29/6/11

EL RESULTADO NOS DA IGUAL

Anna Torv, la protagonista (con perdón del científico Walter Bishop interpretado por John Noble) de la fascinante “Fringe” (Canal+), asegura que, a diferencia de “Perdidos”, al final de la serie los espectadores tendremos todas las respuestas. Bueno. ¿Y eso qué quiere decir? El objetivo de una serie de ciencia-ficción no es ofrecer respuestas, sino plantear un puñado de buenas preguntas. Es más, gran parte de la gracia de “Fringe” o “Perdidos” está en el silencio de los guionistas. ¿A usted le gustan las respuestas? Pues entonces concéntrese en el fútbol y evite el debate sobre el estado de la nación. Siga los casos de la inspectora Laura Lebrel en “Los misterios de Laura” (TVE-1) y evite ver películas como “El espíritu de la colmena” (TCM). Acompañe a Carlos Sobera en “Atrapa un millón” (Antena 3) y ni se le ocurra echar un vistazo a “Redes” (La 2).

Los comentaristas argentinos que trataban de explicar el descenso a Segunda de River Plate por primera vez en sus 110 años de historia hablaban de “canción desesperada”, es decir, de la impotencia de un equipo que trataba de aferrarse a su historia a golpe de balonazos al área en busca de la cabeza de Pavone. La respuesta a la pregunta de cómo es posible que River Plate haya perdido la categoría está en esa “canción desesperada” en la que se ha convertido el juego del equipo “Millonario”. Pero las respuestas a los cientos de preguntas que plantea “Fringe” no están en el guión, ni en el juego de Olivia Dunham, ni siquiera en la cabeza de Walter Bishop. Una comedia tiene la obligación de responder a todas las preguntas, pero una serie de ciencia-ficción tiene el deber de dejar cabos sueltos y algún que otro cabreo en sus seguidores.

El hielo es agua en forma útil, dice Charlie en “Dos hombres y medio”. Buena respuesta. En “Fringe” o en “Perdidos” el agua puede que no sea agua y el hielo es posible que no sea hielo. Y de la utilidad ni hablamos, por supuesto. Seguro que los hinchas de River definen el gol como un centro al área en forma útil. Los hinchas de la ciencia-ficción no vemos “Fringe” en el Monumental del barrio porteño de Núñez, sino en una pantalla. El resultado nos da igual.

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