8/4/16

LOS MEJORES INFORMATIVOS DEL MUNDO


Las noticias sobre los papeles de Panamá suben los ánimos. Viéndolos en la tele uno se da cuenta de que no vive en un país de tercera con tramposos que defienden sus privilegios con chanchullos cutres, sino en un país moderno y avanzado que como el resto de los países de su entorno tiene tramposos que defienden sus privilegios con alta ingeniería financiera y fiscal. Que la revelación de los papeles de Panamá sea un escándalo mundial tiene la ventaja añadida de que ya se adelantaron otros, los miembros de la corte del zar de todas las Rusias, por ejemplo, a proclamar que no hay que darles credibilidad porque son fruto de una maniobra artera para desprestigiar a Vladímir Putin el Grande. Así, aquí nadie tuvo que mancharse las manos rebajándose a protagonizar esa habitual fase inicial de todos los escándalos patrios que consiste en ponerse muy digno negándolo todo. Pero, sobre todo, los papeles de Panamá evidencian que los informativos españoles son excelentes y siempre lo serán.

¿Cree usted que si comparamos nuestros informativos con los islandeses, los suyos son mejores? Pues no. No hacen unos informativos como los nuestros ni de coña. Tendrán profesionales estupendos y medios muy sofisticados, pero el resultado será una birria se pongan como se pongan. Repasemos qué pasó allí con los papeles de Panamá: al día siguiente de destaparse la implicación de su primer ministro organizan una hermosa manifestación pidiendo su dimisión, el tipo remolonea un poco, después dimite y ya está. Fin de la historia. Un país con unos ciudadanos y gobernantes que reaccionan así ante una noticia bomba nunca podrá hacer unos informativos con la emoción y el intríngulis de los nuestros. Allí las historias, por muy bien que empiecen, terminan en dos patadas y no tienen recorrido. Aquí hay calidad. Las historias se alargan y se entrelazan en un abigarrado tapiz que nos proporcionan unos informativos fecundos y repletos de emoción. Por eso tenemos los mejores informativos del mundo. Los que nos merecemos.

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