12/8/10

¡A POR LAS MALETAS!

Como dice Marcel Proust, salir a recorrer el mundo tiene ventajas incluso antes de salir: “La noche de la víspera de un viaje, al cesar el entumecimiento de las costumbres que están a punto de terminar, nos juzgamos”. Paul Morand señala las ventajas de la vuelta: “Al regreso de un viaje nos preguntamos si es la Tierra la que se ha empequeñecido o somos nosotros los que nos hemos engrandecido”.

“La vida es un libro del que, quien no ha visto más que su patria, no ha leído más que una página”, dice Filippo Pananti. Y pasar página nos hace mejores. “Quien nunca ha salido de su país está lleno de prejuicios”, apunta Carlo Goldini. “Viajar es muy útil, hace trabajar la imaginación”, señala Louise-Ferdinand Celine. “Los viajes enseñan tolerancia”, añade Benjamin Disraeli. “El hombre que no viaja y no visita en toda su extensión la Tierra, llena de una infinidad de maravillas, es una rana en un pozo”, redondea el clásico hindú “Panchatantra”. Por eso, “No se viaja por viajar, sino por haber viajado” Alphonse Karr.

Como escribió Francisco Bacon, “Los viajes en la juventud son una parte de la educación, y en la vejez, una parte de la experiencia”. Además es divertido, lo dijo Séneca: “El cabalgar, el viajar y el mudar de lugar recrean el ánimo”. Miguel de Cervantes no puede faltar en este repaso, así que terminaremos con dos citas suyas: “El andar en tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos”, “No hay ningún viaje malo excepto el que conduce a la horca”.

Pero hay una enorme, descomunal, gigantesca ventaja en el viaje que ningún clásico vio: visitando otros países hablas con gentes que no conocen a Belén Esteban, ves tiendas repletas de revistas en las que no sale Belén Esteban y puedes encender la tele y hacer zapping sin miedo a darte de bruces con Belén Esteban. ¡A por las maletas!

2 comentarios:

Daeddalus dijo...

Un día nos despertaremos y pensaremos que todo ha sido un sueño. Tengo fe...

Erosè dijo...

No habrá Belén Esteban pero cada país tiene lo suyo propio... ¡¡Pero no hay Belén Esteban!!

¡Saludos belgas!