16/6/16

NEUROTRANCAS Y NEUROBARRANCAS


No es Pedro Sánchez. El que nos engaña es nuestro cerebro. No es la carta de Esperanza que Unidos Podemos ha buzoneado por toda España. El que se ríe de nosotros es nuestro ojo, que confunde a nuestro cerebro, el cual nos hace cometer errores. Yo pensaba que el que nos jugaba constantemente malas pasadas era Rajoy. Pero no. Si hacemos caso a lo que Antonio Lobato nos repitió durante el estreno de “Desafía tu mente” –el nuevo estreno diario de TVE para el access time de la cena- entonces tendremos que concluir que el responsable de la mayoría de las malas pasadas que sufrimos es nuestro cerebro. Somos nosotros los que nos puteamos a nosotros mismos. Bueno, no, es nuestro cerebro el que putea a nuestro ojo y nuestro ojo el que se burla de nosotros. O al revés, nosotros engañamos al cerebro con la complicidad de nuestros sentidos. No lo sé. Lo importante es que todo ocurre en nuestro interior. Algunas teorías dicen que afuera se encuentra la realidad, pero no son más que especulaciones sin confirmar.

Las neurociencias son a la biología lo que el liberalismo es a la política. Y así como el liberalismo se levanta exultante sobre un embrollo teórico de tomo y lomo alrededor de ideas como “libertad” o “sociedad” o “individuo”, no es el menor de los males de las neurociencias la empanada conceptual que arrastra en sus juegos de relaciones entre la conciencia, la mente, el cerebro, el yo, los sentidos o la identidad. La causa eficiente, no la mera materialidad tautológica, de todas las divertidas curiosidades que se nos mostraron en “Desafía tu mente” se encuentra en el mundo, y nada de lo que vimos, en contra de lo que nos prometió Lobato, resolvió ningún enigma acerca del cerebro. Son justamente las neuropretensiones gratuitas del nuevo neuroprograma de NeuroTelevisión Española las que estropean lo que podría funcionar como un programa sencillo de diversiones psicológicas. Durante “Desafía tu mente”, Albert Rivera en “El hormiguero” engañaba a miles de espectadores. O a lo mejor a esos espectadores les estaba engañando su propio cerebro al procesar mal a NeuroTrancas y NeuroBarrancas.

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