomsky, por el contrario, no creía que las leyes del comportamiento, por sí solas, pudieran explicar la producción de lenguaje que hacemos los humanos, y retó a Skinner a que explicara cómo es posible que él llegara a decir la frase "incoloras ideas verdes duermen furiosamente", sentencia sintácticamente perfecta pero carente por completo de sentido.

Sin tetas no hay paraíso. Se trata del título de una famosa serie estrenada recientemente por Telecinco que también supone un reto para cualquier explicación mediática de la televisión actual. Si las durmientes ideas verdes de Chomsky enfrentaban a la sintaxis contra la semántica en el campo de la lingüística, las redentoras tetas de Telecinco reproducen la misma lucha en el campo de la televisión. "Sin tetas" es una serie formalmente perfecta: hay planos y contraplanos ordenados en secuencias, guiones, música de fondo y personajes principales y secundarios, pero todos sus elementos están tan gastados, provocan tal aburrimiento y hartazgo, han perdido cualquier atisbo de significado hace ya tantas décadas, que al final lo que se ve en pantalla no tiene más sentido que la nieve dormida, furiosa, incolora y verde de un televisor sin sintonizar. La polémica entre Chomsky y Skinner, secundados por sus respectivos seguidores, duró décadas y las dos posturas sobrevivieron al debate. Ahora ambos enfoques deberían agruparse en la lucha final para intentar explicar la estructura y la función de la historia de Catalina y el Duque.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo", dijo Wittgenstein (filósofo austriaco fallecido a mediados del s. XX), o también "los límites de mi mundo son los límites de mi lenguaje", que no es lo mismo pero es igual, o, algunos dirían, parece igual pero no es lo mismo. Lo que quiero significar, si se me permite una mala pero muy apropiada traducción literal, es que poco mundo podemos esperar de una frase tan limitada como “sin tetas no hay paraíso”. La primera vez que escuché este título me sorprendí, sí, la tele aún me sigue sorprendiendo, soy una pobre mujer. ¿Cómo era posible que se atrevieran a ser tan evidentes? Me hizo mucha gracia la entrada del 11 de enero (“Las tetas de James”) que también hablaba de esta telenovela. Es verdad, todas podrían titularse así, y casi todos los concursos, y los castings que están de rabiosa actualidad, y Gran Hermano, y casi todas las películas americanas y no americanas, y la selección de personal en las empresas, y la popularidad en los institutos de secundaria, y los anuncios de la tele, y los centros comerciales, y la amistad y el amor y la paz mundial. Paradójicamente, lo único que no podría titularse así es la Biblia, porque en este caso es al revés, cuantas menos tetas más paraíso.

halconperegrino19@gmail.com dijo...

Pues si a ti te parece algo visto y trillado el que niñas de 13 años se prostituyan, se involucren con asesinos y secuestradores, arriesguen su vida no por el dinero que cualquier gente necesita para vivir, sino con el que les compra bolsas y zapatos -para verse lindas y tener más dinero-, si te parece trillado el que haya padres de familia tan ciegos como para no darse cuenta de la podredumbre en que caen sus hijos, pues sí que eres una pobre mujer, y pobres tus hijas o hijos en caso de que los tengas, y pobres alumnos y pobres de los que se dejen llevar por lo que dices. En el amor y la muerte cabe todo el desarrollo de la literatura desde los griegos hasta la actualidad y no me digas que son temas trillados. Qué estupidez. Sin tetas no hay paraíso se trata de confrontar una realidad cruda, un conflicto humano, la complejidad del ser sometido a un mundo que no tiene sentido, ni valores, habla de la soledad, de la orfandad, es una búsqueda. Ojalá te dieras el tiempo de explorar las propuestas antes de descartarlas por completo.