12/7/08

"EL DIARIO" Y "DE PATRICIA"

Siento ser aguafiestas, pero me temo que no deberían descorchar el champán todavía. Sí, sí, no me miren con esa cara. Sé que les pillo con la familia y los amigos reunidos, las copas en la mano, y el cuñado comenzando a intentar girar el corcho mientras lo empuja para fuera. Pero deberían detenerse y suavizar esa expresión de alegría desbordada. No me andaré con rodeos: "El diario de Patricia" no ha terminado del todo. ¿Cómo que no?, dirán, ¿cómo que no ha terminado del todo? Si quedó muy claro el otro día. Que habían sido siete años inolvidables, que qué gran alegría haber tenido estas experiencia, que con qué gran equipo había trabajado. Si hubo hasta los típicos montajes con los mejores momentos del programa. Y Gaztañaga llorando al final como una vulgar invitada a "El diario de Patricia" cuando le entregaron una carta muy emotiva del equipo diciendo que era la mejor y que nunca la iban a olvidar.

Sé que en ese momento todos corristeis a por el champán. Los vecinos se reunían en las escaleras espontáneamente. Incluso muchos cientos de espectadores se bañaron en las fuentes públicas de sus ciudades. Mi corazón también se golpeaba contra las costillas, pero un resabio de perro viejo me hizo permanecer atento al resto del speech de despedida de Patty. Y ahí se fue todo mi gozo en una perforación que se hace en la tierra para buscar una vena de agua. Patricia desveló la terrible verdad: "El diario de Patricia" no sólo no desaparece, sino que se reproduce por mitosis. Por un lado, "El diario" se mantiene bajo la incierta presentación del casi genial Juan y Medio, y por otro "de Patricia" también sobrevive en lo que amenaza ser un programa nocturno ¡¡con mucha marcha!! a partir de septiembre. Así que olvidaros de vuestra esperanza de perder de vista la pijopsicología de Patricia Gaztañaga o programas en donde se potencien los aspectos más disfuncionales del ser humano. Ni una cosa ni la otra. De verdad, volved a guardar el champán. Y, si lo tenéis a mano, sacad un poco de whisky, hombre. Creo que necesito una copa. Ay.

3 comentarios:

Wanza Kilulu dijo...

Yo pensé, estúpida de mí, que el programa cerraría vergonzosamente sus puertas el día que mataron a Svetlana, que asumirían una cierta responsabilidad, que se haría una reflexión a nivel nacional sobre este tipo de programas y que buscarían un agujero en el que meterse para no tener que sufrir el evidente ostracismo al que serían sometidos por esta sociedad valiente, justa y concienciada.

Anónimo dijo...

La vida de una persona nunca superara el valor del dinero,cuanto primero os deis cuenta mejor os va a ir la vida.Si haciendo este progama con el que mi abuela se entretiene se gana una pasta enorme,tened claro que lo van a seguir haciendo.La unica manera que no se vuelva a repetir este progama es con una carta presentado en el progama de krusti en el que se dice que nunca se volvera a sacar este progama,acompañado por un notario o abogado,elijan ustedes.Me hubiese encantado sacar las botellas de champan,a parte de porque esta rico,porque las melopeas se cojen por algo bueno que ha pasado y no por una desgracia.
Asi que dueños de Antena 3,si todavia teneis algo de cariño al ser humano,dejemonos ya de tanto jugar a las sorpresas pues la sorpresa fue que para la funeraria fue un regalo caido del cielo

Anónimo dijo...

"Creo que necesito una copa. Ay."

Sí, amigo, que sean dos. Pero la mía una Dalky de fresa... Nada de copas Danone, que son sólo de chocolate y apenas tienen nata.