16/1/08

LUNES DE VAINILLA

El pasado lunes, la imbatible “CSI” se las tuvo que ver con el regreso de “Herederos” (TVE-1) y con tres películas muy diferentes entre sí pero que, en realidad, son como un helado de tres sabores: “El hombre que nunca estuvo allí “(La 2) es la nata, “Cara a cara” (Cuatro) es el chocolate, y “A propósito de Henry” (La Sexta) es la vainilla. Dime con qué sabor te quedaste el pasado lunes y te diré cómo tenías el cuerpo.

Si descontamos a los fanáticos de “CSI”, entre los que me cuento, y a los enganchados a los oscuros recovecos de “Herederos”, nos quedan los amantes de la nata, los adictos al chocolate y los incondicionales de la vainilla. Pero supongo que a nuestro helado cinéfilo le ocurrió lo que a los helados de sabores que Marge tenía en la nevera después de que Homer devorara todo el chocolate. La explosión de sabor de “Cara a cara” fue a la programación cinematográfica del pasado lunes lo que el chocolate al helado de sabores de Homer. El adicto al chocolate se queda con los fuegos artificiales de John Woo, mientras que el amante de la nata prefiere los curiosos experimentos de los hermanos Cohen, y los incondicionales de la vainilla se pirran por los “Estrenos TV” disfrazados de lección moral protagonizados por un buen chico como Harrison Ford. Les confesaré una cosa. Traicioné al gran Horatio de “CSI Miami” no por una cucharada de nata o una tableta de chocolate, sino por una sobredosis de vainilla.

El filósofo renacentista Pico de la Mirándola se vanagloriaba de tener en su cabeza todos los conocimientos de que un hombre era capaz, así que convocó una especie de torneo filosófico y se declaró dispuesto a responder acerca de “todo lo que se puede saber”, que se convirtió en su divisa. Voltaire la completaría después con su habitual ironía: “Todo lo que se puede saber, y algunas otras cosas”. En “A propósito de Henry” tenemos primero a un orgulloso hijo de puta que cree saberlo todo y, después de recibir un disparo en la cabeza, a un hombre que sabe que, después de todo lo que se puede saber, hay algunas otras cosas. Pura vainilla, lo sé. Pero el lunes era lo único que me apetecía. Es una suerte que el cine haya inventado tantos sabores, ¿no?


"A propósito de Henry", sobredosis de vainilla

1 comentario:

Anónimo dijo...

wee

Pues yo si hubiese visto la tele el lunes hubiese elegido la nata, ya que tuve ya mi dosis de vainilla hace años. Me gustó mucho y lo volvería a tomar, pero en este caso todavía no probé la nata. El chocolate no me disgusta, pero en fin, de elegir...la nata gana.
Un saludo

taLueguin...