3/12/11

REFUNDAR EL CAPITALISMO, EUROPA Y TELECINCO

Lo de siempre: que cuando no queremos ver algo en la tele nos lo ponen a todas horas, y cuando hay algo que nos parece interesante no nos lo dejan ver. Esta vez pasó con una gala de Telecinco. Tiene que haber sido algo bueno para que, siendo una gala y siendo de Telecinco, nos interesara. Y lo era. Fue la gala en la que Mediaset (dueño de Telecinco y mucho más) presentó esta semana en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid las novedades previstas para el próximo año en su grupo… en exclusiva a las empresas que insertan su publicidad en las pausas publicitarias de la casa.


Hubo muchas caras famosas, pero el plato fuerte del espectáculo fue la intervención del gran jefe de televisión Paolo Vasile y del gran jefe de publicidad Giuseppe Tringali. Vasile explicó que la tele comercial es un triángulo formado por el público, la tele y la publicidad: “Hacemos televisión para que la gente se reúna en una plaza virtual donde los anunciantes puedan alcanzar a su cliente presentando su producto”. Pero aunque los triángulos valen para hacer pirámides y señales de tráfico, no son muy sólidos como modelo en las relaciones humanas: siempre hay un vértice que se resiente y sufre. Antes el peso de la relación lo soportaba el público, que aguantaba carros y carretas. Pero, harto, el público descubrió hace unas semanas que podía reunirse con los anunciantes y ponerse acuerdo con ellos sin tener que pisar la plaza virtual televisiva.

En la gala que no nos dejaron ver, Vasile no nombró “La noria”. Pero sí lo hizo Trincali, que dejó las cosas claras al señalar que la audiencia les interesa, pero el apoyo de las empresas publicitarias les interesa mucho más. Vaya, parece claro que el vértice del triángulo que sufre ahora es la tele. Un día de estos, en cuanto termine de refundar el capitalismo primero y Europa después, Sarkozy debería echarles una mano para refundar Telecinco.

1 comentario:

Cantón dijo...

Las redes sociales traerán la refundación de la televisión, ¿no? Antes el espectador estaba mudito y si algo no le gustaba, no le quedaba más remedio que cambiar de canal. Las redes sociales le dan voz para opinar y eso no le gusta a algunos grandes profesionales (Jordi González), políticos insignes (Pilar Rahola) y periodistas de enorme talla (Melchor Miralles).

Pero chico, es lo que hay. Si no les gusta, que cambien de red social.