Después de que espacios como "Lo que diga la rubia" y aquello que presentaban Joaquín Prats Jr y Raquel Sánchez-Silva (¿cómo se llamaba?) durasen en la programación lo que una mariposa dura fuera del Retiro (¡viva Jorge Drexler!), Cuatro ha conseguido que, al menos, Flo mantenga a flote su espacio durante un par de semanas. Pero, no nos engañemos, sus audiencias están al canto de medio duro, a la piel de un diente, a la luz de un cabello de saltar al otro lado. Una centésima, quizá una sola milésima menos de share, y el Gran Programador estirará su brazo con el pulgar señalando hacia abajo.Y esa milésima puede ser usted. Si hasta ahora usted era espectador habitual de "Tonterías las justas" debe saber que un descuido, un zapeo tonto, un día de esta semana que aproveche la mejoría del tiempo para salir a tomar un café con amigos durante la sobremesa, pueden convertir el programa de Cuatro en el ex-programa de Cuatro. Usted solo con su dedito sobre el mando a distancia. Pensará durante un segundo "vaya, hoy se me olvidó ver a Flo", leerá al día siguiente que retiran "Tonterías las justas" de la programación y no establecerá ninguna relación de causa-efecto. Pero la habrá habido. Usted habrá sido la gota, el decimal que lo decidió todo, el verdugo.
1 comentario:
Pues lo siento por Florentino (no tantoo por su comparsas sobreexcitados)pero si de mi depende... (igual es que quiero que vuelvan a poner Friends en un bucle eterno)
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